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561 25Enfermedades multisistémicas importantes Algunas enfermedades importantes causan lesiones en muchos tejidos y órganos Muchas afecciones son específi cas para un órgano o sis- tema, pero es posible que algunos padecimientos impor- tantes causen lesiones en muchos sistemas. Éstas son las enfermedades multisistémicas y pueden dividirse en cuatro categorías principales: • Trastornos con una base inmune o autoinmune. En este capítulo se exponen con detalle el lupus eritematoso sistémico (LES), la esclerosis sistémica progresiva, la enfermedad reumatoide y la sarcoidosis, aunque algunos aspectos de cada una de ellas también se exponen en los capítulos referentes a otros sistemas (p. ej., véase en el cap. 24 las manifestaciones articulares de la enfermedad reumatoide y en el cap. 17 las lesiones renales en el LES). Asimismo aquí se resume aquí brevemente la vasculitis sistémica, aunque se trata con mayor profundidad en el capítulo10. • Trastornos por el almacenamiento o depósito de sustancias anormales. La amiloidosis es una enfermedad importante en este grupo, aunque su incidencia está disminuyendo. Las enfermedades metabólicas de almacenamiento, como las glucogenosis y las lipidosis, la hemocromatosis y la enfermedad de Wilson, son ejemplos de este tipo de trastorno multisistémico. • Trastornos que implican defectos metabólicos sistémicos. La diabetes mellitus es el ejemplo más importante. Se le estudia aquí dado su impacto sobre muchos órganos y tejidos, más que en asociación con los islotes de Langerhans del páncreas, que se estudiaron en el capítulo 16. LUPUS ERITEMATOSO SISTÉMICO Es un trastorno muy común (aunque frecuentemente no diagnosticado) en la población general, en particular en mujeres jóvenes y de edad madura. Es uno de los llamados ‘trastornos del tejido conectivo’, en los cuales los pacientes producen autoanticuerpos contra un grupo muy amplio de su propios tejidos (‘autoantígenos’). Se desconoce la causa, pero se ha sugerido que el estímulo para la producción de los autoanticuerpos anormales pueden ser fármacos, sustan- cias químicas sensibilizantes o una infección viral no iden- tifi cada. Entre los posibles factores causales se incluyen fármacos y agentes químicos debido al desarrollo conocido del LES después del uso de muchos fármacos, en particular la hidralacina. Muchos tejidos y órganos están involucrados en el LES, pero las articulaciones sinoviales, piel, riñón y el cerebro son sus principales órganos blanco El diagnóstico del LES se basa en una combinación de características clínicas y resultados de pruebas de laborato- Figura 25.1 Manifestaciones multisistémicas del lupus eritematoso sistémico. El LES afecta un amplio grupo de tejidos y aparatos y sistemas. úlceras bucales nefritis por lupus mialgia artritis anemia trombocitopenia linfopenia lupus cerebral exantema cutáneo discoide, malar, fotosensible osteoporosis y necrosis avascular exantema cutáneo vasculitis 25 PATOLOGÍAPatología clínica 562 rio, principalmente la identifi cación de autoanticuerpos y en particular los anticuerpos dirigidos contra el DNA nuclear (véase el recuadro azul en la pág. 563). Como pueden estar involucrados muchos órganos y tejidos, las formas en que la enfermedad puede presentarse son múltiples y variadas (fi gura 25-1). La gama de posibles manifestaciones en el LES está bien representada en la American Rheumatism Association List of Diagnostic Criteria for SLE (Lista de Criterios Diagnósticos para LES de la Asociación Estado- unidense de Reumatismo) (en orden de especifi cidad): • Exantema cutáneo discoide. • Trastorno neurológico. • Exantema cutáneo malar. • Fotosensibilidad de la piel. • Ulceración bucal. • Alteración renal (nefritis por lupus). • Evidencia de trastorno inmunológico. • Trastorno hemático. • Infl amación de serosas. • Presencia de anticuerpos antinucleares. • Artritis. En alrededor del 80% de todos los pacientes con lupus sistémico se producen exantemas de diversos tipos Uno de los tejidos más afectados en el LES es la piel. Los patrones más comunes de exantemas cutáneos son: • LE discoide crónico: placas telangiectásicas rojas, redondas (‘discoides’) y escamosas, usualmente en cara y cuero cabelludo y menos común en las manos. El taponamiento folicular con queratina es común, en particular en las lesiones del cuero cabelludo y la cara. Las lesiones se curan desde el centro, con atrofi a de la piel y a menudo pérdida de pigmento. La afección del cuero cabelludo puede provocar la pérdida de pelo en parches (págs. 508 y 531 a 532), lo que causa una alopecia cicatricial. • Exantema cutáneo malar: exantema rojo eritematoso, simétrico, ligeramente elevado, en las mejillas y a los lados del puente de la nariz. La distribución característica son placas anchas en la parte superior de la mejillas, unidas por una banda más estrecha a través de la nariz, lo que ha llevado a que esta lesión se conozca como exantema en ‘mariposa’. • Reacciones de fotosensibilidad: exantemas en áreas expuestas a la luz, que empeoran con el grado de exposición al sol, pueden ser de tipo malar o discoide, pero también pueden ser inespecífi cas. La inmunofl uorescencia directa de la piel expuesta al sol, pero no dañada, muestra la presencia de IgG, IgM y complemento en la membrana basal de pacientes con LES, sin importar el patrón clínico de la enfermedad cutánea. Lo cual representa depósitos de complejos inmunes en el lado dérmico de la membrana basal, dentro de la matriz celular y entre las fi bras colágenas. • Lesiones cutáneas vasculíticas: estas lesiones se presentan en forma aguda como una púrpura con vasculitis neutrofílica en la dermis superior o como un vasculitis linfocítica que produce placas eritematosas ligeramente elevadas y son hallazgos importantes del exantema cutáneo en el lupus. A menudo no se repara en su importancia porque los exantemas no se asemejan a los de tipo malar o discoide previamente descritos. La variante del LES conocida como enfermedad mixta del tejido conectivo (EMTC) tiene lesiones cutáneas menos comunes que el LES clásico, pero muchos pacientes pre- sentan una vasculitis linfocítica inespecífi ca en alguna etapa de la enfermedad y con el tiempo desarrollan el fenómeno de Raynaud. Las lesiones de la mucosa oral en el LES producen erosiones y úlceras superfi ciales Clínica e histológicamente, las lesiones orales en el LES semejan al liquen plano oral (págs. 227 a 228) con erosio- nes rojas, pero se encuentran con más frecuencia en el paladar duro que el liquen plano. Una característica histo- lógica del LES oral es una extensa destrucción de la capa basal, similar a la vista en el liquen plano y en las lesiones de la piel. En aproximadamente 20% de los pacientes con LES se producen lesiones en mucosa oral. Figura 25.2 LES: exantema cutáneo malar. El exantema de la mejilla es rojo, elevado y escamoso; este caso es más grave de lo habitual, porque hay un componente de fotodermatitis superpuesto. Figura 25.3 LES: lesión en mucosa oral. Hay una ulceración superfi cial extensa en la parte posterior de la mucosa (fl echa). 25Enfermedades multisistémicas importantes 563 Los trastornos neurológicos y psiquiátricos son comunes en el LES y pueden ser su síntoma de presentación La característica más común del involucro neurológica en el LES es un trastorno psiquiátrico no orgánico de causa desconocida; casos ocasionales que llegan a autopsia mues- tran una vasculitis neutrofílica o linfocítica aguda en el encéfalo. Es posible que los pacientes tengan además una amplia variedad de trastornos orgánicos, como desmielini- zación focal, microinfartos y pérdida neuronal, que condu- cen a una diversidad de síntomas. Las convulsiones epilépticas de tipo gran mal son una importante manifesta- ción clínica del lupus cerebral. La oclusión vascular es resul- tado de la acción de los anticuerpos antifosfolípido que causan agregación plaquetaria.Es importante recordar que algunas de las manifestacio- nes neurológicas del LES pueden ser resultado del trata- miento, en particular de la terapia con corticosteroides, más que de la enfermedad. La afección renal en el LES es común y es una causa importante de morbilidad y mortalidad El involucro renal en el lupus es común y la gravedad puede variar, desde anormalidades menores (como albuminuria asintomática) hasta graves enfermedades glomerulares que conducen a insufi ciencia renal. Las principales alteraciones renales en el LES ocurren en el glomérulo, donde puede presentarse una amplia variedad de anormalidades estruc- turales. También puede haber alteraciones vasculares extra- glomerulares y daño tubular, particularmente nefritis intersticial. La nefritis por lupus puede simular otras enfermedades glomerulares, con los siguientes patrones: glomerulonefri- tis mesangial focal y segmentaria, glomerulonefritis proli- ferativa mesangial focal segmentaria con necrosis de penachos, nefropatía membranosa y un patrón membrano- proliferativo de nefritis por lupus. Estos patrones de alteración estructural del glomerulo se exponen e ilustran con mayor detalle en la página 377. La base del daño glomerular en todos los patrones es el depó- sito de complejos inmunes en el glomérulo. Los complejos pueden depositarse en la membrana basal (causando su engrosamiento) o en el mesangio (causando su expansión); los métodos de inmunofl uorescencia muestran que los complejos inmunes tienen tres tipos de inmunoglobulinas, IgG, IgA e IgM y dos tipos de complemento, C3 y C1q. La detección de este patrón en “casa llena” de inmuno- globulinas y factores de complemento, junto con la locali- zación particular de los complejos inmunes en relación con la membrana basal glomerular, son importantes para dife- renciar los patrones de glomerulonefritis lúpica y no lúpica. Las anormalidades hematológicas son comunes en el LES Los pacientes con LES a menudo tienen anormalidades hematológicas, algunas de causa desconocida y otras por un mecanismo autoinmunitario. • Anemia normocítica hipocrómica. • Anemia hemolítica autoinmune (un 10% de los casos), con anticuerpos antiglóbulos rojos y prueba de Coombs positiva. • Cuenta reducida de leucocitos periféricos, debido casi siempre a disminución desproporcionada de linfocitos (linfopenia). • Trombocitopenia, asociada a veces con presencia de anticuerpos antiplaquetarios. • Predisposición a trombosis, particularmente si hay anticuerpos anticardiolipina/anticoagulante de lupus. Los síntomas musculoesqueléticos pueden ser la característica más temprana de presentación Frecuentemente, el LES se presenta clínicamente con sín- tomas musculoesqueléticos. El dolor articular y otros sín- tomas de artritis, ocurren en alrededor del 90% de todos los pacientes y pueden preceder al reconocimiento del LES por algunos años. Los principales trastornos reumatológi- cos del LES son artritis, enfermedad ósea y mialgia. N N Existe un grupo de anticuerpos que están dirigidos contra los núcleos (anticuerpos antinucleares, ANA) que pueden utilizarse para el diagnóstico. No son específi cos para LES, ya que pueden presentarse en otros síndromes de superposición de lupus con otras enfermedades del tejido conectivo. • El anti-dsDNA (anticuerpo contra DNA bicatenario) es el autoanticuerpo más frecuentemente detectado y el más específi co. • El anti-ssDNA (anticuerpo contra DNA monocatenario) puede encontrarse en LES pero también en otras enfermedades. • El anti-histona-DNA es encontrado particularmente en el LES inducido por medicamentos. Los anticuerpos son útiles para la detección de otros tipos de enfermedad sistémica del tejido conectivo. Investigación inmunológica en caso de sospecha de LES Figura 25.4 LES: lesión glomerular. La nefritis por lupus se expone en detalle en el capítulo 17. Esta lesión muestra un patrón membranoproliferativo mixto (fl echa) y necrosis del penacho (N). 25 PATOLOGÍAPatología clínica 564 La artritis, que a veces se diagnostica erróneamente como artritis reumatoide o artritis poliarticular asimétrica, suele comenzar en dedos, muñecas y rodillas. La necrosis avascular de los huesos puede contribuir a la artropatía. Las superfi cies sinoviales pueden presentar depósito de fi brina y el cartílago articular exhibe cambios similares a los obser- vados en la artritis reumatoide leve. La enfermedad en huesos suele presentarse como una osteoporosis desproporcionadamente grave para la edad del paciente. Es difícil separar la osteoporosis causada por el LES de la ocasionada por los corticosteroides usados en el tratamiento. La necrosis avascular de los huesos es común en el LES, parece ser poliarticular y suele afectar las articula- ciones con la artritis más severa. La mialgia, como dolor de los músculos esqueléticos, es una manifestación muy común del LES y con frecuencia se descuida clínicamente, pues es difícil separarla del dolor causado por la artritis coexistente. La biopsia de músculo de los pacientes con mialgia signifi cativa muestra a menudo una vasculitis linfocítica. ESCLEROSIS SISTÉMICA PROGRESIVA (ESP) La esclerosis sistémica es una de las llamadas enfermedades del tejido conectivo y afecta muchos aparatos o sistemas y órganos. Es tres veces más común en mujeres que en hom- bres y se presenta más comunmente en mujeres de edad madura o ancianas. La principal alteración consiste en for- mación excesiva de tejido fi broso, el cual es particularmente colagenizado, lo que causa rigidez del tejido afectado, con destrucción de las células especializadas. El engrosamiento de las paredes vasculares y la fi brosis perivascular son mani- festaciones características de la esclerosis sistémica y causan daño isquémico, lentamente progresivo, en una gran varie- dad de tejidos. La piel es el órgano que se afecta con mayor frecuencia en la esclerosis sistémica, pero también pueden estar involucrados el tubo digestivo, pulmones, riñones y corazón (fi gura 25-5). El involucro de la piel en la esclerosis sistémica se denomina ’esclerodermia’ En la esclerosis sistémica, el involucro de la piel consiste en un engrosamiento dérmico mediante el proceso de reem- plazo fi broso de las estructuras dérmicas normales. Este engrosamiento se extiende al tejido subcutáneo con un incremento gradual de la rigidez y atrofi a de la epidermis. Las lesiones afectan en particular los dedos y la cara: los dedos se ponen duros, rígidos y brillantes (fi gura 25-6) y la cara muestra una rigidez característica de la piel, con atrofi a de la epidermis y comisuras labiales retraídas hacia el interior. En los dedos puede haber asociado el fenómeno de Raynaud y en los casos de larga duración, es posible que ocurra calcifi cación de los tejidos blandos, en particular alrededor de las articulaciones de los dedos (calcinosis cutánea). La fi brosis dérmica provoca destrucción de los anexos cutáneos, alopecia y lesión de las glándulas sudo- ríparas ecrinas. El involucro de la piel suele asociarse con daño en órga- nos internos, pero existen casos en los cuales la escleroder- mia permanece localizada. Morfea es el nombre que se da a las lesiones únicas (rara vez múltiples) que tienen las carac- terísticas clínicas e histológicas de esclerodermia localizada. Las lesiones morfeicas son inicialmente placas engrosadas, de color cremoso, en el tronco o en las extremidades, a veces con un borde violáceo en la fase de crecimiento activo. Las lesiones fi nalmente se deprimen con una epidermis atrófi ca. Múltiples áreas pueden llegar a coalescer. fenómeno de Raynaud estenosis esofágica daño renal vascular esclerosis del tejido subcutáneo fibrosis pulmonar (pulmón en panal de abeja) acroesclerosis y calcinosis cutánea Figura 25.5 Manifestaciones multisistémicas de la esclerosis sistémica. La esclerosis sistémica afecta un amplio grupo de tejidos y aparatos y sistemas, frecuentemente como resultado dela oclusión vascular. Figura 25.6 Esclerosis sistémica. En algunos patrones de esclerosis sistémica los dedos están estrechados, con piel tensa brillante. También puede verse calcifi cación subcutánea (calcinosis cutánea) como manchas blancas en los extremos de los dedos. 25Enfermedades multisistémicas importantes 565 El involucro del tubo digestivo en la esclerosis sistémica afecta principalmente el esófago La fi brosis proliferativa colagenizada en el músculo de la pared esofágica induce la destrucción del músculo liso y su reemplazo por tejido fi broso colagenizado; las fi bras ner- viosas también son dañadas por la fi brosis y frecuentemente hay engrosamiento de los vasos sanguíneos. Estos cambios dan como resultado una pared esofágica engrosada, rígida, incapaz de realizar una contracción coordinada y, por tanto, efectuar un peristaltismo efi ciente. En consecuencia, es común la esofagitis por refl ujo con infl amación y ulceración, que puede conducir a estenosis fi brosa. El daño pulmonar en la esclerosis sistémica causa extensa fi brosis intersticial y ‘pulmón en panal’ La fi brosis progresiva del intersticio pulmonar da un aspecto similar al observado en la neumonitis intersticial en etapa terminal. Los bronquiolos respiratorios, conductos alveo- lares y paredes alveolares se destruyen progresivamente, hasta que el pulmón es una red fi brosa con grandes espacios quísticos, lo que se conoce como pulmón en panal de abeja (pág. 208). El involucro renal en la esclerosis sistémica es el resultado de las alteraciones vasculares y sus efectos sobre los glomérulos El involucro renal en la esclerosis sistémica suele presen- tarse agudamente con evidencia de intenso daño en vasos sanguineos pequeños y glomérulos. El aspecto de las arte- riolas aferentes es similar al observado en la hipertensiva maligna renal, con proliferación de la íntima de la arterias pequeñas y arteriolas, que conduce a la oclusión casi com- pleta de la luz (fi gura 17-28); asociado con necrosis fi bri- noide de algunas de las arteriolas aferentes y de porciones del penacho glomerular. Estos cambios renales en la escle- rosis sistémica se llaman esclerodermia aguda del riñón. VASCULITIS SISTÉMICA La vasculitis sistémica puede afectar cualquier tipo de vaso sanguíneo Este tema se trata con mayor detalle en el capítulo 10, págs. 166 a 169. En el contexto de este capítulo, la vasculitis puede ser una enfermedad única (p. ej., poliarteritis nudosa) o un componente de otras enfermedades autoinmunes, como el lupus eritematoso sistémico, la esclerosis sistémica progre- siva o la enfermedad reumatoide. La poliarteritis nodosa se caracteriza por necrosis par- cial o total de las paredes de arterias de tamaño pequeño y mediano, asociada con una reacción infl amatoria de neu- trófi los (y a veces eosinófi los). Estas lesiones infl amatorias son extensas y los efectos clínicos son el resultado de la reducción del fl ujo sanguíneo a través de la arteria lesio- nada, debido frecuentemente a una oclusión trombótica asociada. Esto causa infarto del área local irrigada por la arteria y dado que se afectan muchas arterias, se presentan múltiples infartos en el cuerpo. Los sitios invoulcrados más frecuentemente se presentan en la tabla de la fi gura 10-27. El riñón y el intestino son los sitios más comunmente afectados (fi gura 25-8). a b Figura 25.8 Poliarteritis nodosa en el íleon. (a) Múltiples infartos pequeños en la pared del íleon por (b) necrosis segmentaria de la pared de arterias de tamaño mediano. Figura 25.7 Esclerosis sistémica: pulmón. El daño pulmonar progresivo en la esclerosis sistémica conduce fi nalmente al ‘pulmón en panal’. 25 PATOLOGÍAPatología clínica 566 ENFERMEDAD REUMATOIDE La enfermedad reumatoide es una enfermedad multisisté- mica del tejido conectivo en la cual los efectos dominantes se presentan en las articulaciones, causando artritis reuma- toide; los cambios articulares se describen en el capítulo 24. La enfermedad es más común en mujeres que en hombres y hay una predisposición genética, aunque la causa o las causas permanecen desconocidas. La enfermedad reumatoide tam- bién afecta piel, pulmones, vasos sanguíneos, ojos y los sistemas hematopoyético y reticuloendotelial (fi gura 25-10, pág. 567). El tratamiento de la artritis reumatoide puede causar otras enfermedades, como osteoporosis inducida por este- roides, úlcera gástrica relacionada con analgésicos y enfer- medades renales inducidas por medicamentos. La artritis reumatoide es una poliartritis simétrica caracterizada por la destrucción de cartílagos articulares y su reemplazo por un paño sinovial infl amatorio crónico Los cambios histológicos que ocurren en la artritis reuma- toide se describen en la página 550. En la mayoría de los casos, la enfermedad afecta primero las articulaciones de los dedos, seguidas, en orden de frecuencia, por las articula- ciones metatarsofalángicas y las articulaciones de tobillos, muñecas, rodillas, hombros, codos y cadera. Sin embargo, la enfermedad también puede afectar articulaciones como la temporomaxilar, las articulaciones de la columna vertebral (en particular la columna cervical superior) y, en ocasiones, las articulaciones de la laringe. La piel está involucrada en la enfermedad reumatoide por la formación de nódulos reumatoides o presencia de vasculitis La lesión más frecuente de la piel en la enfermedad reuma- toide es el nódulo reumatoide (fi gura 25-9a), que es un nódulo subcutáneo fi rme situado sobre la cara extensora del antebrazo, pero que a veces se encuentra también en la piel que cubre otras prominencias óseas. Los nódulos están compuestos por áreas extensas de colágeno degenerado, rodeado por una reacción granulomatosa de células gigan- tes (fi gura 25-9b). Se ven en alrededor del 25% de los casos de artritis reumatoide, en particular en pacientes con enfer- medad artrítica grave y con involucro visceral, como fi brosis pulmonar. Ocasionalmente los nódulos preceden el desa- rrollo de la artritis. La otra manifestación cutánea importante es el desarrollo de vasculitis, la cual puede ser una vasculitis aguda neutro- fílica, que se presenta con púrpura y zonas de ulceración, o una vasculitis linfocítica, que produce un exantema eri- tematoso con lesiones menos evidentes. La vasculitis cutá- nea puede ser parte de una vasculitis generalizada que afecta otros órganos, en particular vasculitis linfocítica. La enfermedad reumatoide puede causar el ´síndrome del ojo seco´ y degeneración de la esclerótica En la artritis reumatoide es posible que la infl amación lin- focítica afecte las glándulas lagrimales y mucosas, induciendo su destrucción y sequedad ocular (queratoconjuntivitis seca). La ausencia de lágrimas conduce a una infl amación secundaria de la córnea. Puede producirse degeneración del colágeno en el ojo, similar al que se presenta en los nódulos reumatoides causando escleritis; en los casos graves ésta avanza y causa la perforación del globo ocular, esclero- malacia perforante. El involucro pulmonar en la enfermedad reumatoide causa fi brosis intersticial La forma más común de involucro pulmonar en la artritis reumatoide es la neumonitis intersticial con alveolitis fi brosante, que con el tiempo conduce a un tipo de fi brosis pulmonar intersticial muy similar al que se ve en la escle- rosis sistémica progresiva, ‘pulmón en panal’ (pág. 208). Además, los pacientes pueden desarrollar lesiones muy parecidas al nódulo reumatoide subcutáneo, tanto dentro del pulmón como en las superfi cies pleurales. Los granulomas reumatoides intrapulmonares son parti- cularmente comunes en pacientes que ya tienen una enfer- medad pulmonar industrial por inhalación de sílice; la a b Figura 25.9 Nódulo reumatoide. En el codo hay un nódulo subcutáneo elevado grande (a) en la superfi cie extensora distal de la articulación. Histológicamente (b) el nódulo está compuesto por colágeno degenerado(fl echa) rodeado por una reacción infl amatoria crónica con macrófagos y células gigantes y rodeado por una pared de fi brosis. 25Enfermedades multisistémicas importantes 567 asociación de antracosis (pulmón del minero del carbón) con los granulomas reumatoides en mineros seropositivos se llama síndrome de Caplan (pág. 210). La anemia de las enfermedades crónicas es común en la artritis reumatoide y una minoría de pacientes desarrollan hiperesplenismo o linfadenopatía La anemia es muy común en la enfermedad reumatoide y suele ser del tipo normocítico hipocrómico, característico de las enfermedades crónicas (pág. 320). A pesar de la hipocromia no hay defi ciencia regular de hierro, pero existe un defecto en su incorporación y utilización. La médula ósea puede mostrar agregados foliculares linfocíticos. En la enfermedad reumatoide los ganglios linfáticos pueden estar aumentados de tamaño como resultado de hiperplasia folicular. Es común el crecimiento del bazo, pero rara vez es sufi cientemente grande para ser palpable, excepto en los casos del síndrome de Felty, en los cuales se presenta en un paciente con artritis reumatoide seropositivo, esplenomegalia, linfade- nopatía, anemia y leucopenia; presentan un aumento en la susceptibilidad a las infecciones y la septicemia es una causa importante y común de muerte en estos pacientes. SARCOIDOSIS La sarcoidosis es una enfermedad granulomatosa crónica de causa desconocida, en la cual muchos tejidos están infi l- trados por granulomas no caseifi cantes (pág. 54). Este tras- torno es un poco más común en mujeres que en varones y la mayoría de los casos se presentan antes de los 40 años de edad. Los órganos y sistemas clínicamente involucrados con mayor frecuencia son el sistema reticuloendotelial, pul- mones, piel, ojos y encéfalo, aunque el examen histológico muestra granulomas asintomáticos en muchos otros órga- nos y tejidos, como corazón, músculo esquelético, glándu- las lagrimales y tubo digestivo (fi gura 25-11). Como muchos sistemas y órganos están involucrados, los datos clínicos de presentación son muy amplios y variados; existe además grandes diferencias en la clínica con una base geográfi ca y racial. Se desconocen la etiología y la patogenia, aunque en los pacientes con sarcoidosis pueden detectarse múltiples altera- ciones inmunologicas; sin embargo, éstas pueden ser un efecto de la enfermedad más que la causa. Sin embargo, se cree que un factor importante es el incremento de la respuesta inmune celular, en particular en la afección pulmonar. linfadenopatía (rara) nódulos reumatoides artritis osteoporosis hiperesplenismo (raro) sequedad ocular exantema cutáneo vasculítico anemia fibrosis pulmonar úlceras gástricas relacionadas con medicamentos escleritis daño renal relacionado con medicamentos El diagnóstico de laboratorio de la artritis reumatoide se basa en demostrar la presencia de anticuerpos conocidos como factores reumatoides. Estos factores reaccionan con sitios antigénicos en el dominio CH2 de la porción Fc de la IgG. El tipo más común de factor reumatoide es una molécula de inmunoglobulina IgM que puede formar complejos con la IgG circulante. Los títulos altos del factor reumatoide se asocian con una enfermedad progresiva grave, en particular con complicaciones sistémicas y nódulos reumatoides en el tejido subcutáneo. Existen dos métodos para demostrar la presencia de factores reumatoides: • Prueba de Rose-Waaler: basada en la capacidad del factor reumatoide IgM de aglutinar eritrocitos de oveja que se han cubierto con anticuerpo anti- oveja de conejo. • Prueba de aglutinación de látex: en la cual el anticuerpo contra factor reumatoide aglutina partículas de látex que han sido cubiertas con IgG humana. Esta prueba es menos específi ca que la prueba de Rose-Waaler. El radioinmunoanálisis y el ensayo por inmunoabsorción ligado a enzima (ELISA) pueden usarse para medir todos los tipos de factores reumatoides de todos los tipos, incluyendo la forma IgM, más común. Diagnóstico de laboratorio de la artritis reumatoide Figura 25.10 Manifestaciones de la enfermedad reumatoide. Aunque la manifestación inicial suele ser una artritis, la enfermedad reumatoide es un trastorno sistémico. 25 PATOLOGÍAPatología clínica 568 En la sarcoidosis, la afección reticuloendotelial se manifi esta con crecimiento de los ganglios linfáticos Los ganglios linfáticos que más comunmente aumentan de tamaño en la sarcoidosis son los intratorácicos, en el hilio pulmonar. El crecimiento de los ganglios linfáticos es inva- riablemente bilateral y casi simétrico y puede asociarse con infi ltración pulmonar difusa. El crecimiento sarcoideo de los ganglios linfáticos periféricos, como los ganglios axilares o cervicales, es menos común. El bazo está afectado histológicamente en muchos pacien- tes, pero clínicamente el crecimiento esplénico se manifi esta sólo en el 5% de los casos en caucásicos; es más común en afrocaribeños y suele expresarse en alrededor del 15% de los casos. La esplenomegalia masiva puede asociarse con mani- festaciones hemáticas secundarias, como la pancitopenia. La afección pulmonar en la sarcoidosis es común y es responsable en gran parte de su morbilidad Además de la linfadenopatía hiliar bilateral, con frecuencia existe una infi ltración pulmonar difusa que conduce a un defecto ventilatorio restrictivo y a una reducción en la trans- ferencia de gases. El pulmón muestra infi ltrado intersticial por granulomas sarcoideos típicos en las etapas iniciales, aunque éstos fi nalmente se reparan con fi brosis. Gran parte del daño pulmonar permanente, ya sea estructural o funcional, es resultado de la fi brosis pulmonar intersticial progresiva. Las lesiones de la piel asociadas con sarcoidosis son muy comunes Las manifestaciones cutáneas se producen en aproximada- mente una cuarta parte a un tercera parte de todos los casos de sarcoidosis. Hay dos tipos principales de afectación. El eritema nodoso se presenta como abultamientos sub- cutáneos, rojos o violáceos, hipersensibles, característicos, por lo general en la región pretibial y muslos, acompañados a veces por fi ebre y malestar general y con frecuencia aso- ciados a artralgia (fi gura 23-25). Se trata de una lesión infl amatoria de la grasa subcutánea, usualmente asociada con infl amación de una vena grande. Aunque en ocasiones se observan células gigantes en relación con la grasa necró- tica, no se ven granulomas sarcoideos verdaderos. Este tipo se asocia en particular con linfadenopatía hiliar bilateral en el tórax y tiene un buen pronóstico. Los granulomas sarcoideos en la piel pueden tener varias manifestaciones clínicas, incluyendo pápulas pardas (asociadas con folículos pilosos, que conducen a pérdida de pelo), placas y nódulos fi jos pardos rojizos y un patrón característico llamado lupus pernio. Este patrón, se asocia con afección sistémica grave (incluyendo vías nasales, pul- món y ojo), hay placas violáceas brillantes y persistentes con aspecto de caucho en cara, punta de la nariz y extremos de dedos y orejas. infiltración pulmonar neuropatía linfadenopatía infiltración de glándulas lagrimales y salivales esplenomegalia leve lupus pernio y otros exantemas cutáneos iritis y uveítis meningitis eritema nodoso miositis (rara) Figura 25.11 Manifestaciones de la sarcoidosis. El infi ltrado granulomatoso de la sarcoidosis puede verse en la mayoría de los tejidos. G G Figura 25.12 Sarcoidosis. Micrografía de un ganglio linfático con múltiples granulomas sarcoideos separados (G) por histiocitos. Los granulomas pueden contener células gigantes pero no muestran necrosis caseosa (véanse granulomas tuberculosos en la fi gura 4-20). 25Enfermedades multisistémicas importantes 569 La afección de los ojos en la sarcoidosis es un síntoma común de presentación, particularmente en las mujeres El tipo más común de afección oftálmica en la sarcoidosises la uveítis aguda, la cual a menudo es transitoria y leve y se asocia particularmente con el eritema nodoso y creci- miento bilateral de ganglios linfáticos hiliares. Es probable que la uveítis ocurra en más de la cuarta parte de los casos de sarcoidosis, pero en una minoría es subclínica. La afección ocular más grave ocurre en la uveítis crónica, la cual es persistente y tiene mayor probabilidad de conducir a deterioro permanente de la visión. Suele asociarse con sarcoidosis grave, con infi ltración y fi brosis pulmonar extensa, o con lupus pernio cutáneo. La afección del sistema nervioso central y periférico en la sarcoidosis es importante y frecuentemente no es diagnosticada La afección neurológica ocurre en al menos 10% de los pacientes con sarcoidosis y es particularmente común en aquéllos con infi ltración pulmonar difusa y lesiones ocula- res. Los granulomas sarcoideos que se forman y proliferan en el sistema nervioso pueden producir un grupo amplio de manifestaciones clínicas, que dependen de su localización; los más comunes son: • Meningitis crónica con alteraciones del líquido cefalorraquídeo y granulomas no caseifi cantes en las meninges. • Lesiones de nervios craneales, como resultado de la infl amación crónica en la base del encéfalo. • Lesiones ocupativas en hemisferios cerebrales, hipófi sis e hipotálamo. • ‘Mononeuritis múltiple’, por afección de muchos nervios periféricos. DIABETES MELLITUS La diabetes mellitus (DM) es una enfermedad multisisté- mica, con consecuencias tanto bioquímicas como estructurales. Es una enfermedad crónica del metabolismo de carbohi- dratos, grasas y proteínas, como resultado de la acción inade- cuada de la hormona insulina. Se identifi can dos tipos de diabetes mellitus primaria, de acuerdo a las características clínicas (fi gura 25-13): tipo I (diabetes mellitus insulinodependiente, DMID, o diabetes juvenil) y tipo II (diabetes mellitus no insulinodepen- diente, DMNID, o diabetes de inicio en el adulto). La diabetes tipo III se refi ere a tipos específi cos de dia- betes, causados por raros defectos genéticos en la función de las células secretoras de insulina de los islotes y defectos genéticos en la acción de la insulina. La enfermedad tipo IV se refi ere a la diabetes relacionada con el embarazo. La diabetes también puede producirse de manera secun- daria a enfermedades generalizadas del páncreas, como pancreatitis crónica y hemocromatosis o puede ser causada por la secreción de hormonas que antagonizan los efectos de la insulina, como en el síndrome de Cushing y en la acromegalia. Esta diabetes se conoce como diabetes melli- tus secundaria. La diabetes tipo I es una enfermedad autoinmune específi ca de un órgano Como uno de sus sinónimos lo indica, la diabetes tipo I suele presentarse en la infancia y en la adolescencia, princi- palmente como resultado de trastornos bioquímicos que conducen a hiperglucemia y cetoacidosis diabética. Este tipo de diabetes es un fenómeno autoinmune; la mayoría de los pacientes tienen anticuerpos circulantes contra la población de células endocrinas de los islotes del páncreas, incluyendo anticuerpos contra células secretoras de insu- lina. Por lo tanto, es un ejemplo de enfermedad autoin- mune específi ca de un órgano (pág. 104). En la diabetes tipo I, el páncreas sufre infi ltración linfo- cítica y destrucción de las células secretoras de insulina de los islotes de Langerhans. Esta destrucción conduce a una defi ciencia de insulina, que a su vez, conduce a hiperglu- cemia y otras complicaciones metabólicas secundarias. La diabetes tipo II es el resultado de la resistencia a la insulina en los tejidos periféricos La diabetes tipo II es cuatro o cinco veces más común que la diabetes tipo I. A diferencia de esta, en la cual la ausencia de insulina es absoluta, en la diabetes tipo II los niveles de insulina en la sangre son inicialmente normales, o incluso pueden aumentar al inicio, antes de caer por debajo de lo normal. El defecto en el patrón tipo II es una combinación de la defi ciencia relativa de la insulina en comparación con la necesidad y el fenómeno de resistencia a la insulina, en el cual los tejidos son incapaces de reaccionar a ésta. Se piensa que la resistencia a la insulina se debe a un defecto Figura 25.13 Comparación de diabetes tipo I y tipo II Tipo I Tipo II Inicia en la infancia y adolescencia Inicia en la edad madura y avanzada Paciente delgado Paciente obeso Cetoacidosis común Cetoacidosis rara Deficiencia grave de insulina Deficiencia relativa y resistencia en el órgano blanco Anticuerpos contra células de los islotes Sin anticuerpos contra células de los islotes Mecanismo autoinmune Sin mecanismo autoinmune Predisposición genética asociada con genotipo HLA-DR Herencia poligénica 25 PATOLOGÍAPatología clínica 570 en la función de los receptores de insulina en la superfi cie de las células blanco, lo cual signifi ca que la glucosa no entra en la célula. En las células secretoras de la insulina de los islostes pancreáticos se produce una proteína llamada amilina y es secretada con la insulina. En la diabetes tipo II esta proteína se acumula en exceso alrededor de las células de los islotes pancreáticos, produciendo un depósito amorfo de material amiloide (pág. 572). Se desconoce su función, pero es posible que interfi era en la secreción subsecuente de insu- lina por las células de los islotes. Se desconoce la patogenia precisa en la diabetes tipo II, aunque algunos factores etiológicos como edad, obesidad y predisposición genética son bien reconocidos. Si bien la diabetes tipo II no tiene el genotipo HLA-DR4, hay un fuerte factor genético: 90 a 100% de los gemelos idénticos muestran concordancia. Se considera que la herencia es poligénica (pág. 70). Los pacientes con diabetes tipo I suelen ser HLA-DR3 o HLA-DR4 positivos, un hallazgo demostrado en otras enfermedades autoinmunes específi cas de un órgano. Se considera posible que una infección viral sea el factor desencadenante de la destrucción autoinmnue de las células secretoras de insulina; los virus implicados incluyen los que causan infecciones virales comunes de la infancia, como paperas, sarampión y Coxsackie B. Un mecanismo sugerido es que los virus inducen un daño estructural leve en las células de los islotes del páncreas, con lo que alteran su antigenicidad y ciertos individuos con susceptibilidad genética a enfermedades autoinmunes específi cas de órgano, como presencia de HLA-DR4, montan una respuesta autoinmune contra las células secretoras de insulina dañadas. Otra sugerencia es que un retrovirus endógeno es responsable de incitar una respuesta inmune contra las células de los islotes. En la actualidad hay dos criterios diagnósticos para diabetes mellitus utilizados ampliamente, los cuales se basan en la evaluación de los niveles de glucosa en el plasma. Uno de ellos es promovido por la OMS (1985) y el otro criterio, más reciente, es promovido por la American Diabetes Association (2004) (fi gura 25-14). La intolerancia a la glucosa se defi ne como glucosa plasmática superior a 7.8 mmol/L en ayunas y 7.8 a 11.0 mmol/L dos horas después de una carga de glucosa de 75 g (OMS). La American Diabetes Association reconoce el estado de glucosa en ayunas alterada como glucosa plasmática superior a 6.1 a 6.9 mmol/L (en ayunas). Estos dos estados conllevan a un riesgo mayor al normal de desarrollar diabetes mellitus y cardiopatía vascular. Figura 25.14 Criterios bioquímicos en la diabetes mellitus Criterios de la OMS Glucosa plasmática en ayunas ≥ 7.8 mmol/L Y Glucosa plasmática ≥ 11.1 mmol/L 2 h después de una carga oral de 75 g de glucosa American Diabetes Association Glucosa plasmática en ayunas ≥7.0 mmol/L O BIEN Glucosa plasmática al azar ≥ 11.1 mmol/L con síntomas clínicos O BIEN Glucosa plasmática ≥ 11.1 mmol/L 2 h después de una carga oral de 75 g de glucosa Patogeniade la diabetes tipo II Patogenia de la diabetes mellitus tipo I Criterios diagnósticos de laboratorio para la diabetes mellitus 25Enfermedades multisistémicas importantes 571 Actualmente la morbilidad y mortalidad en la diabetes mellitus son el resultado de sus complicaciones estructurales Mientras que en el pasado los trastornos bioquímicos en la diabetes mellitus solían llevar a una muerte temprana, el desarrollo del tratamiento con insulina para la diabetes tipo I y de diversos agentes hipoglucemiantes orales (combinados con dieta) para la diabetes tipo II, ha reducido considerable la mortalidad por hiperglucemia, hipoglucemia y las compli- caciones del coma cetoacidótico. Sin embargo, la diabetes sigue siendo una causa importante de morbilidad y mortali- dad debido a una serie de complicaciones comunes (fi gura 25-15). Las principales complicaciones de la diabetes son: • Predisposición a la infección. • Mayor gravedad de la aterosclerosis y sus complicaciones. • Enfermedades extensas de vasos pequeños (arteriolosclerosis). • Enfermedades glomerulares (págs. 366, 380) • Enfermedad vascular retininana (pág. 500). • Lesiones de nervios periféricos (pág. 486). Como resultado de estas complicaciones, los diabéticos de ambos tipos tienen predisposición a desarrollar cardio- patías isquémicas, enfermedades cerebrovasculares, gangrena periférica de extremidades inferiores, enfermedades renales crónicas, pérdida de la agudeza visual que conduce a ceguera y neuropatías periféricas. Los diabéticos son particularmente propensos a infecciones Los pacientes con diabetes presentan una mayor tendencia a desarrollar infecciones, usualmente bacterianas o micóti- cas. Los principales órganos blanco son la piel, la mucosa oral y genital y las vías urinarias. En la piel, los diabéticos son especialmente vulnerables a infecciones foliculares por estafi lococos y las lesiones tien- den ser más graves que en los individuos no diabéticos; los ancianos con diabetes tipo II presentan mayor susceptibi- lidad a los furúnculos. Otros trastornos de la piel que son más comunes en los diabéticos son infecciones micóticas superfi ciales, celulitis y erisipela (cap. 23). Los diabéticos pueden tener infecciones graves en la mucosa oral y genital por Candida. En el riñón, además de las alteraciones causadas por enfermedad de los vasos pequeños y grandes, hay un aumento en la predisposición a pielonefritis aguda, fre- cuentemente asociada a infecciones recurrentes de las vías urinarias inferiores y a veces complicada por necrosis papi- lar (pág. 381). Los diabéticos tienen aterosclerosis muy grave Aunque la aterosclerosis es generalizada y común, los dia- béticos en general sufren una aterosclerosis mucho más grave y extensa que los no diabéticos de la misma edad y el mismo sexo. Además, en los diabéticos los cambios ate- roscleróticos se extienden a ramas arteriales menores que en los no diabéticos. Las principales secuelas clínicas de esta situación se ven en: • El corazón, donde la aterosclerosis coronaria es más grave y extensa que en los no diabéticos, predisponiendo a cardiopatía isquémica. • El encéfalo, donde la aterosclerosis de la arteria carótida interna y las arterias vertebrobasilares y sus ramas, predisponen a isquemia cerebral. • Las piernas y pies, donde la aterosclerosis grave de la arteria iliofemoral y arterias menores en la pierna predispone al desarrollo de gangrena. La isquemia de un solo dedo del pie o las áreas isquémicas en el talón, son manifestaciones características de la gangrena diabética, ocasionada por afección de arterias más pequeñas y periféricas, que en el caso de la aterosclerosis generalizada no diabética. • El riñón, donde la extensión de la aterosclerosis a las arterias renales principales y sus ramas intrarrenales contribuye en grado sustancial a la isquemia crónica de la nefrona, lo cual es un componente importante de las lesiones renales múltiples en la diabetes (véase más adelante). La enfermedad microvascular es una característica importante de la diabetes y es responsable de muchas de las complicaciones patológicas En la diabetes, las arteriolas pequeñas y los capilares mues- tran un patrón característico con engrosamiento de la pared, el cual es debido a la expansión de la membrana retinopatía diabética cataratas glaucoma neuropatía periférica aterosclerosis grave neuropatía periférica con ulceración trófica enfermedad cerebrovascular cardiopatía isquémica isquemia de miembros inferiores (gangrena) nefropatía diabética infecciones de la piel necrobiosis lipoídica Figura 25.15 Manifestaciones sistémicas de la diabetes mellitus. Las complicaciones más importantes son enfermedades vasculares, renales y oculares. 25 PATOLOGÍAPatología clínica 572 basal llamada arteriolosclerosis hialina (págs. 164, 461). Esta alteración de los vasos pequeños es generalizada y es responsable de los cambios isquémicos sintomáticos en riñón, retina, encéfalo y nervios periféricos. En el riñón, los capilares del penacho glomerular presen- tan un marcado engrosamiento de la membrana basal aso- ciado con un aumento en la permeabilidad de la pared capilar. Esto permite el escape de proteínas del plasma al fi ltrado glomerular en cantidades mayores de las que pue- den ser reabsorbidas en la parte tubular de la nefrona, causando proteinuria y con el tiempo hialinización glo- merular y desarrollo de insufi ciencia renal crónica. En la retina, los cambios en la pared vascular inducen hemorragia retiniana y proliferación vascular. En el encé- falo, la lesión de los vasos pequeños conduce a infartos lacunares y degeneración isquémica de la sustancia blanca. En lo referente a los nervios periféricos, se cree que los cambios en la pared capilar son un factor importante en el desarrollo de neuropatía periférica. La neuropatía periférica es una causa importante de ulceración intratable del pie en los diabéticos Los diversos tipos de neuropatía diabética se exponen bre- vemente en la página 486. La más común es la polineuro- patía periférica simétrica, que afecta en particular manos y pies en una distribución de ‘guante y calcetín’. Este tras- torno conduce a un deterioro o pérdida de la sensibilidad, incluyendo la pérdida de la sensación del dolor. Se pierde el refl ejo de retracción por dolor y las áreas de la piel son lesionadas repetidamente por traumatismos comúnes, como la fricción ocasionada por el uso de calzado apretado (fi gura 25-16). Esta forma de ulceración trófi ca se vuelve crónica, con defi ciencia en su curación por una combina- ción de traumatismo repetido e isquemia, esta presente casi invariablemente en los pies de los diabéticos con enferme- dad vascular coexistente grave. La nefropatía diabética es una causa importante de mortalidad en diabéticos El riñón es afectado de varias formas en la diabetes. Ya que la aterosclerosis intensa se asocia a predisposición de infec- ciones de las vías urinarias inferiores y a isquemia crónica, existen, ciertas lesiones renales que se relacionan particu- larmente con la diabetes; estas lesiones son el engrosa- miento de la membrana basal glomerular, la glomerulosclerosis diabética (tanto difusa como nodular), las lesiones glomeru- lares exudativas y la necrosis papilar, las cuales se consideran con mayor detalle en el capítulo 17. El resultado fi nal es el desarrollo de insufi ciencia renal crónica. La diabetes es una causa importante de ceguera adquirida en el mundo occidental La diabetes puede afectar los ojos en cinco formas principales: 1. La retinopatía de fondo se debe a anormalidades en los vasos pequeños de la retina que inducen la formación de exudados duros, hemorragias y microaneurismas; esta situación no suele afectar la agudeza visual. 2. La retinopatía proliferativa es causada por la extensa proliferación de nuevos vasos sanguíneos pequeños en la retina. Puede producirse un deterioro súbito de la visión como resultadode hemorragia vítrea por los nuevos vasos proliferantes o el desarrollo de un desprendimiento de la retina. 3. La maculopatía es causada por edema, exudados duros o isquemia retiniana y causa notable reducción de la agudeza visual. 4. La formación de cataratas está considerablemente aumentada en los diabéticos. 5. El glaucoma tiene mayor incidencia en los diabéticos a causa de la neovascularización del iris o rubeosis del iris (pág. 502). AMILOIDOSIS La amiloidosis es un trastorno en el cual en muchos tejidos se deposita una proteína extracelular fi brilar anormal lla- mada amiloide. El amiloide deriva de muchos precursores peptídicos y los mismos precursores a menudo son frag- mentos derivados de proteínas más grandes; este material se deposita como una red de fi brillas rectas rígidas de 10 a 15 nm de diámetro, constituidas por los péptidos precur- sores alineados en una estructura de lámina plegada β anti- paralela. Por tanto, es la disposición física de los péptidos constitutivos lo que hace que una proteína sea amiloide, más que cualquier secuencia específi ca de péptidos. El amiloide se detecta histológicamente como un mate- rial hialino rosado brillante. Se resalta con ciertas tinciones especiales, de la cuales la más conocida es el rojo Congo; la microscopia electrónica muestra una ultraestructura fi bri- lar (fi gura 25-17). El amiloide puede clasifi carse conforme a la naturaleza de la proteína precursora A pesar de lo incierto sobre cómo se forma el amiloide, hay asociaciones bien caracterizadas entre enfermedades Figura 25-16 Úlceras trófi cas diabéticas. La combinación de neuropatía sensitiva periférica e isquemia causadas por la enfermedad diabética de los vasos pequeños hace a los diabéticos particularmente susceptibles a desarrollar úlceras en sitios de presión y fricción, que son muy difíciles de reparar. 25Enfermedades multisistémicas importantes 573 específi cas y el depósito de amiloide. En cada caso, ocurre una acumulación del péptido precursor que es transfor- mado en amiloide. En algunas de estas enfermedades hay una causa identifi cable de la acumulación del péptido precursor y el amiloide se denomina amiloide secunda- rio. En otros casos no se conoce la causa de la acumula- ción y el amiloide se denomina amiloide primario. Además existen varios trastornos hereditarios, las ami- loidosis heredofamiliares. El amiloide se deposita fuera de las células y puede clasifi carse en localizado o sistémico El amiloide se deposita en el compartimiento extracelular de los tejidos y en preparaciones con H y E se ve como un material uniformemente eosinófi lo (teñido de rosa). Puede resaltarse en cortes histológicos con el uso de tinciones espe- ciales, como las de rojo Sirio y rojo Congo. La tinción con rojo Congo se usa comúnmente con propósitos diagnósti- cos; en este caso el amiloide se tiñe de anaranjado y exhibe una coloración verde con luz polarizada (fi gura 25-19). La amiloidosis puede afectar varios tejidos del cuerpo y el amiloide se deposita en las paredes de los vasos sanguí- neos y las membranas basales. La acumulación progresiva de amiloide conduce a disfunción celular, ya sea al impedir el proceso normal de difusión a través de tejidos extracelu- lares o por compresión física de las células parenquimatosas funcionales. En algunas enfermedades, la amiloidosis es un proceso sistémico que afecta simultáneamente muchos órganos (amiloide sistémico); también existen un grupo de enfermedades en las cuales el amiloide sólo afecta un órgano o tejido (amiloide localizado). depósito en el espacio extracelular como amiloide fragmentos amiloidógenos de péptido producidos transformación por macrófagos péptido precursor producción de cantidades anormales de péptido producción de cantidades anormales de péptido con una secuencia anormal de aminoácidos (amiloidógena)• respuesta de fase aguda: proteína amiloide A del suero • mieloma: inmunoglobulina de cadena ligera • diabetes tipo II: amilina • carcinoma medular de tiroides: calcitonina • polimorfismo de transtiretina • polimorfismo de gelsolina El amiloide se genera en dos formas principales (fi gura 25-18): • Se produce un precursor en cantidades anormalmente grandes (se dan ejemplos). • Polimorfi smos de proteínas normales originan péptidos con predisposición para formar amiloide, llamados amiloidógenos (se dan los dos ejemplos más comunes). La naturaleza de las secuencias petídicas requeridas para este proceso todavia es incierta. Se piensa que las células del sistema mononuclear- fagocítico son responsables de la transformación del péptido precursor para formar fi brillas de amiloide al producir fragmentos del péptido precursor principal. Además del péptido precursor, el amiloide contiene otra proteína del suero llamada amiloide P, que puede contribuir en la nucleación. Figura 25-18 Amiloidogénesis. Figura 25-17 Ultraestructura del amiloide. El amiloide está compuesto por fi lamentos de proteína depositados extracelularmente. Amiloidogénesis 25 PATOLOGÍAPatología clínica 574 Las secuencias de aminoácidos de las proteínas amiloides en diferentes estados patológicos ha permitido una clasifi - cación del amiloide de acuerdo a las bases bioquímicas (fi gura 25-20). El ejemplo más común de depósito de amiloide ocurre en el sistema nervioso, tanto en la enfermedad de Alzhei- mer como en el envejecimiento normal. El amiloide deriva de una proteína de membrana neuronal normal llamada proteína precursora de Alzheimer (PPA), que está for- mada por un fragmento peptídico llamado proteína Aβ o proteína A4. El amiloide que se asocia con una proliferación anormal de células plasmáticas está formado por cadenas ligeras de inmunoglobulina y tal depósito de amiloide ocurre en enfer- medades como el mieloma y el plasmocitoma (pág. 314). El amiloide reactivo puede estar asociado con procesos infl amatorios crónicos de larga duración. Como en cual- quier trastorno infl amatorio, la respuesta sistémica de fase aguda causa producción excesiva de proteína amiloide A en el suero (una proteína de fase aguda normal) por el hígado. Con el tiempo y por razones desconocidas, parte de esta proteína se deposita como amiloide. Las enfermedades que conducen a este tipo de amiloide secundario incluyen tuberculosis, artritis reumatoide, bronquiectasia y osteo- mielitis crónica. Los tumores de células endocrinas secretoras de péptidos pueden formar amiloide a partir de la hormona peptídica, a b Figura 25.19 Histología del amiloide. (a) El amiloide se observa como material homogéneo teñido de rosa brillante. En este ejemplo, del bazo, el amiloide se deposita como masas redondeadas. (b) Si se tiñe el amiloide con rojo Congo y se ve bajo luz polarizada, muestra birrefringencia verde manzana. Figura 25.20 Clasificación del amiloide Localización Asociación clínica Proteína precursora Amiloide sistémico Tumores de células plasmáticas Cadena ligera de inmunoglobulina (AL) Inflamación crónica Proteína amiloide A del suero (AA) Fiebre mediterránea familiar Proteína amiloide A del suero (AA) Neuropatía familiar Transtiretina (prealbúmina) (ATTR) Asociado a diálisis Microglobulina β2 (Aβ2M) Amiloide localizado Amiloide cardiaco senil Transtiretina (prealbúmina) (ATTR) Carcinoma medular Calcitonina (ACal) Amiloide de células de los islotes Amilina (AIAPP) Enfermedad de Alzheimer Proteína Αβ (proteína A4) (Aβ) Proteína Αβ (proteína A4) (Aβ) 25Enfermedades multisistémicas importantes 575 por ejemplo el amiloide derivado de calcitonina en el car- cinoma medular del tiroides. En la diabetes tipo II, la secreción excesiva de amilina por las células β del páncreas se asocia con su depósito como amiloide de islote. Se cree que los tipos familiares de amiloidosis, poco comúnes, son causados por polimorfi smos de genes en proteínas norma- les y las sustituciones de aminoácidos hacen a las proteínas –o a sus fragmentos peptídicos– susceptiblespara la forma- ción de amiloide. El amiloide se deposita principalmente en riñón, corazón, hígado, bazo y nervios Los riñones son los órganos que más resultan afectados por la amiloidosis sistémica, presentandose proteinuria o sín- drome nefrótico (pág. 378). El depósito de amiloide en el bazo puede ocurrir en forma difusa o nodular. En el hígado, el amiloide se deposita en el espacio entre las células del recubrimiento sinusoidal y los hepatocitos. Clínicamente la amiloidosis hepática puede ser una causa de hepatomegalia. Sin embargo, rara vez hay evidencia clínica- mente signifi cativa de deterioro funcional del hígado. La afección cardiaca por amiloide puede ser una mani- festación del amiloide cardiaco senil, que deriva de la trans- tiretina (prealbúmina). La forma más grave de amiloide cardiaco se ve en la amiloidosis sistémica, en la que causa miocardiopatía (pág. 178). TRASTORNOS METABÓLICOS HEREDITARIOS Varias enfermedades multisistémicas son el resultado de defectos metabólicos hereditarios, la gran mayoría de los cuales se heredan con caracter recesivo. En algunas enfer- medades, el defecto metabólico causa la acumulación de un producto metabólico en las células, de donde proviene el término de enfermedades metabólicas por almacena- miento. En la mayoría de los casos, el defecto hereditario es la ausencia de una enzima, lo que conduce a la falta de desdoblamiento del sustrato, lo cual interfi ere fi nalmente en la actividad celular. En muchos casos el sustrato se acu- mula en vesículas derivadas de lisosomas (enfermedades por almacenamiento lisosómico), pero en otras se acu- mula en el citoplasma celular. Los trastornos de almacenamiento pueden clasifi carse de acuerdo al tipo de sustancia que acumulan Los principales grupos son: • Glucogenosis: enfermedades caracterizadas por la acumulación de glucógeno en las células. • Mucopolisacaridosis: enfermedades causadas por la acumulación de mucopolisacáridos (MPS) en las células. • Lipidosis: enfermedades debidas a la acumulación de esfi ngolípidos. • Enfermedades por almacenamiento de metales: particularmente hierro (hemocromatosis) y cobre (enfermedad de Wilson). Dado que ambas enfermedades afectan principalmente el hígado, también se exponen en el capítulo 14 y la enfermedad de Wilson también en el capítulo 21. Otros grupos de enfermedades más raros son las muco- lipidosis (defectos en los sistemas de transporte de enzimas lisosómicas) y las glucoproteinosis (defectos en las enzi- mas que degradan glucoproteínas). Las enfermedades afectan de modo variable: • El sistema reticuloendotelial (bazo, hígado, médula ósea, ganglios linfáticos) causando esplenomegalia y hepatomegalia. • El sistema nervioso, lo que resulta en retraso mental, o defi ciencia progresiva del desarrollo intelectual. • Endotelio, músculo liso, músculo esquelético. • Hepatocitos, causando hepatomegalia. El diagnóstico se basa en el reconocimiento clínico de la enfermedad, complementado con la detección del producto anormal en las células o en algunos casos, en la orina. El defecto enzimático puede demostrarse en células linfáticas o en fi broblastos cultivados. Las glucogenosis dan por resultado la acumulación anormal de glucógeno en los tejidos Las glucogenosis son un grupo de enfermedades en las cuales ocurre la acumulación anormal de glucógeno en los tejidos, lo que es causado por diversas alteraciones de las enzimas involucradas en el metabolismo del glucógeno. Hay más de 12 subtipos, la mayoría de los cuales tiene defi ciencias enzimáticas defi nidas (fi gura 25-21).Con frecuencia el diag- nóstico se establece inicialmente demostrando la presencia de glucógeno en la biopsia de tejidos (fi gura 25-22), seguido por la confi rmación de la falta de la actividad enzi- mática. Cada vez más se usan técnicas genéticas para mejo- rar el diagnóstico. El diagnóstico de amiloidosis sistémica suele confi rmarse con una biopsia del tejido. El sitio más común para tomar la biopsia es la mucosa rectal, donde puede detectarse amiloide en los vasos submucosos en el 60 a 70% de los casos de amiloidosis generalizada. El amiloide también puede detectarse en biopsias renales o hepáticas. Más recientemente, el amiloide P sérico radiomarcado puede inyectarse a pacientes y visualizarse con técnicas de imagen; localizando cualquier depósito de amiloide. Diagnóstico de amiloidosis 25 PATOLOGÍAPatología clínica 576 La mayoría de las mucopolisacaridosis producen disminución en la actividad física y mental Existen numerosos subtipos, cada uno diferente desde el punto de vista clínico y asociado con una defi ciencia de diferente enzima y por tanto diferentes mucopolisacáridos (glucosaminoglucanos) almacenados. Se agrupan como MPS tipos I a VII, de los cuales los tipos I, II y III son los más comunes e importantes. La MPS I incluye el síndrome de Hurler, en el cual el retraso del desarrollo ocurre durante el primer año de vida y es seguido por una disminución progresiva de la actividad física y mental y generalmente fallenciendo antes de los 10 años de edad. El mucopolisacárido se almacena en las células de todo el cuerpo; en el cerebro causa retraso mental y en los huesos ocasiona deformidad ósea, particularmente en los huesos faciales y produce además hepatosplenomegalia y cardiomegalia. La MPS II incluye el síndrome de Hunter, clínicamente similar al síndrome de Hurler, pero que se manifi esta más tarde en la infancia y con sobrevida hasta principios del tercer decenio de la vida. La MPS III incluye el síndrome de Sanfi lippo, del cual hay cuatro subtipos, todos ellos asociados con deterioro mental. La mayoría de las lipidosis tienen un efecto importante sobre el cerebro En las enfermedades de almacenamiento de lípidos, se acu- mulan en las células diversos tipos de lípidos, que fi nalmente interfi eren en el funcionamiento celular y en la mayor parte de los tipos existe involucro del sistema nervioso central. Por tanto, muchos de estos trastornos (el grupo de Niemann- Pick, la enfermedad de Krabbe, la leucodistrofi a metacro- mática, las gangliosidosis, la enfermedad de Batten) se exponen en el capítulo 21. La lipidosis más común es la enfermedad de Gaucher, causada por una defi ciencia de la enzima glucocerebrosi- dasa. Existen tres tipos principales, de los cuales el más común no afecta signifi cativamente el sistema nervioso cen- tral, pues su sintomatología se debe a la acumulación de lípido en el hígado, bazo y médula ósea (fi gura 25-23), lo que causa hepatosplenomegalia, dolor de huesos y trastor- nos hematológicos (anemia y trombocitopenia). El daño cerebral es una característica de otros tipos, más raros, de enfermedad de Gaucher. Defectos familiares en el metabolismo de los lípidos provocan hiperlipidemias y son una causa importante de ateroma Las hiperlipidemias son trastornos en los cuales hay un nivel anormalmente alto de una o más lipoproteínas en el plasma. Cuando esto resulta de un trastorno metabólico sistémico se denomina hiperlipidemia secundaria, cuyas principales causas son obesidad, consumo excesivo de alcohol, diabetes mellitus, síndrome nefrótico e hipotiroidismo. Si la hiper- lipidemia es causada por una predisposición genética a un Figura 25.22 Hígado: glucogenosis. En esta biopsia de una lactante con glucogenosis tipo II (de Pompe), las células hepáticas están hinchadas con glucógeno almacenado. También hay necrosis de hepatocitos con detritus nucleares. Figura 25.21 Subtipos principales de glucogenosis Tipo Deficiencia enzimática Características IA (de von Gierke) Glucosa-6-fosfatasa Hipoglucemia temprana en la vida con hepatomegalia IC Glucosa-6-fosfato translocasa Neutropenia e infecciones II (de Pompe) Maltasa ácida lisosómica Insuficiencia cardiaca temprana en la infancia, con cardiomegalia y hepatomegalia II (de inicio en el adulto) Maltasa ácida lisosómica Miopatía proximal o miocardiopatía III Enzima desramificante Hipoglucemia,hepatomegalia, cirrosis IV Enzima ramificante Hepatomegalia y cirrosis V (de McArdle) Miofosforilasa Calambres musculares, rabdomiólisis, miopatía VI (de Her) Fosforilasa hepática Hepatomegalia VII Fosfofructocinasa Calambres musculares, miopatía 25Enfermedades multisistémicas importantes 577 metabolismo anormal de lípidos, se usa el término de hiper- lipidemia primaria. Se ha demostrado que las hiperlipidemias primarias se deben a una amplia gama de alteraciones en los genes que codifi can enzimas, apolipoproteínas o receptores involucra- dos en el metabolismo de los lípidos. Existen diversos tipos de hiperlipidemia, que pueden caracterizarse mediante la determinación del perfi l de lipo- proteínas en el plasma. La clasifi cación de la OMS se basa en la propuesta por Fredrickson y divide los casos en tipos I a V. Desafortunadamente, esto no indica la causa de la hiperlipidemia (es decir, si es primaria o secundaria). Avan- ces recientes en la bioquímica de esos trastornos están permitiendo realizar diagnósticos precisos con bases meta- bólicas o genéticas. Una de las consecuencias más importantes de ciertos tipos de hiperlipidemia (principalmente el tipo IIa de la OMS) es la concentración elevada de colesterol en el suero, que refl eja LDL en el suero, lo que predispone a ateroma. Figura 25.24 Hiperlipidemias Tipo Herencia Características Mecanismo Hipercolesterolemia familiar Autosómica dominante 1:500 personas Colesterol plasmático aumentado LDL plasmático aumentado Arco senil y xantomas en tendón Aumento en el riesgo de ateroma Causada por anormalidades en la síntesis, transporte, fijación a receptor o interiorización de LDL. Existen diferentes mutaciones y genes involucrados Hiperlipidemia familiar combinada Autosómica dominante 1:300 personas Colesterol plasmático aumentado Incremento plasmático de VLDL Incremento plasmático de LDL Aumento en el riesgo de ateroma Los niveles anormalmente aumentados de apolipoproteína B producida por el hígado son causados por un defecto en el gen regulador Hipertrigliceridemia familiar Autosómica dominante 1:600 personas Incremento plasmático de VLDL Aumento en el riesgo de ateroma en algunos casos Posibles polimorfismos en algunos de los genes que codifican apo A y C. Los pacientes con baja HDL desarrollan ateroma prematuro Disbetalipoproteinemia familiar Polimorfismo autosómico Raro Quilomicrones aumentados LDL aumentada Xantomas palmares Xantomas eruptivos Aumento en el riesgo de ateroma Fenotipo E2/2 de apolipoproteína E Alfalipoproteinemia familiar Rara Colesterol del suero aumentado HDL aumentada Reducción en el riesgo de ateroma HDL aumentada Quilomicronemia familiar Autosómica recesiva Rara Quilomicrones aumentados Xantomas en algunos casos Pancreatitis en algunos casos 1) Reducción de la Lipasa de lipoproteína endotelial reducida 2) Niveles de apo C-II reducidos Este cuadro muestra los tipos principales de hiperlipidemia y las características más importantes de cada uno. Cerca de 6:100 personas de la población tienen predisposición autosómica dominante a desarrollar una alteración del metabolismo de los lípidos que aumenta el riesgo de desarrollo de ateroma. Algunos de estos casos llegarán al médico por la tendencia a realizarse estudios de rutina de los niveles de colesterol en la sangre. Otros casos saldrán a la luz como una complicación de ateroma a una edad joven, o sea, cardiopatía isquémica o enfermedad cerebrovascular. Figura 25.23 Enfermedad de Gaucher. Los macrófagos en esta muestra de médula ósea tienen citoplasma granular como resultado del almacenamiento de glucocerebrósido. 25 PATOLOGÍAPatología clínica 578 Los principales tipos de hiperlipidemia y sus característi- cas más importantes, se enumeran en la fi gura 25-24. Además de los efectos de la hiperlipidemia, los niveles elevados de una lipoproteína particular, llamada lipopro- teína (a), confi ere un riesgo alto de desarrollar tanto una cardiopatía isquémica como una enfermedad cerebrovascu- lar, independientemente de los niveles de LDL/colesterol en el suero. Caso 1 Mujer joven con exantema Una mujer de 27 años de edad es referida a un especialista en nefrología desde una clínica de dermatología. El dermatólogo escribe: Agradecería que vea a esta joven que he atendido en mi clínica en dos ocasiones. En la primera visita tenía un exantema fotosensible severo en cara, hombros y brazos después de asolearse; en la segunda ocasión presentaba un exantema eritematoso simétrico en la parte superior de las mejillas, algo de descamación. Este segundo exantema es típico de ***** y la refi ero a usted porque en ambas ocasiones las pruebas de orina mostraron proteinuria signifi cativa. Tambien refi ere dolor y rigidez articular. 1. ¿Cuáles son las palabras faltantes en la carta del dermatólogo? 2. ¿Por qué el hallazgo de proteinuria persistente hace necesario referir al nefrólogo este caso? 3. ¿Qué estudios debería considerar el nefrólogo? Caso 2 Mujer con fenómeno de Raynaud Mujer de 32 años de edad que refi ere engrosamiento y brillantez de la piel de los dedos, frecuentemente dolorosos. No desconoce este dolor, pues sufrió intermitentemente fenómeno de Raynaud por unos tres años. También refi ere que le adelgazó la cara recientemente y al abrir la boca por completo experimenta molestia. 1. ¿Cuál es el diagnóstico más probable? El médico la interrogó sobre su capacidad respiratoria y antecedentes de difi cultad para la deglución y ordenó, entre otros estudios, radiografías de manos y tórax y esofagograma. 2. Explique el propósito de las preguntas formuladas específi camente y los estudios solicitados. 3. Para ampliar su conocimiento en esta área de la medicina, busque el síndrome CREST y enfermedades del tejido conectivo mixtas. Caso 3 Anciano con úlceras en pies Un hombre de 73 años de edad se presenta con úlceras en ambos talones y una úlcera menor en la parte lateral del quinto dedo del pie. No está seguro de cuánto tiempo ha tenido las úlceras de los talones, sólo notó que sus calcetines se adherían a ellas. Manifi esta que no son dolorosas, pero que han aumentado de tamaño lentamente, a pesar de tratamiento tópico con cremas y ungüentos de venta libre y apósitos. Al interrogársele directamente, describe cierta pérdida de sensibilidad en ambos pies y, en menor grado, en dedos y manos. El examen clínico revela ulceras exudativas poco profundas en ambos talones, con un borde violáceo; existe una lesión menor similar en el quinto dedo del pie izquierdo. Los pulsos son débiles en el pie derecho y apenas perceptibles en el izquierdo. El examen neurológico demuestra pérdida de sensibilidad con distribución en guante y calcetín. 1. Resuma la asociación más probable entre las úlceras y los hallazgos neurológicos. 2. ¿Cuál es diagnóstico subyacente más probable? 3. ¿Qué factores predisponen a la falla en la reparación de las úlceras? Preguntas basadas en casos En la página 596 se proporcionan respuestas breves a estas preguntas. PATOLOGÍA CLÍNICA 25. ENFERMEDADES MULTISISTÉMICAS IMPORTANTES Algunas enfermedades importantes causan lesiones en muchos tejidos y órganos Lupus eritematoso sistémico Muchos tejidos y órganos están involucrados en el LES, pero las articulaciones sinoviales (...) En alrededor del 80% de todos los pacientes con lupus sistémico se producen exantemas de (...) Las lesiones de la mucosa oral en el LES producen erosiones y úlceras superficiales Los trastornos neurológicos y psiquiátricos son comunes en el LES y pueden ser su (...) La afección renal en el LES es común y es una causa importante de morbilidad y mortalidad Las anormalidades hematológicas son comunes en el LES Los síntomas musculoesqueléticos pueden ser la característica más temprana de presentación Esclerosis sistémica progresiva (ESP) El involucro de la piel en la esclerosis sistémica se denomina ’esclerodermia’ El involucro del tubo digestivoen la esclerosis sistémica afecta principalmente el esófago El daño pulmonar en la esclerosis sistémica causa extensa fibrosis intersticial y ‘pulmónen panal’ El involucro renal en la esclerosis sistémica e sel resultado de las alteraciones vasculares y (...) Vasculitis sistémica La vasculitis sistémica puede afectar cualquier tipo de vaso sanguíneo Enfermedad reumatoide La artritis reumatoide es una poliartritis simétrica caracterizada por la destrucción de (...) La piel está involucrada en la enfermedad reumatoide por la formación de nódulos (...) La enfermedad reumatoide puede causa rel ´síndrome del ojo seco´ y degeneración (...) El involucro pulmonar en la enfermedad reumatoide causa fibrosis intersticial La anemia de las enfermedades crónicas es común en la artritis reumatoide y una minoría (...) Sarcoidosis En la sarcoidosis, la afección reticuloendotelial se manifiesta con crecimiento de los ganglios linfáticos La afección pulmonar en la sarcoidosis es común y es responsable en gran parte de su morbilidad Las lesiones de la piel asociadas con sarcoidosis son muy comunes La afección de los ojos en la sarcoidosis es un síntoma común de presentación, (...) La afección del sistema nervioso central y periférico en la sarcoidosis es importante y (...) Diabetes mellitus La diabetes tipo I es una enfermedad autoinmune específica de un órgano La diabetes tipo II es el resultado de la resistencia a la insulina en los tejidos periféricos Actualmente la morbilidad y mortalidad en la diabetes mellitus son el resultado de sus (...) Los diabéticos son particularmente propensos a infecciones Los diabéticos tienen aterosclerosis muy grave La enfermedad microvascular es una característica importante de la diabetes y es (...) La neuropatía periférica es una causa importante de ulceración intratable del pie en los diabéticos La nefropatía diabética es una causa importante de mortalidad en diabéticos La diabetes es una causa importante de ceguera adquirida en el mundo occidental Amiloidosis El amiloide puede clasificarse conforme a la naturaleza de la proteína precursora El amiloide se deposita fuera de las células y puede clasificarse en localizado o sistémico El amiloide se deposita principalmente en riñón, corazón, hígado, bazo y nervios Trastornos metabólicos hereditarios Los trastornos de almacenamiento pueden clasificarse de acuerdo al tipo de sustancia que acumulan Las glucogenosis dan por resultado la acumulación anormal de glucógeno en los tejidos La mayoría de las mucopolisacaridosis producen disminución en la actividad física y mental La mayoría de las lipidosis tienen un efecto importante sobre el cerebro Defectos familiares en el metabolismo de los lípidos provocan hiperlipidemias y son una (...) FIGURAS Figura 25.1 Figura 25.2 Figura 25.3 Figura 25.4 Figura 25.5 Figura 25.6 Figura 25.7 Figura 25.8 Figura 25.9 Figura 25.10 Figura 25.11 Figura 25.12 Figura 25.13 Figura 25.14 Figura 25.15 Figura 25-16 Figura 25-17 Figura 25-18 Figura 25.19 Figura 25.20 Figura 25.21 Figura 25.22 Figura 25.23 Figura 25.24
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