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Receptores tipo toll (TLR)

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endógenos de la activación del inflamasoma son: el ATP extracelular, quizás liberado por las células 
muertas y transportado al citoplasma de la célula respondedora, las disminuciones del potasio 
intracelular provocadas por algunas toxinas bacterianas y las especies reactivas del oxígeno que se 
producen a menudo durante la lesión celular. 
 
El hallazgo de que muchos DAMP activan el inflamasoma ha cambiado en gran medida la 
compresión de ciertas enfermedades inflamatorias. Por ejemplo, la gota es una enfermedad 
inflamatoria producida por una acumulación de cristales de urato monosódico que activan el 
inflamasoma, por lo que se usan antagonistas de la IL-1 para los casos de gota graves resistentes a 
la terapia convencional. 
Otro ejemplo son los síndromes autoinflamatorios que se caracterizan por una inflamación 
espontánea sin un desencadenante claro. Estos pacientes también pueden ser tratados 
satisfactoriamente con antagonistas de la IL-1. 
Por último, hay que destacar que la activación de la caspasa 1 por el inflamasoma puede inducir un 
modo fisiológico de muerte celular programada denominado piroptosis que culmina con la lisis de 
la célula y la liberación de contenido citosólico al medio extracelular, entre el que se incluye 
grandes cantidades de IL-1E e IL-18. 
o Receptores tipo RIG (RLR) 
Los RLR son receptores citoplasmáticos de ARN vírico que presentan dominios CARD y ARN-helicasa. Están 
presentes en casi todos los tipos celulares y les permiten responder a la infección vírica mediante el 
reconocimiento del ARN del virus. La señalización a través de los RLR conduce principalmente a la 
producción de interferones tipo I por la célula infectada, así como de otras citoquinas inflamatorias. 
 
Los dos RLR más estudiados son RIG-I (gen inducible por ácido retinoico I) y MDA5 (gen asociado a la 
diferenciación del melanoma 5). Ambos receptores reconocen ARN vírico de diferentes grupos de virus, 
pero con cierta especificidad que parece que viene determinada por la longitud del ARN vírico. RIG-1 suele 
reconocer el ARN bicatenario corto (menos de 1 kb), especialmente cuando contiene extremos 5’-trifosfato 
(que no está presente en células eucariotas), mientras que MDA5 reconoce el ARN bicatenario mayor de 2 
kb. 
o Detectores citosólicos de ADN 
Los CDS son receptores ubicados en el citosol que participan en la detección de ADN intracelular y que 
activan rutas de señalización que inician respuestas antimicrobianas mediante la producción de 
interferones tipo I y la autofagia. 
La búsqueda de receptores citosólicos que reconocen el ADN ha implicado a un número desconcertante 
de genes involucrados en el reconocimiento de este ácido nucleico y en la regulación de la respuesta a 
IFN15. 
 
o Vía STING (stimulator of IFN genes). 
Concretamente, STING es una proteína transmembrana localizada en el retículo endoplásmico que 
activa de forma directa (receptor) e indirecta (adaptador) el ADN microbiano en el citosol. 
o En la vía indirecta, el ADN citosólico se une a la enzima sintasa del GMP-AMP cíclico 
(GASc) que sintetiza un dinucleótido cíclico llamado GMP-AMP cíclico (GAMPc) 
después de encontrarse con el ADN. Posteriormente, GAMPc interactuará con 
 
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STING que tiene la capacidad de unirse directamente a dinucleótidos cíclicos. Esta 
ruta de activación de STING induce la producción de interferones tipo I por la 
célula. 
o En la vía directa, STING reconoce dinucleótidos cíclicos producidos comúnmente 
por bacterias como segundos mensajeros. La activación de STING también 
estimula la autofagia celular con el objetivo de dirigir los microbios a los lisosomas 
para ser degradados. 
 
Otras moléculas muy importantes en la detección de ADN citosólico son los AIM2-like receptor (ALR) que, 
según varios autores, constituyen por sí mismos un nuevo grupo de receptores de patrones. Cada uno de 
estos receptores presenta un dominio PYHIN que permite las interacciones proteína-proteína y un dominio 
HIN-200 de unión al ADN. 
 
El miembro fundador de esta familia, AIM2 (absent in melanoma 2), interactúa con el adaptador ASC y 
promueve la formación del inflamasoma tras la detección de ADN intracelular. 
 
Por último, el activador dependiente del ADN de los factores reguladores del IFN (DAI) se une al ADN de 
varias fuentes microbianas y activa al IRF3, lo que conduce a una respuesta mediada por IFNs tipo I. Por 
otro lado, el DAI también puede activar NF-kB. 
o Otros receptores 
o Receptores scavenger o basureros (SR —scavenger receptors—) fueron 
identificados originalmente por su capacidad para reconocer y eliminar las 
lipoproteínas modificadas. Sin embargo, ahora se aprecia que llevan a cabo una 
impresionante gama de funciones, no solo debidas al amplio repertorio de 
receptores que constituyen esta familia, sino a su capacidad de asociarse con 
varios correceptores. Se expresan principalmente en células mieloides 
(monocitos/macrófagos y DC) pero también en ciertos endotelios y epitelios. 
 
Los SR son estructuralmente muy heterogéneos. Se subdividen en ocho clases y, aunque los 
miembros de cada clase comparten características estructurales, hay poca o ninguna homología 
entre ellos. La fusión de los SR en una superfamilia es sobre todo debida a que comparten 
propiedades funcionales. 
 
En general, los SR identifican y eliminan entidades indeseables mediante el reconocimiento de 
moléculas propias modificadas (por ejemplo, células apoptóticas, desechos ricos en mineral o 
proteínas dañadas) o a través del reconocimiento de moléculas no propias (por ejemplo, 
microorganismos o partículas extrañas). La eliminación se realiza a menudo por simple endocitosis, 
pero puede implicar procesos más complejos, como la macropinocitosis o fagocitosis, que requiere 
una elaborada transducción de señal. 
Otras funciones de estos receptores multifuncionales incluyen la presentación del antígeno y la 
adhesión celular. 
 
Al participar en el reconocimiento y la internalización de la LDL oxidada y la proteína E-amiloide, así 
como en el transporte de ácidos grasos, los SR han sido implicados en enfermedades tan diversas 
 
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como la ateroesclerosis, la diabetes mellitus tipo 2 y la enfermedad de Alzheimer, siendo el CD36 
uno de los SR más estudiado. 
 
o Receptor para péptido formilado 1 (FPR1 —formyl peptide receptor 1—), altamente 
expresado por células fagocíticas y leucocitos circulantes, reconoce péptidos 
bacterianos que contienen N-formilmetionina y dirige estas células a los tejidos 
dañados por estos microorganismos. Debido a que todas las proteínas bacterianas 
y algunas proteínas de mamíferos (solo aquel

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