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406 CAPÍTULO 17 El sistema respiratorio serie de conductos estrechos llamados meato superior, meato medio, y meato inferior. Las membranas mucosas recubren la cavidad y dichas láminas. Los receptores olfativos se localizan en la membrana que recubre el meato superior, esta área se conoce como la región olfativa. Por debajo, la membrana se compone de células epiteliales ciliadas columnares y pseudoestra- tifi cadas, y numerosas células caliciformes que producen moco. Los capilares sanguíneos también se encuentran aquí. A medida que el aire gira alrededor de los huesos de los cornetes y meatos o por los conductos, se recalienta gracias a los capilares. El moco secretado por las células caliciformes humedece el aire y atrapa las partículas que no fueron fi ltradas por los pelos en la nariz. Además, el drenaje de los conductos lagrimales y de los senos nasa- les ayuda a humedecer el aire. Los cilios en el borde libre de las células epiteliales mueven este paquete de polvo y moco hacia la garganta para que pueda ser tragado y eliminado del cuerpo a través del sistema digestivo. Sus enzimas y ambiente ácido destruyen la mayoría de micro- organismos que pudieron haber entrado con el aire. El virus de la gripe no se destruye. tabique está compuesto principalmente por cartílago. La parte superior del tabique está formada por la lámina perpendicular del hueso etmoides y la parte más baja por el hueso vómer. (Capítulo 7.) Las secciones anteriores de las cavidades nasales, justo dentro de las fosas nasales, son conocidas como los vestíbulos. Estas estructuras del interior de la nariz tienen tres funciones especializadas. En primer lugar, el aire se calienta, humedece y fi ltra al entrar en la nariz. En segundo lugar, los estímulos olfa- tivos son detectados por el sentido del olfato. En tercer lugar, cámaras grandes y huecas de resonancia están pre- sentes para crear los sonidos del habla. A medida que el aire entra en la fosa nasal, pasa pri- mero por el vestíbulo. Debido a que el portal está lleno de pelos gruesos, éstos fi ltran las partículas grandes de polvo. Ésta es la primera línea de defensa del cuerpo para evitar que entren objetos extraños en el sistema respira- torio. El aire se mueve hacia el resto de la cavidad. Las proyecciones de los cornetes superior, medio e inferior o de los huesos de los cornetes forman tres láminas que se extienden desde la pared lateral de la cavidad y casi alcanzan el tabique nasal. La cavidad se divide en una FIGURA 17-2. Vista sagital de la cavidad nasal y de la faringe. Seno esferoide Seno frontal Cavidad nasal Narinas externas Nasofaringe Epiglotis Fauces Cuerdas vocales Tráquea Cartílago de la tráquea Amígdala faríngea Apertura del tubo auditivo Amígdala palatina Orofaringe Laringofaringe Esófago Amígdala lingual © D e lm a r/ C e n g a g e L e a rn in g 17_RIZZO.indd 40617_RIZZO.indd 406 25/5/11 09:41:4625/5/11 09:41:46 http://booksmedicos.org Botón2:
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