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600 Capítulo 29 LOS DIVERSOS ECOSISTEMAS DE LA TIERRA densas poblaciones de fitoplancton; por esta razón, la zona limnética iluminada es menos profunda. Los cuerpos muertos de los productores y de otras formas de vida caen a la zona profunda, donde sirven de alimento a los organismos descom- ponedores. Las actividades metabólicas de estos descompone- dores consumen oxígeno, por lo que este elemento a menudo es escaso en la zona profunda de los lagos eutróficos. Aunque los lagos muy grandes llegan a existir durante mi- llones de años, con el tiempo, conforme se acumulan los sedi- mentos ricos en nutrimentos, los lagos oligotróficos tienden a convertirse en eutróficos por un proceso conocido como eu- troficación. Este mismo proceso —que opera para los grandes lagos a lo largo del tiempo geológico— provoca que los lagos finalmente cedan el paso a tierra seca (véase el capítulo 27). Efectos de las actividades humanas Las actividades humanas aceleran considerablemente el pro- ceso de eutroficación en virtud de los nutrimentos que se transportan a los lagos provenientes de fincas agrícolas, come- deros, sistemas de alcantarillado e incluso céspedes suburba- nos fertilizados. Los lagos enriquecidos en exceso se llenan de microorganismos cuyos cadáveres son objeto de ataque por parte de bacterias que agotan el oxígeno del agua. Las inte- racciones normales de la comunidad se trastornan al asfixiar- se los organismos de niveles tróficos más altos. El lago Erie está sufriendo una severa eutrofización provocada por los de- tergentes con alto contenido de fosfato y por los escurrimien- tos que provienen de los campos agrícolas fertilizados, que, en conjunto, nutren densas poblaciones de fitoplancton. Existen acuerdos entre Estados Unidos y Canadá que han mejorado considerablemente la calidad del agua del lago Erie ayudan- do a evitar la eutrofización de los lagos de mayores dimensio- nes. Las especies invasoras siguen siendo un problema en los lagos mayores; los Grandes Lagos albergan unas 150 especies no nativas, incluido el mejillón cebra. La lluvia ácida (véase el capítulo 28) plantea una amenaza de carácter muy diferente, en particular para los lagos peque- ños y los estanques de agua dulce. En las montañas de Adi- rondack del estado de Nueva York, aproximadamente el 25 por ciento de los lagos han quedado sin vida a causa de la llu- via ácida. Puesto que las plantas de energía ahora emiten me- nos dióxido de azufre, muchos de estos lagos están mostrando signos de mejoría. Las corrientes recolectan las aguas superficiales y la canalizan hacia los ríos Las corrientes a menudo comienzan en las montañas donde el escurrimiento de la lluvia y la nieve derretida caen sobre la ro- ca impermeable, la región fuente que se destaca en la FIGURA 29-27. Pequeños sedimentos llegan a las corrientes en este punto, el fitoplancton es escaso y el agua, clara y fría. Las algas se adhieren a las rocas en el lecho de la corriente, donde las larvas de insectos encuentran alimento y refugio. La turbulen- cia mantiene las corrientes provenientes de las montañas bien oxigenadas, por lo que constituyen un hogar adecuado para las truchas que se alimentan de larvas de insectos. A menores alturas, en la región de transición, emergen pe- queñas corrientes laterales o subafluentes las plantas acuáticas, las algas y el fitoplancton proliferen. Pe- ces como la lubina negra, la perca azul y el bagre de canal (que requieren menos oxígeno que las truchas) viven aquí. Conforme el terreno se vuelve más bajo y plano, el río se calienta, se ensancha y se vuelve lento y sinuoso. Corrientes laterales transportan sedimentos, ricos en nutrimentos y los depositan en el lecho del río. El agua se vuelve turbia con sedimentos y densas poblaciones de fitoplancton. Las bacte- rias descomponedoras agotan el oxígeno en el agua más pro- funda, pero las carpas y los bagres aún pueden prosperar donde el oxígeno es relativamente escaso. Cuando las lluvias o la nieve derretida son abundantes, el río inunda las tierras pla- nas circundantes, o llanuras de aluvión, depositando una capa rica en sedimentos en el ecosistema terrestre adyacente. Los ríos van a dar a los lagos o a otros ríos que finalmente los conducen al océano. Conforme el río se aproxima al nivel del mar, la tierra se aplana, la rapidez del flujo disminuye y los sedimentos se depositan. Esto interrumpe el flujo del río, des- componiéndolo en pequeños canales en medio de los ricos se- dimentos. El agua salada del océano se mezcla con la entrante agua dulce, formando los estuarios, que son tierras pantanosas que brindan sostén a una enorme diversidad y productividad biológica. La mayoría de las tierras húmedas de Estados Unidos son hábitat de agua dulce La mayor parte de las tierras húmedas de Estados Unidos, llamadas ciénagas, pantanos, esteros o marismas, son ecosiste- mas de agua dulce.Algunos están aislados, mientras que otros se localizan cerca de los lagos o dentro de las llanuras de alu- vión que forman los ríos. Los pantanos actúan como esponjas gigantes que absorben el agua cuando ésta es abundante y ayudan a reabastecer el subsuelo. Proveen lugares de crianza, alimentación y refugio para los peces de agua dulce, así como para muchas especies de aves y mamíferos. La región de los Everglades, en el sur de Florida, se cuenta entre las tierras hú- medas más extensas del mundo. Efectos de las actividades humanas
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