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177© Ed ito ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 17 Carcinoma medular de tiroides Ceres Araceli Ochoa Sosa El carcinoma medular de tiroides es un tumor neuroen- docrino maligno originado en las células parafoliculares o células C, productoras de calcitonina derivadas de la cresta neural. El primero en describir esta enfermedad fue Jaquet en 1906 y la llamó “bocio maligno con amiloide”. La pri- mera descripción histológica la hizo Hazard en 1959. Más adelante Williams sugirió que estos tumores se origi- naban de las células productoras de calcitonina. En 1961, Sipple describió la asociación de este tipo de tumor con feocromocitoma, Steiner agregó la presencia de hiperpa- ratiroidismo primario a los otros dos componentes y le llamó neoplasia endocrina múltiple tipo 2 (NEM2). La frecuencia del carcinoma medular de tiroides es muy baja, sólo 3 a 4% de todos los tumores malignos de tiroides corresponden a este tipo. En 75% de los casos, su manifestación es esporádica; sin embargo, 20 a 25% de los tumores aparecen como enfermedad familiar con transmisión autosómica dominante. Los síndromes heredados con este tumor forman parte de la neoplasia endocrina múltiple 2. A pesar de la baja frecuencia del carcinoma medular de tiroides, no sólo es importante sino también intere- sante estudiarlo, pues los casos familiares se deben a mu- taciones en un gen específico. Con un estudio genético de las familias afectadas es posible identificar a los por- tadores del gen, para indicar tiroidectomía profiláctica y evitar el desarrollo del tumor. En 1985 se identificó por primera vez, por transfec- ción de una línea celular llamada NIH3T3 con DNA de linfoma humano, un gen que se localiza en el cromosoma 10 región 10q11.2 al que se llamó gen RET (del inglés, REarrenged during Transfection), que codifica para un re- ceptor tirosina cinasa. El receptor codificado por el gen es una proteína transmembrana de un sólo paso, contiene en su porción extramembranal cuatro dominios de adhesión celular de- pendientes de calcio llamados cadherina, que sirven para inducir estabilización y cambios conformacionales, ne- cesarios para la interacción con los ligandos y correcep- tores; una región yuxtamembranal rica en cisteína con varios sitios de glucosilación, responsable de la estructura terciaria del RET y de la dimerización y una región intra- celular con dos subdominios tirosina cinasa TK1 y TK2, involucrados en la activación de numerosas vías de trans- ducción intracelular. Existen tres isoformas distintas del receptor: 9, 43 y 51, con diferente número de aminoá- cidos. En la figura 17-1 se muestra una representación esquemática del receptor. En etapas tempranas del desarrollo embrionario, una población craneal de las células de la cresta neural expresan este tipo de receptor, más adelante se encuen- tra en núcleos del sistema nervioso central en neuronas motoras y catecolaminérgicas. Un grupo de células migra caudalmente a través del mesénquima intestinal y origina los ganglios sensitivos y autónomos del sistema nervioso periférico, al sistema nervioso entérico de la pared del aparato gastrointestinal; otras van al riñón y a los testícu- los, en donde son importantes para la espermatogénesis, y por último, otras crean las células cromafines de las glándulas adrenales y células C de la tiroides. En el tejido adulto se observan valores altos de re- ceptor RET en el cerebro, el timo, los nervios periféricos e intestinales, las neuronas sensitivas y simpáticas y los testículos. En condiciones normales estos receptores están in- volucrados en procesos celulares esenciales como proli- feración, diferenciación, movilidad y supervivencia; sin embargo, mutaciones activadoras del gen que codifica para este receptor ayudan a la aparición de neoplasias. El receptor RET lo activa un complejo de correcep- tores y ligandos que pertenecen a dos grupos de proteí- http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 178 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 17) nas: la familia de ligandos (GFLs) del factor neurotrófico de células de la glia GNDF, y los correceptores GFRa1-4. La activación lleva a dimerización del receptor, se de- sencadenan un complejo grupo de señales que promue- ven crecimiento celular, diferenciación, proliferación, migración, quimiotaxis, liberación de calcio y transporte intracelular. Se han identificado por lo menos 18 sitios específicos de fosforilación de residuos tirosina (Y) o se- rina (S) en el receptor, que cuando se activan de manera aberrante puede aparecer varios tipos de cáncer, entre ellos, el carcinoma medular de tiroides. En 1987 se identificó que el defecto genético de la NEM2 se localizaba en el cromosoma 10. En 1993 se describió de manera más clara que una mutación activa- dora de un gen localizado en el cromosoma 10 que codi- fica para un receptor tirosina cinasa, al que se denominó RET oncogén, era el responsable de la aparición de la en- fermedad. Desde entonces, se han identificado una gran cantidad de diferentes mutaciones en líneas germinales, responsables de prácticamente 100% de los carcinomas medulares hereditarios. Además se ha encontrado que entre 25 y 50% de los pacientes con carcinoma medular esporádico también tienen mutaciones del RET oncogén pero en células somáticas. El reconocimiento de estas mutaciones como la principal causa del carcinoma medular de tiroides ha despertado gran interés en el estudio de este receptor, de sus principales funciones y de las mutaciones que condi- cionan transformación celular y resultan en neoplasias. Este descubrimiento creó un nuevo paradigma en el manejo del cáncer determinado genéticamente. La iden- tificación temprana de los portadores de los genes muta- dos hace posible indicar la extirpación quirúrgica de los órganos en riesgo de malignizarse, como prevención pri- maria del cáncer. Esta información ha permitido también desarrollar con fines terapéuticos fármacos que actúen en el nivel del receptor alterado. CLASIFICACIÓN Según su aparición, el carcinoma medular de tiroides puede clasificarse en esporádico y familiar. Carcinoma medular de tiroides esporádico Es la forma más común, 65 a 75% de los casos, no se asocia con mutaciones en líneas germinales del RET oncogén, ni con hiperplasia de células C, feocromocito- ma o neoplasia endocrina múltiple (NEM). Se origina de novo como resultado de una mutación en una célula parafolicular única (origen monoclonal) o por otros me- canismos no definidos. Por lo general, es unicéntrico, su Figura 17-1. Representación esquemática del receptor RET. Estructura terciaria y dimerización del receptor Membrana celular (Dominio tirosincinasa) Dominio cadherina Receptor RET Dominios de adhesión celular dependientes de calcio Estructura terciaria y dimerización del receptor Activación de señales intracelulares de transducción TK 1 TK 2 http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Carcinoma medular de tiroides 179 frecuencia en hombres y mujeres es la misma, alrededor de la cuarta década de la vida. La forma más común de aparición es como nódulo tiroideo único y frío, pues las células parafoliculares no concentran yodo. El diagnósti- co se hace con biopsia por aspiración, aunque puede ser difícil la interpretación de la misma y confundirse con carcinoma poco diferenciado o, aún, con tumor de pa- ratiroides. Las metástasis a los ganglios linfáticos regionales son muy comunes, hasta en 80% de los casos en tumores ma- yores a un centímetro. El patrón más común es a los gan- glios ipsilaterales de los compartimentos ganglionares II a IV. Hasta en 40% de los casos hay metástasis contrala-terales o a los ganglios mediastinales. Las metástasis gan- glionares pueden crecer, infiltrar y comprimir la vía aérea contribuyendo a la tasa alta de morbilidad y mortalidad observadas. Las metástasis a distancia son generalmente vasculares, aparecen en hígado, esqueleto y pulmones, en estos casos los pacientes tienen concentraciones de calci- tonina superiores a 5 000 pg/mL. Las metástasis al hueso son líticas, causan dolor intenso, fracturas patológicas y compresión medular, aunque raramente hipercalcemia. Alrededor de 50% de los pacientes con tumor espo- rádico tienen mutaciones RET en células somáticas. De los pacientes con tumor diagnosticado como esporádico, de 6 a 7% tienen mutaciones RET de líneas germinales que es indicativo de enfermedad hereditaria, por lo que se recomienda en todos los casos realizar estudio gené- tico para buscar mutaciones del RET oncogén en células de línea germinal. Carcinoma medular de tiroides hereditario El carcinoma medular de tiroides forma el componente más importante de la neoplasia endocrina múltiple tipo 2, se transmite de manera autosómica dominante, tiene una frecuencia de 1 por cada 30 000 a 50 000 nacidos vivos. Se asocia con mutaciones activadoras del RET onco- gén en células de línea germinal, por lo general es multi- focal, puede manifestarse en hiperplasia simple, difusa o nodular de células C. Aparece en la mayoría de los casos antes de los 20 años de edad, con frecuencia existe his- toria familiar de carcinoma medular, feocromocitoma o NEM2, el tipo y localización de las metástasis es seme- jante al del carcinoma esporádico. Existen tres tipos o variantes de neoplasia endocrina múltiple 2. La NEM2A o síndrome de Sipple caracterizada por cáncer medular de tiroides (CMT), hiperparatiroidismo y feocromocitoma, es la más frecuente, 80% de los casos. La NEM2B ocurre con cáncer medular de tiroides, feocromocitoma y habitus marfanoide, corresponde a 5% de los casos de carcinoma medular hereditario y es la forma con peor pronóstico. El carcinoma medular de tiroides familiar (CMTF) aislado que no se acompaña de las otras enfermedades y constituye 15% de los casos, aunque no todos los autores aceptan incluirlo dentro de la NEM2 (figura 17-2). Neoplasia endocrina múltiple tipo 2A Es la variante más común. El carcinoma medular de ti- roides aparece en más de 90% de los portadores del gen, feocromocitoma en 50% e hiperparatiroidismo entre 10 y 20%. Existen tres subtipos. El primero se manifiesta con enfermedad de Hirschsprung acompañando a las otras enfermedades. Los niños con esta variedad desa- rrollan enfermedad de Hirschsprung en la infancia, la ausencia congénita de inervación entérica les condiciona obstrucción intestinal desde edades muy tempranas, es una forma poco común. La mutación RET responsable del Hirschsprung causa pérdida de la función y es distin- ta a la responsable del carcinoma medular. Hay pacientes con Hirschsprung sin carcinoma; sin embargo, Mulligan encontró que la enfermedad de Hirschsprung cosegrega con la mutación activadora del RET responsable del car- cinoma medular de tiroides, en estos casos la mutación se encuentra siempre en el exón 10. El segundo subtipo se acompaña con liquen cutáneo amiloidótico. Estos pacientes desarrollan una forma de amiloidosis cutánea pruriginosa durante la 2a o 3a déca- das de la vida. El síntoma inicial clásico es prurito inte- rescapular intenso con hiperpigmentación en el mismo nivel, la biopsia de piel revela depósito de amiloide y calcitonina. La figura 17-3 es un ejemplo de este tipo de lesión. En estos casos la mutación se localiza en el codón 634, exón 11. El tercer subtipo, aunque algunos autores no lo in- cluyen en la NEM2A, es el carcinoma medular de tiroi- des familiar que no se acompaña de otras manifestacio- nes. En general, tiende a ser la forma menos agresiva de las tres. La neoplasia endocrina múltiple 2B (NEM2B) es la menos común, aproximadamente 20% de los casos; sin embargo, es la forma más característica y la de peor pro- nóstico. El carcinoma aparece en 100% de los afectados, feocromocitoma en 50% al igual que en la 2A, y hasta 90% de los pacientes tienen ganglioneuromas mucosos Clasificación de NEM 2, ocurrencia de CMT, tumores asociados y otras enfermedades Subtipo % del total de casos CMT FEO HPT Enfermedades asociadas MEN 2A (A.D.) 50 a 80 > 90 50 10 a 25 – Hirschsprung – Liquen cutáneo CMTF 35 100 –– –– –– MEN 2B 9 a 20 100 50 – Ganglioneuromato- sis – Habitus marfanoide Figura 17-2. Clasificación de neoplasia endócrina múltiple 2. CMT = carcinoma medular de tiroides, FEO = feocromocitoma, HPT = hiper- paratiroidismo. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 180 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 17) en la porción distal de la lengua, párpados y aparato gas- trointestinal, engrosamiento de nervios corneales y habi- tus marfanoide, que es lo más característico en todos los afectados por la mutación. La identificación temprana de estos pacientes es muy importante, pues puede haber metástasis desde el primer año de vida. La mayoría de los casos representan mutaciones de novo. En la figura 17-4 se presentan dos pacientes con habitus marfanoide. Correlación genotipo-fenotipo La figura 17-5 muestra de manera esquemática las muta- ciones del RET oncogén descritas hasta ahora. Se señalan los síndromes clínicos asociados con estas mutaciones. Las mutaciones comúnmente identificadas en car- cinoma medular se localizan en el dominio extracelular rico en cisteína. La mutación más frecuente es la que ocurre en el codón 634, es responsable de más de 80% de los casos de NEM2, existe sustitución de cisteína por arginina o por cualquier otro de los aminoácidos señala- dos, es además la única que se asocia con liquen cutáneo. Alrededor de 10 a 15% de familias afectadas con NEM2A tienen mutaciones de los codones 609, 611, 618, 620 o 630, estos pacientes pueden tener cualquiera de las otras dos variantes, Hirschsprung o carcinoma me- dular familiar. Mutaciones de los codones 768 y V804M se asocian invariablemente con carcinoma medular de tiroides fa- miliar. Mutaciones en los codones 790, 791, V804L y 891 pueden tener sólo carcinoma medular de tiroides familiar o asociarse con otros de los componentes del síndrome. La mutación más común en NEM2B es la que afecta los codones 883, 918 y 922 y corresponde entre 3 y 5% de todas las mutaciones RET, estas mutaciones se locali- zan en el dominio tirosina cinasa intracelular del recep- tor, la más frecuente es M918T responsable de 90% de los casos de NEM2B. Aunque se han informado de manera aislada otras mutaciones, son tan poco frecuentes que deben ser inter- pretadas con precaución. Mutaciones somáticas en cáncer medular de tiroides esporádico En el carcinoma medular esporádico se encuentran mu- taciones somáticas del RET protooncogén entre 25 a 50% de los casos. La más común es la sustitución de metioni- na por treonina en el codón 918, idéntica a la mutación de MEN2B, pero en células somáticas y no en células germinales. Esta mutación se asocia con una forma muy agresiva del tumor, mayor extensión de la enfermedad, mayor frecuencia de metástasis y menor sobrevida, alre- dedor de 50% a 10 años. También se han descrito casos con mutaciones somáticas en los codones 631, 634, 766, 768, 876, 804, 883, 884, 901, 922 y 930. Es importante reconocer que las mutaciones somá- ticas son heterogéneas, algunos focos del tumor pueden tener un tipo de mutación y el tumor primario no tener- la, lo que sugiere que la adquisición de la mutación es un elemento involucrado en la falta de diferenciación del tumor y en la progresión de las metástasis. Figura 17-3. Liquen cutáneo amiloidótico. Figura 17-4. Habitus marfanoide. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria lE l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Carcinoma medular de tiroides 181 TRATAMIENTO DEL CARCINOMA MEDULAR DE TIROIDES La frecuencia del carcinoma medular de tiroides here- ditario es prácticamente de 100%, por lo que todos los portadores de la mutación se deben evaluar y tratar. Según la edad en la cual aparezca el carcinoma y de acuerdo a la mutación, se infiere la agresividad del mis- mo. Se han clasificado las distintas mutaciones en riesgo intermedio, riesgo alto y riesgo muy alto, con la finalidad de definir a qué edad debe recomendarse la tiroidecto- mía. En 2009, la American Thyroid Association propuso una clasificación semejante pero con letras. Se consideran mutaciones de menor riesgo o A, las que se localizan en los codones 768, 790, 791, 804 y 891 que corresponden generalmente a carcinoma medular de tiroides familiar. En algunas de las familias afectadas nunca ha habido una muerte relacionada con cáncer de tiroides y en algunas inclusive, las metástasis son poco frecuentes, en estos ca- sos y de acuerdo a los antecedentes de la familia en par- ticular, se puede posponer la tiroidectomía hasta después de los cinco años de edad. Algunos autores recomenda- ban realizar prueba de estimulación con pentagastrina y medición de calcitonina para decidir el momento de la cirugía, en general, en sujetos normales las concentra- ciones de calcitonina alcanzadas en suero después de la estimulación con pentagastrina eran inferiores a 100 pg/ mL, en la actualidad la pentagastrina ya no está disponi- ble, en su lugar se utiliza gluconato de calcio. Las mutaciones en los codones 609, 611, 618, 620 y 630 se clasifican como B o de riesgo moderado, al igual que en el grupo A, de acuerdo a los antecedentes fami- liares se puede esperar hasta los cinco años de edad para realizar la tiroidectomía. Se considera de riesgo alto o C, mutaciones en el co- dón 634, aproximadamente 80% de los carcinomas me- dulares de tiroides hereditarios, los portadores son can- didatos a tiroidectomía total con disección nodal central antes de los cinco años de edad. Las mutaciones de riesgo muy alto o D son las de los codones 883 y 918, responsables de la NEM2B, predis- ponen a tumores muy agresivos que inician, e inclusive, provocan metástasis en el primer año de vida. Los porta- dores son candidatos a tiroidectomía total con disección ganglionar central en el primer mes de vida, o tan pronto se identifique la mutación. La información genética también se puede utilizar para estimar el riesgo de feocromocitoma, individuos con las mutaciones 609, 611, 618, 620, 630, 634, 790, V804L, 883, 891, 918 o 922 deben someterse a pruebas de escrutinio para este padecimiento con medición de catecolaminas y metanefrinas; o ambas, de manera pe- riódica y antes de realizar cualquier evento quirúrgico. Aunque se tiene información de que en las mutaciones Figura 17-5. Correlación genotipo-fenotipo de diferentes mutaciones germinales del RET-protooncogén. CMT = carcinoma medular de tiroides; NEM2 = neoplasia endocrina múltiple2A; HRSC = enfermedad de Hirschsprung; LA = liquen amiloidótico; HPT = hiperparatiroidismo. NEM2B = neoplasia endocrina múltiple 2B. Exón Codón-mutación CMT NEM2 A HRSC LA HPT NEM2 B 5 G321R 8 G533C 10 C609R/G/s/Y 11 C634R/G/F/S/W/Y 13 L790F 14 V804L/M 15 A883F 16 R912P M918T 922 S891A Y791F N777S S649L K666E E768D Q781R C611R/G/F/S/W/Y C618R/G/F/S/Y C620R/G/F/S/W/Y C630R/F/S/Y R600Q K603E Y606C Dominio cadherina Dominio cisteína TK 1 TK 2 10-15% 80% 3-5% 3-5% (95%) http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 182 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 17) 768 y V804M es poco probable que se manifieste feo- cromocitoma. De las mutaciones 532, 533 o 912 se tiene poca in- formación, por lo que es prudente vigilar clínicamente a los pacientes y, en caso de manifestaciones que sugieran presencia de enfermedad, se deben realizar medición de catecolaminas. En pacientes con NEM2A el hiperparatiroidismo aparece en la edad adulta; no obstante, hay informes de casos en los que se manifiesta desde los 13 años de edad. En pacientes con mutaciones 603, 618, 630 y 634 debe medirse de manera anual el calcio corregido para albúmi- na o calcio ionizado Cirugía Hasta este momento, el único tratamiento curativo para el carcinoma medular de tiroides es la cirugía. Para deci- dir el procedimiento más adecuado es importante clasifi- car a los pacientes de acuerdo a la extensión de la enfer- medad en uno de los tres grupos siguientes: 1. Enfermedad localizada: incluye aquellos pacientes sin evidencia de metástasis regionales por ultrasoni- do, sin evidencia de enfermedad fuera del cuello con base en la tomografía axial computarizada (TAC) de tórax y abdomen, y gammagrafía ósea. La calcitonina es inferior a 100 y la curación es posible mediante cirugía. 2. Enfermedad regional: incluye aquellos casos con en- fermedad metastásica limitada al cuello, la curación aún es posible. 3. Enfermedad avanzada: incluye a los pacientes con enfermedad metastásica fuera del cuello, la curación es poco probable. El procedimiento quirúrgico apropiado para los pacien- tes del primer grupo es tiroidectomía total con disección nodal central nivel VI. En el grupo dos se recomienda además, la disección nodal lateral bilateral niveles II a V, si se ha documentado previo a la cirugía con estudios de imagen de la metástasis en ese nivel, y sólo en ausencia de metástasis a distancia (figura 17-6). Aunque la cura- ción quirúrgica (calcitonina menor a 5 pg/mL) es difícil, hasta 25% de los casos lo logran. En los casos con calcitonina mayor a 500 pg/mL, en donde tal vez existan metástasis a distancia, no está tan bien definido hasta donde llegar, lo más adecuado parece ser que se retire todo el tumor identificable a fin de pro- teger la vía aérea, y dada la poca posibilidad de curación, se evitan cirugías más agresivas, en particular en niños pequeños por la posibilidad de complicaciones, como hipoparatiroidismo o lesión del nervio recurrente, más frecuentes y difíciles de tratar en este grupo de pacientes. En las personas con metástasis a distancia, en quie- nes la calcitonina por lo común es superior a 5 000 pg/ mL, que cursan con frecuencia con diarrea y síntomas vasomotores, se realiza tiroidectomía para quitar el tu- mor identificable y para proteger la vía aérea. Si existen ganglios en el mediastino superior o en el área perihiliar que puedan comprometer la vía aérea, se debe conside- rar la disección de los mismos. De manera reciente, Machens et al., publicaron un estudio en donde se evaluó la utilidad de la medición preoperatoria de ACE en pacientes con carcinoma me- dular de tiroides y observaron que había correlación di- recta entre las concentraciones de antígeno carcinoem- brionario, el tamaño del tumor, metástasis ganglionares y a distancia. Si el ACE no es detectable se considera del grupo uno y se propone que la cirugía sea la mencionada para ese grupo; concentraciones inferiores a 30 ng/mL que correlacionen con metástasis ganglionares tanto en el compartimento central como en el lateral, por lo que se debe hacer tiroidectomía y disección de esas zonas. Concentraciones superiores a 30 ng/mL sugieren enfer- medad avanzada con metástasis a distancia, y como se mencionó, dado que la curación es improbable la cirugía es paliativa. Quimioterapia Se han intentado diversos esquemas de quimioterapia con pocos resultados, algunos estudios con combinación de varios agentes han mostrado reducción de la masa tu- moral en casi 30% de los casos, pero sin mejoría en la sobrevida. Inhibidores de tirosina cinasa Existen varias estrategias posibles para inhibir al recep- tor RET; actuar en el sitio de unión de los ligandos para impedir la formacióndel ligando-correceptor mediante el uso de antagonistas de los ligandos o a través de anti- cuerpos antirreceptor; utilizar inhibidores de la dime- rización del receptor; impedir la autofosforilación del Figura 17-6. Cadenas ganglionares cervicales. Cadenas ganglionares NIVEL I submentoniano y submandibular II-IV cadena yugular V triángulo posterior VI central VII mediastínico I II III VIV VI VIII http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. Carcinoma medular de tiroides 183 receptor con uso de inhibidores de tirosina cinasa, que son los fármacos que actualmente se están probando en estudios clínicos. Los inhibidores de tirosina cinasa son un grupo de pequeñas moléculas orgánicas que compiten con el sitio de unión del trifosfato de adenosina (ATP) en el dominio catalítico de la tirosina cinasa, impiden así la autofosforilación y activación del receptor, y por lo tanto impulsan las señales intracelulares desencadenadas por la activación del receptor. Los resultados de los estudios fase II realizados en los últimos años son favorables con respuesta tumoral parcial en 10 a 45% de los casos o la estabilización de la enfermedad hasta en 60% de los pa- cientes de acuerdo con algunos estudios; sin embargo, los eventos adversos observados que incluyen diarrea, náusea, erupción, fatiga, hipertensión arterial y prolon- gación del segmento QT, así como la falta de evidencia de seguridad a largo plazo, han limitado su uso. En los últimos dos años la Administración de Alimentos y Me- dicamentos (FDA, del inglés, Food and Drug Administra- tion) aprobó el uso de vandetanib y cabozantinib en el tratamiento de pacientes con cáncer medular de tiroides avanzado, es probable que en los próximos años estos medicamentos se utilicen de manera más amplia en el manejo de este tipo de tumor. Otras opciones terapéuticas Otro tipo de tratamiento utilizado para el cáncer es la radioterapia, muy útil como adyuvante o paliativo, en es- pecial en las metástasis óseas para disminuir los síntomas, pero no ha probado mejoría en sobrevida. Los bifosfonatos parenterales también se han utili- zado, pues mejoran los síntomas condicionados por las metástasis óseas y reducen la hipercalcemia en caso de que se desarrolle. Se han intentado otros agentes terapéuticos como el interferón a, análogos de somatostatina, radioinmunote- rapia con 131I y anticuerpos monoclonales contra ACE, con resultados desalentadores por lo que en la actualidad no se recomienda su uso. SEGUIMIENTO La calcitonina y el ACE los produce el tumor en canti- dades excesivas y se utilizan como marcadores tumorales en el seguimiento de los pacientes. Las concentraciones preoperatorias se correlacionan con el tamaño del tumor y la extensión de la enfermedad. Se consideran cifras normales de calcitonina concentraciones inferiores a 10 pg/mL. En tumores mayores a 2.5 cm la calcitonina es superior a 100 pg/mL, valores por arriba de 400 pg/mL son indicativos de metástasis a distancia. Es importante contar con una medición basal antes de la cirugía y repe- tirla cuatro meses después para valorar el comportamien- to de este marcador. Más que una medición aislada, es importante el comportamiento durante el seguimiento, el duplicar las cifras en menos de dos años es de mal pronóstico. Se debe considerar siempre que existen otros fac- tores que elevan la calcitonina, como el embarazo, los anticonceptivos orales, el bocio, y otros tumores como de mama y pulmón. Es importante recordar que la se- creción de calcitonina es episódica, se modifica por el ejercicio y la estimulación con gastrina. En los casos en los que se observa disparidad entre la masa tumoral y las concentraciones de calcitonina se pueden deber a que los tumores muy poco diferenciados pierden la habilidad para producirla. El ACE también es un marcador de este tipo de tu- mor; sin embargo no es específico, se produce en el apa- rato gastrointestinal e hígado, puede elevarse por otras neoplasias y el tabaquismo. Si durante el seguimiento se elevan los marcadores tumorales es necesario establecer con pruebas de gabine- te TAC, IRM o PET la ubicación del tumor. Desde 2012 se informó de la utilidad del gammagrama con Ga68DO- TA para localizar la recurrencia tumoral en el carcinoma medular de tiroides, este método parece tener mayor sensibilidad que el PET-CT con 18F-fluorodeoxiglucosa para ubicar metástasis ganglionares. Ya está disponible en México. SÍNDROMES PARANEOPLÁSICOS El síndrome de Cushing ectópico por producción exce- siva de ACTH, CRH o péptidos precursores por el tu- mor se ha observado como complicación endocrina rara. El cáncer medular de tiroides es responsable de 2 a 6% de los casos de este síndrome. El tratamiento consiste en extirpar el carcinoma medular, pero en un caso con metástasis avanzadas y Cushing grave, pueden adminis- trarse fármacos, como ketoconazol, mifepristona, amino- glutetimida, metirapona, mitotane, y aunque es cuestio- nable, en pocos casos se puede requerir adrenalectomía bilateral. Se ha informado también de algunos casos en los que se hizo evidente producción de insulina, glucagón y pép- tido relacionado con PTH por el tumor, con las manifes- taciones clínicas correspondientes. PRONÓSTICO La sobrevida con carcinoma medular de tiroides y el pro- nóstico no son tan favorables como en los otros dos tipos de carcinoma diferenciado de tiroides, en general, se esta- blece la sobrevida de 53% a 10 años y 50% a 20 años; sin embargo, depende fundamentalmente del tipo de mu- tación y de la extensión de la enfermedad al momento del diagnóstico. Para tumores limitados a la tiroides, la sobrevida a 10 años es de 95%, alrededor de 75% para los casos con metástasis regionales y 40% cuando existen metástasis a distancia. Se espera que con la identificación temprana de los portadores de la mutación se pueda realizar tratamiento preventivo oportuno y se logre disminuir la incidencia y mortalidad asociada a este tipo de tumor. http://booksmedicos.org http://booksmedicos.org © E di to ria l E l m an ua l m od er no F ot oc op ia r s in a ut or iz ac ió n es u n de lit o. 184 • Endocrinología clínica de. . . (Capítulo 17) Ahmed SR, Ball DW: Incidentally discovered medullary thyroid cancer: Diagnostic strategies and treatment. J Clin Endocrinol Metab 2011;96(5):1237-1245. Ball DW: Medullary thyroid cancer: monitoring and therapy. Endocrinol Metab Clin N Am 2007;36(3):823-837. Castellone M, Santoro M: Dysregulated RET signaling in thyroid cancer. Endocrinol Metab Clin N Am 2008;37(2): 363-374. 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