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HERENCIA RECESIVA LIGADA AL CROMOSOMA X Es importante recordar que las mujeres heredan dos copias del cromosoma X, por lo que el par de alelos permite que puedan ser homocigotas o heterocigotas como en la herencia autosómica; no obstante, en el caso de heterocigosidad al presentar mutaciones recesivas, alrededor de la mitad de sus células expresa el alelo de la enfermedad y la otra mitad el alelo normal, lo que produce sólo el 50% de los niveles normales del producto génico, que es suficiente para presentar un fenotipo normal. En el caso de los varones, esta situación es diferente porque está afectado por ser hemicigoto y, aunque el gen sea recesivo, el cromosoma Y no proporciona la contraparte alélica normal que podría compensar para lograr un fenotipo normal. Las características del árbol genealógico de una enfermedad recesiva ligada al X son muy diferentes a las observadas en las enfermedades de genes localizados en los autosomas y, en consecuencia, destacan los varones afectados emparentados por rama materna y saltos generacionales (figura 8-1). Los riesgos de recurrencia dependen del genotipo de la pareja, dado que cuando se presenta la unión entre un varón afectado y una mujer sana, todos sus hijos están sanos, no hay transmisión de varón a varón porque reciben el cromosoma Y del padre afectado y el cromosoma X normal de la madre sana. Sin embargo, todas sus hijas reciben el cromosoma X mutado del padre y por consiguiente todas son portadoras de la enfermedad (figura 8-2). FIGURA 8-1 Árbol genealógico que muestra una herencia con rasgo recesivo ligado al X. Los símbolos en color verde representan a los afectados y los que poseen un punto a las portadoras. Es posible reconocer a varones afectados por vía materna; todas las hijas de un varón afectado son portadoras obligadas y no existe transmisión de varón a varón, sino de abuelo a nieto a través de mujeres portadoras. FIGURA 8-2 Cuadro de Punnett que representa la unión de un varón afectado (XaY) de una enfermedad recesiva ligada al X con una mujer sana (XX). Afectado en color verde más intenso, heterocigotas en color verde claro. La unión más frecuente es la de una portadora con un varón sano. Las mujeres heterocigotas transmiten la enfermedad al 50% de sus hijos, lo que se observa en el árbol genealógico como un salto de generación abuelo-nieto y, por otro lado, la mitad de las hijas también son portadoras como ella, con lo cual los afectados están emparentados por vía materna (figura 8-3). FIGURA 8-3 Esquema de Punnett que representa la unión de una portadora heterocigota (XaX) del gen de una enfermedad recesiva ligada al X con un varón sano (XY). Afectado en color verde más intenso, heterocigotas en color verde claro. Una forma de unión poco frecuente es la de un varón afectado con una portadora heterocigota de la enfermedad (figura 8-4). La probabilidad de transmitir el gen de la enfermedad a las mujeres es del 50% para ser portadoras heterocigotas y del 50% para ser homocigotas afectadas. En el caso de los varones existe el 50% de probabilidad de ser sanos y no transmitir la enfermedad y 50% de riesgo de ser hemicigotos afectados. Es importante hacer notar que, en estos casos, el árbol genealógico semeja herencia autosómica dominante y por ello se conoce a este concepto como seudodominancia, dado que el varón parece heredar la enfermedad por el padre como transmisión de varón a varón, pero en realidad es hemicigoto y recibe el gen de la enfermedad por parte de la madre portadora (figura 8-5). FIGURA 8-4 Cuadro de Punnett que representa la unión de un varón afectado (XaY) de una enfermedad recesiva ligada al X con una mujer portadora (XXa). Afectado en color verde más intenso, hemicigotas en color verde claro.
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