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Unidad 9

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Unidad 9
“De la identificación al síntoma y retorno” Torres, M
La propuesta de este seminario sostiene que el sujeto comienza el análisis en la vacilación de su identificación al ideal; porque si no vacilara su identificación al ideal, no se analizaría, y concluye el análisis identificado al síntoma. 
En el primer Lacan, el síntoma designaba una falla en el funcionamiento, algo no funcionaba y este fracaso develaba algo de una verdad que había que descifrar. Entonces, en psicoanálisis la verdad se presenta bajo la forma del síntoma, es decir, bajo la forma de un elemento perturbador en lo real.
El síntoma, ya para Freud, aparece como la continuación del goce pulsional, de lo que llamaba la satisfacción pulsional por otros medios. Si miramos las cosas desde la perspectiva del síntoma goce, podemos decir que el ser hablante goza siempre de un modo sintomático. Esto fundamenta la queja habitual.
El síntoma goce no es una formación del icc, sino una satisfacción de la pulsión, En el síntoma no es tan evidente –como en el sueño o lapsus- que se trate de querer decir la verdad. Lacan, en su ultima enseñanza, subraya que el sítoma no es fugaz, como las demás formaciones del inconsciente, sino que –al revés- es duradero justamente porque trabaja para el goce. 
Un síntoma goce es algo que reúne a la vez una parte significante, descifrable y una finalidad de goce. Es un aparato significante hecho para producir goce. Hay una parte del síntoma que es real y que sirve al goce; y hay otra parte, la parte alienación del síntoma, que es mensaje, que se descifra.
Acá se nos hace patente la oposición entre deseo y goce. El deseo es la interpretación, es un querer decir entrelíneas y es idéntico al desciframiento que se hace de él. El goce no es un concepto que está hecho para la interpretación. Se vincula con la pulsión, con lo Real. 
 En la última enseñanza, Lacan encuentra como lo más real, al síntoma. Entonces, en tanto real, va a apartarse de la idea del estatuto simbólico del síntoma. Por eso, el síntoma aparecerá vinculado a la escritura (y no tanto a la palabra). Lacan hablará de cifrado, porque lo problemático no es el efecto de significado del significante, sino el efecto goce que está vinculado a la letra.
La letra es el significante considerado por fuera de su función de producir significaciones, entonces no es descifrable. El síntoma goce es una ketra no descifrable, no tienen un sentido a descrifrar, sino que es un trazo, una marca que indica el goce. 
¿De qué trata el grafo? Es fundamentalmente un matema de la inscripción del sujeto en el Otro, porque el deseo es siempre el deseo del Otro. Por eso el grafo del deseo es también un grafo sobre el Otro. Una manera del sujeto, de inscribirse en el Otro, es –en el final del grafo- que el sujeto sale identificado. 
En su ultima enseñanza, Lacan está profundamente preocupado por el tema de lo real. Sostiene que los analistas tenemos que operar necesariamente sobre el goce. Pero k ¿o hacemos a partir del significante- El síntoma, de alguna manera, es una solución a este imposible entre el sentido y lo real. Porque el síntoma es un modo de tratamiento de lo real por lo simbólico. 
El síntoma insiste más allá de la interpretación porque implica un placer desconocido para el sujeto. Es este movimiento inconsciente de satisfacción de la pulsión en Freud, lo que Lacan llamó goce. El goce se ubica en la vertiente de la repetición y trabaja contra la homeostasis.
Si hay algo que no se puede escribir es la relación sexual, por eso se inscribe en lo simbólico. Y porque no hay cifra de la relación sexual, es que el síntoma a parece en lo real: tenemos síntoma porque la relación sexual es imposible. 
Lacan llama a Joyce “desabonado del inconsciente!”, si pensamos al inconsciente como efecto de significado. Porque el síntoma es pensado como una respuesta de lo real. 
La nueva vertiente del síntoma en Lacan, el síntoma con el que hay que identificarse, no puede ser interpretado. Por eso va a aparecer la identificación al síntoma en el final del análisis. La escritura del síntoma hace explotar al inconsciente por la vía de la letra, ahace pasar de lo simbólico a lo real.
Conocer su síntoma quiere decir saber hacer con, saber desembrollarlo, manipularlo, saber hacer allí con su síntoma, ese es el fin del análisis. El fin de análisis tiene que ver con identificarse al síntoma, que esto no es identificarse al inconsciente, porque identificarse al inconsciente sería identificarse al Otro, en tanto el icc sigue siendo el Otro. 
En su última enseñanza, Lacan dirá que el síntoma aparece como necesidad de un cuarto que suple cierta falla del anudamiento de Real, Simbólico e Imaginario. Cierta falla del anudamiento que no es solamente para la psicosis, al contrario, siempre hay esta falla del anudamiento. Durante la cura, el analista ha ocupado ese lugar de sinthome para el analizante, en tanto suple con su presencia real la falla del anudamiento de las tres dimensiones que dan consistencia al parletre. Al terminar el análisis, el sujeto reemplaza al partenaire analista por el síntoma y se hace partenaire de su síntoma. 
Se nos abre entonces el camino de la invención. La invención refiere al uno por uno, a lo particular, al síntoma en singular, a la invención de un nombre propio de goce. La no relación sexual es un atributo de la especie humana. El síntoma se inscribe en el lugar de la falta de partenaire sexual, de manera que cuando se establece la relación con el Otro sexo es siempre sintomática, esta es una de las razones por las cuales partenaire y síntoma van juntos. 
“Principios directores del acto psicoanalítico” Colette Soler
Primer principio: el psicoanálisis es una práctica de la palabra, que circula entre analista y analizante. Los poderes del lenguaje y los efectos de verdad que este permite, lo que se llama la interpretación, constituyen el poder mismo del inconsciente. 
Segundo principio: la sesión psicoanalítica es un lugar donde pueden aflojarse las identificaciones más estables a las cuales el sujeto está fijado. Esto es lo que define la particularidad del lugar del psicoanalista, aquel que sostiene el cuestionamiento, la apertura, el enigma, en el sujeto que viene a su encuentro. El analista es auqel que no es asignable a ningún lugar que no sea el de la pregunta sobre el deseo.
Tercer principio: el analizante se dirige al analista. Pone en el analista sentimientos, creencias, expectativas en respuesta a lo que él dice. Se trata de recuperar junto a ese interlocutor algo perdido. Es dicha recuperación del objeto, la que funda la trasnferencia que anuda a los dos participantes. 
Cuarto principio: el lazo de la transferencia supone un lugar, el “lugar del Otro”, que no está regulado por ningún otro particular. Este lugar es aquel donde el inconsciente puede manifestarse en el decir con la mayor libertad, y donde aparecen los engaños, las dificultades. 
Quinto principio: no existe una cura estándar ni un protocolo general que regiría la cura psicoanalítica. Freud tomó la metáfora del ajedrez para indicar que sólo había reglas o para el inicio o para el final de la partida. El psicoanálisis no es una técnica, sino un discurso que anima a cada uno a producir su singularidad, su excepción.
Sexto principio: la duración de la cura y el desarrollo de las sesiones no pueden ser estandiarizadas.
Séptimo principio: el psicoanálisis no puede determinar su objetivo y su fin en términos de adatpacion de la singularidad del sujeto a normas, reglas. El descubrimiento del psicoanálisis es el de la impotencia del sujeto para llegar a la plena satisfacción sexual. Esta impotencia se denomina Castración. Si no hay satisfacción plena y no existe una norma de la relación sexual, le queda a cada uno inventar una solución particular que se apoya en su síntoma. El sexo, en el ser hablante, remite al “no todo”. Es incurable. 
Octavo principio: La formación del analista reposa en un trípode: seminarios de formación teórica, prosecución por el candidato psicoanalista de un psicoanálisishasta el final, la transmisión pragmática de la práctica en las supervisiones- El psicoanalista nunca está solo, depende de un Otro que lo reconozca.

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