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arreglo de ADN

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Reparación del ADN:
Para cada tipo de alteración del ADN existe un mecanismo de reparación especial, dirigido por una combinación de enzimas específicas. 
En la mayoría de los casos se basan en la información genética complementaria existente entre las dos cadenas de la doble hélice, de modo que, si alguna de ellas sufre una alteración, puede ser reparada a partir de la información normal contenida en la otra. Como en cualquier proceso biológico, los mecanismos reparadores de errores en el ADN pueden fallar, con la consiguiente aparición de mutaciones génicas.
Si la ADN polimerasa inserta en forma accidental un nucleótido incorrecto, “percibe” el error y no agrega nuevos nucleótidos, de modo que el crecimiento de la cadena se detiene transitoriamente. El error es resuelto por la propia enzima mediante el ejercicio de una función adicional conocida como “lectura de pruebas”. 
Si falla esta “lectura de pruebas”, se pone en marcha un segundo sistema de reparación. En primer término, el o los nucleótidos erróneos son removidos por una nucleasa reparadora. Para ello la nucleasa corta la unión fosfodiéster que conecta al nucleótido incorrecto con el nucleótido continuo. La reparación se completa cuando la ADN polimerasa β sintetiza la pieza faltante y la ADN ligasa une esa pieza al ADN cortado. 
La aparición en el ADN de uracilos en lugar de citosinas da lugar a un mecanismo de reparación que utiliza una ADN glicosidasa específica. Esta reconoce y corta la conexión entre la base errónea y la desoxirribosa, de modo que deja al nucleótido sin su base. 
Los dímeros de timina son removidos por un sistema de enzimas especiales, que hidrolizan simultáneamente dos uniones fosfodiéster, una a cada lado de la lesión. La reparación se completa cuando la ADN polimerasa β reemplaza la pieza ausente por un tramo de ADN nuevo y la ADN ligasa lo une al ADN anterior.
Transcripción del ADN: 
Recibe el nombre de transcripción la síntesis de moléculas de ARN sobre la base de moldes de ADN. La síntesis se produce por la unión entre sí de los nucleótidos A, U, C y G, que se alinean siguiendo el orden marcado por los nucleótidos complementarios del ADN. Esa complementariedad determina que las bases A, U, C y G del ARN se apareen respectivamente, con las bases T, A, G y C del ADN. 
El apareamiento se logra mediante el establecimiento de uniones transitorias (no covalentes) de las bases del ADN con las bases del ARN en formación, lo cual permite que se produzcan las verdaderas reacciones sintéticas, es decir, la unión de los nucleótidos del ARN entre sí. 
El enlace entre dos nucleótidos consecutivos corresponde a una unión fosfodiéster. Las uniones fosfodiéster no se producen espontáneamente; son dirigidas y catalizadas por enzimas específicas llamadas ARN polimerasas. 
En la célula el ARN se construye de la de la siguiente manera: 
-En primer lugar, se copia sólo una de las dos cadenas del ADN, la que corre en dirección 
3´--> 5´. Esto permite anticipar que el ARN se sintetiza a partir de su extremo 5´ y progresa por su extremo 3´. 
-En segundo lugar, los ribonucleótidos se agregan de a uno por vez, lo que hace innecesaria la separación de las dos cadenas del ADN en toda su extensión. Solo se separa un tramo de alrededor de 10 pares de nucleótidos, lo cual, forma en el ADN una burbuja de transcripción que se desplaza a medida que se “leen” sus nucleótidos. 
Convencionalmente se dice que la transcripción avanza en dirección 5´--> 3´ porque el ARN sintetizado se corresponde con la cadena no transcripta del ADN. 
Los monómeros con los cuales se construyen las moléculas de ARN se presentan en el nucleoplasma como ribonucleósidos trifosfato. El comienzo de la transcripción tiene lugar cuando, a través de su base, uno de estos ribonucleósidos establece una unión transitoria con la base complementaria del primer nucleótido del gen. En este proceso interviene el promotor del gen, el cual se une a la ARN polimerasa y hace que ésta interactúe con el ADN en el sitio en que debe iniciarse la transcripción, el cual es marcado por el propio promotor. 
Allí la ARN polimerasa forma una “burbuja”, pues determina la separación localizada de las dos cadenas del ADN y deja expuesto al primer desoxirribonucleótido que va a ser leído. A continuación, frente a este desoxirribonucleótido se acomoda un ribonucleósido trifosfato 
complementario. Luego se arrima un segundo ribonucleósido trifosfato y sus bases se unen. Pero lo más importante es que los dos ribonucleótidos que concurrieron a la burbuja quedan juntos, lo cual permite que entre ellos se produzca una unión fosfodiéster y se genere un dinucleótido. Con él se inicia la síntesis del ARN, que prosigue en dirección 5´-->3´ a medida que se acercan los ribonucleósidos trifosfato indicados por el ADN. 
El alargamiento progresivo del ARN es conducido por la misma ARN polimerasa. La transcripción concluye cuando la ARN polimerasa alcanza la secuencia de terminación en el extremo 3´ del gen. En este punto, la enzima se libera. También lo hace el ARN, que adquiere el nombre de transcripto primario. 
Existen tres tipos de ARN polimerasa, llamadas I, II y III, responsables de la síntesis de las distintas clases de ARN.

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