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222 Ca pí tu lo 3 2 Cuidados postanestésiCos 1. ¿Qué pacientes deben ser atendidos en una unidad de recuperación post anestésica? La atención en una unidad de recuperación postanestésica (URPA) se divide tradicionalmente en la fase 1, durante la cual la intensidad de monitorización y de personal son equivalentes a una unidad de cuidados intensivos, y la fase 2, durante la cual se hace una transición de la observación intensi- va a la estabilización para la atención en una sala de hospitalización quirúrgica o en el domicilio. El concepto de recuperación rápida (fast-track) está en aumento debido a los fármacos anes- tésicos de recuperación rápida y a los fármacos asociados. La mayoría de los pacientes que han sido sometidos a monitorización más sedación o anestesia regional de las extremidades serán pacientes apropiados para la recuperación rápida, saltándose la fase 1. Sin embargo, es típico que tras la administración de anestesia general inhalatoria o anestesia regional neuroaxial se requiera un período de atención de fase 1. La presencia de enfermedad preexistente, el proce- dimiento quirúrgico y las implicaciones farmacológicas de la anestesia utilizada determinan en última instancia la secuencia más adecuada de cuidados postoperatorios para cada paciente. 2. Revise las consideraciones importantes durante el traslado del paciente desde el quirófano hasta la unidad de recuperación postanestésica. El traslado desde el quirófano hasta la URPA puede ser un momento peligroso para los pacien- tes. Los diseños recientes de las URPA se hacen teniendo en cuenta el hacer este traslado lo más corto posible. Sin embargo, muchos centros siguen disponiendo de URPA situadas lejos de los quirófanos. Esto también ha sido tema de debate con el desarrollo de nuevas localizaciones satélite donde se realizan anestesias (p. ej., resonancia magnética). Antes de trasladar a un pa- ciente, éste debe mantener una vía aérea permeable con respiración espontánea. Se recomienda el uso de oxígeno suplementario durante el traslado. Los pacientes más complicados necesitan monitorización durante el traslado para facilitar una valoración más estrecha. 3. Describa el proceso del ingreso en la unidad de recuperación postanestésica. El anestesiólogo informa a la enfermera de la URPA, revisando el estado de salud anterior del paciente, la intervención quirúrgica, los episodios intraoperatorios, los fármacos empleados y el curso anestésico. El empleo de relajantes musculares y la reversión del bloqueo neuromuscular, las intervenciones intraoperatorias destinadas a la analgesia, y los líquidos y hemoderivados intraoperatorios administrados permiten planificar los cuidados en la URPA. La evaluación inicial del paciente por parte de la enfermera de la URPA incluye las constantes vitales, la respuesta basal y la idoneidad de la ventilación y de la analgesia. Se han utilizados diferentes sistemas de puntuación para obtener una puntuación numérica de las observaciones subjetivas como indicadores del progreso hacia el traslado. La escala de evaluación Aldrete (Tabla 32-1) registra cinco observaciones: actividad, esfuerzo respiratorio, circulación, conciencia y oxigenación. Las puntuaciones de cada uno van de 0 a 2, y una puntuación total de 8 a 10 indica disposición para el traslado a la siguiente fase de cuidados. La regresión del bloqueo motor en el caso de la anestesia regional también es un determinante importante de la evaluación del traslado. 4. ¿Qué monitores deberían utilizarse de forma rutinaria en la unidad de recupera ción postanestésica? El nivel de los cuidados dependerá del estado clínico del paciente. La pulsioximetría y la monitori- zación intermitente de la presión arterial deben utilizarse de forma rutinaria en todos los pacientes. Es interesante destacar que no se ha observado que la monitorización rutinaria del electrocardio- Capítulo 32 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos Capítulo 32 Cuidados postanestésiCos Capítulo 32 Cuidados postanestésiCos 223 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iza ci ón e s un d el ito grama (ECG) sea útil en pacientes sin factores de riesgo de enfermedad coronaria. Por último, la temperatura, la diuresis y el drenaje quirúrgico requieren la monitorización adecuada. 5. ¿Qué problemas deben resolverse durante la recuperación postanestésica? Hipoventilación: el paciente debe estar respirando fácilmente, ser capaz de toser cuando se le pide y debe estar oxigenando a los niveles preanestésicos. Estabilidad hemodinámica: la presión arterial debe estar dentro del 20% de los valores preanestésicos, con una frecuencia y ritmo cardíacos estables. Sensorio disminuido: el paciente debe estar completamente despierto y moviendo de forma voluntaria todas las extremidades. Dolor postoperatorio: el control del dolor no debe requerir una intervención continua por parte de enfermería. Náuseas y vómitos postoperatorios (NVPO): las NVPO deben tratarse de forma enérgica dado que se asocian con una estancia prolongada en la URPA y con una reducción de la satisfacción del paciente con la experiencia perioperatoria. 6. ¿Cómo afecta de manera adversa la anestesia a la ventilación? El bloqueo neuromuscular residual, los efectos de los opioides y los efectos residuales de la anestesia inhalatoria pueden provocar una hipoventilación postoperatoria (Tabla 32-2). 7. Describa los signos de bloqueo neuromuscular residual. El paciente parece hipotónico, con una actividad de los músculos respiratorios poco coordinada e ineficaz. El paciente puede referir que le cuesta respirar y que los intentos por administrarle oxígeno suplementario le resultan sofocantes. El paciente es incapaz de sostener la cabeza le- vantada o de apretar la mano. En el peor de los casos, la debilidad de los músculos faríngeos provoca el colapso de la vía aérea superior y una obstrucción respiratoria postextubación. Ni la existencia de una buena respuesta a la estimulación «tren de cuatro» en el quirófano o una ventilación rítmica espontánea antes de la extubación descartan un bloqueo neuromuscular residual. ta b l a 3 2 - 1 . p u n t u a C i ó n d e a l d r e t e Actividad Capaz de mover las cuatro extremidades Capaz de mover dos extremidades Incapaz de mover las extremidades de forma voluntaria o cuando se le ordena 2 1 0 Respiración Capaz de respirar y toser Disnea o limitaciones en la respiración Apneico 2 1 0 Circulación PA ± 20% del nivel preanestésico PA ± 21-49% del nivel preanestésico PA ± 50% del nivel preanestésico 2 1 0 Consciencia Totalmente despierto Se despierta cuando le llaman No responde 2 1 0 Saturación de O2 La saturación de O2 se mantiene >92% en aire ambiente Necesita O2 para mantener la saturación de O2 >90% Saturación de O2 < 90% con O2 suplementario 2 1 0 PA, presión arterial. Adaptado de Aldrete AJ, Krovlik D: The postanesthetic recovery score, Anesth Analg 49:924-933, 1970. Capítulo 32 Cuidados postanestésiCos224 Capítulo 32 Cuidados postanestésiCosCapítulo 32 Cuidados postanestésiCos Capítulo 32 Cuidados postanestésiCos 8. ¿Cómo afectan los opioides y los anestésicos halogenados residuales a la res piración? La respiración lenta y rítmica o las pausas apneicas en un paciente que es difícil de desper- tar sugieren un efecto opioide residual. A diferencia del paciente con relajación muscular residual, el paciente con opioides está indiferente a su ventilación a pesar de la hipoxia evidente. La hipoventilación también retrasa la eliminación de los anestésicos inhalatorios, potenciando la hipoventilación. Pueden observarse grados sorprendentes de hipercapnia, incluso con valores de pulsioximetría relativamente normales cuando se administra oxígeno suplementario. 9. ¿Cómo se deben tratar estas causas de hipoventilación? La hipoventilación por bloqueo neuromuscular residual debe tratarse de manera urgente y enér- gica. Los fármacos reversores deben administrarse en dosis fraccionadas hasta alcanzarlas dosis máximas usuales. Las decisiones terapéuticas para los efectos residuales de los opioides pueden resultar más problemáticas. Los antagonistas de los opioides utilizados para apoyar la ventilación revierten la analgesia adecuada. Los analgésicos opioides agonistas/antagonistas pocas veces producen una mejoría neta en la ventilación cuando se usan para la reversión de la hipoventilación inducida. Habitualmente las mejores alternativas son el soporte ventilatorio con cánulas orales o nasales y la estimulación continua hasta que se hayan resuelto los efectos clí- nicos del opioide sobre la ventilación y la respuesta a la estimulación. Otras medidas de soporte son aumentar la fracción inspirada de oxígeno (FiO2) cambiando de cánula nasal a mascarilla (Tabla 32-3). Sin embargo, una advertencia importante: el aumento de la FiO2 no revierte la hipoventilación, solamente la enmascara. ta b l a 3 2 - 2 . p r o b l e m a s C o n l a v e n t i l a C i ó n e n l a u n i d a d d e r e C u p e r a C i ó n p o s ta n e s t é s i C a Problema Síntomas Tratamiento Bloqueo neuromuscular residual Esfuerzo respiratorio ineficaz y descoordinado Neostigmina, 0,05 mg/kg i.v. Sedación por opioides Ventilación lenta, sedado y difícil de despertar Soporte respiratorio, naloxona 0,04-0,4 mg i.v. Anestesia inhalatoria residual Somnoliento, respiración superficial Favorecer la respiración profunda ta b l a 3 2 - 3 . p r e d i C C i ó n d e l a F i o 2 C o n a d m i n i s t r a C i ó n d e o x í g e n o s u p l e m e n ta r i o Sistema Flujo suministrado (l/min) Predicción de FiO2 Cánula nasal 2 0,28 Cánula nasal 4 0,36 Mascarilla 6 0,50 Mascarilla con reinhalación parcial 6 0,6 Mascarilla con reinhalación total 8 0,8 FiO2, fracción de oxígeno inspirado. Capítulo 32 Cuidados postanestésiCos Capítulo 32 Cuidados postanestésiCosCapítulo 32 Cuidados postanestésiCos Capítulo 32 Cuidados postanestésiCos 225 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iza ci ón e s un d el ito 10. El paciente ha sido trasladado a la unidad de recuperación postanestésica. La saturación de oxígeno está en el rango superior de los 80, y el movimiento de la pared torácica no es adecuado. ¿Cómo debería tratarse al paciente? Es necesario establecer una vía aérea permeable (elevación del mentón, subluxación de la man- díbula) y administrar oxígeno. Aspirar la vía aérea del paciente si es necesario. ¿La tráquea está en la línea media? Una vez la vía aérea es permeable, observe y ausculte el tórax. ¿El paciente está hipoventilando? Quizá sea necesario revertir el efecto de los opioides. ¿El abdomen se distiende y el tórax se retrae durante la inspiración (respiración paradójica), lo que sugeriría una obstrucción de la vía aérea o una reversión insuficiente del bloqueo neuromuscular? Evalúe la fuerza del paciente mediante el apretón de manos o manteniendo la cabeza levantada. ¿Existen sibilancias o estertores que requieran la administración de agonistas β inhalados o forzar la diuresis? Palpe los pulsos y ausculte el corazón porque la desaturación de oxígeno puede causar depresión circulatoria. Es posible que el paciente requiera ventilación asistida o reintubación. La mayor parte de las hipoxias producidas en la URPA están causadas por atelectasias, que se tratan sentando al paciente en posición erguida, pidiéndole que respire profundamente y tosa, y mediante espirometría incentivada y presión continua positiva (BIPAP) nasal. 11. El paciente presenta estridor respiratorio. Describa la causa más probable y el tratamiento más adecuado. Una causa probable de estridor respiratorio durante la postextubación temprana es el larin- goespasmo, aunque deben descartarse otras causas de obstrucción de vías aéreas superiores (p. ej., crup postextubación, hematomas expansivos, inflamación de los tejidos blandos). El laringoespasmo puede desencadenarse por la extubación durante planos ligeros de anestesia o caída de secreciones en las cuerdas vocales. Si el laringoespasmo es incompleto, el paciente tendrá estridor respiratorio. Si el laringoespasmo es completo, el movimiento aéreo es casi inexistente, y los sonidos respiratorios estarán ausentes. La evaluación de la obstrucción de las vías aéreas se ve facilitada por la observación del tórax y la pared abdominal. Los movimientos paradójicos en los que el tórax se contrae mientras el abdomen se expande sugieren que se está intentando inspirar a través de una glotis cerrada o alguna otra forma de obstrucción de la vía aérea. 12. ¿Cómo se trata el laringoespasmo? El tratamiento del laringoespasmo consiste en apoyar la ventilación. Llame a un ayudante, le- vante el mentón, y ayude a los esfuerzos inspiratorios del paciente con ventilación de presión positiva, utilizando oxígeno al 100%. Si todo esto no da resultado, administre succinilcolina, 0,15 a 0,30 mg/kg (unos 10 a 20 mg en adultos), para relajar las cuerdas vocales. (Yo he tenido éxito con incluso 5 mg de succinilcolina administrados por vía intravenosa a un adulto: en este caso, poco hace mucho y además tiene la ventaja de que el diafragma y los músculos accesorios de la respiración siguen siendo funcionales.) Si el paciente sigue teniendo dificultades con la ventilación, puede ser necesario reintubar tras la administración de aproximadamente 100 mg de succinilcolina. Una vez se ha logrado la intubación y se ha verificado el CO2 teleespiratorio, el paciente debe recibir ventilación asistida. Se debe administrar la sedación adecuada. Cuando se intenta la reextubación, hay que estar preparados para una posible recurrencia del laringoes- pasmo. Si el estridor respiratorio está causado por un edema laríngeo, puede estar indicada la administración de adrenalina racémica en nebulización y corticoesteroides intravenosos. 13. El laringoespasmo se resuelve. La auscultación torácica revela estertores bila terales. ¿Cuál es la causa más probable? Aunque deben descartarse la insuficiencia cardíaca congestiva, la sobrecarga hídrica, el sín- drome de distrés respiratorio del adulto y la aspiración de contenido gástrico, la causa más probable es el edema pulmonar por presión negativa (EPPN). El EPPN aparece por la generación de presiones intrapleurales negativas cuando el paciente inspira con una glotis cerrada u obs- truida. Si bien las presiones intrapleurales varían de –5 a –10 cmH2O durante un ciclo respira- torio normal, la inspiración con una glotis cerrada puede generar entre ∼–50 y ∼-100 cmH2O de presión. Estos aumentos de presión negativa incrementan el retorno venoso al tórax y a los vasos pulmonares, aumentando el gradiente de presión hidrostática transcapilar y provocando el edema pulmonar. El inicio del edema se ha observado entre 3 y 150 minutos tras el episodio que Capítulo 32 Cuidados postanestésiCos226 Capítulo 32 Cuidados postanestésiCosCapítulo 32 Cuidados postanestésiCos Capítulo 32 Cuidados postanestésiCos lo provoca. Algunos autores denominan a este síndrome lesión pulmonar por presión negativa (LPPN) dado que las secreciones pulmonares rosadas o francamente sanguinolentas sugieren que se ha producido cierto grado de lesión alveolar durante los intentos por respirar con una glotis cerrada. 14. ¿Cómo se trata el edema pulmonar por presión negativa? Una vez se ha aliviado la obstrucción, el tratamiento es sintomático. El edema pulmonar suele resolverse en 12-24 horas. En ocasiones puede ser necesario el tratamiento continuado con oxí- geno, con presión positiva continua y con ventilación mecánica con presión positiva teleespira- toria, en función de la gravedad del trastorno de intercambio gaseoso. Los diuréticos solamente deberían administrarse si el paciente presenta una sobrecarga de líquido intravascular o quizá en los casos más graves. 15. Describa un protocolo para la evaluación de la hipertensión y la taquicardia postoperatorias. Una fase hiperdinámica postoperatoria no es un suceso infrecuente. Entre las causasobservadas con frecuencia y fácilmente tratables se encuentran: dolor, hipoventilación, hipercapnia, hipotermia con temblores, distensión vesical e hipertensión esencial. Asimismo es necesario considerar la hipoxemia, la hipertermia y sus causas, la anemia, la hipoglicemia, las taquiarritmias, el síndrome de abstinencia (p. ej., farmacológica y alcohólica), la isquemia miocárdica, la administración de medicaciones anteriores y las enfermedades coexistentes. Raramente el estado hiperdinámico puede ser reflejo de hipertiroidismo, feocromocitoma o hipertermia maligna. 16. ¿Qué puede causar hipotensión en la fase postoperatoria? Una pérdida de sangre anterior o actual, el secuestro de líquidos en el tercer compartimento y una re- posición insuficiente de la volemia se manifiestan en forma de hipotensión. La isquemia miocárdica o la insuficiencia cardíaca pueden presentarse como hipotensión, al igual que la sepsis o la anafilaxia. 17. ¿Cómo debe tratarse la hipotensión? Considere el tipo de intervención quirúrgica, los sucesos intraoperatorios, los fármacos y los antecedentes. Evalúe la pérdida de sangre y la diuresis. Revise el ritmo cardíaco en el ECG y considere realizar un ECG de 12 derivaciones. La expansión del volumen con soluciones cristaloides balanceadas es el tratamiento de primera línea. La elevación de las piernas y la posición de Trendelenburg pueden ser útiles de forma transitoria. Las circunstancias pueden requerir la administración de coloides o concentrados de hematíes. Si la expansión del volu- men intravascular no resulta satisfactoria, puede ser necesario administrar vasopresores o inotropos, pero el empleo de estos fármacos necesita una mayor evaluación. 18. ¿Bajo qué circunstancias un paciente tarda en despertar? La suposición inicial es que en estos pacientes quedan efectos residuales de un fármaco. Si la disminución de la conciencia persiste más allá de un período razonable de observación, debe plantearse la presencia de causas ventilatorias, metabólicas o que afecten al sistema nervioso central (SNC). ¿El paciente tiene antecedentes de convulsiones y está en fase postictal? Debe considerarse una isquemia del SNC provocada por la disminución de la perfusión o por fenó- 1. Los cuidados postanestésicos forman parte del proceso continuado de cuidados perioperato- rios y son responsabilidad del anestesiólogo. 2. Una oxigenación adecuada, el dolor postoperatorio y las NVPO son problemas habituales que retrasan el alta de la URPA. PUNTOS CLAVE: CUiDADOS y COmPLiCACiONES POSTANESTéSiCOS Capítulo 32 Cuidados postanestésiCos Capítulo 32 Cuidados postanestésiCosCapítulo 32 Cuidados postanestésiCos Capítulo 32 Cuidados postanestésiCos 227 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iza ci ón e s un d el ito menos embólicos. ¿El paciente ha tenido episodios isquémicos del SNC o ictus documentados? La analítica debe incluir la gasometría arterial así como determinaciones de los niveles séricos de sodio y glucosa. Si éstos son normales, quizá sea necesario realizar una tomografía compu- tarizada cerebral. 19. Comente los aspectos que rodean a la aparición de náuseas y vómitos post operatorios. Las NVPO siguen siendo un problema significativo y complejo tras la anestesia. Retrasan el alta de la URPA y provocan ingresos hospitalarios no previstos, y son una causa recu- rrente de insatisfacción del paciente. Tanto el procedimiento quirúrgico como los fármacos anestésicos utilizados pueden aumentar el riesgo de NVPO. Los procedimientos de riesgo son la cirugía laparoscópica, la cirugía de los genitales, las craneotomías y las intervenciones realizadas en hombros, oído medio o músculos oculares. Los factores propios del paciente son el sexo femenino, no fumador, NVPO previos o antecedentes de cinetosis y niños en edad escolar. Los fármacos anestésicos que se asocian con mayor frecuencia con NVPO son los opioides, los anestésicos halogenados y el óxido nitroso. El propofol tiene la incidencia más baja entre los fármacos inductores y se ha utilizado de forma eficaz como medicación de rescate. La evaluación del riesgo debe hacerse basándose en estos factores, y el tratamiento profiláctico o la alteración del plan anestésico dependen de los datos de la eficacia. El rescate de las NVPO (es decir, el tratamiento una vez se han presentado NVPO) requiere un equilibrio entre los efectos beneficiosos del tratamiento y sus efectos secundarios y coste. 20. ¿Deben recibir los pacientes ambulatorios un tratamiento diferente en la unidad de recuperación postanestésica? El objetivo de los cuidados postanestésicos de los pacientes ambulatorios es conseguir que esté listo para salir a la calle. El dolor debe tratarse con fármacos de acción corta como el fentanilo. Cuando sea posible se emplearán analgesia no opioide y bloqueos nerviosos. En la fase 2 de la recuperación debe utilizarse la analgesia oral, tal como se ha prescrito para el postoperatorio en domicilio. Después de la anestesia regional, las extremidades deben protegerse si se moviliza al paciente, y la deambulación debe ser asistida si las paresias segmentarias transitorias hacen que el movimiento sea inestable. Ningún paciente quirúrgico ambulatorio debe ser dado de alta después de recibir medicación sedante sin un acompañante, para garantizar su traslado seguro a su lugar de residencia. 21. ¿Es necesario que los pacientes ambulatorios toleren la ingesta oral antes de ser dados de alta de la unidad de recuperación postanestésica? La tolerancia de líquidos claros antes del alta puede alargar la permanencia en la URPA. No está claro que la capacidad para tolerar líquidos claros disminuya la evolución adversa y en estos momentos no se recomienda como requerimiento para el alta de una URPA. Sin embargo, puede ser útil en pacientes seleccionados. 22. Un paciente ha sido sometido a anestesia general para una intervención am bulatoria. La recuperación ha transcurrido sin problemas, pero el paciente no tiene a nadie que lo lleve a casa. ¿Qué debe hacerse? Debe solicitarse a los pacientes que dispongan de un acompañante que los lleve a casa tras la anestesia, pues se ha demostrado que reduce los sucesos adversos. La persona responsable podrá informar rápidamente de cualquier episodio adverso que se produzca. El paciente en este caso debe permanecer en el centro sanitario, posiblemente bajo observación la primera noche o hasta que disponga de un acompañante. 23. Al diseñar una unidad de recuperación postanestésica para un nuevo centro quirúrgico ambulatorio, el consejo de administración quiere que todos los pa cientes permanezcan en dicha unidad como mínimo durante 1 hora para su recuperación. ¿Esta estancia mínima es razonable? Aunque este período pueda ser razonable, la American Society of Anesthesiologists no ha emiti- do ninguna recomendación para la estancia mínima en la URPA. La duración de la estancia debe determinarse de forma individualizada. Debería diseñarse un protocolo de alta que permita a los pacientes alcanzar los objetivos postoperatorios que les permitirán recibir el alta. Capítulo 32 Cuidados postanestésiCos228 Capítulo 32 Cuidados postanestésiCos bibliograFía reComendada 1. ASA Task Force on Post Anesthesia Care: Practice guidelines for postanesthesia care. Anesthesiology 96:742–752, 2002. 2. Feeley TW, Macario A: The postanesthetic care unit. In Miller RD, editor: Miller’s anesthesia, ed 6, Philadelphia, Elsevier Churchill Livingstone, 2005, pp 2701–2728. 3. Gan TJ, Meyer T, Apfel CC, et al: Consensus guidelines for managing postoperative nausea and vomiting. Anesth Analg 96:62–71, 2003. PágiNA wEb http://www.asahq.org/ http://www.asahq.org/
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