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Síndrome de Rett

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CASO CLÍNICO
 
Paciente del sexo femenino de 14 meses de edad, producto de gesta 3, de padres jóvenes, no
consanguíneos, obtenido por parto vaginal eutócico; evaluación de Apgar 8/9, perímetro
cefálico de 35 cm, peso de 3 400 g y talla de 50 cm (todos en el percentil 50). Sin otros
antecedentes perinatales o familiares de importancia, con tamiz neonatal ampliado y
auditivo registrados como normales, con esquema de vacunación completo. Sin
antecedentes de infecciones que exigieran hospitalización. Los padres acuden con la
paciente referidos a los servicios de neurología pediátrica y genética por el médico pediatra
para la evaluación de un retraso psicomotor evidente posterior a los seis meses de edad
caracterizado por hipotonía discreta y generalizada, incapacidad para adquirir los
principales hitos motores y del lenguaje propios de su edad cronológica, así como la pérdida
de habilidades ya adquiridas, como balbuceo, pronunciación de bisílabos y toma de objetos.
Los padres notan además que su hija ha perdido el interés por los juguetes y en apariencia el
patrón de respiración se ha vuelto “agitado”. En la exploración física se documentó
perímetro cefálico de 45 cm (percentil 10), peso de 11 kg y talla de 80 cm (ambos en el
percentil 50). El fondo de ojo fue normal y no se identificaron visceromegalias ni un cuadro
dismorfológico o malformaciones externas. Ante el cuadro de regresión neurológica
inexplicable y la detención del perímetro cefálico, a pesar de que la paciente no satisface los
criterios diagnósticos del síndrome de Rett, los servicios de neurología pediátrica y genética
consideran esta posibilidad y solicitan el estudio molecular del gen MECP2, el cual
confirma la sospecha diagnóstica al reconocer un genotipo heterocigoto para la variante
patogénica grave c.473C>T o p.(Thr158Met) descrita en ~ 9% de las pacientes con
síndrome de Rett clásico. Se proporciona asesoramiento genético a la familia y se programa
tratamiento interdisciplinario con los servicios de neurología, gastronutrición, neumología,
endocrinología, cardiología y rehabilitación.
 
GENERALIDADES
 
El síndrome de Rett (SRT, OMIM #312750) es un padecimiento grave del neurodesarrollo,
genética y clínicamente heterogéneo que se manifiesta de manera casi exclusiva en mujeres
y en el cual > 99% de los casos tiene una presentación única o sin antecedentes familiares
de la enfermedad. El síndrome posee una incidencia de 1 en 10 000 recién nacidas vivas y
se la considera la segunda causa de discapacidad intelectual de etiología genética en
mujeres, sólo después del síndrome de Down o trisomía 21. Se caracteriza por la pérdida
progresiva de la función intelectual, una regresión de las habilidades de comunicación y de
las funciones motoras fina y gruesa, junto con una desaceleración del crecimiento del
perímetro cefálico evidente alrededor de los dos años que es seguido de la aparición de
movimientos estereotípicos en las manos alrededor de los tres años (figura 1); todo lo
anterior ocurre luego de un periodo de desarrollo psicomotor normal entre los 6 y 18 meses
de edad. Aunada a las alteraciones del neurodesarrollo descritas, puede añadirse la
aparición de epilepsia de difícil control que se considera el factor de mayor contribución a
la gravedad del fenotipo del SRT, además de disfunción autonómica manifestada por
problemas gastrointestinales, del ritmo respiratorio y cardiaco, retraso del crecimiento,
ataxia, escoliosis y apraxia de la marcha. En virtud del deterioro motor progresivo, las
pacientes quedan confinadas a una silla de ruedas, casi siempre durante la adolescencia, y la
sobrevida puede alcanzar la quinta a sexta décadas en condiciones de grave discapacidad
motora y cognitiva.
 
FIGURA
1
Pacientes femeninos con diagnóstico clínico y molecular del SRT. A. Fase de deterioro motor tardío en el
que destaca la pérdida de la capacidad ambulatoria, peso bajo y persistencia de los movimientos
estereotípicos en manos. B. Fase pseudoestacionaria en la cual aún se conserva el control del tronco y sostén
cefálico; también se reconocen los movimientos estereotípicos característicos (“lavado de manos”).

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