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Urgencias tiroideas Capítulo 124 | 1161 COMA MIXEDEMATOSO Introducción y conceptos El coma mixedematoso se refiere a un estado de hipotiroidismo grave, potencialmente mortal y descompensado, en el que existe un déficit grave de hormonas tiroideas. Se trata, por tanto, de una urgencia médica vital. Se caracteriza por una alteración del estado mental, que va desde la letargia progresiva al coma, y que se acompaña habitualmente de hipotermia y otros síntomas relacionados con la disminución de la función de múltiples órganos. Resulta fundamental un diagnóstico y tratamiento precoces, puesto que su pronóstico es muy grave y conlleva una alta tasa de mortalidad. Etiología Esta enfermedad parece ser más común en mujeres de edad avanzada con hipotiroidismo preexistente de larga data que han abandonado el tratamiento sustitutivo con hormonas tiroideas, tras tiroidectomía, administración de yodo radiactivo o que padecen un proceso agudo precipitante (Tabla 124.1), ya que al aumentar las necesidades metabólicas del organismo se incrementa el déficit hormonal ya existente. Otra opción es que aparezca como la primera manifestación de un hipotiroidismo de larga evolución, larvado y no tratado, siendo esta situación rara en nuestro medio, probablemente debido a un diagnóstico más temprano como resultado de la disponibilidad generalizada de ensayos de hormona estimulante de la tiroides (TSH). URGENCIAS TIROIDEAS Factores precipitantes Factores coadyuvantes Intervenciones quirúrgicas Exposición al frío extremo (invierno) Traumatismos Opioides Infecciones/Sepsis Barbitúricos Accidente cerebrovascular agudo Litio Infarto agudo de miocardio Amiodarona Insuficiencia cardiaca Betabloqueantes Hipoglucemia Antihistamínicos Hemorragia digestiva Factores precipitantes y coadyuvantes del coma mixedematosoTabla 124.1. MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 1162 | Capítulo 124 Presentación y sospecha clínica Los signos y síntomas de esta enfermedad pueden pasar inadvertidos si no se sospecha, ya que se trata de un proceso raro, de aparición insidiosa, que en muchos casos se solapa con los trastornos propios de la edad. Generalmente, son exacerbaciones de las manifestaciones habituales del hipotiroidismo, pudiendo aparecer tumefacción de manos, pies y cara, y una lengua agrandada con voz ronca y áspera, como consecuencia de una infiltración mucoide con depósitos anormales de albúmina y mucina (mixedema). Siempre debe considerarse la posibilidad de una infección precipitante u otra enfermedad aguda intercurrente, teniendo en cuenta que el paciente puede no tener una respuesta febril a la infección. Se podrá encontrar: • Manifestaciones neurológicas: alteración de la consciencia, enlentecimiento de las fun- ciones intelectuales, confusión, letargo, pérdida de memoria, depresión resistente al tra- tamiento, alteraciones psiquiátricas (paranoia y alucinaciones), desorientación. Pueden ocurrir convulsiones focales o generalizadas, aunque en ausencia de estas los hallazgos del electroencefalograma (EEG) son inespecíficos. • Manifestaciones cardiovasculares: hipertensión diastólica, bradicardia, disminución de la contractilidad miocárdica, bajo gasto cardiaco, cardiomegalia, derrame pericárdico. La insuficiencia cardiaca congestiva manifiesta es bastante rara en ausencia de enfermedad cardiaca preexistente. • Hipotermia: es frecuente en el coma mixedematoso una temperatura rectal inferior a 35 oC debido a la disminución de la termogénesis que acompaña a la disminución del metabolismo. La mayor parte de los casos de mixedema se diagnostican en invierno. La gravedad de la hipotermia está relacionada con la mortalidad. • Hipoventilación: suele acompañarse de acidosis respiratoria y se debe principalmente a la depresión central del impulso ventilatorio con disminución de la capacidad de respuesta a la hipoxia e hipercapnia. Otros factores que contribuyen incluyen debilidad muscular respiratoria, obstrucción mecánica por macroglosia y apnea del sueño. Es causa frecuente de muerte en estos pacientes. • Hiponatremia: está presente en aproximadamente la mitad de los pacientes con coma mixedematoso. Puede ser grave y puede contribuir al deterioro del estado mental. La mayoría de los pacientes, pero no todos, tienen un deterioro en la excreción de agua libre debido a una secreción inadecuada de hormona antidiurética (SIADH), que obliga a una corrección gradual de la natremia. • Hipoglucemia: cuando aparece, suele estar producida por una insuficiencia suprarrenal concurrente en el contexto de enfermedad suprarrenal autoinmune (síndrome poliglan- dular autoinmune tipo 2) o enfermedad hipotalámica-hipofisaria. Diagnóstico 1. Aproximación diagnóstica El diagnóstico de coma mixedematoso se basa inicialmente en la historia clínica, el examen físico y la exclusión de otras causas de alteración del nivel de consciencia. Debe considerarse en cualquier paciente en estado comatoso que también presente hipotermia, hiponatremia y/o hipercapnia. Pistas importantes en un paciente con poca respuesta son la presencia de Urgencias tiroideasMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 124 | 1163 una cicatriz de tiroidectomía o antecedentes de terapia con yodo radiactivo o hipotiroidismo preexistente. 2. Confirmación diagnóstica y etiológica En pacientes en quienes se sospecha el diagnóstico, las pruebas de función tiroidea confirman el diagnóstico. Deben medirse: TSH, tiroxina libre (T4) y cortisol. La concentración sérica de T4 suele estar disminuida o ser indetectable. La concentración sérica de TSH puede ser alta, lo que indica hipotiroidismo primario, o normal/baja en el caso de un hipotiroidismo central. Dichos pacientes pueden tener hipopituitarismo asociado e insuficiencia suprarrenal secundaria. Tratamiento El coma mixedematoso es una urgencia vital con una alta tasa de mortalidad, por lo que debe iniciarse el tratamiento sin demora, antes incluso de la confirmación de los resultados de laboratorio. El tratamiento debe realizarse en una unidad de cuidados intensivos (UCI), siendo las medidas terapéuticas principales el tratamiento de soporte, el reemplazo de la hormona tiroidea, los corticosteroides a dosis de estrés si se sospecha insuficiencia suprarrenal concomitante y el tratamiento de cualquier afección subyacente y coexistente. 1. Medidas generales de soporte • Las medidas de soporte son extremadamente importantes y, en los momentos iniciales, pueden marcar la diferencia entre la supervivencia y la muerte. Incluyen tratamiento en una unidad de cuidados críticos, ventilación mecánica si es necesario (teniendo en cuenta que el manejo de la vía aérea puede complicarse por la infiltración mixedematosa de la faringe), administración de fluidos intravenosos, incluidos electrolitos y glucosa, corrección de hipotermia y tratamiento de cualquier infección subyacente. • El fracaso respiratorio es una de las principales causas de muerte en estos pacientes. Debe ser prioritario el manejo de la vía aérea y su protección, debido al bajo nivel de consciencia. • En caso de hiponatremia grave (< 120 mmol/L) podría administrarse de forma intravenosa suero salino hipertónico al 3 % 50-100 ml, seguido de 40-120 mg de furosemida, para aumentar el sodio en 2-4 mmol/L y remediar la crisis inmediata. Si es leve responde a la restricción de líquidos. • La hipotensión, si está presente y no es causada por una disminución del volumen, responde en horas a la administración de tiroxina. • En cuanto a la hipotermia, se prefiere el recalentamiento pasivo con una manta térmica para conseguir un incremento de medio grado por hora de temperatura rectal. El recalentamiento activo conlleva un riesgo de vasodilatación y empeoramiento de la hipotensión. 2. Tratamiento hormonal sustitutivo • Corticoterapia: hasta que se haya excluido la posibilidad de insuficiencia suprarrenal coexistente, el paciente debe ser tratado con glucocorticoidesen dosis de estrés (hidrocortisona 100 mg intravenoso en bolo, seguidos de 100 mg cada 8 horas en las primeras 24 horas). MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 1164 | Capítulo 124 • Administración de tiroxina: el reemplazo de la hormona tiroidea debe administrarse preferiblemente por vía intravenosa (i.v.), dado el estado deteriorado del paciente y la peor absorción por edema intestinal. No existe un acuerdo sobre la mejor forma de administrar hormona tiroidea en estos pacientes en cuanto a la dosis, el uso únicamente de triyodotironina (T3), T4 o ambas. Aunque algunos autores prefieren el uso combinado de T3 y T4, ya que la primera tiene inicio de acción más rápido, lo cierto es que T3 no está disponible en nuestro país. Por lo general, suele recomendarse tratamiento con T4 (levotiroxina 500 µg viales) a una dosis de carga de 300 a 500 µg, seguida por una dosis de mantenimiento de 1,6 µg/kg/d cuando se administra por vía oral (v.o.) o 75 % de dicha cantidad cuando se administra por vía intravenosa (i.v.). 3. Atención de los factores precipitantes Al igual que con cualquier paciente crítico y en estado de coma, se debe considerar la administración empírica de antibióticos de amplio espectro hasta que los cultivos apropiados demuestren ser negativos, así como la suspensión de fármacos que hayan podido precipitar el cuadro. CRISIS TIROTÓXICA Introducción y conceptos La crisis tirotóxica o tormenta tiroidea es una condición rara y potencialmente mortal (8-25 %) resultante de una respuesta exagerada del organismo a una elevación aguda de hormonas tiroideas, que condiciona una situación hipermetabólica y de hiperactividad sim- pática (hipertermia, taquicardia y alteraciones neurológicas). Etiología Aunque la tormenta tiroidea puede desarrollarse en pacientes con hipertiroidismo no tratado de largo tiempo de evolución (enfermedad de Graves, bocio multinodular tóxico, adenoma tóxico), a menudo se desencadena por un evento agudo: administración de contraste yoda- do, tratamiento con radioyodo, cirugía, retirada de antitiroideos, traumatismos, postparto, uso de fármacos (anestésicos, salicilatos, amiodarona) o enfermedad aguda precipitante (in- fecciones, infarto agudo de miocardio, estatus epiléptico, etc.). Presentación y sospecha clínica Los pacientes con tirotoxicosis grave suelen tener una exageración de los síntomas habituales de hipertiroidismo, comenzando súbitamente con fiebre alta sin foco, temblor fino, vómitos y/o diarrea, taquicardia extrema y arritmias, disminución del nivel de consciencia o agitación psicomotriz, postración progresiva, hasta llegar al coma y a la muerte. El examen físico puede revelar bocio, oftalmopatía (en presencia de la enfermedad de Graves), retracción del párpa- do, temblor de manos y piel tibia y húmeda. Diagnóstico 1. Aproximación diagnóstica Hace falta un alto índice de sospecha para realizar el diagnóstico de crisis tirotóxica. En 1993, Burch y Wartofsky introdujeron un sistema de puntuación para aproximarnos al diagnóstico de esta enfermedad. Recientemente, la Asociación Japonesa de Tiroides ha revisado los criterios, intentando simplificar el diagnóstico, utilizando los mismos síntomas (Tabla 124.2). Urgencias tiroideasMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 124 | 1165 Criterios diagnósticos de la tormenta tiroideaTabla 124.2. Disfunción termorreguladora Disfunción cardiovascular (DCV) Disfunción gastrointestinal-hepática (DGIH) Alteración sistema nervioso central (ASNC) Evento precipitante TT1 1ª combinación* TT1 criterios alternativos* TT2 1ª combinación* TT2 criterios alternativos* Parámetro diagnóstico Temperatura (oC) 37,2 - 37,7 37,8 - 38,2 38,3 - 38,8 38,9 - 39,2 39,3 - 39,9 ≥ 40 Frecuencia cardiaca (lpm) 90 - 109 110 - 119 120 - 129 130 - 139 ≥ 140 Fibrilación auricular Ausente Presente Insuficiencia cardiaca Ausente Leve (edemas pedios) Moderada (crepitantes bibasales) Grave (edema pulmonar) Ausente Moderada (diarrea, dolor abdominal, náuseas/ vómitos) Grave (ictericia) Ausente Leve (agitación) Moderada (delirio, psicosis, letargia) Grave (convulsiones, coma) Ausente Presente Tirotoxicosis y al menos una ASCN acompañadas de fiebre (≥ 38 °C), taquicardia (≥ 130 lpm), DCV o DGIH Tirotoxicosis + al menos tres de los siguientes síntomas: fiebre, taquicardia, DCV o DGIH Tirotoxicosis + al menos dos de los siguientes síntomas: fiebre, taquicardia, DCV o DGIH Cumple criterios de TT1 pero la determinación de triyodotironina y tiroxina no está disponible Puntuación 5 10 15 20 25 30 5 10 15 20 25 0 10 0 5 10 20 0 10 20 0 10 20 30 0 10 Puntuación ≥ 45: altamente sugestivo de tormenta tiroidea. Puntuación 25-44: alto riesgo de tormenta tiroidea inminente. Puntuación < 25: diagnóstico de tormenta tiroidea improbable. *Nuevos criterios de la Asociación Japonesa de Tiroides 2016. TT: tormenta tiroidea; TT1: TT definida; TT2: TT sospechada. MANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS 1166 | Capítulo 124 2. Confirmación diagnóstica y etiológica El diagnóstico definitivo de tormenta tiroidea se basa en la presencia de síntomas graves y potencialmente mortales en un paciente con evidencia bioquímica de hipertiroidismo: elevación de T4 libre y/o T3 con TSH disminuida o si el hipertiroidismo es central, normal o aumentada. Tratamiento La crisis tirotóxica es una urgencia médica que requiere inicio de tratamiento precoz, pre- ferentemente en una unidad de cuidados críticos. Debe de entenderse como un abordaje multifactorial-complementario (Tabla 124.3). 1. Medidas de soporte Resulta fundamental el control de los síntomas generales asociados, con especial atención a las complicaciones cardiovasculares y a la hipertermia, que será corregida con medidas físicas y farmacológicas, evitando los salicilatos, ya que aumentan la fracción libre de hormonas tiroideas al desplazarlas de su proteína transportadora, por lo que es preferible usar parace- tamol 1 ampolla cada 8 horas i.v. o clorpromazina 25 mg cada 6 horas i.v. 2. Antitiroideos Con su administración pretendemos un control eficaz de la tirotoxicosis. Presentan una la- tencia en el inicio de su efecto clínico de unas 48 horas. • Propiltiouracilo (PTU) (Propycil®, 50 mg): de elección en el momento agudo porque redu- ce la síntesis de hormona tiroidea y es capaz de inhibir la conversión periférica de T4 a T3. No está comercializado en España, pero se puede conseguir como medicación extranjera. Tratamiento de la crisis tirotóxicaTabla 124.3. Fármaco PTU Metimazol (Alternativa: carbimazol) Yodo SSKI (Alternativa: lugol) Colestiramina Propranolol (Alternativa: metoprolol, atenolol) Hidrocortisona (Alternativa: dexametasona) Dosis 500-1.000 mg de carga, luego 200 - 250 mg / 4-6 h v.o. 40 mg de carga (según autores), luego 20 mg cada 4-6 h v.o. 5 gotas/6 h v.o. Empezar 1 h tras administrar antitiroideos 4 g/6 h v.o. 60-80 mg /4-6 h v.o. 300 mg de carga, luego 100 mg/8 h i.v. Mecanismo de acción Bloquea la síntesis de nuevas hormonas, así como la conversión periférica de T4 a T3. Bloquea la síntesis de nuevas hormonas tiroideas. Bloquea la síntesis de nuevas hormonas y la liberación de hormonas preformadas. Bloquea la recirculación enterohepática de hormonas tiroideas. Bloquea la conversión periférica de T4 a T3. Bloquea la conversión periférica de T4 a T3 y sirve como profilaxis de la insuficiencia suprarrenal. PTU: propiltiouracilo; SSKI: solución saturada de yoduro potásico. Urgencias tiroideasMANUAL DE PROTOCOLOS Y ACTUACIÓN EN URGENCIAS Capítulo 124 | 1167 La dosis de carga oral son 500-1.000 mg, seguido de 200-250 mg cada 4-6 horas. Y, en caso de la vía rectal, 8 comprimidos de 50 mg en 90 cc de agua cada 6 horas. • Metimazol (Tirodril®, 5 mg) o carbimazol (Neo Tomizol®, 5 mg) a dosis oral de 20 mg cada 4-6 h. Algunos autores proponen dosis de carga previa de 40 mg. 3. Yodo y contrastes yodados El yodo se administrauna hora después de la primera dosis de tionamida para evitar que se use como sustrato para la síntesis de nuevas hormonas (solución saturada de yoduro de potasio [SSKI], 5 gotas v.o. cada seis horas; solución de Lugol, 10 gotas cada ocho horas v.o. o rectal; yoduro sódico 0,5 g cada 12 horas i.v.). El ácido iopanoico y otros agentes de radiocontraste yodados se han utilizado de forma eficaz para el control rápido del hipertiroidismo, pero actualmente no están disponibles en nuestro país. En caso de alergia al yodo, el litio puede ser una alternativa (Plenur®, 400 mg) a dosis de 400 mg cada 8 horas v.o. (manteniendo niveles entre 0,8-1,2 mEq/L), sin despreciar la toxi- cidad renal y neurológica que limita su utilidad. La colestiramina (4 g v.o. cuatro veces al día) también puede ser beneficiosa como terapia complementaria. En casos refractarios se puede intentar plasmaféresis (efecto transitorio). 4. Betabloqueantes En pacientes con tirotoxicosis grave, el tratamiento inmediato hay que comenzarlo con un betabloqueante, típicamente propranolol en una dosis de 60 a 80 mg v.o. cada cuatro a seis horas. En pacientes con enfermedad reactiva de las vías respiratorias y/o asma grave, se podrían considerar los betabloqueantes cardioselectivos como metoprolol (100 mg cada 12 horas v.o.) o atenolol (50-100 mg al día v.o.), e incluso los bloqueadores de los canales de calcio como el diltiazem. 5. Glucocorticoides Los glucocorticoides, entre otros efectos, bloquean la conversión periférica de T4 a T3 y tratan la reserva suprarrenal limitada potencialmente asociada (hidrocortisona 100 mg cada 8 horas o dexametasona 2 mg cada 6 horas, ambas i.v.). 6. Tratamiento de los factores desencadenantes El reconocimiento y el tratamiento de cualquier factor desencadenante, además de la terapia específica dirigida, pueden ser críticos para el resultado final. En caso de una infección preci- pitante, esta necesita ser identificada y tratada de forma precoz. 7. Terapia definitiva Tras la mejoría clínica, la terapia con yodo puede suspenderse y los glucocorticoides, dismi- nuirse de forma progresiva. Los betabloqueantes se pueden retirar, pero solo después de que las pruebas de función tiroidea hayan vuelto a la normalidad. La dosis de tionamidas debe ajustarse para mantener el eutiroidismo. El PTU debe cambiarse a metimazol debido al mejor perfil de seguridad y cumplimiento.
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