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lirios acuáticos cerca de la ribera, así como plantas y algas to- talmente sumergidas en las partes más profundas de la zona litoral. La mayor diversidad de vida animal también se en- cuentra en la zona litoral; entre los vertebrados se encuentran ranas, peces (como el lucio y la perca), víboras y tortugas acuáticas. Entre los animales invertebrados del litoral hay crustáceos (como cangrejos de río), larvas de insectos, caraco- les y gusanos planos. Las aguas litorales también son el hogar de organismos microscópicos que, en conjunto, reciben el nombre de plancton. Existen dos formas de plancton: el fito- plancton (“plantas a la deriva”, en griego), compuesto de pro- tistas y bacterias fotosintéticos, además de algas que forman masas de filamentos microscópicos; y el zooplancton (“anima- les a la deriva”, en griego), que incluye protistas no fotosinté- ticos y crustáceos diminutos. A medida que la profundidad aumenta, las plantas ya no consiguen anclarse en el fondo y, al mismo tiempo, realizar la fotosíntesis. Esta zona de agua abierta se divide en dos regio- nes: la zona limnética alta y la zona profunda baja (véase la fi- gura 29-25). En la zona limnética penetra suficiente luz para llevar a cabo la fotosíntesis; allí predominan el plancton, los peces y las plantas flotantes como la lenteja acuática. Por de- bajo de la zona limnética se encuentra la zona profunda, don- de la luz es insuficiente para la fotosíntesis. Esta zona se nutre principalmente de los detritos que caen del litoral y de las zo- nas limnéticas, así como de los sedimentos que entran en ella. Sus habitantes principales son descomponedores y comedores de detritos, como bacterias, caracoles y larvas de insectos, ade- más de los peces que nadan libremente entre las diversas zonas. Los lagos de agua dulce se clasifican según su contenido de nutrimentos En ocasiones los lagos de agua dulce se clasifican, sobre la ba- se de su contenido de nutrimentos, en eutróficos (“bien ali- mentados”, en griego) y oligotróficos (“mal alimentados”, en griego). Como cabe esperar, muchos caen en medio de los dos grupos y se clasifican como mesotróficos (“medianamente ali- mentados”). Aquí describiremos los dos extremos. Los lagos oligotróficos contienen muy pocos nutrimentos y la vida en ellos es relativamente escasa. Muchos deben su existencia a los glaciares que excavan depresiones en la roca desnuda y son alimentados por arroyos de montaña. Ante la escasez de sedimentos y vida microscópica que enturbien el agua, los lagos oligotróficos son cristalinos y la luz penetra a gran profundidad. Peces como la trucha, que requieren de agua bien oxigenada, a menudo prosperan en lagos oligotró- ficos porque hay escasa materia orgánica en descomposición que agote el oxígeno. Los lagos eutróficos reciben aportaciones mayores de sedi- mentos, materia orgánica y nutrimentos inorgánicos (como el fósforo) del entorno, lo que les permite brindar sustento a co- munidades densas (FIGURA 29-26). Estos lagos son más tur- bios tanto por los sedimentos en suspensión como por las perca azul tortuga pintada caracol de estanque plancton rana verde lucio del norte perca amarilla zona limnética zona litoral zona profunda FIGURA 29-25 Zonas de vida lacustre Un lago “típico” tiene tres zonas de vida: una zona litoral próxima a la ribera con plantas de raíz, una zona limnética de aguas abiertas y una zona profunda y oscura. Los peces nadan por todas ellas. FIGURA 29-26 Un lago eutrófico Ricos en nutrimentos disueltos gracias a los escurrimientos de la tierra —a menudo resultado de actividades humanas como la agri- cultura—, los lagos eutróficos brindan sustento a densas poblacio- nes de algas, fitoplancton y tanto a plantas flotantes como de raíz.
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