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Universidad de Guadalajara. Centro Universitario de Ciencias de la Salud. Licenciatura en cirujano dentista. Materia: Farmacología odontológica. Nombre del profesor: Valenzuela Orozco Daniel Natividad. Nombre del alumno: Guerrero Alcaraz Edgar Elizardo. Código de alumno: 212581246. AINES (Antiinflamatorio no esteroides). Son un grupo de agentes químicamente disimilar que difieren en sus actividades antipiréticas, analgésicas y antiinflamatorias. La clase incluye derivados del ácido salicílico (aspirina, diflunisal, salsalato), ácido propiónico (ibuprofeno, fenoprofeno, flubiprofeno, ketoprofeno, naproxeno, oxaprozina) ácido acético (diclofenaco, etodolaco, indometacina, ketorolaco, nabumetona, sulindac, tolmetina), ácido enólico (meloxicam, piroxicam), fenamatos (ácido mefenámico, meclofenamato) y el inhibidor selectivo de COX-2 (celecoxib). Actúan de forma primaria al inhibir las enzimas de ciclooxigenasa que cataliza el primer paso en la biosíntesis de prostanoides. Esto conduce a una disminución en la síntesis de prostaglandinas con efectos tanto benéficos como indeseables. Hay que tener en cuenta que las diferencias en seguridad y eficacia de los AINE pueden explicarse por la selectividad relativa por la enzima COX-1 o COX-2. Se cree que la inhibición de la COX-2 conduce a las acciones antiinflamatorias y analgésicas de los AINE, en tanto que la inhibición de COX-1 es responsable para la prevención de eventos cardiovasculares y la mayoría de los eventos adversos. Los AINE se utilizan mucho aunque producen efectos adversos graves (especialmente efectos digestivos, renales, pulmonares y cardiovasculares relacionados con sus principales acciones farmacológicas, además de efectos idiosincrásicos). Los pacientes ancianos y los que tienen enfermedades previas tienen un riesgo elevado. Sus principales usos clínicos son: • Antitrombóticos: por ejemplo, ácido acetilsalicílico en pacientes con riesgo elevado de trombosis arterial (después de un infarto de miocardio). (Otros AINE que producen una inhibición menos profunda que el ácido acetilsalicílico sobre la síntesis de tromboxano por las plaquetas aumentan el riesgo de trombosis; se deben evitar, en la medida de lo posible, en personas de riesgo elevado.) • Analgésicos (en cefalea, dismenorrea, dorsalgia, metástasis óseas, dolor postoperatorio): – Uso a corto plazo: por ejemplo el ácido acetilsalicílico, el paracetamol, y el ibuprofeno. – Dolor crónico: fármacos más potentes y de acción más prolongada (naproxeno y piroxicam), con frecuencia combinados con un opioide de potencia baja (codeína). – Para reducir la necesidad de analgésicos narcóticos (en ocasiones, el AINE ketorolaco se administra postoperatoriamente con esta finalidad). • Antiinflamatorios: por ejemplo el ibuprofeno y el naproxeno para el alivio sintomático en artritis reumatoide, gota y trastornos de tejidos blandos. • Antipiréticos: paracetamol. Mecanismo de acción. Los AINE inhiben la biosíntesis de prostaglandinas por acción directa en la enzima COX y esta acción explica sus acciones terapéuticas y la mayoría de sus efectos secundarios. Acciones terapéuticas. Estos fármacos tienen tres acciones terapéuticasprincipales que se originan en la supresión de la síntesis de prostanoides en las células inflamatorias principalmente mediante la inhibición de la isoforma COX-2. Son las siguientes: • Acción antiinflamatoria: la disminución de la prostaglandina E2 y la prostaciclina reduce la vasodilatación e, indirectamente, el edema. No se reduce directamente la acumulación de células inflamatorias. • Efecto analgésico: la disminución de la generación de prostaglandinas significa que hay menos sensibilización de las terminaciones nerviosas nociceptivas a los mediadores inflamatorios como la bradicinina y la 5-hidroxitriptamina. El alivio de la cefalea probablemente sea la consecuencia de la reducción de la vasodilatación mediada por prostaglandinas. • Efecto antipirético: la interleucina 1 libera prostaglandinas en el sistema nervioso central, donde elevan el punto de ajuste del hipotálamo para el control de la temperatura, causando de esta forma la fiebre. Los AINE previenen este fenómeno. Algunos AINE importantes son el ácido acetilsalicílico, el ibuprofeno, el naproxeno, la indometacina, el piroxicam y el paracetamol. Efectos adversos. Dispepsia, náuseas, vómitos y otros efectos gastrointestinales. Se puede producir lesión gástrica e intestinal en consumidores crónicos, con riesgo de hemorragia, ulceración y perforación, que puede ser potencialmente mortal. La causa es la supresión de las prostaglandinas gastroprotectoras en la mucosa gástrica. • Reacciones cutáneas. Mecanismo desconocido. • Insuficiencia renal reversible. Se ve principalmente en pacientes con deterioro de la función renal cuando se inhibe la vasodilatación compensadora mediada por la prostaglandina I2/E2. • Efectos cardiovasculares adversos. Se pueden producir con muchos AINE y coxibs y se pueden relacionar con la inhibición de la COX-2 en la mácula densa o en otro lugar, lo que produce hipertensión. • “Nefropatía asociada a analgésicos”. Se puede producir después de regímenes terapéuticos a dosis elevadas y durante períodos prolongados de AINE y con frecuencia es irreversible. • Trastornos hepáticos, mielodepresión. Relativamente infrecuentes. • Broncoespasmo. Se ve en asmáticos “sensibles a + ácido acetilsalicílico”. No se produce con los coxibs. Ácido acetilsalicílico. Es el fármaco antiinflamatorio no esteroideo más antiguo. Actúa mediante la inactivación irreversible de la COX-1 y la COX-2. Además de sus acciones antiinflamatorias, el ácido acetilsalicílico inhibe la agregación plaquetaria y su principal aplicación clínica en la actualidad es el tratamiento de enfermedades cardiovasculares. Se administra por vía oral y se absorbe rápidamente; el 75% se metaboliza en el hígado. La eliminación sigue una cinética de primer orden con dosis bajas (semivida de 4 h) y una cinética de saturación con dosis altas (semivida por encima de 15 h). Efectos adversos: – Dosis terapéuticas: es frecuente una cierta hemorragia gástrica (generalmente leve y asintomática). – Dosis altas: mareos, acúfenos y sordera (“salicilismo”); puede producirse alcalosis respiratoria compensada. – Dosis tóxicas (por intoxicación voluntaria): acidosis respiratoria no compensada con acidosis metabólica, especialmente en niños. El ácido acetilsalicílico se ha relacionado con una encefalitis posvírica (síndrome de Reye) en niños. Si se administra simultáneamente con warfarina, el ácido acetilsalicílico provoca un aumento, potencialmente peligroso, del riesgo de hemorragia. Paracetamol. Es un fármaco de uso habitual, disponible para la venta sin receta. Presenta acciones analgésicas y antipiréticas potentes, pero unos efectos antiinflamatorios más débiles que otros AINE. Su acción inhibidora de la COX parece ser específica de la enzima del SNC. Se administra por vía oral y se metaboliza en el hígado (semivida de 2-4 h). Las dosis tóxicas provocan náuseas y vómitos, y después, tras 24-48 h, una lesión hepática potencialmente mortal por saturación de las enzimas de conjugación, lo que hace que el fármaco se metabolice por acción de oxidasas de función mixta a N-acetil-p-benzoquinonaimina. Este metabolito, si no es inactivado por conjugación con glutatión, reacciona con proteínas celulares y destruye la célula. Los fármacos que aumentan el glutatión (acetilcisteína por vía intravenosa o metionina por vía oral) pueden prevenir la lesión hepática si se administran precozmente. Coxibs. Generalmente se recetan a pacientes en los que el tratamiento con AINE convencionales supone riesgo alto de efectos adversos digestivos graves. Aun así, podrían aparecer alteraciones gastrointestinales asociadasa estos compuestos, posiblemente debido a la implicación de la COX-2 en la cicatrización de ulceras preexistentes, por lo que su inhibición podría retrasar la recuperación de lesiones anteriores. Como para cualquier AINE, el riesgo cardiovascular ha de evaluarse antes del tratamiento a largo plazo. Celecoxib y etoricoxib Ayudan en el alivio sintomático de la artrosis, la artritis reumatoide y otros trastornos. Se administran por vía oral y se absorben bien, alcanzando sus concentraciones plasmáticas máximas entre 1 y 3 horas. Se metabolizan en hígado (más del 99%) y su unión a proteínas plasmáticas es alta (más del 90%). Efectos adversos frecuentes son: cefalea, mareos, exantemas cutáneos y edema periférico causado por retención de líquidos. Debido al posible papel de la COX-2 en la resolución de ulceras, se debe evitar la administración de este fármaco, cuando sea posible, a sujetos con antecedentes de enfermedad ulcerosa. Parecoxib. Se utiliza en el tratamiento a corto plazo del dolor postoperatorio. Se administra mediante una inyección intravenosa o intramuscular y se convierte con rapidez (más del 95%), en el producto activo valdecoxib por hidrolisis enzimática en el hígado. Las concentraciones plasmáticas máximas se alcanzan en aproximadamente 30- 60 min, dependiendo de cuál haya sido la vía de administración. La unión a proteínas plasmáticas es alta. El metabolito activo (valdecoxib) se convierte en el hígado en diversos metabolitos inactivos; su semivida plasmática se acerca a 8 h. El valdecoxib se ha relacionado con reacciones cutáneas, algunas graves, por lo que es preciso someter a los pacientes a una vigilancia estrecha. De igual modo, se debe administrar con cautela a sujetos con alteraciones de la función renal, ya que este fármaco se ha asociado a insuficiencia renal. La anemia postoperatoria podría ser otro posible efecto secundario. Aines de uso odontológico. Los AINE más utilizados para controlar el dolor dental son: salicilatos y derivados (diflunisal) derivados arilpropiónicos (ibuprofeno, dexibuprofeno, ketoprofeno, dexketoprofeno, naproxeno), derivados arilacéticos (diclofenaco, ketorolaco, nabumetona), oxicams y análogos (piroxicam, meloxicam, nimesulida), inhibidores selectivos de la COX-2 (celecoxib y rofecoxib). Hoy en día, uno de los AINE más empleados es el ibuprofeno a dosis de 400 mg/4-6 h, mostrando buena eficacia analgésica. En el grupo de los analgésicos antipiréticos se incluyen el paracetamol (1 g/6-8 h) y el metamizol (575-2.000 mg/8 h). El tratamiento del dolor odontológico debe pautarse de forma que el inicio sea inmediato para conseguir su máxima eficacia analgésica. En el período agudo puede no ser suficiente el AINE, empleándose analgésicos de rescate como opiáceos menores (codeína a dosis de 60 mg/4h). En el control del dolor dental posquirúrgico, la etiopatogenia del dolor está intrínsecamente relacionada con el edema que se produce. Los antiinflamatorios esteroideos (glucocorticoides) son los más potentes, aunque son poco utilizados por sus efectos secundarios. Sí se emplean en el control del edema posquirúrgico en cirugía dental compleja. Pueden utilizarse por vía intramuscular, inyectados en la zona quirúrgica inmediatamente finalizada la extracción, por vía oral o intravenosa. Cuando el origen del dolor es infeccioso, será necesario, además del tratamiento pautado con analgésicos, el empleo de antibióticos sistémicos. Si bien en su inicio la patología infecciosa dentaria es de predominio aerobio, en la infección odontógena aguda con participación de tejido celular se acepta que el patrón bacteriológico es mixto con predominio anaerobio. El tratamiento se inicia con antibióticos dirigidos a eliminar la flora de predominio aerobio y si el proceso se presenta en estadios más avanzados, se incorporan fármacos capaces de actuar contra patrones bacteriológicos mixtos, de predominio anaerobio. Escalera analgésica. Es una aproximación para el uso de analgésicos, paso a paso, de acuerdo a la severidad del dolor ya la etiología del mismo. Manejo. Tanto los fármacos del primer como los del segundo escalón tienen dosis techo, por lo que cuando se alcanza es necesario ascender al siguiente escalón; Si hay fallo en el segundo escalón es necesario pasar al tercero sin dudarlo, pues es apremiante la necesidad de controlar el dolor; Si hay fallo en uno de los escalones no se debe intercambiar con fármacos del mismo escalón, ni asociar dos fármacos de igual mecanismo de acción. Asegurar la cobertura analgésica del dolor irruptivo y la prevención de los efectos adversos de los AINEs y opioides. Primer escalón (dolor leve 1 a 3). Antes de prescribir AINEs hay que evaluar eficacia frente a efectos adversos. Los AINES se utilizan en ciclos cortos (5-7 días), para dolor con componente inflamatorio, por riesgo de insuficiencia renal y sangrado digestivo. Considerar la gastro-protección. Utilizar dosis menores en adultos mayores, caquécticos, en mal estado general, con insuficiencia hepática o renal. Pueden asociarse a otros fármacos, pues potencian su efecto (sinergismo). Su administración es vía oral. La vía parenteral será en caso de procesos agudos, dolores episódicos o limitación de la vía oral (la vía SC es de elección). El paracetamol y el metamizol han sido considerados en este grupo por presentar el mismo efecto farmacodinámico: inhibición de la ciclooxigenasa. Diclofenaco: 50 – 100mg. Cada 8 o 12 h. (VO, IM, Rectal). 1 a 3mg/kg/dosis Rectal: 100 mg/ 24 h, por la noche. IM: 75 mg/12-24 h durante un máximo de 2 días. Ibuprofeno: 400 – 600mg. /6 -8 h (VO), de carga entre 30 y 40 kg/dosis de mantenimiento: 10mg/kg/dosis /4 a 6 horas. Metamizol: V. O.: 500mg a 2 gr, cada 6 u 8 hs IM, SC, IV: 1-2 g/ 6-8 h Rectal: 1 g/ 6-8 h. Segundo escalón (dolor moderado 4 a 6). La decisión de pasar al segundo escalón viene precedida por la ineficacia de la analgesia no opioide o por su intolerancia. Es posible la asociación con los del primer escalón. Dihidrocodeína: 60 a 120mg. Cada 8 a 12h (VO). Buprenorfina: Parche: 35, 52.5 y 70ugr. Inicio con ¼, ½ o 1 parche de acuerdo a EVA). Cambio cada 72 horas. Tramadol: 5 a 10: 1. Agonista mu, menor delta y kappa. Buprenorfina es cuarta línea de elección luego de: morfina, oxicodona y fentanilo EFECTO TECHO: depresión respiratoria, respuesta parcial a naloxona. Al iniciar uso de parches mantener opioide de liberación rápida (Buprenorfina inyectable) hasta por 12-24hs. Por el contrario, al descontinuarlo se debe pautar sólo rescates, pues su eliminación del tejido adiposo es lenta. No usar tramadol en niños < 5 años, pacientes con organicidad cerebral (metástasis) o antecedentes de crisis convulsivas (bajo umbral). Tercer escalón (dolor severo 7 a 10). Se aplica para el dolor moderado o dolor severo (EVA mayor a 6). Puede asociarse con medicamentos del primer escalón y fármacos adyuvantes. Actúan sobre los receptores u (mu), no tienen techo analgésico, lo que permite aumentar la dosis a demanda del paciente. Medicamentos: Morfina: Dada su naturaleza hidrofílica, no puede ser administrada por las vías nasal, sublingual ni transdérmica, como sucede con los opioides lipofílicos. Metabolismo hepático, excreción renal. De sus metabolitos, el 90% son inactivos, y el resto activo en receptores mu (M-6- glucoronido). Su inicio de acción es entre la primera hora o las 2 primeras horas y se elimina de 3 a 6 horas. Oxicodona: Es un opioide semisintético, agonista puro mu, kappa. Comprimidos de liberación controlada tienen absorción intestinal bifásica (primera libera 38%). Efecto medible entre 15 y 45 minutos dependiendo de dosis. Alcanza una concentración estable a las 12 horas. Sus metabolitos (noroxicodona y oximorfona) no contribuyen al efecto analgésico.5mg VO cada 4hs a 6 hs. Interacciona con fluoxetina y sertralina (inhiben citocromo P-450) riesgo de acumulación. Tapentadol: Mecanismo de acción, agonista mu, inhibe la recaptación de noradrenalina. Presentación en comprimidos de liberación retardada. Metabolismo tiene importante metabolismo de primer paso. Excreción renal, sus metabolitos son inactivos. Dosis Máxima - 500mg en 24 hs. Dosis equivalentes - TA 2,5: morfina 1, TA 5: oxicodona: 1. Efectos secundarios son náusea, estreñimiento, mareo, somnolencia, cefalea. Contraindicado en pacientes con hipercapnia, íleo paralítico, insuficiencia renal o hepática graves, menores de 18 años y embarazo. Fentanilo: Vía Transdérmica (TTS). Aumenta absorción si aumenta temperatura. Tiene menos efectos gastrointestinales. Dosis – Transmucoso: 5-20ug/kg, parenteral: 1-2ug/kg, espinal: 10u. Mecanismo de acción: agonista mu de origen sintético, alta liposolubilidad. Potencia relativa 100 veces mayor a morfina. Metabolismo hepático. Excreción renal. Otros: Metadona, hidromorfona. Efectos adversos: Gastrointestinales: xerostomía, estreñimiento, disminución de la secreción biliar y pancreática. (dispepsia). Cardiovasculares: hipotensión ortostática, bradicardia, vasodilatación cerebral (cefalea). Liberación de histamina (prurito). Renales y urinarios: sensación de urgencia miccional, retención urinaria, reducción del flujo renal y efecto antidiurético. Depresión respiratoria: no se produce si su uso es adecuado. Los efectos adversos se pueden revertir con NALOXONA o NALTREXONA, antagonistas puros de los receptores opioides u (mu), δ (delta), к (kappa), los cuales tienen afinidad por estos receptores pero sin desarrollar tolerancia. Bibliografía: M. Antonia Díez García, Itziar Arteagoitia Calvo. “Dolor odontológico”. ELSEVIER. Publicado en Octubre del 2004 [Recuperado el 25 de octubre del 2021]. https://www.elsevier.es/es-revista-farmacia-profesional-3-articulo- dolor-odontologico-13068668 Julián Castaño Urrego, Alejandra Rendón Montoya. “Importancia de la prescripción de aines en odontología”. Publicado en 2016 [Recuperado el 25 de octubre del 2021]. H. P. Rang, J. M. Ritter, R. J. Flower, G, Henderson. “Rang y Dale Fatmacología”. 8ª edición. UK. Editorial ELSEVIER CURCHILLLIVINGSTONE. 2016. Karen Whalen, Rajan Radhakrishnan, Carinda Feild. “Farmacología”. 7a edición. Philadelphia. Editorial Wolters Kluwer thePoint. 2019. Sandra Ceballos, Germania Andrade, Gabriela Moya. “ESCALERA ANALGÉSICA”. FECUPAL. Publicado en Mayo del 2019 [Recuperado el 25 de Octubre del 2021]. https://www.salud.gob.ec/wp- content/uploads/2019/05/PPT3.-ESCALERA-ANALG%C3%89SICA.pdf
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