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Testimonio de la Clínica. Dr. Benjamín Domb. Se trata de un paciente varón que me viene a ver hace bastantes años atrás. Me consulta porque estaba en una crisis de angustia, que se había desatado a raíz de un episodio puntual. Este hombre decide ir a comprar un auto viejo, un auto que era uno de esos jeeps antiguos. Decide comprarlo y entonces va a ver a la persona que había puesto el aviso, arregla y llega a un acuerdo. Le deja como seña el 90% del valor del auto y le dice que el resto lo completa cuando se lo lleva. O sea que él va a garantizar la compra con un 90%. Termina de hacer esta operación y entra en una crisis absoluta, dice:” Ahora no me puedo arrepentir, ya no puedo”. A partir de ahí se desata una crisis de angustia realmente importante. Queda absolutamente en las manos de la otra persona, no sabe si la compra era buena o mala, pero sabe claramente que no puede hacer nada, que está en las manos del otro, del vendedor. Entonces entra en angustia y empieza a preguntarse por qué hizo las cosas de esta manera, porque no era ningún tarado. Este hombre era inteligente, conocedor, medianamente, de cómo son los tratos comerciales. Entonces, no sabía por qué había hecho eso. Este hecho puntual desencadena el motivo por el cual me viene a ver. Su jefe, en su trabajo, le creaba dificultades, él trataba por todos los medios de satisfacerlo para que estuviera contento. De alguna manera era entregarse…. En esta primer entrevista, descubre, no se había dado cuenta, qué por esos días se cumplía el cuarto aniversario de la muerte de su padre. En los días, en que él había hecho esa operación, estaba bajo los efectos de ese duelo, estaba bajo los efectos de volver a revivir la muerte de su padre y de lo que este acontecimiento produce. Su padre había muerto hacía cuatro años atrás, casi repentinamente de un infarto. El paciente tenía actualmente entre 30 y 40 años. Era gordo, obeso, de una familia de obesos. Su mujer y su hijo eran obesos. Su madre vivía con el paciente desde que el padre había fallecido. Vivía con él a pesar de él. Era, de alguna manera, una herencia que le había quedado del amor por su padre. Tenía un hermano menor que él, que también estaba casado y vivía por su cuenta. De su madre, él recordaba con rabia como protegía a su hermano menor. Digamos que esta madre se ocupaba de que a éste hermano menor no le faltara ninguna de las golosinas, de la comida, y cuidaba muy bien de que éste gordo no se le comiera todo al hermano. Siempre él tenía que dejar la mitad para el hermano. Relataré un episodio referido a la madre: Un dia, enojado, decide, cuando era muy niño todavía, irse de la casa. Entonces carga con una bolsa de golosinas y parte. Pasado cierto tiempo, y habiéndose terminado las golosinas que llevaba, vuelve a la casa sin que nadie hubiera notado su ausencia. Habían pasado un par de horas. Otro episodio: Recuerda ciertos reproches que la madre le hacía a su padre. Le reprochaba que él no mejorara la situación económica. Le decía que tenía que aprovechar la posición que tenía en la empresa. Es decir, éste padre era un señor que ocupaba un lugar en una empresa comercial, era gerente de la empresa y tenía posibilidades de cobrar algún beneficio extra en su trabajo, lo que se conoce como “cometa”. Digamos que él hacía las compras para la empresa y , por supuesto, las empresas que querían ser beneficiadas por la compra intentaban cómpralo a él también; pero ésta era fiel a su empresa. En alguna oportunidad le habían ofrecido un auto, que este hombre, rechazó. Su mujer lo criticaba fuertemente por ésta posición. Al padre se lo conocía, no por su nombre de pila, no era Pedro Pérez, sino “Pedro de Shell”, como si estuviera casado con la empresa….. esto mostraba su fidelidad a la empresa. Cuando éste paciente llega a análisis el amor por el padre estaba exaltado a raíz de su muerte. El padre era perfecto, era todopoderoso. Este amor por el padre pasa a los jefes, el jefe del paciente ocupaba el lugar del que lo sabe todo. El jefe era admirado, era un genio. El trataba de hacerse querer por el jefe, y al final terminaba siendo el rechazado. Entonces se tenía que ir a otra oficina para tener otro jefe, para después…. Quería ser el elegido por el jefe…… En una sesión dice: -“Ayer nos fuimos con los chicos allí y allá” (Analista)-“Con los chicos? Con que chicos?” Se refería a sus amigos. Él era un chico. Si identifica a sus amigos como chicos, él es un chico también, ésta era su posición subjetiva. Era un chico que había estudiado una carrera técnica, que se había recibido. Tuvo un problema en la Universidad, empezó y en 3er año lo bocharon en una materia y entonces dejó. La retomó unos años después y finalmente se recibió. Como estudiante, en ese lapso en que había interrumpido, entró a trabajar en una empresa donde le dieron un lugar de acuerdo al título que tenía. Se proyectaba que en cualquier momento el fin de su carrera en esa empresa podría ser convertirse en gerente, podría terminar como el padre. El hombre estudió esta carrera para darle el gusto al padre. Era bastante exitoso en su trabajo, tanto dentro como fuera de la empresa. Le llegaban encargos, maquinarias importantes y él los hacía. El problema era cuando terminaba, cuando ya estaba todo listo y le faltaba algún detalle y entonces se demoraba para entregar. Entraba en una gran crisis de angustia, se sentía perseguido, y ahí pedía más sesiones, se imaginaba totalmente perseguido por la persona que le había encargado el trabajo. Finalmente dejó la actividad privada y se quedó en el trabajo donde él era empleado con vistas a ser gerente. Estaba casado, como dije anteriormente, había conocido a su mujer a los 15 años de edad, compartía con él el gusto por la comida y tenía también un hermano, el cuñado de éste paciente que era un personaje. Él no manifestó toda la rivalidad que tenía con su hermano, se la agarró con su cuñado. Además aparecía un “complejo”, pensaba que tenía un pene realmente chico, hacía todos los esfuerzos por convencerme de que casi no tenía pene y que entonces de alguna manera, la sexualidad era una cosa que le importaba más bien poco. Tenía un hijo, gozaba de comer, y el pene de él casi no existía. Alguna vez decía que a él nunca se le había ocurrido tener otra mujer, “Como iba a presentarme frente a otra mujer de esta manera!!” Era un gordo grandote, eso sí tenía, era opulento como persona. Tenían, con su mujer, una vida apacible, poco apasionada. Ella era una buena compañera, tenía problemas de obesidad como él y como el hijo. Gozaban de comer. También tenía otros gustos, como por ej. comprar autos viejos y repararlos. La obesidad, si bien no fue un motivo de consulta, pasó a ser un motivo de análisis. Llegó a pesar unos 120kgs. Entonces comenzaba la dieta, bajaba a 85kgs, se achicaba la ropa y se decía que ya no iba a poder engordar porque la ropa no le iba a entrar. Esto duraba muy poco, volvía a engordar rápidamente llegando a los 100/120kgs. nuevamente. La madre, viviendo en su casa éstos últimos 4 años, era un motivo de irritación. La vida armónica que tenía con su mujer estaba dificultada por la molesta presencia de esta madre. Pero se encontraba en una situación de inmovilidad y no sabía que hacer con su madre, a la que en verdad tenia ganas de sacarse de encima. Pero, qué iba a decir el padre muerto si él se desprendía de la madre?? En esto se trabajó en el análisis y finalmente al cabo de algún tiempo se produjo el corte (primer corte). Termina por alquilarle un departamento a la madre y se va a vivir con un pariente o amiga, todo fue perfecto, hasta la madre estaba contenta. Es interesante lo que produce en el paciente esta salida de la madre., curiosamente comienza a tener un pene, curiosamente comienza a mirar mujeres, en vez de pensar que era solo un cuerpo, emerge un pene decual comienza a poder disfrutar. Comienza a tener una posición masculina, a hacer de las mujeres el objeto causa de su deseo, incluso de su propia mujer. Su obesidad no queda resuelta. Lo que sí se produce es que sus jefes empiezan a perder esa idolatría que él manifestaba hacia ellos, comienza a cuestionarlos. En relación a su análisis, él concurría regularmente, venia y estaba entusiasmado con su análisis. Era una persona que se entusiasmaba con las cosas, Era reconocido en su trabajo porque era eficaz. Hay una anécdota que me parece crucial. La empresa lo manda a hacer una exploración por su especialidad. Tenía que explorar un camino por la Cordillera de los Andes. Va junto a un equipo de personas y se suma gente del lugar ya que era un camino inexplorado, a lomo de burro. Cuando está sobre el burro con su peso y en un camino de precipicio comienza a sentir miedo , se comienza a torcer él y el burro hasta que alguien le grita “Tirate!”, porque podían irse los dos, el burro y él al precipicio. El paciente dice:” No hubiera sido el primer caso, hay un montón de crucifijos en el camino que recuerdan la muerte de varios exploradores.” En fin….se tiró para el otro lado y sobrevivió. Gracias al análisis, creo que se dio cuenta cuál era su nivel de entrega al Otro, en este caso, su jefe. La empresa lo manda a “suicidarse” y él va tranquilamente. Esto fue importante para él. Pero el problema de la obesidad seguía, ahí había un prejuicio mío,(analista), más que un prejuicio una certeza. Algo más sobre el paciente…. Además de comer y gustarle las antigüedades, le gustaba mucho viajar. Plata que tenía se la gastaba en viajes. Un dia, comienza a interesarse por un tipo de maquinaria que ingresa a nuestro país, era nueva. Se compra una máquina para él. Luego la vende y comienza a comprar y vender estas máquinas. Hasta que convence a dos amigos, fuera del trabajo, de empezar a importar esta maquinaria y venderla. Era un tipo que no tenía dinero, solo tenía su sueldo, pero, poco a poco, uno de los socios puso dinero y entró sorprendentemente a hacer de esto casi una pasión. Para hacer éste trabajo no necesitaba su profesión, pero él inventaba. Creaba la forma de promoción, inventaba la forma de venderlo, se le ocurrían cosas, era como si se le hubiera despejado la cabeza y por supuesto, esto fue creciendo al punto que decide que se acabó con la empresa. Y decirle basta a la empresa era decir basta a muchos beneficios y muchas seguridades que esta empresa le daba, en cuanto a su salud, al sueldo fijo…etc Así renuncia a su trabajo, digo con esto que también renuncia a su profesión, a su título universitario, el título que había obtenido para darle el gusto al padre. Se plantea, entonces, esta nueva tarea que le resulta apasionante. Un dia, me dice, con una convicción absolutamente rara que va a terminar sus análisis… Lo que me sorprende es la certeza absoluta con la cual él me dice esto. Dice algo así…”Había un tiempo en el que yo sin el análisis me moría, si no venía a análisis no sabía qué hacer con mi vida, hoy no tengo nada que hacer acá, mi vida está en otro lado, no tengo más deseo de venir, tengo otras cosas que hacer, así que voy a terminar mi análisis.” Esto lo dice en una sesión con la certeza más absoluta, pero no dice, “Hoy termino”. No tiene apuro en terminar, no se está escapando, puede soportar que lo veamos. Yo no digo nada, me quedo mudo. Me sorprende solo la convicción con que lo decía. Simplemente digo: ”Bueno, nos vemos la próxima”. Viene la próxima y yo pongo a prueba esta certeza, trato de ver que hay en esta certeza, que era una certeza absoluta. Hay algo en él que se ilumina en un momento determinado, y que la iluminación estaba en relación a que no tenía más nada que hacer en análisis. Habían trascurrido unos cuantos años, y me parecía bien esta determinación. Lo que me preocupaba, lo tengo que decir, era que su obesidad estaba ahí. Encima, casi peor, porque con el trabajo nuevo tenia cenas, almuerzos, tenía un montón de relaciones con la que se reunía muy entusiasmado, no para comer sino para crecer en su trabajo. Había comenzado a tener problemas coronarios y le habían indicado que tenía que cuidarse. Cuando le señalo esto, claramente se lo señalo, y me dice:” Mire, igual quiero terminar. Yo soy responsable de mi salud, de mi enfermedad, de mi vida y de mi muerte, así que me hago cargo de esta cuestión”. Ahí termina su análisis y yo acepté. No supe más nada de él, hasta que un dia….., habrían pasado 2 años…estaba leyendo el diario un domingo y encuentro a toda página una foto de esta paciente y el titular decía: “Empresario, ex obeso, campeón nacional de aviones ultralivianos”. Comenzó a practicar este deporte cuando dejó análisis. El análisis sigue funcionando una vez que uno lo deja. Uno puede darse cuenta de ciertas cosas después de haber atravesado un análisis. Los aviones ultralivianos son casi planeadores, con un motor, son aviones no muy caros, aviones que tiene el valor de un auto usado. Para esto había bajado 30kgs., ya que su peso era casi el del avión. Pasó muy poco tiempo más, y en otra revista aparece otro reportaje a esta persona dedicado también a la empresa y a este deporte, o sea que seguía en esta línea. Terminó el análisis con este agregado. Es un análisis que hubiera terminado de todos modos.
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