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31 Babesiosis y Anaplasmosis en Bovinos

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Babesiosis y Anaplasmosis en Bovinos 
 
 
Junio de 2019 Autor: Equipo Editorial INTAGRI 
Los parásitos protozoarios Babesia bigemina, Babesia bovis y rickettsia Anaplasma marginale, son 
organismos transmitidos en el continente americano, principalmente por la garrapata común del ganado 
Rhipicephalus (Boophilus) microplus. 
Estos organismos que se multiplican en la sangre, también se conocen como hemoparásitos, destruyen 
los glóbulos rojos, clínicamente se expresan en su forma aguda por fiebre y anemia; los animales 
presentan un bajo consumo de alimento, una pérdida de peso y riesgo de muerte, disminuye la 
producción de leche, etc. La babesiosis y anaplasmosis bovinas son enfermedades que afectan sobre todo 
a los vacunos. 
El aspecto patogénico más importante de los agentes causantes de la anaplasmosis y babesiosis, es la 
marcada anemia que desencadena altos porcentajes de mortalidad en hatos de bovinos no inmunes. De 
este modo, cuando se presentan casos de enfermedad clínica aguda, el diagnóstico de laboratorio y la 
asesoría de un Médico Veterinario son indispensables para tomar medidas de control. 
 
Anaplasmosis Bovina 
Uno de los obstáculos más importantes para la 
ganadería en América Latina es la Anaplasmosis 
bovina, causada por Anaplasma marginale, 
conocida también como mal de la vaca amarilla, 
mal del cuerno, tristeza o ranilla; es una 
enfermedad común en las zonas tropicales y 
subtropicales causando graves daños debido a las 
pérdidas de producción de leche y carne, a los 
altos costos de tratamiento y en muchos casos la 
muerte de los animales enfermos. 
 
Generalmente se presenta entre 28 a 45 días o 
hasta varios meses después de la fecha de 
introducción de los bovinos a potreros infestados 
con garrapatas o insectos hematófagos que son 
los principales vectores de transmisión. Esta, 
también se da por el contacto con agujas, navajas 
o instrumentos contaminados con sangre de 
animales enfermos utilizados en prácticas 
zootécnicas. 
 
 
 
Figura 1. Eritrocitos infectados con Anaplasma 
Marginale con colorante de Giemsa. ( Rodríguez 
2003) 
 
 
La gravedad de esta enfermedad depende en gran manera de factores como la edad del animal. Los 
animales jóvenes con menos de 12 meses de edad padecen infecciones leves con baja mortalidad, 
mientras que en animales mayores de 2 años la mortalidad varía de un 20% al 50%. 
 
En los animales se observa inapetencia, depresión, debilidad, elevada temperatura corporal, rápida caída 
de la producción láctea en vacas en lactación, mientras que en bovinos de carne la enfermedad no logra 
detectarse hasta que el animal afectado está extremadamente débil, con anemia marcada, ictericia, 
trastornos digestivos, deshidratación y abortos. En ovejas y cabras normalmente no es grave, causando 
solo una anaplasmosis leve. 
 
Toma de muestra y diagnóstico 
Debido a que los síntomas comunes de estas enfermedades se observan también en otras enfermedades, 
es indispensable obtener un diagnóstico clínico y resultados de análisis de laboratorio. 
En un animal enfermo deben obtenerse muestras de sangre periférica para frotis, haciendo punción de la 
punta de la oreja o cola y de sangre con anticoagulantes para determinar hematocrito. 
De un animal muerto deben obtenerse frotis de sangre periférica y muestras de cerebro, bazo, riñón y 
músculo cardíaco. 
 
Se observan síntomas como, hipertermia mayor a 40.9 °C, hemoglobinuria o síntomas nerviosos 
cerebrales, moderada anemia. Al examen microscópico del frotis sanguíneo deben observarse eritrocitos 
parasitados por Babesia bigemina en un número mayor del 2 % de los glóbulos parasitados o más del 0.5 
% de los glóbulos parasitados por Babesia bovis. La presencia de muy pocos glóbulos parasitados es 
indicador de que el animal es únicamente portador de Babesia. 
 
Transmisión 
La transmisión por insectos hematófagos se realiza en forma mecánica, mediante la transferencia de 
glóbulos rojos infectados a un animal susceptible, sucede de manera inmediata mientras permanece 
fresca la sangre en el aparato bucal. 
 
Como hospedadores transmisores de contagio pueden actuar asimismo insectos hematófagos, como 
mosquitos, moscas picadoras. Se han confirmado siete clases de tábanos capaces de transmitir el 
anaplasma: Tabanus sulciforme, venustus, equalis, erythraes, americanus, oklahomensis y avactor). 
 
La transmisión por agujas contaminadas con sangre de animales enfermos o portadores adquiere 
relevancia en áreas endémicas donde la práctica de la vacunación o desparasitación se efectúa sin tomar 
precaución de la desinfección del material. También se ha registrado la transmisión trasplacentaria. 
 
Prevención 
Debido a que la erradicación de enfermedad en las áreas atacadas no parece posible, es sumamente 
importante tomar medidas que reduzcan la transferencia de sangre infectada entre animales portadores 
y susceptibles para reducir la diseminación de la enfermedad. 
Es importante que el material desechable como jeringas, agujas o guantes se utilice solo una vez por 
animal y es necesario desinfectar todos los utensilios o herramientas que puedan contaminarse con 
sangre. 
 
La vacunación activa preventiva de los bovinos se realiza en los territorios con la enfermedad enzoótica 
para reducir las pérdidas económicas. A tal fin se emplean vacunas vivas y muertas. Las últimas no 
 
 
previenen la infección natural por A. marginale pero atenúa el curso clínico de la enfermedad. Se 
requieren dos dosis iniciales con 6 semanas de intervalo y un refuerzo anual. El uso de A. marginale para 
la prevención, permite obtener buenos niveles de protección, sin embargo, siempre existe el riesgo de 
ocurrencia de severas reacciones aun en animales jóvenes, por lo que debe restringirse su uso en terneros 
menores de un año. 
 
Las vacunas vivas atenuadas contra babesiosis y anaplasmosis confieren un nivel de inmunidad adecuado, 
su elaboración es sencilla y son obtenidas de terneros con alta parasitemia, ofrecen reducida virulencia, 
dosis estandarizada y sanidad controlada. 
 
Babesiosis Bovina 
La babesiosis es una enfermedad producida por cuatro especies de Babesia y cuya principal 
sintomatología clínica consiste en fiebre, anemia, hemoglobinuria e ictericia. La infección produce un 
síndrome que puede tener un curso benigno con recuperación espontánea o bien, progresar a una 
segunda fase y producir una condición debilitante que finaliza con la muerte del animal, sobre todo en 
infecciones con B. bovis. El factor primario en los casos fatales se ha relacionado con la magnitud del 
cuadro anémico y la consecuente anoxia. 
 
Es una enfermedad que depende de muchos factores y es transmitida por garrapatas. El plazo de 
incubación es de 8 a 15 días. El curso puede ser sobreagudo, agudo o también crónico. La morbilidad 
puede llegar a ser del 40%, y en los brotes graves, incluso del 90%. 
 
En los climas tropicales y subtropicales constituye 
una amenaza evidente de la producción bovina, está 
determinada, entre otros factores, por la edad y raza 
de los animales, el ambiente y la fluctuación 
estacional de la población de garrapatas del género 
Boophilus en una región, quienes transmiten un 
protozoo intraeritrocitario, el género Babesia, del 
cual se conocen dos especies, B. bovis y B. bigemina, 
siendo la primera la que produce infecciones más 
severas. 
Toma de Muestra Diagnóstico 
Es importante prestar atención a los síntomas como: 
ictericia, hemoglobinuria, fiebre, palidez de las 
mucosas. Se requiere de análisis de laboratorio para 
su confirmación, mediante el aumento de las de 
enzimas séricas y bilirrubina en lesiones como: 
congestión hemorragias, edemas, etc. 
 
El diagnóstico directo puede realizarse in vivo o postmortem, realizando un examen hematológico en capa 
fina de sangre después de teñir por el Giemsa pudiendo observarse los parásitos en el interior de los 
glóbulos rojos,para la identificación indirecta del parásito sirven las reacciones de aglutinación y el test 
de precipitación. 
 
 
Figura 2. Formas parasitarias de Babesia 
bigemina observadas en frotis sanguíneos. 
Trofozoito anular; trofozoito piriforme doble. 
 
 
Debido a que los síntomas pueden ser comunes en otras enfermedades que afectan a los bovinos es 
indispensable obtener un diagnóstico clínico y resultados de análisis de laboratorio. 
 
En un animal enfermo deben obtenerse muestras de sangre periférica para frotis, haciendo punción de la 
punta de la oreja o cola y de sangre con anticoagulantes para determinar hematocrito. 
De un animal muerto deben obtenerse frotis de sangre periférica y muestras de cerebro, bazo, riñón y 
músculo cardíaco. En los frotis deben observarse más del 5 % de eritrocitos infectados con Anaplasma 
marginale. 
 
Se debe obtener sangre de los bovinos de alrededor de 7 meses de edad para el análisis de anticuerpos. 
Se considera que existe riesgo de ocurrencia de brotes de babesiosis y anaplasmosis de importancia 
económica cuando el porcentaje de reactores positivos es inferior al 75% del grupo analizado. 
 
Transmisión 
La infección del bovino con B. bovis se produce a los 2-3 días después de la picadura de Boophilus 
microplus. Después de ingresar al eritrocito, única célula que parásita en el bovino, la babesia se multiplica 
y origina dos células que permanecen dentro del eritrocito. 
 
Prevención 
Las medidas antiepizoóticas que se deben tomar en consideración son: el agente causal, persistencia del 
vector en la población, fluctuaciones estacionales en la población de garrapatas, ya que todos estos 
factores afectan la tasa de infección de larvas. 
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Cita correcta de este artículo 
INTAGRI. 2019. Babesiosis y Anaplasmosis en Bovinos. Serie Ganadería, Núm. 31. Artículos Técnicos de 
INTAGRI. México. 4 p. 
 
Fuentes Consultadas 
Rodríguez C. S. D.; Amaro, E. I;. García, O. M.; Preciado, T. F.; Rojas, R. E.; Alpírez, M. F.; Hernández, O. 
R.; Vega, C.A.; Murguía, R. 2016. Transmisión de la anaplasmosis bovina. SAGARPA, INIFAP. 
 
Rodríguez C. S. D.; García, O. M.; Aboytes, T. R.; Cantó, A. J.; Barigye R. 2003. Inmunología e inmunoprofilaxis 
de la anaplasmosis bovina. Ciencia Veterinaria: 123- 164. 
 
Benavides, O.B.; Jaime Romero, P.J.; Villamil, J. L. 2016. Las garrapatas del ganado bovino y los agentes 
de enfermedad que transmiten en escenarios epidemiológicos de cambio climático. Universidad de La 
Salle, Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). 
 
 
https://www.intagri.com/cursos/online/ganaderia/control-integrado-de-garrapatas-babesia-y-anaplasma