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318 Capítulo 16 EL ORIGEN DE LAS ESPECIES a) b) FIGURA 16-3 Aislamiento geográfico Para determinar si estas dos ardillas pertenecen a especies diferentes, de- bemos averiguar si “se cruzan efectiva o potencialmente”. Por desgracia, eso es difícil de saber porque a) la ardilla de Kaibab vive sólo en el borde norte del Gran Cañón y b) la ardilla de Abert ha- bita exclusivamente en el borde sur. Es- tas dos poblaciones están separadas geográficamente, pero son muy simila- res. ¿Se habrán diferenciado lo suficien- te después de su separación para considerarse especies separadas desde el punto de vista reproductivo? Puesto que permanecen geográficamente ale- jadas, es imposible saberlo. comunicar dos lagos que antes estaban aislados), las poblacio- nes reunidas podrían cruzarse libremente y resultaría enton- ces que no son especies individuales. Si no se cruzan, entonces cabe la posibilidad de que se hayan desarrollado otros meca- nismos, como los que se describen más adelante, durante el periodo de aislamiento. Por consiguiente, el aislamiento geo- gráfico se considera generalmente un mecanismo que permi- te la formación de nuevas especies, no un mecanismo que mantiene el aislamiento reproductivo entre especies. Diferentes especies ocupan distintos hábitat Dos poblaciones que difieren en cuanto a sus necesidades de recursos pueden utilizar hábitat diferentes dentro de la mis- ma región general, un fenómeno que se conoce como aisla- miento ecológico. Por ejemplo, los gorriones de cresta blanca y los de pecho blanco tienen ámbitos que se traslapan exten- samente. Sin embargo, el gorrión de pecho blanco frecuenta los matorrales densos, en tanto que el gorrión de cresta blan- ca habita en campos o praderas y rara vez se adentra en la ve- getación densa. Estas dos especies pueden coexistir a unos cuantos cientos de metros una de otra y, sin embargo, encon- trarse muy rara vez durante la temporada de apareamiento. Un ejemplo más sorprendente es el de las más de 750 especies de avispa del higo (FIGURA 16-4). Cada especie de esta avispa procrea en los frutos de una especie particular de higo, y los poliniza, de manera que cada especie de higo alberga exclusi- vamente a una de las especies de avispa polinizadora. Aunque el aislamiento ecológico puede retardar la cruza, parece poco probable que sea capaz de impedir por comple- to el flujo de genes. Pero existen otros mecanismos que tam- bién contribuyen normalmente al aislamiento reproductivo. Especies diferentes procrean en distintas épocas Aun cuando ocupen hábitat similares, dos especies no se apa- rearán si tienen temporadas de reproducción y procreación diferentes, fenómeno que se conoce como aislamiento tempo- ral. Por ejemplo, el grillo de campo de primavera y el grillo de campo de otoño se encuentran en muchas zonas de Nortea- mérica, pero, como sus nombres sugieren, la primera especie se reproduce en primavera y la segunda en otoño. Como re- sultado, estas dos especies no se cruzan. En las plantas, las es- tructuras reproductivas de diferentes especies maduran en FIGURA 16-4 Aislamiento ecológico Esta diminuta avispa del higo hembra lleva consigo óvulos fertili- zados de un apareamiento que tuvo lugar dentro de un higo. Aho- ra debe encontrar un árbol de higo de la misma especie, entrar en el fruto en desarrollo a través de un poro, depositar los hueveci- llos y morir. Sus descendientes saldrán de los huevecillos, se desa- rrollarán y se aparearán dentro de un higo. Como cada especie de avispa del higo se reproduce sólo en una especie determinada de este fruto, cada especie de avispa está aislada desde el punto de vista reproductivo. FIGURA 16-5 Aislamiento temporal Los pinos obispo y los pinos de Monterey, como los que aquí se observan, coexisten en la naturaleza. En el laboratorio producen híbridos fértiles; en su medio natural, en cambio, no se cruzan por- que liberan polen en diferentes épocas del año.
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