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400 ATLAS DE ANATOMÍA PATOLÓGICA FIGURA 16-92 Picadura de abeja, vista macroscópica El área eritematosa focal que se ve aquí fue producida por una picadura de abeja. La picadura tiene un centro pálido, que corresponde a la reacción aguda necrótica, y la piel circundante es edematosa y levemente eritematosa por la inflamación aguda. En un pequeño porcentaje de individuos estas picaduras pueden desencadenar una reacción anafiláctica sistémica (hipersensibilidad de tipo 1). * FIGURA 16-93 Picadura de la araña Loxosceles, vista microscópica La picadura de la araña Loxosceles produce inicialmente una sensación leve de pinchazo, pero en pocas horas se instaura un dolor intenso con eritema y luego formación de ampollas. Esto puede seguirse del desarrollo de una úlcera profunda con una base necrótica (*). La mayoría de estas lesiones ulceradas se resuelven de forma espontánea en semanas o meses, pero algunos casos requieren desbridamiento o injerto de piel. FIGURA 16-94 Contusión, vista macroscópica Los traumatismos cerrados que no rompen la piel pueden romper pequeños vasos sanguíneos de la dermis y partes blandas subyacentes, provocando la extravasación de hematíes. Inicialmente, la contusión tiene un aspecto entre rojo y azul, pero luego los hematíes se fragmentan y liberan bilirrubina y heme (que es procesado a hemosiderina por los macrófagos), que proporcionan el tono amarillo-marrón que se ve aquí, una semana tras un traumatismo de la región superoexterna del brazo.