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43 Ca pí tu lo 6 terapia transfusional 1. ¿De qué forma conocer el suministro de oxígeno afecta a la decisión de trans fundir? Una transfusión estaría indicada cuando el suministro de oxígeno cae por debajo de un nivel crítico (DO2crit) y no se satisfacen las necesidades del consumo de oxígeno (VO2). Recuerde que el DO2 es una función del gasto cardíaco (GC) y el contenido de oxígeno arterial (CaO2). El CaO2 es una función de la saturación del oxígeno arterial, la capacidad transportadora de oxígeno de la hemoglobina, la concentración de hemoglobina, y, para la cantidad de oxígeno disuelto en la sangre (no ligado a la hemoglobina), la presión parcial de oxígeno. Habitualmente el DO2 cuadruplica al VO2 (de 800 a 1.200 ml/min frente a 200 a 300 ml/min). Así pues, el cociente de extracción (O2ER = VO2/DO2) es del 20 al 30%. Siempre que el DO2 supere al VO2, el VO2 es «independiente del suministro». Sin embargo, por debajo del DO2crit el VO2 se convierte en «dependiente del suministro», y disminuye a medida que disminuye el DO2, creando una situación en la que los órganos finales presentan riesgo de isquemia. Llegados a este punto la transfusión está claramente indicada. 2. ¿En qué momento se alcanza el DO2crit? ¿Cuáles son los criterios indirectos de valoración del DO2crit? En un paciente euvolémico, el DO2crit no se alcanza hasta que la hemoglobina no disminuye hasta unos 3,5 g/dl. Esto también requiere que la función pulmonar esté intacta ya que la saturación de oxígeno de la hemoglobina debe ser completa y el oxígeno debe estar disuelto en sangre (no ligado a la hemoglobina). Debe destacarse que con este nivel de hemoglobina el oxígeno disuelto en sangre resulta el principal contribuyente (casi el 75%) del oxígeno suministrado. También debe mencionarse que el DO2crit se ve modificado por los requerimientos de oxígeno del paciente que sobrepasen el nivel basal (p. ej., estados catabólicos como sepsis, quemaduras) y la presencia de enfermedad en los órganos finales como arteriopatía coronaria. Dado que en las condiciones normales de un quirófano no se dispone de la medida de DO2crit, deben utilizarse otras variables para determinar si el paciente debe transfundirse. En- tre éstas destacan la hipotensión, taquicardia, diuresis, presencia de acidosis láctica, signos de isquemia miocárdica (nueva depresión del segmento ST >0,1 mV, nueva elevación del segmento ST >0,2 mV, alteraciones ecocardiográficas en la motilidad regional de la pared), y baja saturación de oxígeno en sangre venosa mixta (<50%, requiere cateterismo de la arteria pulmonar para su determinación). 3. ¿Cuáles son las adaptaciones fisiológicas frente a una anemia normovolémica aguda? Durante la cirugía, las pérdidas de sangre agudas suelen reponerse con soluciones cristaloides y, si su volumen es alto, se produce una hemodilución normovolémica aguda. Los cambios com- pensatorios se traducen en una estimulación simpática, que conduce a taquicardia y aumento del GC. La disminución de la viscosidad reduce la poscarga, aumenta la precarga y mejora el flujo a nivel capilar. Puesto que el flujo capilar no es máximo en condiciones de reposo, el re- clutamiento capilar también es un mecanismo adaptativo. Además se produce una redistribución de sangre a los tejidos que dependen del aporte de oxígeno (p. ej., corazón y cerebro) y aumenta la extracción de oxígeno. Es importante destacar que la extracción de oxígeno miocárdico es elevada en circunstancias normales, de forma que la reserva es menor. El cerebro tiene una mayor reserva de extracción Capítulo 6 © 2011. Elsevier España, S.L. Reservados todos los derechos Capítulo 6 terapia transfusional44 Capítulo 6 terapia transfusionalCapítulo 6 terapia transfusional Capítulo 6 terapia transfusional que el corazón. Así pues, el corazón depende más del aumento del flujo sanguíneo para aumen- tar el suministro de oxígeno; la importancia de todo ello es evidente en casos de arteriopatía co- ronaria. El fracaso de la anemia normovolémica aguda para suministrar oxígeno ante un exceso de consumo es otro argumento a favor de la transfusión de sangre. 4. Históricamente se utilizaba un nivel de hemoglobina de 10 g/dl (hematocrito de 30) como umbral para iniciar una transfusión. ¿Por qué ya no se acepta esta práctica? En pacientes con arteriopatía coronaria y signos de isquemia miocárdica, este nivel de hemo- globina podría ser adecuado. En el resto de situaciones se considera como un umbral liberal para la transfusión. Recuerde que en una situación normal, el DO2crit no se alcanza hasta que la hemo- globina no disminuye hasta 3,5 g/dl. A pesar de que ningún médico probablemente lleva a un paciente hasta este extremo (a menos que el paciente rechace la transfusión por motivos religio- sos o similares), cuantas menos probabilidades existan de que una transfusión esté realmente indicada, más riesgo hay de que impacte de forma negativa en la relación riesgo/beneficio. También es interesante destacar que los hombres y las mujeres tienden a tratarse de forma igua- litaria a la hora de decidir realizar una transfusión, a pesar de que las mujeres sanas son anémicas en relación a los hombres. Utilizar el mismo umbral de transfusión no parece racional. Por último, preocupa que una transfusión no aumente de forma sustancial el suministro de oxígeno (véase el comentario sobre las lesiones por almacenamiento de la sangre en la pregunta 8). Éstos son argumentos sólidos para revisar cuidadosamente las consideraciones a la hora de transfundir. 5. ¿Cuáles son los riesgos de la transfusión? Los riesgos son contagio de una enfermedad infecciosa a través de la transfusión, reacciones transfusionales y efectos inmunomoduladores de la transfusión. 6. ¿Qué enfermedades infecciosas pueden contraerse con una transfusión y cuán importante es ese riesgo? En la actualidad, el suministro de sangre es tan seguro como lo ha sido siempre, estimándose que el riesgo de contraer hepatitis o el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) en un país desarrollado es de 1 por cada 2,4 millones de unidades transfundidas. Las donaciones de san- gre son sometidas a pruebas para detectar la hepatitis B (antígeno nuclear de la hepatitis B), la hepatitis C (anticuerpos frente a la hepatitis C), sífilis, VIH, virus linfotrópico humano de células T, virus del Nilo occidental y citomegalovirus. Dadas las mejoras en las pruebas de detección, la ventana entre donación y seroconversión es cada vez más estrecha. No obstante, existen nuevos riesgos infecciosos, como el contagio de enfermedades media- das por priones (variante de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob [ECJv]), enfermedades para- sitarias (enfermedad de Chagas, paludismo) y gripe aviar. Preocupa que el síndrome respiratorio agudo grave pueda diseminarse en última instancia a través de la transfusión. Los riesgos de transmisión de estas enfermedades varían en función de la localidad geográfica. Por ejemplo, el paludismo tiene un mayor riesgo en los países subdesarrollados (al igual que el VIH); el único caso conocido de contagio de la ECJv a través de una transfusión se ha dado en Reino Unido. Dado que las plaquetas se almacenan a una temperatura más elevada (de 20 a 22 °C) que los hematíes (4 °C) u otros derivados hemáticos, son los componentes sanguíneos que presentan un mayor riesgo de infección bacteriana. Sin embargo, las pruebas para detectar sepsis en unidades plaquetarias están mejorando y el riesgo, con toda probabilidad, disminuirá con el tiempo. 7. Revise las principales reacciones relacionadas con la transfusión. Las reacciones transfusionales hemolíticas causadas por incompatibilidad ABO son las producidas con más frecuencia por errores administrativos y la transfusión de una unidad errónea. Se considera que los errores de transfusión se producen con una frecuencia en- tre 1:14.000 y 1:18.000. La mayoría de las reacciones se producen durante o poco tiempo después de una transfusión. Entre las manifestaciones clínicas destacan: fiebre;escalofríos; dolor torácico, en hipocondrio y lumbar; hipotensión; náuseas; rubor; hemorragias difusas; oliguria o anuria, y hemoglobinuria. La anestesia general puede enmascarar algunas de las manifestaciones clínicas, y la hipotensión, la hemoglobinuria y la hemorragia difusa pueden ser los únicos signos. Debe destacarse que los signos de una reacción hemolítica grave Capítulo 6 terapia transfusional Capítulo 6 terapia transfusionalCapítulo 6 terapia transfusional Capítulo 6 terapia transfusional 45 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iza ci ón e s un d el ito pueden pasar desapercibidos mientras el paciente está sometido a una anestesia general o pueden atribuirse a otra causa. Las reacciones anafilácticas están causadas por la unión de las IgE; se presentan con broncoespasmo, edema, enrojecimiento e hipotensión, y requieren tratamiento urgente con adrenalina, fluidoterapia, corticosteroides y antihistamínicos, y otros tratamientos indica- dos en función de la gravedad y progresión de los síntomas. Las reacciones febriles pueden ser un signo precoz de reacción transfusional hemolítica (pero pueden estar presentes otros síntomas) o de contaminación bacteriana de un deri- vado hemático. Las reacciones transfusionales no hemolíticas febriles suelen producirse en pacientes que han recibido transfusiones con anterioridad; cefaleas, náuseas y malestar son síntomas asociados. La reacción está causada por anticuerpos leucocitarios, y en estos pacientes están indicados los hematíes lavados de leucocitos. Los antipiréticos pueden re- ducir los síntomas si se administran antes de la transfusión; la meperidina puede reducir la gravedad de los escalofríos. La lesión pulmonar aguda asociada a la transfusión (LPAAT) es una de las tres primeras causas de muerte por transfusión, con una mortalidad del 50%. Una forma de edema pul- monar no cardiogénico, la LPAAT también es inmunomediada y suele detectarse entre 6 y 12 horas después de la transfusión. Entre los síntomas destacan hipoxia, disnea, fiebre y edema pulmonar; el tratamiento es sintomático. Las reacciones urticarias secundarias a la desgranulación de los mastocitos no requiere suspender la transfusión; pueden administrarse antihistamínicos. Estas reacciones transfusionales se comparan en la Tabla 6-1. ta B l a 6 - 1 . D i a g n ó s t i C o D i f e r e n C i a l D e l a l e s i ó n p u l m o n a r a g u D a a s o C i a D a a t r a n s f u s i ó n * Entidad diagnóstica Inicio Signos y síntomas principales Características diferenciales Lesión pulmonar aguda asociada a transfusión Minutos a horas Disnea, distrés respiratorio, hipoxemia, cianosis, edema pulmonar, fiebre, taquicardia Edema pulmonar no cardiogénico, fiebre frecuente Reacción anafiláctica o anafilactoide Minutos a horas Broncoespasmo, distrés respiratorio, hipotensión, cianosis, eritema y urticaria generalizados, edema de membranas mucosas Eritema, urticaria y edema; hipotensión y broncoespasmo destacado Contaminación bacteriana de derivados hemáticos Minutos Fiebre, rigidez, hipotensión y colapso vascular Fiebre, rigidez y colapso vascular predominante; más frecuente con plaquetas Reacción transfusional hemolítica Minutos Fiebre, rigidez, hipotensión, hemoglobinuria, coagulación intravascular diseminada Habitualmente con la transfusión de hematíes, hemólisis *Los síntomas pueden pasar desapercibidos durante una anestesia general; el diagnóstico diferencial debe incluir los problemas intraoperatorios habituales. (Con permiso de Boskkov LK: Transfusion-related acute lung injury and the ICU, Crit Care Clin 21:479-495, 2005.) Capítulo 6 terapia transfusional46 Capítulo 6 terapia transfusionalCapítulo 6 terapia transfusional Capítulo 6 terapia transfusional 8. ¿Cuál es el estándar actual para el período de almacenamiento de la sangre? ¿Qué es una lesión por almacenamiento de la sangre? Las leyes de la mayoría de países requieren que como mínimo el 70% de los hematíes trans- fundidos sobrevivan 24 horas cuando se conservan con CPDA-1 y 42 días si se añade AS-1 (Adsol) o AS-3 (Nutrice). Los cambios en la sangre almacenada que reducen la viabilidad postransfusional se conocen como lesiones por almacenamiento. Destacan la reducción en la deformabilidad de los hema- tíes; alteraciones en la adherencia de los hematíes; agotamiento de las reservas de trifosfato de adenosina; y la reducción del 2,3-difosfoglicerato (2,3-DPG) que disminuye la capacidad de la curva de disociación de la hemoglobina para desplazarse a la derecha, lo que aumenta la libe- ración de oxígeno periférico. Las citocinas proinflamatorias se acumulan e, incluso después de 2 semanas, tienen capacidad para sensibilizar de forma significativa a los neutrófilos provocando una respuesta inflamatoria exacerbada. 9. ¿Existen evidencias convincentes sobre el efecto perjudicial de una transfusión en la función inmunitaria? La mayoría de la evidencia sobre modulación inmunitaria e infección relacionada con la trans- fusión es de naturaleza retrospectiva y, por tanto, adolece la ausencia de control de las varia- bles de confusión. No existe un número suficiente de estudios aleatorios y controlados que tengan una potencia suficiente, y los estudios que existen se han realizado en pacientes con enfermedades críticas, no en el ámbito perioperatorio (quizá con la excepción de los pacientes con derivación coronaria). Así pues, se está a la espera de las recomendaciones definitivas. No obstante, vale la pena comentar algunos puntos. El ensayo Transfusion Requirements in Critical Care tuvo una potencia suficiente para evaluar el impacto de la transfusión en el resultado de la evolución de los pacientes. Los grupos estu- diados se dividieron en un grupo de transfusión restrictiva (umbral de hemoglobina de 7 g/dl, teniendo como objetivo una concentración de hemoglobina entre 7 y 9 g/dl) y un grupo de trans- fusión liberal (umbral de hemoglobina de 10 g/dl, teniendo como objetivo una concentración de hemoglobina de 10 a 12 g/dl). La mortalidad a los 30 días fue menor en el grupo de transfusión restrictiva, aunque no se alcanzó la significación estadística de p <0,05. Sin embargo, cuando se subdividieron los pacientes en grupos de grados de enfermedad aguda, los pacientes con enfermedad aguda del grupo restrictivo tenían una mortalidad mayor a los 30 días. Otros estudios prospectivos son menos convincentes en sus resultados, pues existen um- brales de transfusión solapados, y la población de pacientes difiere. Algunos estudios observa- cionales, aunque no todos, han hallado que el número de unidades transfundidas es un factor de riesgo independiente frente a la mortalidad y aumenta la duración de la hospitalización. En general debe decirse que aún no se ha dicho la última palabra sobre el impacto de la transfusión en la mortalidad. Hay que destacar que muchos países realizan actualmente de forma rutinaria la leucorreducción de la sangre del donante en vistas del impacto de la transfusión en la función inmunitaria del receptor. 10. Revise las características de la lesión pulmonar aguda asociada a la transfusión. Recientemente se ha identificado la LPAAT como la principal causa de muerte por transfusión en Estados Unidos. Se estima que 1 de cada 5.000 transfusiones provocará LPAAT. Todos los com- ponentes de la sangre han causado LPAAT, incluso los concentrados de hematíes, las plaquetas de donantes aleatorios, las plaquetas de donantes únicos (aféresis), el plasma fresco congelado y el crioprecipitado. No obstante, la LPAAT se asocia más con los componentes celulares. In- cluso la sangre autóloga ha provocado LPAAT, lo que indica que puede existir alguna lesión de almacenamiento que contribuya a su etiología. Si bien se ha demostrado que los anticuerpos del donante están presentes en muchas series de LPAAT, su presencia no es necesaria ni suficiente para provocar LPAAT. En la actualidadse cree que la LPAAT es multifactorial y un subtipo de lesión pulmonar aguda en dos fases. Debido a algunos procesos asociados, el receptor presenta una elevada concentración de mediadores inflamatorios (p. ej., citocinas), leucocitos sensibilizados y endotelio pulmonar. El derivado hemático administrado constituye la segunda fase, a través de la unión clásica antígeno-anti- cuerpo o los productos lipídicos u otras citocinas generadas durante el almacenamiento de los Capítulo 6 terapia transfusional Capítulo 6 terapia transfusionalCapítulo 6 terapia transfusional Capítulo 6 terapia transfusional 47 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iza ci ón e s un d el ito derivados hemáticos. Los leucocitos sensibilizados son activados y liberan sustancias como superóxidos que lesionan el endotelio pulmonar. 11. ¿Qué procesos pueden predisponer a un paciente a la lesión pulmonar aguda asociada a la transfusión? Algunos de los procesos que se han asociado con la LPAAT son: sepsis, isquemia orgánica, transfusión masiva, circulación extracorpórea, tumores malignos, intervenciones quirúrgicas recientes, broncoaspiración de contenido gástrico, ahogamiento, neumonía, fracturas de huesos largos, quemaduras, contusión pulmonar y coagulación intravascular diseminada. Obviamente el paciente debe estar lo suficientemente grave como para requerir una transfusión. 12. Comente los criterios para diagnosticar la lesión pulmonar aguda asociada a la transfusión. Comienzo agudo: a menudo se produce transcurridas menos de 2 horas tras la transfusión, y habitualmente durante las primeras 6 horas. Presión de oclusión arterial pulmonar ≤18 mmHg o ausencia de evidencia clínica de so- brecarga auricular izquierda (es decir, el problema es un edema pulmonar no cardiogénico). Observación de infiltrados bilaterales en la radiografía torácica. Hipoxemia con un cociente PaO2/FiO2 ≤300 mmHg independientemente del nivel de presión positiva al final de la espiración, o saturación de oxígeno ≤90% en aire ambiente. Ausencia de lesión pulmonar aguda antes de la transfusión. 13. ¿Qué tratamientos existen para la lesión pulmonar aguda asociada a la transfusión? Si el paciente sufre un deterioro de la oxigenación durante la transfusión, ésta debe suspenderse y el resto de la sangre a transfundir debe enviarse al laboratorio para su análisis. Obviamente también puede estar produciéndose otro tipo de lesión por transfusión además de la LPAAT. El tratamiento es sintomático, deben seguir tratándose otros problemas médicos del paciente (que pueden haber sido la causa desencadenante de la LPAAT) y continuarse con el tratamiento de soporte respiratorio enérgico. Si son necesarias transfusiones adicionales, es aconsejable utilizar derivados hemáticos que tengan una baja probabilidad de contener mediadores infla- matorios, como concentrados de hematíes leucorreducidos, unidades de menos de 14 días, hematíes lavados, o, en el caso de las plaquetas, unidades de aféresis de menos de 3 días. 14. Revise los genotipos ABO y Rh sanguíneo y los patrones de anticuerpos aso ciados. El grupo sanguíneo está determinado por dos alelos de tres tipos: O, A y B. A y B hacen referen- cia a antígenos en la superficie de los hematíes. Un individuo puede tener A o B, ambos A y B, o ninguno de ellos (sangre del grupo O). Si un individuo no tiene el antígeno del grupo A, con el tiempo formará anticuerpos anti-A (también conocidos como aglutininas). Un paciente con san- gre del grupo AB tiene ambos antígenos y no formará aglutininas. Los individuos con sangre del grupo O no tienen antígeno y desarrollarán anticuerpos A y B (Tabla 6-2). Los anticuerpos son básicamente inmunoglobulinas IgM o IgG. Las reacciones hemolíticas agudas están causadas por la activación del complemento y la liberación de enzimas proteolíticas que digieren la mem- brana de los hematíes. Las personas con sangre del grupo O no tienen antígenos A ni B (aglutinógenos) en la superfi- cie celular. Estas células no pueden ser aglutinadas por los anticuerpos (aglutininas) que puedan existir en la sangre del receptor de la transfusión. Así la sangre del grupo O se conoce como el donante universal de hematíes. Los pacientes con sangre del grupo AB tienen ambos tipos de antígenos (aglutinógenos) y, por tanto, no forman anticuerpos A o B (aglutininas). Puesto que no existen anticuerpos en el plasma, los pacientes del grupo AB son donantes universales de plasma. Existen seis antígenos habituales en el sistema Rh; la presencia del antígeno D se conoce habitualmente como Rh positivo. El sistema Rh del grupo sanguíneo es ligeramente diferente porque las aglutininas Rh no suelen formarse espontáneamente. Normalmente es necesaria una exposición masiva, como en el caso de una transfusión anterior, para estimular su formación. Un paciente Rh negativo puede recibir sangre Rh positivo en una situación de emergencia, aunque Capítulo 6 terapia transfusional48 Capítulo 6 terapia transfusionalCapítulo 6 terapia transfusional Capítulo 6 terapia transfusional en algunos pacientes se formarán anticuerpos, y es posible que se produzca una reacción trans- fusional hemolítica, normalmente leve y retardada. Pero ahora el paciente está sensibilizado al Rh y puede presentar una reacción mucho más grave si se expone a sangre Rh positivo en una fecha posterior. 15. ¿Cuáles son las diferencias entre grupo sanguíneo, cribado de anticuerpos y prueba cruzada? La sangre del paciente se clasifica según el grupo ABO y el grupo Rh colocando los hematíes con reactivos comercializados anti-A y anti-B, y revierten el suero del paciente frente a las células reactivas A y B. Un cribado para anticuerpos supone colocar el suero del paciente con hema- tíes especialmente seleccionados que contienen todos los antígenos relevantes de los grupos sanguíneos. En una prueba cruzada, el suero del paciente también se incuba con una pequeña cantidad de hematíes de la unidad del posible donante para verificar la compatibilidad in vitro. Una prueba cruzada también detecta anticuerpos más selectivos (Tabla 6-3). 16. ¿Qué grupo sanguíneo debería usarse en una situación de emergencia? Las transfusiones en situaciones de emergencia no disponen del tiempo suficiente para realizar pruebas cruzadas completas. Bajo estas circunstancias, la elección más rápida es utilizar sangre no cruzada del grupo O, Rh negativo (o Rh positivo en hombres). Si es necesario adminis- trar más de dos unidades de sangre del grupo O a pacientes del grupo A o B, debido a los anticuerpos anti-A y anti-B en la sangre del grupo O, debería seguir administrándose sangre del grupo O hasta que el estudio completo de la sangre del paciente garantice que no se producirá la hemólisis de las células nativas del paciente. La siguiente elección sería sangre no cruzada de grupo específico, seguida de sangre parcialmente cruzada de grupo específico y finalmente, sangre totalmente cruzada. ta B l a 6 - 3 . p r u e B a s C r u z a D a s y C o m pat i B i l i D a D Grado de cruzamiento Probabilidad de transfusión compatible ABO-Rh solamente 99,8% ABO-Rh + cribado de anticuerpos 99,94% ABO-Rh + pruebas cruzadas con cribado de anticuerpos 99,95% ta B l a 6 - 2 . g r u p o s s a n g u í n e o s y s u s a n t í g e n o s y a n t i C u e r p o s C o n s t i t u y e n t e s Genotipos sanguíneos Grupo sanguíneo Antígenos (aglutinógenos) Anticuerpos (aglutininas) OO O Ningunoa Anti-A y anti-B OA o AA A A Anti-B OB o BB B B Anti-A AB AB A y B Ningunob aLa ausencia de aglutinógenos hace del concentrado de hematíes del grupo O el donante universal de hematíes. bLa ausencia de aglutininas hace del plasma AB el donante universal de plasma. Capítulo 6 terapia transfusional Capítulo 6 terapia transfusionalCapítulo 6 terapia transfusional Capítulo 6 terapia transfusional 49 © E ls ev ie r. Fo to co pi ar s in a ut or iza ci ón e s un d el ito 17. ¿Cuáles son algunasde las complicaciones de una transfusión masiva de san gre? La transfusión masiva se define por la administración de más de una volemia en varias horas. Las complicaciones son: Coagulopatía secundaria a trombocitopenia dilucional, falta de factores de coagulación lábiles V y VIII, y coagulación intravascular diseminada. Alteraciones metabólicas asociadas con la sangre almacenada en el banco, como hiper- potasemia, hipocalcemia (toxicidad por citrato), acidosis y alteraciones en la cesión de oxígeno debida a la reducción del 2,3-DPG. Hipotermia. Es interesante destacar que un metaanálisis (Rajagopalan et al, 2008) halló que una hipotermia leve (de 34 a 36 °C) aumenta la pérdida de sangre en un 16% y eleva el riesgo relativo de transfusión en un 22%. La hipotermia altera la función plaquetaria y las proteínas de la cascada de la coagulación. 18. ¿Cómo debería tratarse una reacción transfusional grave en caso de sospecharse? Interrumpir inmediatamente la transfusión y retirar el equipo de transfusión de sangre. Avisar al banco de sangre, y enviar una muestra de sangre del receptor y del donante para realizar pruebas de compatibilidad. Tratar la hipotensión de forma enérgica con líquidos intravenosos y agentes presores. Mantener la diuresis con hidratación intravenosa. Se pueden emplear manitol y diuréticos de asa. La hemólisis masiva puede provocar hiperpotasemia. Monitorizar los niveles de potasio sérico y observar de forma continuada el electrocardiograma por posibles signos de hiperpo- tasemia. Puede producirse una coagulación intravascular diseminada. El mejor tratamiento es iden- tificar y tratar la causa subyacente. Monitorizar los niveles de protrombina, tromboplastina parcial, fibrinógeno y dímero-d. Comprobar los niveles de hemoglobina en plasma y orina y verificar la hemólisis mediante pruebas de antiglobulina directa (Coombs), niveles de bilirrubina y haptoglobina en plasma. La disponibilidad de la tromboelastografía va en aumento y resulta muy útil para evaluar alteraciones de la coagulación. 19. ¿Qué alternativas existen a la transfusión de sangre de donante? Transfusión autóloga (recoger y reinfundir la propia sangre del paciente). Hay que destacar que solamente cerca de un 55% de las unidades predonadas son devueltas al paciente. El paciente programado para una transfusión autóloga sigue teniendo riesgo de errores admi- nistrativos e infección bacteriana. Asimismo se ha descrito el caso de un paciente que recibió una transfusión autóloga y desarrolló LPAAT. Empleo preoperatorio de eritropoyetina para estimular la producción de hematíes. La eri- tropoyetina estimula la producción de hematíes en 5 a 7 días y ha demostrado reducir el uso de sangre alogénica en pacientes con insuficiencia renal y anemia por enfermedad crónica y en casos de rechazo a la transfusión. Recuperar intraoperatoriamente y reinfundir la sangre perdida durante la cirugía. Hemodilución isovolémica intraoperatoria (la reducción del hematocrito o de la hemoglobina mediante extracción de sangre y reposición intravascular simultánea con cristaloides). Empleo de soluciones de hemoglobina. 20. ¿Cuáles son las limitaciones, ventajas e inconvenientes de las soluciones alter nativas de hemoglobina? Los beneficios de las alternativas a la transfusión de hematíes son la ausencia de antigenici- dad, posible disponibilidad ilimitada, sin riesgo de transmisión de enfermedades, larga vida de conservación, y mejores propiedades reológicas. Se han desarrollado dos tipos de soluciones transportadoras de oxígeno: Capítulo 6 terapia transfusional50 Capítulo 6 terapia transfusional Emulsiones de perfluorocarbono que tienen una elevada capacidad para disolver gases como el oxígeno. Transportadores de oxígeno basados en hemoglobina. Comentaremos estos últimos. Estos componentes se fabrican a partir de hemoglobina recom- binante humana, sangre humana caducada o sangre bovina. Los componentes de la estroma de los hematíes se eliminan, y la molécula de hemoglobina se polimeriza o se encapsula en liposomas para evitar una rápida eliminación renal y nefrotoxicidad. Las soluciones de hemoglo- bina sin células tienen dos problemas importantes. En primer lugar, presenta una baja concen- tración de 2,3-DPG. La ausencia de 2,3-DPG desplaza a la izquierda la curva de disociación de la oxihemoglobina, la afinidad de la hemoglobina por el oxígeno aumenta y el oxígeno no puede ser liberado a nivel de los tejidos. En segundo lugar existen secuestradores de óxido nítrico que pro- ducen una vasoconstricción excesiva. La hipertensión pulmonar y la isquemia miocárdica son riesgos; de hecho, los casos publicados de muertes por infarto de miocardio han retrasado la aparición de estas soluciones para su empleo generalizado. Estas soluciones también provocan la activación plaquetaria, la liberación de mediadores proinflamatorios, metahemoglobinemia y, debido a su color, interfieren en las pruebas de laboratorio. BiBliografía reComenDaDa 1. American Society of Anesthesiologists Task Force on Perioperative Blood Transfusións. Practice guidelines for perioperative blood transfusión and adjuvant therapies. Anesthesiology 105:198–208, 2006. 2. Hebert PC, Tinmouth A, Corwin H: Anemia and red cell transfusión in critically ill pacientes. Crit Care Med 31(Suppl):S672–S677, 2003. 3. Madjdpour C, Spahn DR: Allogenic red blood cell transfusións: efficiency, risks, alternatives and indications. Br J Anaesth 98:33–42, 2005. 4. Rajagopalan S, Mascha E, Na J, et al: The effects of mild perioperative hypothermia on blood loss and transfusión requirement. Anesthesiology 108:71–77, 2008. 5. Spahn DR, Kocian R: Artificial oxygen carriers: status in 2005. Curr Pharm Des 11:4099–4114, 2005. 1. No está establecido el nivel de hemoglobina/hematocrito al que está indicada la transfusión. La decisión debería ser individualizada según la situación clínica, teniendo en cuenta el estado de salud del paciente. 2. Si se requiere sangre en una emergencia, pueden emplearse concentrados de hematíes del grupo O y/o sangre de grupo específico. 3. Existen numerosas reacciones relacionadas con la transfusión, y es esencial la vigilancia mien- tras se administran bajo anestesia porque muchos de los signos y síntomas clásicos pueden pasar desapercibidos en un paciente bajo paños quirúrgicos y sometido a anestesia general. PUNTOS CLAVE: TERAPIA TRANSFUSIONAL American Society of Anesthesiologists http://www.asahq.org PáGINA wEb http://www.asahq.org/
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