Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Cuadro 12-2. Funciones de cada parte de la nefrona y sustancias que son transportadas Parte Función Sustancias transportadas GLOMÉRULO Filtración Agua, iones, nutrientes TÚBULOS PROXIMALES Reabsorción activa Ósmosis Na+, aminoácidos, glucosa, lípidos, agua (reabsorción obligada) ASA DE HENLE Reabsorción activa Na+ y C1+ TÚBULOS DISTALES y COLECTORES Reabsorción activa Ósmosis Secreción activa Secreción pasiva Na+, Cl+, agua (reabsorción facultativa-ADH) K+, H+, medicamentos, amonio dicamentos) y en menor medida por difusión (amonio) (Cuadro 12-2). Los túbulos contorneados distales y los túbulos colectores intervienen especialmente en el mantenimiento del equili- brio acidobásico tal como se explica en el Capítulo 13. 12.1.6. Concentración y dilución de la orina Entre otras funciones el riñón tiene la de producir orina, pero ésta no es igual a lo largo de todo el día. Así, la orina estará concentrada si se elimina poca agua y muchos solu- tos; por el contrario, estará diluida si se elimina mucha agua y pocos solutos. Los procesos fisiológicos que favorecen la concentración o dilución de la orina se inician con la reab- sorción, pero adquieren su máxima importancia gracias al mecanismo de contracorriente que existe en el asa de Henle y a la acción de una hormona, la antidiurética (ADH), que actúa sobre los túbulos contorneados distales y los túbulos colectores. En física el mecanismo de contracorriente es el fenó- meno por el cual las sustancias que fluyen a través de un tubo en forma de «U» con membranas semipermeables y con sus ramas en estrecho contacto pueden intercambiarse. Estas condiciones físicas se dan en el asa de Henle. Ésta se forma como continuación de los túbulos contorneados, que se hacen rectos y se introducen en la zona de la médula para luego ascender de nuevo hacia la corteza (la rama ascenden- te se hace más gruesa). Las dos ramas, ascendente y descen- dente, están muy juntas y rodeadas por los vasos rectos. Estos vasos tienen una circulación muy lenta y sólo pasa por ellos el 10 % de la sangre que entra en el glomérulo (véase Fig. 12-4). Debido a esta disposición se genera un mecanis- mo de contracorriente por el que se intercambian iones de sodio y cloro. Estos iones salen por la rama ascendente del asa mediante un mecanismo de transporte activo de tipo bomba o permeasa y entran en la rama descendente por un mecanismo pasivo de difusión. Por otro lado, los vasos rectos, por su escaso flujo y su lento discurrir, no tienen capacidad para reabsorber este excedente de sodio y cloro que se produce. El resultado final es que la concentración del líquido que discurre por los túbulos (con osmolaridad normal de 320 mOsm/L) va en aumento, creándose un am- biente hiperosmolar en la médula y en el interior de la rama descendente, hiperosmolaridad que es mayor a medida que desciende (llega hasta 1200 mOsm/L). Al iniciarse el ascen- so la osmolaridad empieza a disminuir, por la fuga activa del sodio y el cloro de la rama ascendente, llegando el líquido en la zona gruesa del asa a hacerse hiposmolar (100 mOsm/L) (Fig. 12-8). El líquido hiposmolar que llega a los túbulos contornea- dos distales es vertido en los túbulos colectores y desciende por éstos hasta la papila. Para ello atraviesa de nuevo la médula, que, como ya se ha dicho, es muy hiperosmolar. Fisiológicamente, el agua tendría que reabsorberse y recu- perarse en los capilares. Sin embargo, esto sólo es posible si hay secreción de la hormona antidiurética, por lo cual se habla de reabsorción facultativa. La hormona antidiurética o ADH es una hormona se- cretada por la neurohipófisis (véase Capítulo 9). Su acción fisiológica consiste en modificar la permeabilidad de las células de los túbulos contorneados distales y de los túbulos colectores. Éstos, que no dejan salir el agua en condiciones normales, se vuelven permeables bajo el efecto de la ADH, con lo que se puede reabsorber el agua hacia los capilares. En resumen, la nefrona es la encargada de formar la orina mediante la filtración, reabsorción y secreción, mientras que otros mecanismos situados en niveles superiores (SNC) per- ciben las necesidades homeostáticas y envían mediante mensajeros hormonales (ADH) las órdenes precisas para concentrar o diluir las pérdidas de agua, solutos o electróli- tos modificando el volumen diario de la diuresis. 12.1.7. Orina Es el líquido producido por las nefronas. Tiene un aspec- to transparente, aunque se puede volver opaco si la orina está muy concentrada. Se produce en un volumen aproxima- do de 1500 mL al día, aunque esta cifra puede variar con la dieta o la ingestión diaria de agua. Sus principales caracte- rísticas físicas se detallan en el Cuadro 12-3. Contiene de un 90 a 95 % de agua y de un 5 a 10 % de sustancias, entre las que destacan las siguientes: desechos del metabolismo pro- teico (urea, ácido úrico y amonio), electrólitos (Na+, K+, Cl-, NaCO3H, fosfatos, sulfatos), cuya concentración varía con la dieta y otros factores de regulación interna (la elimina- ción de Na+ y de K+ depende de la aldosterona), toxinas, pigmentos (residuos biliares) y hormonas (se encuentran en pequeñas cantidades). Hay determinadas sustancias que nor- malmente no se encuentran en la orina y cuya detección indica un mal funcionamiento renal (véase el Cuadro 12-3). 306 Estructura y función del cuerpo humano
Compartir