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RECEPTORES DE LA INMUNIDAD INNATA

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o Receptores tipo toll (TLR) 
Los TLR son el grupo de PRR más estudiado y están muy conservados a lo largo de la evolución. Son 
receptores transmembrana de tipo I que presentan: 
 Dominios repetidos ricos en leucinas (LRR —leucine-rich repeat—
): Les confieren su capacidad para interaccionar con distintos tipos 
de ligandos. 
1. Dominios TIR (toll/IL-1 receptor) intracitoplasmáticos inician la vía 
de señalización. 
 
 Se han identificado 10 miembros de la familia TLR en seres 
humanos y 13 en ratón y se conocen tanto sus ligandos como su 
señalización intracelular. 
El reconocimiento mediado por TLR puede ocurrir en la membrana 
plasmática o en la membrana de endosomas y endolisosomas. 
2. TLR1, TLR2, TLR4, TLR5 y TLR6 se localizan principalmente, aunque 
no exclusivamente, en la membrana plasmática y reconocen 
componentes microbianos como lípidos, lipoproteínas, LPS y 
proteínas. 
3. Por el contrario, TLR3, TLR7, TLR8 y TLR9 se localizan en 
compartimientos vesiculares intracelulares y están implicados 
principalmente en el reconocimiento de ácidos nucleicos. 
 
Los TLR reconocen moléculas expresadas por los microbios pero que no se expresan en células sanas y, si lo 
hacen, será en otro compartimento celular. 
Los TLR también reconocen moléculas propias cuya expresión o localización refleja daño celular. Ejemplos 
de estas moléculas son las 
1. Proteínas de choque térmico (HSP). 
2. Caja del grupo de movilidad alta 1 (HMGB1), una proteína abundante ligadora de ADN implicada en la 
transcripción y reparación del mismo. 
 
La unión del ligando a los TLR da lugar a la iniciación de la transducción de señales por varias vías y a la 
activación de factores de transcripción que, finalmente, inducen la expresión de genes cuyos productos 
son importantes para las respuestas inflamatoria y antivírica (interferones tipo I). 
 
Se han determinado las funciones de nueve de los 11 TLR presentes en el ser humano. Resulta 
sorprendente que cada TLR detecta un repertorio distinto de moléculas patógenas altamente conservadas. 
El conjunto completo de TLR presentes en un ratón o en un ser humano es capaz de detectar una amplia 
variedad de virus, bacterias, hongos e incluso algunos protozoarios simples. 
 
1) Varios receptores tipo Toll, los TLR 1, 2, 4 y 6, funcionan como dímeros (en algunos casos, en el complejo 
formado se incorporan proteínas adicionales). 
a. TLR4, se parea consigo mismo (formando un homodímero), y los otros forman complejos 
mixtos (heterodímeros). 
 
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b. Aún no se determinan los compañeros de los TLR 3, 7, 8 y 9, que tal vez actúen como 
monómeros, y algunos datos sugieren que TLR podría existir como heterodímero. 
c. El pareamiento de los TLR afecta su especificidad. TLR2 acoplado a TLR6 se une a una amplia 
variedad de clases moleculares presentes en los microorganismos, incluidos peptidoglucanos, 
zimosanos y lipopéptidos bacterianos. Sin embargo, cuando se parea con TLR1, el TLR2 
reconoce lipoproteínas bacterianas y algunas proteínas de superficie características de 
parásitos. 
d. TLR4 es el receptor clave para la mayoría de los lipopolisacáridos bacterianos. 
 
2) TLR5 reconoce la flagelina, importante componente estructural de los flagelos bacterianos. 
3) TLR3 reconoce el RNA bicatenario (dsRNA, del inglés doublé-stranded RNA) que aparece en las células 
después de la infección por virus de RNA, y el RNA monocatenario (ssRNA, del inglés single-stranded 
RNA) es el ligando de TLR8 y TLR7. 
4) TLR9 reconoce la secuencia CpG (citocina desmetilada unida a guanina) del DNA e inicia una respuesta 
contra ella. Secuencias desmetiladas como éstas abundan en el DNA microbiano y son mucho menos 
comunes en el DNA de los vertebrados. 
o Receptores lectina tipo C (CLR) 
La familia de los CRL se denomina así porque estos receptores se unen a glúcidos (las lectinas son proteínas 
que reconocen azúcares) de una forma que depende del Ca2+ (tipo C). 
En general, los CRL reconocen estructuras glucídicas que se encuentran en las paredes celulares de los 
microorganismos, pero no en las células de los mamíferos. 
 El receptor de manosa es uno de los CRL más estudiado. Este receptor se 
une a azúcares terminales de la superficie de microbios, como la D-
manosa, la L-fucosa y la N-acetil-Dglucosamina. Los glúcidos de las células 
eucariotas suelen terminar con galactosa y ácido siálico. Parece ser que 
estos receptores no generan transducción de señales en la célula que los 
expresa y son un paso previo importante para iniciar la fagocitosis del 
microbio. 
 Las dectinas (dectina 1 y 2) son receptores de las DC, macrófagos y 
neutrófilos que reconocen beta-glucanos unidos en posición 1 y 3 
presentes en hongos, algunas bacterias y plantas. Se unen a una gama de 
hongos patógenos como Candida, Aspergillus, Coccidiodes y Pneumocystis 
y bacterias patógenas como Mycobacteria. Su activación promueve la 
fagocitosis y producción masiva de citoquinas proinflamatorias. 
o Receptores tipo NOD (NLR) 
La segunda familia más importante de PRR son los NLR. Estos receptores representan la contraparte 
citosólica de los TLR e incluyen hasta el momento 23 miembros en seres humanos. Los NLR presentan tres 
dominios distintos: 
 
 Dominio LRR encargado de detectar y unir PAMP; 
 Dominio NACHT (proteína inhibidora de la apoptosis neuronal [NAIP], CIITA, HET-E y TP1), 
que permite al NLR unirse a otro y formar oligómeros y un dominio efector o de interacción 
 
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proteína-proteína que forma complejos que transmiten la señal y que, de acuerdo con su 
naturaleza, permite clasificar los NLR. 
 
Concretamente, existen tres dominios efectores que permiten dividir los NLR en tres subfamilias: 
 
o Dominios CARD (dominio de 
reclutamiento de caspasa (jajaja otra vez 
la bendita caspasa)), pirina y BIR 
(dominios repetidos IAP de baculovirus). 
NOD1 y NOD2 contienen dominios CARD 
y reconocen el peptidoglicano, un 
componente de la pared celular 
bacteriana. 
o NOD1 reconoce el ácido 
diaminopimélico (DAP) presente 
en el peptidoglicanos de todas 
las bacterias Gram negativas y 
solo en algunas Gram positivas 
(Listeria y Bacillus). 
o NOD2 reconoce una molécula 
diferente llamada dipéptido 
muramilo un motivo del 
peptidoglicano presente en 
Gram negativos y Gram 
positivos. 
 
Tanto la estimulación de NOD1 como de NOD2 forma un complejo transductor de señales que se 
ha denominado señalosoma de NOD. Este señalosoma conduce a la activación del factor de 
transcripción NFNB el cual estimula la producción de quimioquinas y citoquinas que inician la 
respuesta proinflamatoria necesaria para eliminar el patógeno. 
 
NOD1 y NOD2 parecen importantes en las respuestas inmunitarias innatas frente a las bacterias 
patógenas del tubo digestivo, como Helicobacter pylori y Listeria monocytogenes. 
 
o Dominio pirina (NLRP) y forman complejos multiproteicos transductores de la señal 
de alto peso molecular denominados inflamasomas. Los miembros más conocidos 
son NLRP1, NLRP3 y NLRC4. Los NLRP responden a DAMP y PAMP citosólicos y 
generan formas activas de las citoquinas proinflamatorias IL-1 e IL-18. Los PAMP 
que activan el inflamasoma son moléculas bacterianas como la flagelina, el 
dipéptido muramilo, el LPS y las toxinas formadoras de poros, así como los ARN 
bacteriano y vírico. 
Los DAMP que activan el inflamasoma son las sustancias cristalinas que pueden proceder del 
ambiente, como el amianto y la sílice, o pueden tener un origen endógeno, como el urato 
monosódico, el pirofosfato de calcio deshidratado y el colesterol cristalizado. Otros estímulos

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