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Guía sobre la 
transfusión de 
componentes 
sanguíneos y 
derivados 
plasmáticos
4ª edición, 2010
Sociedad Española de 
Transfusión Sanguínea 
y Terapia Celular
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GUÍA SOBRE LA TRANSFUSIÓN DE
COMPONENTES SANGUÍNEOS Y
DERIVADOS PLASMÁTICOS
4ªEdición 2010
© SETS 2010
Edita:
Sociedad Española de Transfusión Sanguínea y Terapia Celular
C/ Mariano Cubí, 4
08006 Barcelona
Diseño, maquetación e impresión:
Texto y Color 65, S.L.
Depósito Legal: B.27061-2010
2
PRÓLOGO
Entre las principales líneas estratégicas de la Sociedad Española de Transfusión San-
guínea y Terapia Celular cabe destacar dos. Por un lado la continuada promoción y
mejora de la calidad de la medicina transfusional que se practica en nuestros centros
y hospitales y, por otro, el necesario uso racional de los recursos del sistema, mediante
la promoción continua de las buenas prácticas. La cuarta edición de la “Guía sobre la
transfusión de componentes sanguíneos y derivados plasmáticos” que ahora me com-
place en presentarles tiene que ver con ambos aspectos.
La red hemoterápica española, y esto es bien conocido, tiene unos niveles elevados de
calidad, que se han conseguido gracias a que se asienta sobre una base muy sólida: la
reconocida solvencia científica y calidad humana de sus profesionales que vienen ocu-
pando desde hace tiempo lugares destacados en los ámbitos científicos y académicos
de nuestra comunidad científica, caracterizada por operar en un entorno muy diná-
mico, con grandes cambios estructurales, organizativos y tecnológicos que han te-
nido un fuerte impacto en la realidad asistencial y al que han sabido adaptarse desde
la promoción continuada de políticas de calidad, tanto en la vertiente técnica como
de servicio.
Las organizaciones de conocimiento, como son los bancos de sangre, se caracterizan
por el mantenimiento de un equilibrio entre innovación y eficiencia. La innovación es
costosa pero imprescindible para mantenerse y aun más para crecer. Por ello hay que
basar muchas decisiones que afectan a la innovación en una gestión basada en re-
querimientos como la información fiable de resultados, la práctica habitual de la eva-
luación y procesos de decisión para asignar recursos basados en la evidencia.
La Sociedad Española de Transfusión Sanguínea y Terapia Celular ha actualizado y publi-
cado esta Guía sobre la transfusión de componentes sanguíneos y derivados plasmáticos,
con el propósito de hacer accesible a los profesionales de habla hispana la información ne-
cesaria para trabajar bien. En esta guía, los profesionales hospitalarios encontrarán, desti-
lados a través de mucha experiencia, las indicaciones para el manejo adecuado de la
cadena de valor transfusional. La revisión por parte de los profesionales que han partici-
pado en ella y a los que en nombre de la SETS quiero agradecer su colaboración, es am-
plia, excelente i representa una actualización de los conocimientos contenidos. 
Esta guía puede constituir un magnífico instrumento para todos aquellos que quieran
mejorar la Medicina Transfusional.
Ramon Pau Pla Illa
Presidente de la SETS
Marzo 2010
3
AGRADECIMIENTOS
La junta directiva de la SETS quiere expresar su agradecimiento a las perso-
nas, que han colaborado en la revisión y actualización de la Guía sobre la
transfusión de componentes sanguíneos y derivados plasmáticos, SETS edición
2006, haciendo, con ello, posible la publicación de esta cuarta edición.
Cristina Arbona Castaño
M. Alba Bosch Llobet
Nelly Carpio Martínez
Dolors Castellà Cahiz 
Azucena Castrillo Fernández
Mercedes Corral Alonso
Carmen Fernández Álvarez
Esther González García
María Luisa Lozano Almela
Pedro Madoz Resamo
Eduardo Muñiz-Díaz
Manuel Nieto Torvisco
Pilar Ortiz Murillo
José Rivera Pozo
Julia Rodríguez Villanueva
Concha Zamora de Pedro
4
5
ÍNDICE
ASPECTOS GENERALES DE LA DONACIÓN, EL PROCESAMIENTO 
DE LA SANGRE Y LA TRANSFUSIÓN 7
LA DONACIÓN DE SANGRE 7
EL PROCESAMIENTO DE LA SANGRE TOTAL 8
EL ETIQUETADO DE LOS COMPONENTES SANGUÍNEOS 9
EL ALMACENAMIENTO DE LOS COMPONENTES SANGUÍNEOS 10
LAS DETERMINACIONES ANALÍTICAS 10
LA TRANSFUSIÓN DE LOS COMPONENTES SANGUÍNEOS 11
EFECTOS ADVERSOS DE LA TRANSFUSIÓN 13
COMPLICACIONES AGUDAS 13
COMPLICACIONES RETARDADAS 25
HEMOVIGILANCIA 31
LA HEMOVIGILANCIA EN ESPAÑA 34
TRANSFUSIÓN DE LOS DIFERENTES COMPONENTES SANGUÍNEOS
TRANSFUSIÓN EN LOS PACIENTES ADULTOS 43
CONCENTRADO DE HEMATÍES 43
CONCENTRADO DE PLAQUETAS 54
REFRACTARIEDAD A LA TRANSFUSIÓN DE PLAQUETAS 60
PLASMA 62
CRIOPRECIPITADO 67
TRANSFUSION EN NEONATOS Y NIÑOS 69
SANGRE TOTAL 69
CONCENTRADO DE HEMATÍES 69
CONCENTRADO DE PLAQUETAS 70
PLASMA 72
TRANSFUSIÓN INTRAUTERINA 73
EXANGUINOTRANSFUSIÓN 74
ACTUACIÓN EN LOS DÉFICITS DE INMUNOGLOBULINA A 75
COMPONENTES SANGUÍNEOS IRRADIADOS 75
PARTICULARIDADES DE LA TRANSFUSIÓN EN NIÑOS Y NEONATOS 75
COMPONENTES SANGUÍNEOS IRRADIADOS 81
INDICACIONES DE LA IRRADIACIÓN DE COMPONENTES SANGUÍNEOS 81
ALTERNATIVAS A LA TRANSFUSIÓN DE SANGRE ALOGÉNICA 85
PRINCIPIOS BÁSICOS DE UN PROGRAMA DE AHORRO DE SANGRE 85
USO DE ERITROPOYETINA ALFA Y AGENTES HEMATÍNICOS 86
DONACIÓN AUTÓLOGA PREDEPÓSITO 88
HEMODILUCIÓN NORMOVOLÉMICA 88
RECUPERACIÓN INTRA Y POSTOPERATORIA 89
DERIVADOS PLASMÁTICOS 91
ALBÚMINA HUMANA 91
INMUNOGLOBULINAS 94
FACTOR VIII 102
FACTOR VON WILLEBRAND (FVW) 103
CONCENTRADOS DE COMPLEJO PROTROMBÍNICO (CCP) Y FIX 104
FIBRINÓGENO 105
FACTOR VII 105
FACTOR XI 106
FACTOR XIII 106
SISTEMA ADHESIVO DE FIBRINA 106
CONCENTRADOS DE ANTITROMBINA 107
CONCENTRADOS DE PROTEÍNA C 107
PRÁCTICA TRANSFUSIONAL 111
SOLICITUD DE TRANSFUSIÓN 111
MUESTRA PRETRANSFUSIONAL 111
ACTO TRANSFUSIONAL 112
REGISTROS 116
ASPECTOS ÉTICOS Y LEGALES SOBRE LA TRANSFUSIÓN DE 
COMPONENTES SANGUÍNEOS Y DERIVADOS PLASMÁTICOS 119
LA PRESCRIPCIÓN DE COMPONENTES SANGUÍNEOS 119
INFORMACIÓN AL PACIENTE. CONSENTIMIENTO INFORMADO 119
PRODUCTOS NO SEÑALADOS ESPECIFICAMENTE EN LA NORMATIVA 125
MEDICAMENTOS DERIVADOS DEL PLASMA 126
HEMOVIGILANCIA 127
6
ASPECTOS GENERALES DE LA DONACIÓN, EL PROCESAMIENTO
DE LA SANGRE Y LA TRANSFUSIÓN
La Medicina Transfusional (MT) comprende una sucesión de procesos dirigidos a
la obtención de componentes sanguíneos (CS) seguros y de buena calidad, para
transfundirlos de forma eficiente y segura. El desarrollo de las acciones involucra-
das en este objetivo precisa de unas estructuras que definan y aseguren la calidad,
manteniendo la uniformidad de unos requisitos mínimos en cada uno de los pun-
tos de la cadena transfusional. La MT se caracteriza por ser multidisciplinaria, con
intervención de diferentes profesionales, y se sirve de tecnologías que incorporan
los últimos avances en convivencia con metodologías más clásicas aún vigentes.
LA DONACIÓN DE SANGRE
A pesar de que han transcurrido más de 100 años desde las primeras trans-
fusiones terapéuticas, la única fuente disponible de CS para la transfusión
sigue siendo la donación. Un colectivo suficientemente numeroso de perso-
nas altruistas y responsables, que donan sangre de forma repetida, consti-
tuye el primer elemento para garantizar la seguridad transfusional. El
concepto de donación no retribuida es el expresado por el Consejo de Eu-
ropa: “La donación se considera voluntaria y no remunerada cuando la per-
sona dona sangre, plasma o componentes celulares de forma altruista y no
recibe compensación económica, ya sea en efectivo o en otra forma que pu-
diera ser considerada como sustituto del dinero, incluyendo un tiempo libre
en el trabajo superior al razonable para el desplazamiento y la donación”. La
donación retribuida no es segura, porque puede inducir al donante a ocultar
datos de su salud que pueden comprometer al receptor y a sí mismo.
Los donantes aptos para la donación han de cumplir unos criterios de selec-
ción contemplados en la normativa estatal que recoge el anexo II del Real
Decreto 1088/2005. La encuesta de selección añade criterios suplementariosrelacionados, por ejemplo, con el país de procedencia y otros datos epide-
miológicos del potencial donante. Existen donaciones especiales, como algu-
nas procedentes de aféresis y las donaciones predepósito para transfusión
autóloga, regidas por condiciones específicas.
7
Garantizar un suministro adecuado de sangre y CS para las necesidades del
país, hace imprescindible el mantenimiento de una base de donantes activa
suficientemente amplia. Esto requiere ejercer unas medidas para conservar, o
mejor fidelizar, a los donantes ya conocidos y, además, lograr la incorpora-
ción continua de nuevos donantes. En esta tarea la promoción de la dona-
ción, dirigida a distintos colectivos ejerce un papel fundamental. Diversos
aspectos de la promoción de la donación deberían incluirse en materias edu-
cativas del periodo académico, desde la escuela a la universidad, para dar a co-
nocer el proceso integral de la donación y difundir principios de utilidad,
necesidad y solidaridad inherentes a la donación de sangre.
EL PROCESAMIENTO DE LA SANGRE TOTAL
Incluye el fraccionamiento de la misma para conseguir CS y el estudio analí-
tico apropiado (pruebas serológicas e inmunohematológicas) de las donacio-
nes y donantes. 
La capacidad de separar los CS de la sangre total en la década de los 60, marcó
un hito en la historia del tratamiento transfusional. Podemos obtener 3 CS a
partir de una sola donación, concentrado de hematíes, unidad de plaquetas y
unidad de plasma, lo que significa que se pueden beneficiar diferentes pacien-
tes. De este modo se optimiza el uso de un bien escaso, los pacientes reciben sólo
el CS necesario y se reduce el riesgo de reacción transfusional. En definitiva, la
terapia de componentes tiene ventajas de índole logística, económica y ética. 
Los CS son las unidades terapéuticas de la sangre, que pueden ser preparados
mediante centrifugación, filtración y congelación, aplicando la metodología
convencional de un banco de sangre. En los últimos años se ha incrementado
la automatización y se han incorporado nuevos procedimientos en el área de
obtención y preparación de componentes. Así, por ejemplo, en los centros es-
pañoles se realiza actualmente la leucodepleción por filtración de todos los
CS celulares en el momento de su preparación, siendo el contenido residual
de leucocitos inferior al millón por unidad. 
Para obtener CS idóneos, a veces es preciso realizar en ellos alguna modifi-
cación o tratamiento adicional, ya sea para minimizar algún tipo de reacción
o para aumentar la seguridad transfusional. En este marco se sitúa la irra-
8
diación gamma, que produce una inhibición de los linfocitos T presentes en
los CS. Los pacientes con riesgo clínico de desarrollar la enfermedad injerto
contra huésped asociada a la transfusión (EICH-AT), deben recibir CS irradia-
dos ya que esta técnica resulta eficaz en la profilaxis de dicha complicación.
Son pacientes de riesgo los que se hallan en situación de inmunosupresión y
los que reciben CS de un donante con el que comparten antígenos HLA.
Para la transfusión pediátrica, en ocasiones es preciso fraccionar y/o alicuo-
tar un CS en varias dosis, esto facilita el uso de varias fracciones procedentes
de un solo donante para el mismo receptor. 
Otra modificación en los CS es el lavado de hematíes o plaquetas, con el fin
de retirar algún posible componente (proteína, anticoagulante) causante de
algunas reacciones.
Aunque se apliquen las medidas de seguridad establecidas para todas las do-
naciones, persiste un riesgo microbiológico residual mínimo. Para afrontarlo,
se han incorporado a la rutina de los centros estrategias de inactivación o
reducción de patógenos, las cuales ya se están aplicando al plasma desde
hace años y más recientemente a las plaquetas; para hematíes están en una
fase avanzada de investigación. La reducción de patógenos tiene por objeto
inactivar virus, bacterias y parásitos presentes en los CS, que puedan tener
efectos nocivos en el receptor de la transfusión, sin comprometer su eficacia
terapéutica ni causar efectos adversos.
EL ETIQUETADO DE LOS COMPONENTES SANGUÍNEOS
Finalmente, cada uno de los CS obtenidos subsidiarios de transfusión, porque
cumplen los requisitos vigentes de calidad de producto y de idoneidad en re-
lación al cribado analítico, deben ser etiquetados. La etiqueta portará infor-
mación sobre los siguientes aspectos:
� Denominación oficial del componente, incluyendo cualquier modificación
realizada en su composición final.
� Identificación numérica o alfanumérica exclusiva de la donación.
� Nombre y dirección del centro procesador.
� Grupo ABO y Rh (D). Otros sistemas antigénicos cuando sea necesario.
� Resultado del escrutinio de anticuerpos irregulares antieritrocitarios, y su
9
identificación si procede. 
� Resultados de las pruebas de detección de agentes infecciosos.
� Fechas de extracción y caducidad (y hora, cuando sea necesario).
� Volumen del CS.
� Denominación, composición y volumen del anticoagulante y/o, en su caso,
de la solución aditiva.
� Temperatura y condiciones de almacenamiento.
� Instrucciones sobre la utilización del CS.
EL ALMACENAMIENTO DE LOS COMPONENTES SANGUÍNEOS
Los diferentes CS deben almacenarse en las condiciones y a la temperatura
que especifica la normativa para cada componente, así los preparados de he-
matíes, generalmente en solución aditiva se mantendrán a temperatura entre
2 y 6º C, por un periodo máximo de 42 días. Los preparados de plaquetas se
conservarán entre 20 y 24º C durante 5 días, este periodo puede ampliarse a
7 días si se emplean métodos o sistemas de detección o reducción de la po-
tencial contaminación de bacterias. Los componentes de plasma se almace-
nan congelados y su tiempo máximo de almacenamiento dependerá de la
temperatura de congelación, pudiendo llegar hasta los 36 meses.
LAS DETERMINACIONES ANALÍTICAS
De acuerdo con la normativa legal, a todas las donaciones se les realizarán una
batería de determinaciones analíticas, entre las que se incluyen: 
1. Grupo sanguíneo ABO y Rh (D).
2. Escrutinio de anticuerpos irregulares antieritrocitarios.
3. Pruebas para la detección de agentes infecciosos: 
� Sífilis: pruebas serológicas. 
� Antígeno de superficie del virus de la hepatitis B (VHB).
� Anticuerpos contra el virus de la inmunodeficiencia humana I/II (VIH).
� Anticuerpos contra el virus de la hepatitis C (VHC).
� Detección genómica directa del VHC.
� Otras pruebas que se consideren necesarias para detectar portadores de
otros agentes infecciosos, en determinados donantes, por sus circuns-
tancias epidemiológicas concretas.
10
A pesar de las pruebas realizadas (serología y detección genómica) existe un
riesgo de transmisión de enfermedades infecciosas por la donación. El riesgo
estimado de transmisión de VHC es uno por casi dos millones cuatrocientas
mil donaciones (1/2381000), el de VIH (1/806000) es casi tres veces superior
al de VHC, y es aun más alto para el VHB (1/177000).
Con el fin de establecer las actuaciones a seguir en relación con el resultado de
las pruebas de cribado de agentes infecciosos, existen algoritmos destinados a
estandarizar la interpretación de tales resultados. En base a ellos, únicamente
serán aceptadas las donaciones con resultados inequívocamente negativos.
LA TRANSFUSIÓN DE LOS COMPONENTES SANGUÍNEOS
La transfusión de CS tiene como objeto el tratamiento de procesos específi-
cos en pacientes que requieren esta terapia, cuando no puede ser sustituida por
otra alternativa. La indicación de la transfusión de CS obedece a unos objeti-
vos básicos como mantener/aumentar el transporte de oxígeno a los tejidos,
corregir una hemorragia, normalizar trastornos de la coagulación y, en algunas
ocasiones, aportar derivados plasmáticos como albúmina o inmunoglobulinas.
La seguridad del acto transfusional se apoya en tres pilares fundamentales: la
correcta indicación, basada en una valoración minuciosa del índice benefi-
cio/riesgo, la elección del CS más idóneo y la elección de una dosis correcta.
Endefinitiva, es necesario hacer un uso óptimo de la sangre. Esto requiere uti-
lizar una serie de herramientas entre las que se encuentran guías o recomen-
daciones de uso de los CS, con el fin de facilitar una práctica transfusional
uniforme y eficiente. En la misma línea debe actuar el Comité hospitalario de
transfusión, estructura organizativa que debe promover la elaboración e im-
plantación de medidas para alcanzar el uso óptimo de CS, y que sirve de nexo
entre los servicios de transfusión, los clínicos y los centros procesadores.
Aunque la transfusión proporciona beneficios clínicos incuestionables, tam-
bién produce algunos efectos adversos. Con el fin de conocer su magnitud y
poder prevenirlos, se ha desarrollado un programa de hemovigilancia (HV)
que incluye la detección, registro y análisis de la información relativa a tales
efectos. En realidad, el espectro de actuación de la HV abarca todas las fases
de la cadena transfusional.
11
Para trabajar con unos criterios de calidad y requisitos mínimos en cada uno
de los eslabones de la cadena transfusional, existe un marco legal expresado
en el Real Decreto 1088/2005 (BOE 225 del 20 de septiembre de 2005) y
normas o guías, que regulan todas las actuaciones desde la donación hasta la
transfusión al paciente.
Esta guía pretende proporcionar la información necesaria, para contribuir a
que el proceso de establecer la indicación de una transfusión y la adminis-
tración de componentes, se realicen de la forma más idónea y segura posible.
Esta dirigida a médicos implicados en la prescripción de la transfusión de CS
y también al personal de enfermería, que interviene en su administración.
REFERENCIAS
Real Decreto 1088/2005-BOE 225 del 20/09/2005, por el que se establecen los requi-
sitos técnicos y condiciones mínimas de la hemodonación y de los centros y servicios
de transfusión.
Guide to the preparation, use and quality assurance of blood components, 14th edition.
Council of Europe publishing, 2008.
Guidelines the blood transfusion services in the United Kingdom, 7th edition, 2005.
Boletín de la sociedad española de transfusión sanguínea y terapia celular Vol. 21 (2);
2009.
Estándares de acreditación en transfusión sanguínea, 3ª edición. Comité de acredita-
ción en transfusión. Asociación española de Hematología y Hemoterapia, Sociedad es-
pañola de Transfusión sanguínea. 2006.
Safe blood components. Key elements. World Health Organization 2005.
WHO/EHT/05.0.1
Developing a national policy and guidelines on the clinical use of blood. Recommen-
dations. World Health Organization. Blood transfusion safety. WHO/BCT/BTS/01.3.
Alvarez M. Actualización del riesgo residual de transmisión de enfermedades infeccio-
sas en la era de las técnicas NAT. SETS. 20 Congreso Nacional de la Sociedad Española
de Transfusión Sanguínea y Terapia Celular. Tarragona junio de 2009.
12
La transfusión de sangre y sus componentes presenta hoy en día un alto nivel de
seguridad, debido a las innovaciones técnicas que se han ido incorporando pro-
gresivamente a las distintas fases del proceso de elaboración de componentes,
desde la selección/aceptación de donantes, hasta la incorporación, en el labora-
torio de seguridad transfusional, de nuevas técnicas con alta capacidad para de-
tectar agentes patógenos, potencialmente transmisibles mediante transfusión. 
Sin embargo, la transfusión puede conllevar efectos adversos que obligan a
considerar en cada indicación los riesgos / beneficios de nuestra actuación.
Los efectos adversos relacionados con la transfusión deben comunicarse a los
sistemas de Hemovigilancia, mediante los servicios de transfusión hospitalarios. 
Quien primero detecta los efectos adversos de la transfusión es el equipo
asistencial de los servicios clínicos que, a cabecera del paciente, debe saber in-
terpretar i detectar los signos y síntomas de una posible reacción, y conocer
el circuito para notificarlos a su correspondiente servicio de transfusión.
Para exponer los efectos adversos y riesgos asociados a la transfusión de com-
ponentes se clasifican, como se expone en la Tabla 1, atendiendo a la crono-
logía de su aparición:
� COMPLICACIONES AGUDAS: Aparecen durante el acto transfusional, o
poco tiempo después (hasta 24 horas). 
� COMPLICACIONES RETARDADAS: Tienen lugar más allá de las 24 horas
después del inicio de la transfusión.
COMPLICACIONES AGUDAS
Entre ellas, hay algunas, que por su gravedad, pueden comprometer la vida del
paciente y además en la fase inicial o temprana puede ser difícil de distinguir,
tanto el tipo de reacción, como su gravedad y el alcance clínico que acabará
teniendo en el paciente. Por este motivo, cualquier sintomatología que apa-
rezca durante una transfusión debe ser tomada en cuenta, ya que puede tra-
tarse del primer signo de una reacción grave. 
13
EFECTOS ADVERSOS DE LA TRANSFUSIÓN
Las principales reacciones agudas que revisten gravedad son las resaltadas en
rojo en la tabla 1:
� Reacción hemolítica aguda.
� Reacción por infusión de un componentes sanguíneo con contaminación
bacteriana.
� Lesión pulmonar aguda asociada a transfusión (TRALI).
� Sobrecarga circulatoria.
� Reacción alérgica grave o reacción anafiláctica.
El algoritmo (Figura 1) muestra cómo reconocer una reacción aguda transfu-
sional y la conducta a seguir ante ella.
14
Tabla 1
Principales efectos adversos de la transfusión
� Complicaciones agudas
- De origen inmunológico:
• Reacción hemolítica aguda
• Reacción febril no hemolítica
• Reacción alérgica
• Lesión pulmonar aguda asociada a transfusión (TRALI)
• Aloinmunización con destrucción plaquetar inmediata
- De origen no inmunológico:
• Contaminación bacteriana
• Sobrecarga circulatoria
• Hemólisis no inmune
• Reacciones hipotensivas
� Complicaciones retardadas
- De origen inmunológico:
• Reacción hemolítica retardada
• Aloinmunización frente antígenos eritrocitarios, plaquetarios, leucocitarios o prote-
ínas plasmáticas
• Púrpura postransfusional
• Enfermedad del injerto contra el huésped postransfusional
• Inmunomodulación
- De origen no inmunológico:
• Transmisión de agentes infecciosos
• Hemosiderosis transfusional
15
Figura 1: Diagrama de flujo. Actuación ante una reacción transfusional aguda.
Reacción transfusional Febril no-hemolítica 
• Si temperatura aumenta menos de 1,5ºC, las
constantes se mantienen estables y el pa-
ciente está bien, dar paracetamol 
• Reiniciar la infusión a un ritmo más lento y
observar más frecuentemente
Síntomas / signos de una reacción aguda: Fiebre, escalofríos, taquicardia, hiper- o hipotensión, shock, rash cutáneo,
urticaria, dolor a nivel torácico, muscular, óseo o abdominal, nauseas, sensación de malestar general, taquipnea, disnea
y/o distress respiratorio
Parar la transfusión, Mantener la vía endovenosa y avisar al médico
• Medir constantes vitales (temperatura, pulso, tensión arterial, respiración, y saturación arterial de O2
• Comprobar la identidad del receptor y los detalles de la unidad y de la compatibilidad de la misma (etiqueta…)
Reacción Alérgica moderada
• Administrar Clorfenamina 10 mg
EV lento y reiniciar la transfusión a
ritmo más lento y observar con
más frecuencia
Reacción Alérgica Grave
Broncoespasmo, angioedema, dolor
abdominal, hipotensión:
• Parar la transfusión, mantener vía
venosa
• Retirar la unidad y el equipo de
transfusión 
• Remitir al servicio de transfusiones,
junto como las otras unidades que
ya hayan sido infundidas
• Enviar muestra de sangre coagu-
lada al laboratorio de transfusiones
• Administrar Clofeniramina 10 mg
EV lento
• Iniciar Oxigenoterapia O2
• Broncodilatador: Salbutamol en
nebulizador
• Si hipotensión severa: admistrar
adrenalina sc o intramuscular (0,5
mL de 1/1000 IM) equivalente a
0,5mg IM
• Posiblemente, para las próximas
transfusiones, lavar con salina los
componentes sanguíneos
TRALI
• Clínica de insuficiencia respiratoria
aguda con fiebre y escalofríos
• Parar la transfusión
• Dar O2
• Tratar como en el Sdre. Distress
respiratorio agudo, ventilaciónasistida si la hipoxia lo indica
Incompatibilidad ABO
• Parar la transfusión,
• Mantener la via EV e iniciar infusión EV de
suero fisiológico
• Remitir al Banco de Sangre la unidad y el
equipo de transfusión
• Monitorizar y mantener la diuresis a > 100
mL/h
• Furosemida si la diuresis disminuye o existe
anuria
• Si desarrolla CID, tratar con los componentes
sanguíneos adecuados
• Informar inmediatamente al Departamento o
Servicio de Transfusiones y enviar muestra de
sangre coagulada
Reacción Hemolítica/Infección bacteriana
en la unidad.
• Parar la transfusión
• Retirar la unidad y el equipo de transfusión y
remitir al servicio de transfusiones, así como
las otras unidades que ya hayan sido infundi-
das
• Cursar hemocultivos , y muestras para análisis
(hemograma, bioquímica, estudio coagula-
ción, urinanálisis) y banco de sangre (recom-
probación grupo sanguíneo, pruebas
compatibilidad)
• Monitorizar diuresis
• Iniciar antibióticoterapia de amplio espectro
• Iniciar O2 y fluidoterapia
• Consultar UCI y Hematología
Sobrecarga Circulatoria
• O2 y furosemida 40-80 mg EV
Fiebre
moderada Urticaria
PVC
Elevada
PVC 
normal
NO
NO
NO
NO
SI
SI
SI
Reacción con 
únicamente fiebre 
moderada o rash 
urticariforme
Sospecha de 
incompatibilidad 
ABO
Otras 
reacciones 
hemolíticas o/ 
contaminación 
bacteriana
Reacción 
alérgica 
grave
Dísnea aguda/ 
hipotensión
Monitorizar Gasometria
Medir PVC / presión 
capilar pulmonar
DE ORIGEN INMUNOLÓGICO
Reacción transfusional hemolítica aguda
Es el efecto adverso asociado a la transfusión más grave.
Los hematíes transfundidos son destruidos de forma aguda por anticuerpos pre-
sentes en el plasma del receptor. La causa más frecuente es la incompatibilidad
ABO, que ocurre con una frecuencia entre 1/6.000 y 1/20.000 unidades trans-
fundidas, debida a errores de identificación en cualquiera de las fases de la ca-
dena transfusional (Tabla 2) es la causa más frecuente de muerte evitable
asociada a la transfusión, entre 1/100.000 y 1/500.000 unidades transfundidas. 
Sintomatología
La sintomatología inicial es
frecuentemente dolor torácico
o lumbar, taquicardia, disnea,
escalofríos, fiebre, sangrado, e
incluso shock. Esta sintomato-
logía puede acompañarse con
las siguientes alteraciones
analíticas: hemoglobinemia,
hemoglobinuria, aumento de
la bilirrubina sérica, prueba de
la antiglobulina humana posi-
16
Tabla 2
Causas más frecuentes de error asociado con reacciones transfusionales
� Identificación no correcta del paciente en la solicitud
� Identificación errónea de la muestra
� Equivocación en la toma de la muestra
� Error de trascripción
� Error técnico en el Servicio de transfusión
� Confusión en la distribución del componente sanguíneo
� Confusión en la administración del componente sanguíneo, al no seguir el protocolo de
identificación del receptor
Reacción transfusional hemolítica aguda:
Signos y síntomas
� Dolor torácico
� Dolor lumbar
� Fiebre
� Escalofríos
� Hipotensión
� Dolor abdominal
� Disnea
� Nauseas y vómitos
� Hemoglobinuria
� Hemoglobinemia
� Shock
� Anemia
� Oliguria o anuria
� Sangrado 
generalizado
� CID
� Urticaria 
� Diarrea
tiva y alteración de las pruebas de coagulación. En pacientes anestesiados los
primeros signos pueden ser la hipotensión y los secundarios a la instauración
de una coagulación intravascular diseminada (CID). Debe distinguirse de otras
hemólisis no inmunes como: infusión de líquidos hipotónicos, ciertos fárma-
cos o medicaciones administrados en la misma vía, toxinas bacterianas por
contaminación del componente, temperatura anómala de los hematíes (so-
brecalentamiento o congelación).
Ante la sospecha de un episodio hemolítico agudo, la transfusión debe ser in-
terrumpida inmediatamente, mantener la vía venosa y notificar al Servicio de
transfusión (remitiendo los equipos, documentación y muestras de sangre so-
licitadas para realizar análisis), comprobando a la vez que no existen más pa-
cientes implicados en un probable error de identificación. 
La gravedad de la reacción suele ser proporcional al volumen de producto in-
compatible transfundido.
Tratamiento
� Interrumpir la transfusión inmediatamente. 
� Mantener la vía endovenosa y resucitar con soluciones cristaloides. 
� Considerar el soporte inotrópico si se prologa la hipotensión. 
� Cursar hemocultivos del contenido de la unidad transfundida. 
� Informar al Servicio de transfusión. 
� Consulta urgente a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). 
� Ingreso en UCI si es posible.
El tratamiento debe instaurarse rápidamente y de manera agresiva con flui-
doterapia que prevenga la hipotensión para intentar impedir el fracaso renal.
La perfusión renal debe ser monitorizada con control de diuresis, que se man-
tendrá, mínimo, de 100 ml/hora las primeras 18-24 horas.
Puede utilizarse furosemida e.v. a dosis de 1-2 mg/ kg de peso, (40-80 mg
/día EV) que además de efecto diurético, aumenta el flujo al nivel de la cor-
teza renal. Si no hay respuesta puede ser preciso la administración de dopa-
mina a dosis bajas (5 microgramos / kg/ minuto) para favorecer vasodilatación
y aumento de la perfusión renal. Si en la primera hora no hay respuesta, eva-
luada por la diuresis, posiblemente se haya producido necrosis tubular y puede
ser necesario la realización de diálisis.
17
Si se desarrolla CID se tratará adecuadamente con plasma u otros derivados
plasmáticos, heparina (aunque su uso es muy controvertido) y si fuera pre-
ciso plaquetas. 
Reacción transfusional febril no hemolítica
Junto con las reacciones alérgicas leves, constituyen el grupo más frecuente
de reacciones transfusionales, afectando aproximadamente al 1-2% de los
receptores.
La causa más frecuente es la presencia de citocinas en el producto transfun-
dido, liberadas por los leucocitos o las plaquetas principalmente durante el pe-
riodo de almacenamiento. También podría deberse a la presencia de
anticuerpos antileucocitarios en el plasma del receptor. La leucorreducción
universal ha disminuido notablemente los episodios de reacción febril no he-
molítica. La disminución es significativa, cercana al 50 %, en el caso de la
transfusión de hematíes y aún más importante, superior al 90 %, en las aso-
ciadas a la transfusión de concentrados de plaquetas.
Sintomatología
Se produce un aumento de temperatura corporal superior a 1ºC durante, o
hasta 2h después de finalizada la transfusión, suele acompañarse de escalo-
fríos y/o tiritonas, no hay hipotensión, ni shock.
Se trata de un diagnóstico de exclusión, y debe tenerse en cuenta que una re-
acción febril puede ser el primer síntoma de reacciones muy graves, como la
contaminación bacteriana o la reacción hemolítica aguda. 
Tratamiento
La mayoría de las reacciones febriles pueden controlarse parando o enlente-
ciendo la velocidad de infusión de la transfusión y con la administración de
antipiréticos como el acetaminofeno o los anti-inflamatorios no esteroideos. 
Aunque estas reacciones son frecuentes y muy desagradables para el paciente,
no comprometen su vida. Sin embargo, es importante recordar que la fiebre
y los escalofríos pueden ser también el primer signo de una reacción trans-
fusional grave. 
18
Reacciones transfusionales alérgicas
Se debe a la existencia de alguna sustancia en el producto transfundido (pro-
teínas, fármacos, etc.) a la cual el receptor es alérgico. La sintomatología es
muy variada, desde manifestaciones cutáneas localizadas (habones, eritema,
prurito, etc.) a reacciones anafilácticas generalizadas (broncoespasmo, larin-
goespasmo, shock).
Según su gravedad, distinguimos dos tipos de reacciones alérgicas:
� Anafilácticas: muy graves y poco frecuentes.
� Moderadas y leves: son las más frecuentes, se presentan en aproximada-
mente el 1% de los pacientes transfundidos. 
Anafilaxia
Es muy poco frecuente, pero es una de las complicaciones transfusionales
graves que pueden comprometer la vida del paciente. Sucede generalmente
durante la trasfusión o inmediatamente después. 
Los síntomasincluyen disnea, dolor torácico, dolor abdominal y nauseas. Sig-
nos: hipotensión, broncoespasmo, edema laríngeo y periorbital, vómitos, eri-
tema cutáneo, urticaria y conjuntivitis. 
La anafilaxia ocurre cuando un paciente está pre-sensibilizado a un alergeno
y ante la re-exposición al antígeno particular, produce anticuerpos IgE. 
Los anticuerpos IgG del paciente frente a alergenos infundidos con la trans-
fusión pueden causar también reacciones anafilácticas graves.
Un pequeño grupo de pacientes, con déficit de IgA severo, desarrollan anticuer-
pos anti IgA y pueden presentar reacciones anafilácticas graves si son expuestos
a IgA en la transfusión. En esos casos la clínica comienza tras la transfusión de
pequeñas cantidades de cualquier componente sanguíneo que contenga plasma.
El déficit de IgA, definido como valores de IgA plasmática inferiores a 50
mg/dl, afecta a una de cada 700 personas, y aproximadamente el 30% de
ellos presentan anticuerpos anti-IgA de clase IgE. A pesar de estas cifras, la re-
acción anafiláctica grave post transfusional es muy poco frecuente, no todos
los pacientes con déficit de IgA y portadores de anti IgA presentan reaccio-
nes anafilácticas cuando son transfundidos).
19
Si aparece esta complicación, debe notificarse al servicio de transfusión, para
que las transfusiones posteriores se realicen con componentes celulares la-
vados con salino, para garantizar la ausencia de proteínas plasmáticas.
Cuando se requiera la transfusión de plasma se debe contemplar la posibi-
lidad de transfundir plasma de donantes deficitarios en IgA. Si la urgencia
no lo permite y se debe transfundir plasma con IgA, se debe instaurar el tra-
tamiento preventivo correcto (con hidrocortisona, antihistamínicos, y vigi-
lancia constante para tratamiento inmediato con adrenalina si es preciso).
Reacciones alérgicas moderadas y leves
Son frecuentes, se presentan en aproximadamente el 1% de los pacientes
transfundidos.
Urticaria, prurito a los pocos minutos de iniciada la transfusión, particular-
mente con componentes que contienen mayor volumen de plasma (concen-
trados de plaquetas y unidades de plasma fresco congelado).
Tratamiento
En las reacciones leves (la mayoría), responden bien al tratamiento con anti-
histamínicos y no se vuelven a producir. 
En las reacciones severas y anafilácticas, la transfusión debe interrumpirse in-
mediatamente e iniciarse el tratamiento de soporte cardiorrespiratorio apro-
piado (que puede incluir: tratamiento vasopresor con adrenalina y corticoides,
intubación, etc.).
Lesión pulmonar aguda asociada a transfusión (TRALI)
Se trata de un edema pulmonar no cardiogénico. No existe certeza en relación
con la patogénesis del TRALI, aunque en todos los supuestos juega un papel
preponderante la infusión pasiva de anticuerpos del donante, que reacciona-
rían directamente con los correspondientes antígenos presentes en los leuco-
citos del receptor. Una de las hipótesis más aceptadas es la denominada “teoría
de los dos eventos”, en la que se postula que el TRALI estaría ocasionado por
dos eventos independientes, el primero respondería a circunstancias clínicas
propias del receptor, que provocarían daño endotelial pulmonar y el segundo
vendría ocasionado por la infusión pasiva de anticuerpos o modificadores de
la respuesta biológica, incluyendo lípidos activos, procedentes del donante.
20
La incidencia real de TRALI es desconocida. En Estados Unidos la incidencia de
TRALI comunicados es aproximadamente de 1/5.000 transfusiones, en Eu-
ropa la incidencia es menor, aproximadamente 1/8.000 transfusiones. Mu-
chas opiniones de expertos coinciden en que probablemente el TRALI es una
complicación transfusional infradiagnosticada.
Sintomatología
Se caracteriza por escalofríos, fiebre, cianosis, hipotensión, insuficiencia respira-
toria, después de la transfusión de un volumen de componente sanguíneo que
habitualmente no produce hipervolemia. La expresividad clínica del cuadro puede
ser variable: desde una caída en la saturación de oxígeno de la sangre hasta un
síndrome de pulmón blanco bilateral. La causa es un incremento en la permea-
bilidad de la microcirculación pulmonar que provoca la salida de líquido a los
espacios alveolar e intersticial. Generalmente aparece entre 2 y 4 horas después
de la transfusión. Suele ser difícil el diagnóstico diferencial entre TRALI y otros
edemas pulmonares no cardiogénicos e incluso de la insuficiencia cardíaca.
Tratamiento
Requiere tratamiento en unidad de cuidados intensivos con soporte respira-
torio que puede incluir la intubación endotraqueal. Deben evitarse los diuré-
ticos, y los corticoides tienen un dudoso beneficio.
Ante la sospecha de su aparición, debe informarse al Centro de transfusión para
el estudio de los donantes implicados y la retirada inmediata de otros productos
de los donantes sospechosos para evitar ser transfundidos. El estudio de un epi-
sodio de TRALI debería incluir la detección de anticuerpos antigranulocitarios y
anti-HLA en el donante y en el receptor y el fenotipo leucocitario del receptor.
Aloinmunización con destrucción plaquetar inmediata
Se produce en pacientes con anticuerpos anti-HLA o anti antígenos plaquetarios
específicos, por transfusiones o embarazos previos. Estos anticuerpos producen la
destrucción de las plaquetas que contengan el antígeno correspondiente, mani-
festándose generalmente en incrementos escasos inmediatamente tras la trans-
fusión de plaquetas. Debe diferenciarse de aquellos casos de supervivencia acortada
de las plaquetas por razones no inmunológicas (CID, sepsis, esplenomegalia; etc.).
La refractariedad plaquetar es una complicación relativamente frecuente en pa-
cientes que reciben soporte crónico con concentrados de plaquetas (5 – 15 %).
21
Sintomatología
Puede no presentar ninguna clínica añadida a la propia de la plaquetopenia
que indujo a la transfusión de plaquetas. En ocasiones se observa una reac-
ción transfusional de tipo escalofríos e hipertermia cuando se administra la
transfusión de plaquetas incompatibles.
Tratamiento
Si aparece fiebre se administrará antipiréticos como el acetaminofeno o los
anti-inflamatorios no esteroideos. Detectada la refractariedad para transfu-
siones posteriores de plaquetas, estas deberán ser HLA compatibles.
DE ORIGEN NO INMUNOLÓGICO
Contaminación bacteriana
Se trata de una complicación poco frecuente, pero de consecuencias poten-
cialmente mortales. Se sospecha que entre el 0.002 y el 0,4 % de los con-
centrados de hematíes y el 0,01 y el 1 % de los concentrados de plaquetas
pueden estar contaminados con bacterias, mayoritariamente procedente de
la flora saprofita cutánea existente en la piel del donante.
La presencia de las bacterias en los componentes sanguíneos suele deberse a
la persistencia de los gérmenes en la zona de la punción. En general los gérme-
nes Gram negativos se asocian a la contaminación de los concentrados de he-
matíes, mientras que los Gram positivos suelen ser los responsables de las sepsis
producidas por los concentrados de plaquetas. Cambios en la coloración de los
concentrados de hematíes o la desaparición en los “remolinos” de los concen-
trados de plaquetas nos deben poner sobre aviso de riesgo de contaminación.
Sintomatología
Clínicamente se caracteriza por la presencia de fiebre alta, escalofríos, hipo-
tensión y shock durante o inmediatamente después de la transfusión. 
Tratamiento
Ante la sospecha de su aparición, debe interrumpirse inmediatamente la
transfusión e iniciarse el adecuado tratamiento antibiótico y de soporte car-
diovascular. Simultáneamente se iniciará el estudio microbiológico en las
22
muestras de producto transfundido, paciente, equipo de transfusión, etc. No
debe olvidarse la notificación urgente al Servicio de transfusión y éste al Cen-
tro de transfusión, con la finalidad de retirar y/o reclamar aquellos productos
procedentes de la misma unidad.
Actuar como en la reacción hemolítica aguda, y administrar una combina-
ción de antibióticos quesean activos contra el espectro de bacterias que pue-
den estar implicadas. En ausencia de la valoración de un experto en
Microbiología, en general se considera apropiado seguir el protocolo local de
antibioticoterapia para sepsis en pacientes neutropénicos. Si éste no está dis-
ponible, una combinación de los siguientes antibióticos se considera activa
contra bacterias Gram positivas y Gram negativas:
Sobrecarga circulatoria
Existe el riesgo de provocar una sobrecarga circulatoria con velocidades de
transfusión superiores a 2-4 ml/kg /hora, sobre todo en pacientes ancianos,
con anemia crónica (con volumen plasmático normal o aumentado) y en pa-
cientes con funciones cardiacas o renales comprometidas. El riesgo de sobre-
carga circulatoria es extremadamente alto en la administración de soluciones
de albúmina al 20%.
Sintomatología
Los signos y síntomas de sobrecarga son los de la insuficiencia ventricular iz-
quierda aguda e incluyen: disnea, taquipnea, tos no productiva, elevación de la
presión venosa central, crepitantes bibasales, hipertensión, taquicardia…, En de-
finitiva, todo el cortejo de signos de la insuficiencia cardiaca congestiva aguda.
23
Bacterias Gram Negativas
Piperacilina/tazobactam 4,5 g /12 horas EV, o
Ceftriaxona 1g /día EV ( 2 g si infección grave), o Meropenem 1g /12h EV
Bacterias Gram Positivas
Teicoplanina 400 mg EV /12h x 2 dosis, y continuar con 1 dosis diaria (no nefrotóxico)
Vancomicina 1g/12h EV y seguidamente ajustar según monitorización niveles sanguí-
neos. Es igualmente efectivo, pero añade posible nefrotoxicidad.
Ceftriaxona i Teicoplanina tienen la ventaja de una única dosis diaria y menor nefrotoxicidad.
Tratamiento
La interrupción inmediata de la transfusión, además tratamiento postural
junto con la administración de oxígeno y diuréticos. En las siguientes trans-
fusiones se realizarán lentamente o mediante alícuotas de una unidad.
Los pacientes con anemia crónica se hallan generalmente en situación de nor-
movolemia o hipervolemia, y pueden presentar signos de insuficiencia cardíaca
previamente a la infusión de la transfusión. En estos pacientes es aconsejable:
� Administrar una dosis de diurético (furosemida 20 – 40 mg) después de cada
unidad transfundida y monitorizar con frecuencia sus constantes vitales.
� Restringir el ritmo transfusional a una unidad de hematíes cada 12 horas,
suele reducir el riesgo de fallo ventricular izquierdo.
Hemólisis no inmune
Existen diversas situaciones capaces de provocar la hemólisis de hematíes del
donante o del receptor durante el acto transfusional, y cuyo origen no es in-
mune: hemólisis mecánica por ciertas válvulas cardiacas o circulación extra-
corpórea, la infusión de soluciones hipotónicas o determinadas medicaciones
en la vía de transfusión, el calentamiento excesivo de los hematíes, contami-
nación bacteriana de la unidad de sangre, etc.
Sintomatología
No hay clínica asociada a esta hemólisis, salvo en el caso de la contaminación bac-
teriana, la primera manifestación suele ser la emisión de orinas obscuras, hemo-
globinuria, y la presencia de hemoglobinemia, que alertan de la posible hemólisis
intravascular. Posteriormente se producirá un aumento de la bilirrubina sérica. 
Tratamiento
Parar inmediatamente la transfusión, investigar la causa de la hemólisis. El diag-
nóstico diferencial con las reacciones hemolíticas agudas de origen inmune
debe quedar confirmado lo antes posible para instaurar el tratamiento urgente.
Reacciones hipotensivas 
Se las ha relacionado con la generación de citocinas (generalmente bradici-
nina) durante la filtración de componentes sanguíneos celulares en la cabe-
24
cera del enfermo, especialmente si éste está recibiendo tratamiento con fár-
macos inhibidores del enzima convertidor de la angiotensina. Debido a la
corta vida media de la bradicinina, estas reacciones no se observan cuando la
leucorreducción es realizada pre-almacenamiento.
Sintomatología
Cuadro de hipotensión sistólica y/o diastólica agudo al poco de inicio de la
transfusión. Se suele acompañar de síntomas o signos respiratorios (disnea
y/o hipoxemia) y un tercio de los casos presentan manifestaciones alérgicas
(urticaria, prurito, eritema facial).
Tratamiento
Habitualmente con parar la transfusión es suficiente, revirtiendo rápidamente, de no
ser así se instaurará tratamiento con fluidoterapia e incluso aminas vasoactivas.
COMPLICACIONES RETARDADAS
DE ORIGEN INMUNOLÓGICO
Reacción hemolítica retardada
La transfusión de hematíes puede inducir la formación de anticuerpos
contra antígenos eritrocitarios después de días (respuesta anamnésica a
una inmunización previa) o semanas (inmunización primaria) de la trans-
fusión. El riesgo de sensibilización por cada unidad transfundida a antíge-
nos eritrocitarios (exceptuando el antígeno Rh D) es entre 1-2%. La
reacción de estos anticuerpos con los hematíes recientemente transfun-
didos puede producir una reacción hemolítica de carácter extravascular,
que rara vez compromete la vida del paciente, o precisa tratamiento de
soporte.
Sintomatología
La inmunización primaria pocas veces produce hemólisis de los hematíes
transfundidos y por lo tanto no se suele acompañar de ninguna sintoma-
tología clínica. En la respuesta anamnésica a una inmunización previa, los
datos clínicos más frecuentes son febrícula, malestar general, ligera icteri-
cia a los 3 a 7 días de la transfusión, lo que hace difícil su asociación con
25
la transfusión. La sospecha diagnóstica se produce ante una caída inexpli-
cable de la Hb con aparición de una prueba de antiglobulina directa posi-
tiva y elevación de LDH o bilirrubina. El escrutinio de anticuerpos
irregulares suele ser entonces positivo .
Tratamiento
No precisa habitualmen -
te otro tratamiento que
el sintomático.
Aloinmunización frente a antígenos eritrocitarios, plaquetarios, leu-
cocitarios o de proteínas plasmáticas
La inmunización puede evidenciarse tiempo después de la transfusión, y ge-
neralmente sin sintomatología clínica. Si posteriormente se administran com-
ponentes portadores de los antígenos correspondientes, puede provocarse un
acortamiento de la vida media de los mismos acompañado, o no, de clínica
general. 
Sintomatología
No hay sintomatología clínica acompañante en el momento de la aloinmu-
nización. 
Tratamiento
Solamente los anticuerpos contra antígenos eritrocitarios pueden detectarse
en las pruebas de compatibilidad pretransfusional ordinarias. Para posteriores
transfusiones, éstas se deberán realizar con componentes sanguíneos caren-
tes del antígeno contra el que va dirigido el /los anticuerpo/s.
Púrpura postransfusional
La púrpura postransfusional (PPT) se manifiesta por un descenso brusco de
plaquetas, después de una transfusión, en un paciente con sensibilización pre-
26
Reacción transfusional hemolítica retardada:
Signos y síntomas
Presentación frecuente
� Anemia
� Fiebre
� Ictericia
Presentación excepcional
� Hemoglobinura
� Hemoglobinemia
� Shock
� Oliguria o anuria
via, por transfusión o gestación. Casi siempre se trata de mujeres multíparas,
en las que se produce una brusca respuesta anamnésica dirigida frente el an-
tígeno de alta frecuencia plaquetar HPA-1 (conocido formalmente como PL-
A1). Con mucha menos frecuencia se han visto implicados otros antígenos,
diferentes del HPA-1 en casos de PPT.
El anticuerpo, paradójicamente, se comporta, como si fuera un autoanticuerpo,
destruyendo tanto las plaquetas transfundidas HPA-1-positivo como las del pa-
ciente, que son HPA-1-negativo. El mecanismo por el que ocurre es poco cono-
cido, una hipótesis es que en el plasma de la unidad transfundida hay antígeno
HPA-1, que se adsorbe sobre las plaquetas del receptor. Otros mecanismos su-
geridos son la existencia de complejos inmunes que se adhieren a las plaquetas
antígeno-negativos, dando lugar a una destrucción acelerada por el sistema re-
ticuloendotelial, ó la producción precoz, en la respuesta inmune, de autoanti-
cuerpos o aloanticuerpos con reacción cruzada conlas plaquetas autólogas.
Sintomatología
La aparición de trombopenia, muchas veces acompañada de púrpura pe-
tequial, en los 3-10 días siguientes a la transfusión de concentrado de he-
matíes o plaquetas. En un cuadro de PPT los niveles de plaquetas pueden
ser tan bajos como 10.000-20.000/μL y, pueden persistir durante semanas. 
Tratamiento
El sintomático de la plaquetopenia. Como las plaquetas autólogas del re-
ceptor, que son HPA-1-negativas son destruidas, lo lógico sería pensar que
si se transfunden plaquetas HPA-1-negativas también serán rápidamente
destruidas, esto es realmente lo que sucede. Sin embargo, la transfusión, en
pacientes con trombopenia severa por PPT, de plaquetas HPA-1-negativas
junto a la administración de gammaglobulinas endovenosas se ha mostrado
eficaz.
Para evitar nuevas estimulaciones de la respuesta inmune del paciente, sería
recomendable, evitar las transfusiones que contengan plasma en pacientes
con PPT. Por ello si se ha de transfundir concentrados de hematíes, se han de
lavar, para retirar el antígeno plaquetar soluble y fragmentos de membranas
de plaquetas residuales.
27
A pesar de que el hecho de desplasmatizar o lavar las unidades de plaquetas,
disminuye la efectividad de las plaquetas a transfundir, si el paciente está in-
tensamente trombopénico es una alternativa.
Enfermedad de Injerto contra huésped postransfusional (EICH-PT)
Se trata de una complicación, casi siempre fatal originada por la transfusión
de linfocitos T viables a pacientes con una inmunodepresión intensa (recep-
tores de progenitores hematopoyéticos, transfusión intrauterina, enfermedad
de Hodgkin, etc.) o receptores inmunocompetentes que comparten algún ha-
plotipo con el donante (familiares en primer o segundo grado, o pacientes
transfundidos con productos HLA compatibles seleccionados). Los linfocitos
transfundidos injertan y proliferan, atacando diversos órganos y tejidos del re-
ceptor (piel, intestino, hígado, bazo y médula ósea principalmente).
Sintomatología
El cuadro clínico comienza unos días después de la transfusión (entre 10 y 15)
con fiebre, diarrea, erupción cutánea, alteraciones de la analítica hepática y
pancitopenia. 
Tratamiento
Los tratamientos ensayados se han mostrado ineficaces, por lo que la pre-
vención de su aparición en pacientes susceptibles es imprescindible. Ésta se
realiza mediante la transfusión de componentes celulares sometidos a irra-
diación gamma, a dosis no inferiores a 25 Gy, en pacientes inmunocompro-
metidos o bien en pacientes que reciben transfusión de familiares de primer
o segundo grado (debido a que comparten un haplotipo HLA).
Inmunomodulación
La transfusión de componentes sanguíneos puede originar una disregulación
de la inmunidad celular, y ello está asociado, en parte, con la infusión de leu-
cocitos y sus productos (IL-4, IL-10, TGF-1).
Sintomatología
Cuando la transfusión se sigue de un estado de hiporrespuesta o inmunoto-
lerancia antigénica puede tener implicaciones en mecanismos que dependen
28
de la respuesta inmune normal como son el crecimiento tumoral y el des-
arrollo de infecciones o procesos autoinmunes.
Tratamiento
Será preventivo. En la medida que se eliminen los leucocitos de los diferen-
tes componentes sanguíneos se podrá controlar estos eventos inmunes.
DE ORIGEN NO INMUNOLÓGICO
Transmisión de agentes infecciosos
Todas las donaciones son analizadas para la detección de agentes infecciosos
como la hepatitis B, hepatitis C, VIH 1 y 2, y sífilis. A pesar de las pruebas re-
alizadas (serología y detección genómica) existe un riesgo de transmisión de
enfermedades infecciosas por la donación. El riesgo estimado de transmisión
de VHC es uno por casi dos millones cuatrocientas mil donaciones
(1/2381000), el de VIH (1/806000) es casi tres veces superior al de VHC, y es
aun más alto para el VHB (1/177000).
Hemosiderosis inducida por transfusión.
En pacientes que requieren transfusiones de concentrados de hematíes de
manera continuada y durante largos períodos de tiempo, se produce acumulo
de hierro y puede desarrollarse una hemosiderosis. Una unidad de concen-
trado de hematíes contiene unos 250 mg de hierro y después de múltiples
transfusiones, la sobrecarga de hierro del organismo puede llegar a ser de
hasta 100g. 
En general, a partir de la transfusión de 20 unidades de hematíes hay riesgo
de hemosiderosis secundaria. Debe monitorizarse la ferritina sérica y valorar
el riesgo/beneficio del tratamiento quelante (subcutáneo u oral)
Sintomatología
El hierro se acumula en el corazón, el hígado y otros órganos, siendo princi-
palmente preocupante el desarrollo de una miocardiopatía. La determinación
periódica del nivel de ferritina sérica, permite realizar un seguimiento preciso
del hierro acumulado. 
29
Tratamiento
Requiere un tratamiento especializado. Para su prevención y en el caso de
desarrollo para su tratamiento es útil la administración de quelantes del hie-
rro, como la desferrioxamina, con o sin vitamina C, por vía subcutanea, que
favorece la eliminación urinaria del hierro, o los nuevos quelantes orales (des-
ferasirox). También se puede utilizar la realización de sangrías terapéuticas,
en caso de normalización de la cifra de hemoglobina.
REFERENCIAS
Handbook of Transfusion Medicine. DBL McClelland. United Kindom Blood Services.
4th edition 2007. ISBN-10 011 322677 2. www.tshop.co.uk
Serious hazards of transfusion (SHOT) Annual report 2008. http://www.shotuk.org
Pathogen Reduction: A Precautionary Principle Paradigm. Harvey J. Alter Transfusion
Medicine Reviews, Vol 22, No 2 (April), 2008: pp 97-102.
Alvarez M. Actualización del riesgo residual de transmisión de enfermedades infeccio-
sas en la era de las técnicas NAT. SETS. 20 Congreso Nacional de la Sociedad Española
de Transfusión Sanguínea y Terapia Celular. Tarragona junio de 2009.
Casamitjana N, Piron M, Bes M, Cerezo B, Gon-
zález A, Puig L, Sauleda S. Riesgo residual de
VIH-1, VHC y VHB en donaciones en periodo
eclipse. SETS. XXI Congreso Nacional de la So-
ciedad Española de Transfusión Sanguínea y
Terapia Celular. Valladolid, junio de 2009. j
30
La Hemovigilancia (HV) es el conjunto de procedimientos organizados de vi-
gilancia relativos a los efectos y reacciones adversas o inesperadas que pue-
den producirse a lo largo de toda la cadena transfusional, desde la extracción
de sangre y componentes sanguíneos hasta el seguimiento de los receptores,
todo ello con el objetivo de prevenir y tratar su aparición o recurrencia. 
En 1994 se creó en Francia el primer sistema de HV, un sistema de estructura
compleja, financiado por el estado, interesado en la notificación obligatoria de
todas las reacciones y efectos adversos de la transfusión. En 1996, y optando
por un modelo organizativo más simple, inició su andadura el sistema inglés
(SHOT) de HV, financiado por los Centros de Transfusión del Reino Unido y
por los colegios profesionales, con el objetivo de conocer a través de notifi-
caciones voluntaria los efectos y reacciones de la transfusión de carácter más
grave. 
En España hizo falta que las 17 comunidades autónomas (CCAA), imple-
mentaran su propio sistema de HV para poder hablar de un sistema estatal
de HV que no es más que la suma de los distintos programas de HV auto-
31
HEMOVIGILANCIA
Selección
del donante Extracción
Donación
Donante Receptor
Preparación de componentes
CADENA TRANFUSIONAL
Transfusión
Verificación
Procesamiento
Almacenamiento
Distribución Transfusión
Seguimiento
clínico
nómicos. El Ministerio de Sanidad, como autoridad competente en Europa,
ha venido coordinando los distintos programas, elaborando un informe anual
y proporcionando a la Comisión Europea la información que regularmente se
le solicita. Aunque con un grado de implantación y desarrollo desigual, en el
año 2004 quedó constituido el sistema estatal de HV y, hoy en día, los pro-
cedimientos de HV constituyen una herramienta integrada en el conjunto de
actividades desarrolladas por los Centros y Servicios de transfusión hospita-larios.
La aparición de la Directiva 2002/98/CE que fija las normas de calidad y se-
guridad de la sangre y de los componentes sanguíneos y, muy especialmente,
la entrada en vigor de la Directiva 2005/61/CE, también llamada coloquial-
mente Directiva de HV, que regula la notificación de las reacciones y efectos
adversos de la transfusión, así como la trazabilidad de los componentes san-
guíneos, han sido dos elementos clave para impulsar el desarrollo de la HV y
acelerar la creación de sistemas de HV en los países miembros de la comu-
nidad europea (CE). El cambio más sobresaliente que introducen ambas di-
rectivas es la obligatoriedad de que los países de la comunidad dispongan de
un sistema de HV y, por ende, el carácter obligatorio de las notificaciones.
32
Gracias a este impulso legal, a finales de 2005, los países de más larga tra-
yectoria en la CE ya disponían de un sistema de HV. Y en el momento actual,
ya es el conjunto de los 27 países miembros de la comunidad quien dispone
de su propio sistema de HV. No obstante, la estructura de los diferentes pro-
gramas y, sobretodo, el espectro de las complicaciones abarcadas por cada
uno de ellos carece de la homogeneidad necesaria para hablar de un autén-
tico sistema europeo de HV.
Desde su creación a finales de los años noventa, la Red Europea de HV (EHN,
European Haemovigilance Network) ha desarrollado una importante labor a
favor del desarrollo de la HV en Europa. Fundada por iniciativa de profesio-
nales interesados en esta temática, la EHN ha sido durante años la estructura
aglutinante en Europa de toda la información generada por los distintos sis-
temas de HV. Los objetivos perseguidos por esta organización han sido los
de promover el desarrollo de la HV, centralizar las notificaciones graves de
carácter urgente, conseguir la homogeneización progresiva de los diferentes
programas, e intercambiar experiencias entre los países miembros. A partir de
2010 esta red, europea en origen, se ha convertido en una red de ámbito in-
ternacional, pasándose a denominar IHN (International Haemovigilance Net-
work).
Una de las aportaciones más relevantes de la EHN ha sido la iniciativa de es-
tablecer unas definiciones comunes para las reacciones y efectos adversos de
la transfusión, de la donación y del procesamiento de la sangre. Esta tarea se ha
llevado a cabo con la colaboración y el apoyo de la ISBT (International Society
of Blood Transfusion), a través de su Grupo de trabajo en Hemovigilancia. 
Las complicaciones relacionadas con la donación de sangre ya han sido ela-
boradas, validadas y aprobadas. El documento original (“Standard for survei-
llance of complications related to blood donation”) puede ser consultado en
la página web de la IHN y de la ISBT (www.ISBT-web.org / www.EHN-org.net).
Las reacciones y efectos adversos de la transfusión se encuentran pendientes
de aprobación en el momento de redactar este capítulo, pero es previsible
que estén disponibles en el curso de 2010. 
Finalmente, las definiciones en torno a las incidencias que pueden producirse
durante el procesamiento de la sangre, la preparación y el suministro de los
33
componentes sanguíneos, han sido cedidas para su elaboración a la propia
Comisión Europea, ya que este tipo de incidentes tocan de pleno en lo que po-
demos considerar la “calidad y la seguridad de los componentes sanguíneos”
que es competencia exclusiva de dicha Comisión.
En el contexto de esta Guía cabe hablar de forma preferente de los efectos y
reacciones adversas que se producen en el tramo final de la cadena transfu-
sional, dentro del ámbito hospitalario y, más concretamente, en la cabecera
del paciente.
LA HEMOVIGILANCIA EN ESPAÑA
El Real Decreto 1088/2005 es la normativa estatal que recoge la transposi-
ción de la Directiva Europea 2002/98/CE y, posteriormente, la Orden
SCO/322/2007 recoge la transposición de la Directiva Europea 2005/61/CE.
Al igual que en el resto de países europeos esta normativa ha sido decisiva
para la implantación y desarrollo del sistema estatal de HV.
El sistema estatal de HV se estructura en tres niveles:
� Nivel 1: Servicios y Centros de Transfusión. La persona responsable de
HV en cada Centro y Servicio de transfusión hospitalario es la encargada
34
de efectuar las notificaciones de efectos y reacciones adversas, mediante
los formularios elaborados por el Ministerio de Sanidad, y de remitirlos al
coordinador autonómico de HV.
� Nivel 2: Nivel autonómico. El coordinador autonómico de HV es quien re-
cibe las notificaciones y las transmite al Ministerio. Asimismo, es respon-
sable de elaborar un informe anual de HV que debe remitir a todos los
Centros y Servicios de transfusión hospitalarios. Es la figura que actúa como
enlace entre la comunidad autónoma y el Ministerio.
� Nivel 3: Nivel Estatal. La unidad de HV del Ministerio es la encargada de
coordinar la actividad de HV de las diferentes comunidades autónomas y
de transmitir a la Comisión Europea cuanta información sea solicitada en
torno a esta temática.
DOCUMENTACIÓN
Los documentos elaborados por el grupo de trabajo de HV del Ministerio de
Sanidad para la notificación de efectos y reacciones adversas son los si-
guientes: 
35
Formularios de notificación
� Notificación de reacción transfusional. Es el único formulario de carácter
“interno” para su uso exclusivo en todos los centros en los que se efectúa
una transfusión. 
� Notificación de un incidente relacionado con la transfusión.
� Notificación de un incidente relacionado con la donación.
� Notificación de un incidente relacionado con la preparación de compo-
nentes sanguíneos.
Cuestionarios
Un total de 11, relativos a los principales efectos y reacciones adversas de la
transfusión en los que se recogen con detalle las características clínicas de cada
complicación, los estudios necesarios para efectuar el diagnóstico y una valo-
ración del grado de gravedad e imputabilidad de la complicación observada.
� Reacciones hemolíticas agudas y retardadas.
� Reacción febril y/o hipotensiva.
� Reacción alérgica/anafiláctica.
� Edema pulmonar: cardiogénico y no cardiogénico.
� Púrpura postransfusional.
� Enfermedad del injerto contra el huésped asociada a transfusión. 
� Contaminación bacteriana.
� Infección postransfusional vírica. 
� Hemosiderosis transfusional.
� Errores en la administración de componentes sanguíneos.
� Incidentes sin efecto/casi incidentes.
Información mínima necesaria en las notificaciones.
La información incluida en las notificaciones debe de cumplir con los criterios de
confidencialidad establecidos por el sistema de HV y la normativa legal vigente.
El paciente
La identificación del paciente debe incluir al menos la fecha de nacimiento,
el sexo, y un número de identificación exclusivo. Deben consignarse los prin-
cipales signos y síntomas de los diversos efectos adversos conocidos, las prue-
36
bas de laboratorio realizadas para documentar la reacción y, finalmente, la
evolución de paciente.
El componente
Debe aportarse una prescripción detallada del componente implicado que in-
cluya el número de unidad y el código relativo a la donación y al donante. Se
debe indicar el tipo de componente (hematíes, plaquetas, plasma, otros), el
tipo de donación del que procede el componente (de sangre total, de afére-
sis), otras características (irradiado, desplasmatizado), condiciones y duración
del almacenamiento antes de la transfusión.
Gravedad
Se expresa con arreglo a la siguiente escala de grados de gravedad:
� (0): Ausencia de signos y síntomas. 
� (1): Signos inmediatos sin riesgo vital para el paciente y resolución total de
la complicación.
� (2): Signos inmediatos con riesgo vital.
� (3): Morbilidad de larga duración.
� (4): Muerte del paciente.
� (NC): No constan datos relativos a la gravedad, o no se han podido recabar.
Imputabilidad
Es la probabilidad de que una reacción en el paciente pueda atribuirse a la
transfusión de un determinado componente sanguíneo. Debe establecerse el
grado de relación existenteentre el efecto adverso observado y el compo-
nente transfundido con arreglo a una escala de grados de imputabilidad:
� (0): “Sin relación”. El efecto adverso observado está aparentemente rela-
cionado con la transfusión, pero hay evidencia de que el componente no
es el responsable.
� (1): “Posible”. El efecto adverso observado está aparentemente relacionado
con la transfusión, pero podría ser, o no, debido a otra causa distinta a la
transfusión.
� (2): “Probable”. El efecto adverso observado no parece explicable por otra
causa distinta a la transfusión.
37
� (3): “Seguro”. Se ha probado que el efecto adverso observado se debe o
puede ser muy probablemente debido a la transfusión.
� (NC): “No consta”. No constan datos relativos a la imputabilidad en la no-
tificación, o no se han podido recabar.
� (NE): “No evaluable”. Los datos son insuficientes para evaluar la imputabi-
lidad.
Medidas correctoras y preventivas
Además de implementar las medidas correctoras y preventivas que el sistema
de HV autonómico, estatal o europeo vaya dictando, cada Centro y cada Ser-
vicio de transfusión debe de establecer las suyas propias, de manera que la no-
tificación del efecto adverso o de la reacción adversa observada conduzca a
la instauración de una medida inmediata de carácter corrector o preventivo. 
Se recomienda que las medidas correctoras o preventivas adoptadas queden
registradas junto al formulario correspondiente y que regularmente se lleve
a cabo un seguimiento y análisis de su grado de cumplimiento y eficacia.
El comité hospitalario de transfusión puede tener asignada, entre otras muchas, la
función de implementar medidas correctoras y preventivas, así como el seguimiento
de su grado de cumplimiento y eficacia. La existencia de un comité hospitalario de
transfusión activo fortalece el sistema de HV, y avala el trabajo realizado y los pro-
cedimientos implementados por el Servicio de transfusión hospitalario.
Trazabilidad
Se entiende por Trazabilidad, la capacidad para identificar al receptor de cada
componente sanguíneo y, a la inversa, a todos los donantes que han interve-
nido en la transfusión de un determinado paciente. La trazabilidad no queda
garantizada por el hecho de conocer el destinatario teórico de un compo-
nente sanguíneo, sino que es necesaria la confirmación en el punto de des-
tino conforme el paciente ha sido finalmente transfundido con el componente
previsto para él. Igualmente, en el caso de que el paciente sufra algún tipo de
complicación, ésta debe ser registrada y notificada de inmediato al Servicio
de transfusión. 
En definitiva, la HV exige que la información relativa al acto transfusional y
a las posibles incidencias que pudieran producirse durante el mismo, se co-
38
muniquen sistemáticamente al Servicio de transfusión. Y, aún más, que el Ser-
vicio de transfusión esté informado del destino final de cada componente
sanguíneo.
Alerta rápida
Un aspecto de interés adicional de los sistemas de HV es la “alerta rápida”.
Se trata del circuito a seguir para la comunicación rápida de aquellos efectos
o reacciones indeseables que puedan afectar a más de un donante o recep-
tor, a fin de actuar, en cada caso, con la máxima celeridad y eficacia. Un ejem-
plo paradigmático de la necesidad de emplear este circuito corresponde a los
casos de receptores que han adquirido una infección supuestamente trans-
mitida por un componente sanguíneo que nos obliga a localizar a los restan-
tes receptores o a aquellos componentes sanguíneos que todavía no se
hubieran transfundido En otro contexto, los problemas, probados o poten-
ciales, asociados a los materiales y equipos empleados en el procesamiento
de los componentes sanguíneos también podrían ser motivo de una alerta rá-
pida que permitiera la transmisión inmediata de esta información a los Cen-
tros que pudieran estar utilizando los mismos equipos y, así, proceder a la
retirada provisional de los mismos.
Información adicional
Se recomienda que cada Servicio de transfusión hospitalario establezca la es-
trategia necesaria para conocer con exactitud el número de componentes san-
guíneos transfundidos anualmente, de manera que pueda llegar a conocerse
la prevalencia de incidentes y efectos adversos por unidades transfundidas.
Igualmente se recomienda que cada Servicio de transfusión disponga de una
“Guía de uso e indicación de componentes sanguíneos”, de manera que los
criterios empleados para indicar la transfusión de componentes sanguíneos
vengan avalados por la Guía de consenso entre los diferentes profesionales in-
volucrados en la transfusión de sangre y componentes sanguíneos.
Los riesgos actuales de la transfusión sanguínea y la Hemovigilancia
Desde los primeros informes anuales de HV emitidos por Francia y el Reino
Unido se evidenció que los riesgos actuales de la transfusión sanguínea están
asociados principalmente a las reacciones transfusionales de mecanismo in-
39
mune y a los errores en la administración de los componentes sanguíneos
(EAC). En el primer grupo, la lesión pulmonar aguda asociada a la transfusión
(LPA-AT), o TRALI (Transfusion related acute lung injury) según la terminolo-
gía anglosajona, se ha impuesto como una de las complicaciones más graves
de la transfusión, con tasas de morbilidad y mortalidad muy elevadas en todos
los países. En el grupo de EAC se ha comprobado que la deficiente, insufi-
ciente o negligente identificación de los pacientes en el momento de la ex-
tracción y/o en el de administración del componente constituye la principal
causa de error. Lejos de la percepción ciudadana del riesgo, todavía ligada a
las enfermedades transmisibles por transfusión, año tras año, la HV europea
viene demostrando que las complicaciones más graves y frecuentes de la
transfusión sanguínea se producen en el último tramo de la cadena transfu-
sional, en el ámbito hospitalario y, más concretamente, en la cabecera del
paciente. 
El programa inglés SHOT, en una reciente revisión, refiere algunos de los re-
sultados obtenidos tras la implementación de diferentes medidas destinadas
a reducir o evitar las principales complicaciones de la transfusión. En el caso
de los EAC, desde el año 2004 se exige que el personal que transfunde en el
Reino Unido disponga de un certificado oficial que acredite su competencia
tras realizar un curso de formación y entrenamiento de práctica transfusio-
nal que incluye las nociones necesarias para efectuar una extracción correcta
de las muestras y una administración segura de los componentes sanguíneos.
Por otra parte, los errores de identificación se han ido reduciendo a medida
que se han ido implementando sistemas de identificación basados funda-
mentalmente en el código de barras. Ambas medidas han resultado especial-
mente efectivas reduciendo el número de errores de grupo ABO y el de las
reacciones hemolíticas subsiguientes. El uso de plasma para transfusión ex-
clusivamente procedente de donantes masculinos no transfundidos también
ha implicado una notable reducción del número de casos de LPA-AT, con 22
casos anuales en 2003, 13 en 2004 y tan sólo 6 en 2005. 
La HV nos brinda la oportunidad de conocer cuáles son las complicaciones de
la transfusión sanguínea en cada momento, cuál es el nivel de calidad y se-
guridad de nuestros componentes, y cuál el grado de seguridad de nuestros
procedimientos de trabajo. La implementación de medidas correctoras y pre-
40
ventivas, y el posterior análisis de la eficacia de las mismas es una parte fun-
damental e ineludible para retroalimentar el sistema de HV y para conven-
cer a los diversos profesionales sanitarios que intervienen en la prescripción,
preparación y administración de la sangre, de la importancia de su contribu-
ción al sistema de HV.
Después de más de quince años de HV en Europa, el balance es positivo, pero
todavía no se han alcanzado plenamente algunas de las metas que nos habí-
amos propuesto. La trazabilidad total de los componentes sanguíneos no es
un tema bien resuelto, ni que todos interpretenpor igual y, probablemente,
para conseguir una trazabilidad total será necesario un nuevo cambio, el que
supone pasar de una HV pasiva a una HV activa que nos lleve sistemática-
mente a la cabecera del paciente para controlar cada transfusión y para co-
nocer, de forma inequívoca, el destino final de cada componente sanguíneo.
Finalmente, y a la luz de la información suministrada por todos los sistemas
de HV vigentes, a través de sus informes anuales, nos queda por alcanzar el
reto más importante, el de conseguir que la transfusión sanguínea adquiera,
como mínimo, el grado de calidad y seguridad que ya hemos conseguido con
nuestros componentes sanguíneos.
REFERENCIAS
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42
CONCENTRADO DE HEMATÍES
Los concentrados de hematíes (CH) proceden habitualmente de donaciones
de sangre total o bien, ocasionalmente, de sangre procesada con un separa-
dor celular (donación por aféresis, eritroaféresis).
Actualmente, en la gran mayoría de los Centros de transfusión de nuestro país,
se procede a la eliminación de la mayoría de los leucocitos (leucorreducción)
presentes en los componentes sanguíneos (CS) celulares, lo que mejora la ca-
lidad, reduce el riesgo de inmunización frente a antígenos leucocitarios (HLA),
y disminuye la transmisión de virus intracelulares (p. ej. CMV).
Los constituyentes activos de los CH son los hematíes morfológica y funcio-
nalmente intactos. Otros constituyentes como el plasma, las plaquetas y leu-
cocitos residuales, carecen de efecto terapéutico propio y no influyen en la
eficacia terapéutica de los CH.
CONCENTRADO DE HEMATÍES POBRE EN LEUCOCITOS EN SOLU-
CIÓN ADITIVA (CH-SAGM).
Es el CH estándar en nuestro país. Se obtiene a partir de una donación de
450 ± 45 ml, mediante la eliminación de la mayoría de los leucocitos, pla-
quetas y plasma, con posterior resuspensión de los hematíes en unos 100
ml de una solución conservadora (SAG-Manitol). La reducción de los leu-
cocitos residuales se consigue mediante filtración. El hematocrito resul-
tante de este concentrado de hematíes se sitúa sobre un 55%, con un
contenido de Hemoglobina (Hb) superior a los 40g. El volumen aproxi-
mado es de 280 ± 50 ml. 
CONCENTRADO DE HEMATÍES POBRE EN LEUCOCITOS LAVADO. 
Se trata un CH-SAGM del que se han eliminado las proteínas plasmáti-
cas mediante repetidos lavados de los hematíes con suero fisiológico es-
téril.
43
TRANSFUSIÓN DE LOS DIFERENTES COMPONENTES SANGUÍNEOS
TRANSFUSIÓN EN LOS PACIENTES ADULTOS
CONCENTRADO DE HEMATÍES POBRE EN LEUCOCITOS EN SOLU-
CIÓN ADITIVA IRRADIADOS.
Es un CH-SAGM sometido a irradiación a dosis de 25 – 50 Gy, con la finali-
dad de inactivar los linfocitos T, responsables de la Enfermedad del Injerto
Contra el Huésped Postransfusional (EICH-PT). El único efecto desfavorable de
la irradiación sobre los CH es la hiperkaliemia debido a la acelerada salida del
potasio intraeritrocitario que se acumula en el sobrenadante. Este efecto es
de poca importancia en las transfusiones normales en adultos pero puede
causar graves problemas casos de transfusión masiva, especialmente en niños
(TIU y exanguinotransfusión).
CONSERVACIÓN
Los CH- SAGM deben ser almacenados a una temperatura entre 2-6º C y
transportados a una temperatura comprendida entre 1-10º C. La fecha de
caducidad es la que consta en la etiqueta del componente.
El almacenamiento de los hematíes fuera del organismo causa complejos cam-
bios, en conjunto conocidos como “lesión de almacenamiento”. Entre otros, tal
lesión incluye cambios morfológicos (p.ej. desarrollo de esferocitos y equinoci-
tos), alteraciones funcionales (p.ej. disminución de la concentración del 2,3-di-
fosfoglicerato (2,3-DPG) con el consiguiente aumento de la afinidad de la Hb por
el oxígeno, pérdida de deformabilidad de los hematíes, etc.). Una parte de estos
cambios revierten en las 48-72 horas siguientes a la transfusión. Actualmente
su importancia en términos de oxigenación tisular no es bien conocida.
INDICACIONES 
La transfusión de concentrado de hematíes (TCH) está indicada cuando se requiere
alcanzar un rápido aumento en la capacidad de transporte de oxígeno de la sangre
y, como consecuencia, del aporte de oxígeno a los tejidos. El objetivo es evitar, o tra-
tar, una anemia hipóxica antes de que se produzcan lesiones irreversibles.
En cualquier paciente con anemia, aguda o crónica, el médico que lo atiende
debe intentar identificar la causa y tratarla si es posible. La TCH solo está jus-
tificada si la salud del enfermo puede verse gravemente comprometida por
la hipoxia anémica y no existe una terapéutica alternativa.
44
ANEMIA AGUDA
Anemia aguda por hemorragia
La principal estrategia terapéutica en el tratamiento de la hemorragia aguda
es prevenir, o corregir, el shock hipovolémico, junto con el rápido control de
la hemorragia. Para asegurar la oxigenación tisular es esencial restaurar el vo-
lumen circulatorio infundiendo soluciones cristaloides / coloides en cantida-
des suficientes para mantener la presión de perfusión arterial. Una vez
alcanzada y conservada la normovolemia, los mecanismos fisiológicos de
compensación pueden mantener un aporte de oxígeno a los tejidos normal
con concentraciones de Hb tan bajas como 6 g/dl.
En pacientes normovolémicos y con anemia los síntomas y signos clínicos que
pueden indicar una oxigenación tisular insuficiente (desencadenantes fisioló-
gicos de transfusión) son los que se muestran en la tabla (Tabla 3).
45
Tabla 3
Síntomas y signos clínicos indicativos de oxigenación tisular insuficiente en pacien-
tes normovolémicos y anemia
� Oxigenación tisular global insuficiente:
– Inestabilidad hemodinámica: Hipotensión relativa (TA media <70-80% de la basal) y
taquicardia relativa (120-130% de la basal).
– Incremento de la fracción de extracción de oxigeno (%) >50%.
– Saturación de oxigeno en sangre venosa mezclada (%) (SvO2) <50%
– Presión parcial de oxigeno

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