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ANESTESIA LOCAL Generalidades Uno de los factores importantes en el éxito de un tratamiento estomatológico es la ausencia del do- lor, esto permite, tanto al paciente como al operador, un bienestar que se transforma en un mejor y co- rrecto tratamiento, no quiere decir que siempre sea necesaria la anestesia ya que se puedan realizar muchos tratamientos estomatológicos sin esta depen- diendo del umbral del dolor del paciente y el tipo de intervención. Generalmente se utiliza la anestesia local y solo en algunos tratamientos quirúrgicos complejos o en pacientes especiales es que se usa la anestesia gene- ral. Anestesia significa insensibilidad, es cualquier pro- cedimiento que elimina la sensibilidad, generalmente dolorosa, de una parte o de todo el cuerpo, mediante el empleo de sustancias anestésicas. El anestésico local es la sustancia que ha logrado llevar a las terminaciones nerviosas productos quími- cos que bloquean la conducción del dolor a los centros nerviosos superiores, conservando a plenitud la con- ciencia del sujeto, esta forma permite la abolición de la sensibilidad dolorosa de una zona determinada del or- ganismo. Para lograr su objetivo, que es suprimir el dolor, la anestesiología experimentó diferentes formas de llevar al individuo a un coma farmacológico reversible, es decir, anular la actividad cortical a través de drogas que provocan una estabilización de la membrana celu- lar de la neurona por una hiperpolarización de esta al bloquear la entrada del ion calcio a través de los canales iónicos. Esta es una de las teorías de la farmacología más aceptada, sin que todavía sea la última palabra. Clasificación de las vías de administración de los anestésicos locales – Infiltrativa o submucosa. – Por bloqueo o troncular. – Superficial o tópicas. – Por refrigeración o congelación. – Subperióstica. – Intraósea. – Intraligamentosa. – Intrapulpar. Otros tipos: – Por contacto. – Por refrigeración. – Anestesia dental electrónica. – Por acupuntura. Variedades: – Tópica. – Infiltrativa. – Bloqueo de campo. – Bloqueo nervioso. Los mecanismos por los cuales se puede realizar la inhibición de la sensación dolorosa son: – Bloqueo de la despolarización y la conducción. – Aplicación de frío. – Isquemia de los tejidos: zona blanquecina que apa- rece en la mucosa una vez depositada la solución anestésica, que es provocada por la acción de los vasoconstrictores. – Presión sobre los troncos nerviosos. Para colocar en un paciente un anestésico local utilizando la vía infiltrativa o troncular se utiliza la je- https://booksmedicos.org ringuilla hipodérmica que fue introducida por Alexander Word en 1853. Posteriormente esta sufrió modifica- ciones hasta la conocida jeringuilla para carpules que actualmente se usa para depositar el anestésico local (Fig. 19.1). – Tratamientos de endodoncia en dientes con pulpa vital. – Tratamientos de enfermedad periodontal. – Operaciones de cirugía maxilofacial. – Intervenciones de cirugía menor como drenaje de abscesos. Contraindicaciones de la anestesia local – Pacientes aprehensivos que sufren traumas o shock psíquico ante el empleo de la aguja e instru- mental para anestesiar. – Pacientes portadores de enfermedades del siste- ma nervioso central como encefalopatías. – Pacientes con historia de alergia a la droga anestésica o uno de sus componentes como el vasoconstrictor. – Cuando existe inflamación o infección en la zona donde debe depositarse la solución donde hay aci- dificación del medio. – Angina de Vincent. – Infecciones bucales severas. – Pacientes con incapacidad funcional para abrir la boca como la anquilosis temporomandibular. – Operaciones largas y complejas de cirugía maxilofacial. – Mal estado general del paciente. – Intervenciones muy prolongadas. – Pacientes infartados, en los que no debe ser utili- zadas hasta pasados 6 meses. – Pacientes con trastornos hepáticos o renales en fase aguda. – Pacientes con cifras elevadas de tensión arterial. Otros pacientes en los que no existe una contrain- dicación total deben tenerse ciertas precauciones con el uso de en los niños, las embarazadas y los pacientes geriátricos. En general se presentan pocos casos en los que no puede emplearse, pero deben conocerse con el objeti- vo de evitar reacciones secundarias y efectos inde- seables que la hagan perder su efectividad. Instrumental utilizado para administrar un anestésico local El instrumento utilizado para la administración de la anestesia local en estomatología es la jeringuilla para carpules, este se introduce por la parte posterior o la- teral según el tipo de jeringuilla (Fig. 19.2). Fig. 19.1. Jeringuilla para carpule. Anestesia infiltrativa Es la que se realiza depositando un anestésico inyectable en las inmediaciones de las terminaciones nerviosas. Anestesia troncular Se realiza al depositar un anestésico en las inme- diaciones de un tronco nervioso, se provoca una anes- tesia en un territorio más o menos amplio, por eso recibe el nombre de regional o troncular. Anestesia superficial o tópica La anestesia superficial se provoca cuando se apli- ca directamente sobre la mucosa. Anestesia por refrigeración o congelación Es la que cuando se aplica una solución refrige- rante, por ejemplo, spray de cloruro de etilo sobre una región determinada. Indicaciones de la anestesia local – Extracciones dentarias. – Preparación de cavidades. – Preparación de dientes para la colocación de co- ronas o puentes. https://booksmedicos.org Drogas utilizadas como anestésicos locales. Dosis tóxicas Desde que la anestesia local fue descubierta, la aceptación fue inmediata en claro contraste con la anestesia general. La cocaína fue el primero de los anestésicos locales, introducida en la práctica clínica por Kart Koller quien demostró su acción analgésica local del ojo, en el Congreso Oftalmológico de Huldelberg en 1884. Pronto siguieron a la cocaína nue- vos analgésicos locales. Fonrneau introdujo la amilocaína en 1904, Einhorn sintetizo la procaína en 1905 y en 1943 fue sintetizada la lidocaína y en 1948 se introdujo en el mercado. La búsquela del anestésico local ideal ha continua- do y se han descubierto muchos fármacos analgésicos de dudosas ventajas. Cocaína Es uno de los anestésicos más antiguos, altamente tóxico. Su uso más frecuente es para anestesia tópica, se absorbe rápidamente por las mucosas y tiene ac- ción vasoconstrictora. Estimula el sistema nervioso central, sus primeras manifestaciones son de excita- ción, locuacidad e inquietud, experimentándose una sensación de disminución de fatiga y aumento de la capacidad de trabajo muscular. La duración de su efec- to es de 20 a 30 min y su potencia y toxicidad es de 1,5 y 4,2. La dosis máxima para aplicaciones tópicas es de 100 mg (1 mmL de la solución al 10 %). Procaína o novocaína Menos tóxica que la cocaína, de efecto vasodilatador. Es un ester del ácido paraminobenzoico. En administración intravenosa o subcutánea tiene una toxicidad cuatro veces menor que la cocaína, se metaboliza rápidamente por lo que es inocuo como analgésico local. Se administra corrientemente en distin- tas soluciones para adultos, por ejemplo: 0,5 %, 200 mmL (1 g); 1,0 %, 75 mmL (750 mg) y 2,0 %, 25 mmL (500 mg). Lidocaína Sintetizada en Suecia en 1943, pero no fue estu- diada clínicamente hasta 1946 e introducida en la prác- tica médica en 1948. Tiene propiedades especiales que la aproximan a un anestésico ideal como: – Es un anestésico local estable que se puede con- servar indefinidamente – Resiste la esterilización de la autoclave y no le afec- tan los álcalis ni los ácidos. Fig. 19.2. Forma de introducir el carpule. Fig. 19.3. Set de exodoncia de derecha a izquierda: lanceta, espejo, pinza, agujas largas, cortas, jeringuilla para carpule y carpule de anestesia. Fig. 19.4. Jeringuilla para carpule con aguja larga montada. Existen otros instrumentos utilizados con frecuen- cia en cirugía bucal para la anestesia local, estos se colocan en envoltorios estériles y dobles para su usorutinario, en cualquier técnica de anestesia a aplicar (Fig. 19.3). A estos elementos de rutina el estomatólo- go agregan otros especiales, que se requieren para cada problema quirúrgico particular. Las agujas utilizadas pueden ser cortas o largas de acuerdo con la técnica a emplear, para colocar una técnica infiltrativa se utilizan agujas cortas, mientras que para una técnica troncular o regional se deben uti- lizar agujas largas (Fig. 19.4). https://booksmedicos.org – Su efecto es de inicio rápido, mucho más que con la procaína en operaciones dentarias. – Se difunde excelentemente por los tejidos y pene- tra fácilmente en las fibras nerviosas. – Su toxicidad es escasa y es un excelente anestési- co de superficie. – Posee mediana propiedad vasoconstrictora. Los fabricantes recomiendan una dosis total míni- ma de 200 mg de solución sin adrenalina (soluciones simples) y 500 mg de solución con adrenalina (solucio- nes combinadas). La desintoxicación final se realiza en el hígado y su empleo en estomatología está asociado a un vasoconstrictor que retarda su acción. Se emplea actual- mente en soluciones tópicas para anestesiar mucosas. Mepivacaína Es el resultado de una larga serie de síntesis efec- tuadas en Suecia entre 1956 y 1957. En comparación con la procaína y la lidocaína la ventaja es de escaso margen, es más tóxica que la procaína y menos que la lidocaína, la acción es más duradera. Prilocaína Sintetizada en 1953, sus resultados no se publica- ron hasta 1960. Sus propiedades son similares a las de la lidocaína. Su acción de inicio es breve y su efecto es algo más duradero. Su toxicidad es de 60 % en comparación con la lidocaína y sus ventajas con esta última son mínimas. La tetracaína y benzocaína son esteres utilizados generalmente de forma tópica. Composición, ventajas y desventajas La finalidad del anestésico local moderno en esto- matología es anestesiar tan solo el campo estrictamente necesario para cada intervención quirúrgica, por ese motivo se han simplificado tanto las técnicas de inyec- ción como los anestésicos usados basados en principios anatomofisiológicos, más favorables para cada caso. Las soluciones anestésicas locales están compues- tas de varios ingredientes cada uno de estos desarrolla una función específica destinada a provocar el efecto requerido. Una solución anestésica debe constar de: – Vehículo: generalmente salino, estéril, isotópico (so- lución Ringer). – Agente anestésico. – Agente vasoconstrictor: retardan la circulación en el lugar de la inyección haciendo que se prolongue el efecto anestésico y prevenga una absorción or- gánica demasiado rápida – Agente antioxidante (bisulfito de sódio): mantiene la estabilidad de las soluciones anestésicas e impi- dan que por acción del vasoconstrictor cambie su coloración. Cuando un paciente presenta una reacción de hi- persensibilidad después de la administración de un anes- tésico local se debe tener en cuenta que esto puede relacionarse con cualquiera de los componentes del cartucho anestésico. Valoración preanestésica del paciente Cuando se ha decidido que es necesario realizar una exodoncia a un paciente o cualquier otro trata- miento que requiera el uso de anestésico local es im- prescindible un conocimiento previo de su situación general para poder determinar cuál es el más reco- mendable a utilizar. Para la selección del anestésico se debe tener en cuenta la potencia anestésica, tiempo de latencia y la duración de su efecto. Esto está en de- pendencia del estado físico del paciente, los efectos tóxicos de las drogas anestésicas, su tiempo de dura- ción, las manifestaciones alérgicas que puedan pre- sentarse, teniendo en cuenta que las soluciones anestésicas son absorbidas por la circulación general y pueden tener manifestaciones tóxicas, por eso de- ben ser cuidadosamente seleccionadas y utilizadas con una técnica correcta. Técnicas anestésicas locales Anestesia terminal o infiltrativa Es la que se realiza por debajo de la mucosa y anestesia las terminaciones nerviosas de un área de- terminada. Indicaciones – Maxilar. – Región anterior de la mandíbula. Referencias anatómicas Por vestibular la punción se realiza a nivel del ter- cio apical del cartucho anestésico, depositando tres cuartos del cartucho anestésico. https://booksmedicos.org Por palatino se deposita en la región donde se en- cuentra mayor abundancia del tejido celular y en lingual por encima del surco linguo gingival inyectando un cuar- to del cartucho. La anestesia por palatino y lingual se utiliza para anestesiar mucosa, periostio y hueso de la zona, a esto se le llama cierre de circuito. El tiempo de inducción es el necesario para el lí- quido anestésico entre a los tejidos, que debe ser rea- lizado lentamente para evitar traumas y dolor al paciente, sobre todo en el paladar, donde estos son más compactos. Para colocar la anestesia se toma la jeringuilla en forma palmar, con el bisel de la aguja siempre hacia el hueso, para evitar lesiones al periostio. El cuerpo de la jeringa descansa entre los dedos índice y del medio y el extremo del émbolo en la parte palmar del pulgar. El paciente debe estar cómodamente sentado en el sillón dental con su cabeza recostada al cabezal y firme, el operador se sitúa por delante y a la derecha del paciente. La altura y posición del sillón va a depender del diente a anestesiar, pero como guía se utiliza a la del tercio medio y el superior del brazo del operador. Técnicas regionales o tronculares Consiste en depositar anestesia en una zona más o menos extensa, adoptando distintos nombres de acuer- do al nervio o zona anestesiada. Para la anestesia regional se debe tomar la jerin- guilla en forma de pluma donde el cuerpo de la jerin- guilla se sostiene entre los dedos pulgar, índice y del medio. Clasificación de las anestesias regionales – Maxilares: • Infraorbitaria. • Tuberosidad. • Naso palatina. • Palatina mayor. – Mandibulares: • Conductiva. • Mentoniana. • Infraorbitaria. Anestesia troncular inferior o conductiva Con estas técnicas se anestesian tres nervios: 1. Bucal. 2. Lingual. 3. Alveolar inferior o dentario inferior. Técnica – La posición del paciente es sentado cómodamente con la mandíbula paralela al piso. – El operador por delante y a la derecha del paciente. – Aguja larga, toma de pluma y bisel hacia el hueso. – La preparación del campo es la establecida para todas las técnicas anestésicas. – Con el dedo índice de la mano izquierda se palpa la línea oblicua interna hasta el borde anterior de la rama ascendente traccionando con ella la mucosa bucal y a la altura del punto medio del ángulo for- mado por la apertura bucal se gira el dedo de forma tal que la uña mire hacia lingual (Fig. 19.5). Fig. 19.5. Técnica conductiva o alveolar inferior. – Se toma la jeringuilla con la mano derecha parale- la a las caras oclusales y aproximadamente desde las bicúspides del lado contrario al que se va a anes- tesiar, se presiona la mucosa por delante del dedo en su punto medio, se atraviesa el tejido blando hasta tocar el hueso depositando un cuarto de https://booksmedicos.org carpule de la solución anestésica para anestesiar el nervio bucal. – Sin retirar el dedo índice de la mano izquierda de la boca y liberando la tracción ejercida de la mucosa de la zona, se procede a girar la jeringuilla aproxi- madamente a nivel de las bicúspides del lado que se está anestesiando, siempre paralela a las caras oclusales, entonces se introduce la aguja a través del tejido blando, aproximadamente hasta la mitad de la aguja, con ello se logra rebasar la línea obli- cua interna y depositar un cuarto del carpule de la solución anestésica para anestesiar el nervio lingual. – Sin retirar el dedo índice de la mano izquierda se procede a girar la jeringa, siempre paralela a las caras oclusales, hacia la arcada contraria a la que se anestesia, a nivel de las bicúspides, en esta po- sición se introduce la aguja por el tejido hasta chocar con el hueso tratando siempre que quede 1 mm dela aguja fuera de la mucosa y depositan- do el medio carpule de la solución anestésica que queda, anestesiando con esto el nervio alveolar in- ferior o dentario inferior. – La aguja se retira de igual forma que se ha intro- ducido. Con esta técnica se realiza una sola punción y tres pasos. Son fundamentales los siguientes aspectos du- rante la maniobra anestésica: – Que el paciente mantenga la apertura total de la boca. – Que la mandíbula este paralela al piso. – Que la jeringuilla este paralela a las caras oclusales. – No realizar movimientos bruscos. – No retirar la aguja del tejido blando bruscamente. Sintomatología Los síntomas anestésicos aparecen de 5 a 7 min después de depositada la solución y son: – Pérdida de la sensibilidad del hemilabio inferior del lado anestesiado, este síntoma se provoca por anes- tesia del nervio alveolar inferior. – Adormecimiento o cosquilleo de la punta de la len- gua y hemilengua por anestesia del nervio lingual. – El nervio bucal cuando está anestesiado el alveolar no ocasiona sintomatología y solo se corrobora su bloqueo cuando la sindesmotomía por vestibular es indolora, sin embargo, cuando el alveolar inferior no se anestesia y el bucal sí, el paciente refiere pérdida de la sensibilidad hasta la comisura del la- bio anestesiado. – Con esta técnica anestésica se pueden extraer to- dos los dientes de la hemiarcada bloqueada, pero el incisivo central se dificulta por tener ramas anastomosadas con el nervio opuesto. Anestesia del alveolar inferior o directa al dentario inferior – La posición del paciente es sentado cómodamente con la mandíbula paralela al piso. – Aguja larga, toma de pluma, bisel hacia el hueso. – La preparación del campo es la orientada por to- dos los anestésicos. – Con el dedo índice de la mano izquierda se palpa el triángulo retromolar y posteriormente el ligamento pterigomandibular, dejándolo colocado con la uña hacia lingual en suposición anterior. – Con la apertura total de la boca del paciente y a la altura de la bisectriz del ángulo formado por la aper- tura bucal se mantiene el dedo. – Con la mano derecha se toma la jeringuilla y desde el canino del lado contrario y paralela a las caras oclusales se punciona la mucosa por delante del ligamento pterigomandibular hasta chocar con el hueso y se deposita lentamente la solución anestésica. Con esta técnica se anestesia el nervio alveolar inferior o dentario inferior. Sintomatología El paciente refiere adormecimiento o anestesia del hemilabio inferior del lado anestesiado. Indicaciones – Endodoncia. – Operatoria dental. – Fracasos en la anestesia del nervio alveolar infe- rior con la anestesia conductiva. – Alveolitis mandibulares. Anestesia mentoniana Técnica – El paciente sentado de manera que al abrir su boca las caras oclusales de los dientes inferiores se mantengan en un plano paralelo al piso. – Aguja larga, toma de pluma y bisel hacia el hueso. – La separación de los tejidos se realiza con el índi- ce de la mano izquierda. – La punción se realiza en el surco vestibular entre los ápices de las bicúspides depositando unas go- tas del anestésico, se realiza el avance de la aguja hasta estar en el agujero mentoniano donde se https://booksmedicos.org un ángulo de 45º con las caras oclusales de los molares superiores. – Se avanza en dirección superoposterior con la agu- ja paralela al hueso, al llegar la punta de la aguja a la tuberosidad se varía la posición de la jeringuilla de modo que forme un ángulo de 45º con las su- perficies vestibulares y se avanza de 0,5 a 1 cm, en dirección superior e interna depositando tres cuartos del contenido del cartucho anestésico, in- virtiendo estos movimientos se retira la aguja. – Para realizar cualquier tipo de intervención quirúr- gica en esta región es necesario cerrar el circuito depositando un cuarto de solución anestésica por palatino. Fig. 19.6. Técnica mentoniana. deposita tres cuartos del contenido del cartucho (Fig. 19.6). – Para los procedimientos quirúrgicos en esta zona, es necesario cerrar el circuito con un cuarto de la solución inyectada por lingual de la región a operar. Fig. 19.7. Técnica de la tuberosidad. Sintomatología Pérdida de la sensibilidad del hemilabio inferior. Nervios que se anestesian – Ramas incisivas del nervio dentario inferior. – Ramas mentonianas. Para realizar cirugía debe anestesiarse las ramas terminales del nervio lingual. Dientes que abarca – Incisivo central. – Incisivo lateral. – Caninos. – Bicúspides. Anestesia de la tuberosidad Técnica – La posición del paciente es ligeramente reclinada hacia atrás y el operador por delante y a su dere- cha, la aguja larga con el bisel hacia el hueso y se toma la jeringuilla, en toma de pluma. Se aseptiza la zona y se localiza el punto de punción (Fig. 19.7). – Si existe tercer molar, dicho punto se encuentra a nivel de la raíz distovestibular del segundo molar. – Si el tercer molar está ausente, la punción se realiza a nivel de la raíz mesiovestibular del segundo molar. – Siguiendo las orientaciones anteriores la punción se hace en el fondo del surco vestibular colocando la jeringuilla de tal modo que su cuerpo mantenga Sintomatología Esta técnica no ocasiona una sintomatología ca- racterística, lo que motiva que el paciente manifieste no estar anestesiado, por esta razón debe darse un tiem- po prudencial al anestésico, para que actúe favorable- mente. Nervios que se anestesian Nervios dentarios, posterosuperiores. Para una intervención quirúrgica debe anestesiarse el nervio palatino mayor, cerrando el circuito. Dientes que abarca Se pueden realizar extracciones del segundo y ter- cer molar superior, no así del primer molar, pues la raíz mesiovestibular tiene otra innervación. Anestesia infraorbitaria Esta técnica no se utiliza con frecuencia en exodoncia ya que para la extracción de los dientes anterosuperiores se utiliza preferiblemente la aneste- https://booksmedicos.org sia infiltrativa, la técnica infraorbitaria tiene sus indi- caciones precisas en: – Procesos quísticos. – Tumoraciones benignas o malignas. – Dientes retenidos. – Procesos infecciosos periapicales. Técnica – La posición del paciente es ligeramente reclinada hacia atrás y el operador situado por delante y a su derecha, aguja larga, toma de pluma y bisel dirigi- do hacia el hueso. – Localización del agujero infraorbitario. – Se le dice al paciente que mire al frente y se traza imaginariamente una línea perpendicular al piso que pase por las pupilas, por debajo se palpa el reborde infraorbitario con el dedo índice de la mano izquier- da, después se desplaza el dedo hacia abajo siguiendo la líneas perpendicular hasta unos 6 mm por debajo del reborde infraorbitario y a la presión digital se nota una ligera depresión de la zona. Una vez localizado el agujero, no se debe mover el dedo hasta terminar la técnica, ya que este representa el punto de referencia para la anestesia. – Se levanta el labio con el dedo pulgar de la mano izquierda y, previa aseptización del campo operatorio, se realiza la punción en el fondo del surco vestibular entre las dos bicúspides, ligera- mente separados del reborde alveolar, se lleva la aguja en una dirección de abajo a arriba, ligera- mente de afuera a dentro y se infiltra un poco de líquido, para que resulte menos doloroso la manio- bra posterior. Se toma la jeringuilla nuevamente en forma de pluma y se introduce en el interior del agujero infraorbitario inyectando tres cuartos de carpule para bloquear los nervios dentarios anterosuperiores y el ramillete infraorbitario. – Se retiras la aguja en sentido inverso y anestesia por palatino el cuarto de carpule restante para blo- quear el nasopalatino para el cierre del circuito. Sintomatología En esta técnica el único síntoma de anestesia es el ramillete infraorbitario, que provoca insensibilidad en la región geniana correspondiente, abarca el párpado inferior, ala de la nariz y labio superior, lo que indica que se puede hacer la sindesmotomía por vestibular. Elbloqueo del hueso anterosuperior tiene como fi- nalidad que la extracción sea indolora. Estos nervios tienen que bloquearse en el interior del agujero infraorbitario ya que no emergen de él, puede darse la posibilidad de que la aguja no penetre a través del agu- jero y no se produzca el bloqueo de estos nervios. El bloqueo del nervio palatino no provoca estos sín- tomas de anestesia y para comprobar su efectividad es necesario realizar la sindesmotomía por palatino. Si la técnica ha sido defectuosa y solo se bloquea el ra- millete, el paciente refiere síntomas de anestesia, pero, sin embargo, presenta dolor al realizarle la extracción. Dientes que abarca Incisivos, caninos y bicúspides del hemilabio inyec- tado superiores. Nervios que bloquea – Nervios dentarios anterosuperiores: superior, an- terior y medio. – Ramillete infraorbitario: palpebral inferior, nasal, nasal lateral y labial superior. – Nervio nasopalatino: cierre del circuito. Anestesia del nervio nasopalatino Técnica – El paciente debe encontrarse reclinado hacia atrás y el operador por delante y a la derecha. – Puede realizarse con aguja corta, toma palmar y el bisel siempre hacia el hueso. – El agujero palatino anterior se encuentra en la lí- nea media por detrás de los incisivos y aparece cubierto por la papila palatina. – Para que no sea dolorosa la punción se realiza en la posición lateral de la papila y con la aguja en dirección hacia esta. – Se depositan unas gotas de anestesia y entonces se puede avanzar hacia el agujero, donde se in- yecta un cuarto de solución. Sintomatología Anestesia de la mucosa palatina, por detrás de los incisivos hasta los caninos. Nervio que bloquea Nasopalatino. Dientes que abarca Los seis dientes anterosuperiores. Anestesia del nervio palatino mayor Técnica – El paciente reclinado hacia atrás y el operador por delante y a la derecha. https://booksmedicos.org – Puede usarse aguja corta, toma palmar y el bisel hacia el hueso. – Se localiza el agujero palatino mayor de esta forma: • Si existe el tercer molar, a ese nivel y a 1 cm por dentro de este. • Si el tercer molar no está presente se localiza en distal del segundo molar. • Si el paciente es edente se localiza por delante de la unión del paladar duro con el blando. – Con la jeringuilla dirigida hacia la hemiarcada con- traria, se realiza la punción perpendicular a la mucosa, depositando un cuarto del contenido del cartucho anestésico. No debe tocar el hueso evi- tando lesionar la arteria palatina anterior, accidente este desagradable tanto para el paciente como para el operador. Sintomatología Anestesia de la mucosa de la región y algunas ve- ces provoca náuseas. Nervios que bloquea Palatino mayor con sus ramas posteriores y ante- riores. Dientes que abarca Segundo premolar por palatino y molares superio- res por palatino. Anestesia de superficie La mucosa bucal puede ser anestesiada superfi- cialmente manteniendo agentes anestésicos en con- tacto con esta. Tipos Actualmente se cuenta con anestésicos locales en pomadas y tipo spray. Usos Aunque es una anestesia superficial, facilita pun- ciones indoloras sobre todo en los niños, en abscesos y otras operaciones menores donde no se requiere pro- fundizar el umbral anestésico. Técnica – La zona a anestesiar se seca bien con torundas o algodón. – Se coloca la pomada con aplicadores estériles o se aplica el spray. Pasado unos minutos se realiza la antisepsia del campo en la forma usual, antes de realizar el acto quirúrgico. Reacción a los anestésicos locales Si se tiene presente que los anestésicos locales en estomatología son aplicados casi al 100 % de los pa- cientes tratados, se comprende que las manifestacio- nes de reacciones alérgicas son mínimas y por esta causa a veces se olvida tomar medidas para evitarlas, presentándose en ocasiones complicaciones de carác- ter grave y hasta fatales. Es por esto que cuando se aplicar una técnica de anestesia para realizar cualquier procedimiento lo pri- mero es hacer un correcto interrogatorio que permita determinar cualquier evidencia de una posible compli- cación. Otro aspecto importante es que una vez decidido colocar el anestésico no se debe separar ni un mo- mento del paciente observando todo tipo de reaccio- nes en él, que puedan indica la existencia de una complicación. También es importante resaltar que existen pacien- tes con riesgo quirúrgico a los cuales se le deben rea- lizar estos tratamientos en horas tempranas de la mañana, preferiblemente lo más sedados posibles, como es el caso de pacientes diagnosticados como hipertensos, diabéticos, epilépticos, embarazadas, pa- cientes geriátricos, entre otros, donde no existe una contraindicación total, pero si es imprescindible tomar ciertas precauciones que eviten situaciones desagra- dables. Es importante también tener en cuenta que el pa- ciente debe ser tratado de forma delicada y evitar los procedimientos bruscos que puedan provocar una com- plicación. No siempre el agente desencadenante de la aler- gia es el anestésico en sí, sino que puede deberse a otros productos químicos que constituyen la solución. En una reacción alérgica se provoca una reacción antígeno-anticuerpo, cuya sensibilización depende del tipo de aplicación, ya bien sea sobre la piel, las mucosas o parenteral, con ello se puede decir que la reacción alérgica tras la administración por vía parenteral es más intensa. Debe tenerse en cuenta que una reacción anafiláctica no depende de la cantidad suministrada sino del producto, una gota puede ser tan fatal como 10 mL de la solución en un paciente alérgico. https://booksmedicos.org Según Criepy Ribeiro (1953) las respuestas alérgicas se subdividen en cuatro grupos: 1. Dermatitis por contacto. 2. Reacción de tipo enfermedad del suero que apa- rece de 2 a 12 días. 3. Reacción anafilactoide de tipo suero. 4. Reacción atípica que ocurren las personas con fondo alérgico hereditario. En el tercer grupo, en el caso de las reacciones inmediatas, determinados tejidos y estructuras histológicas ya son particularmente propensos a res- ponder al estímulo alérgico. Pertenece a este grupo la musculatura de fibra lisa, células epiteliales excretoras, los endotelios y las pa- redes de los vasos, sobre todo los capilares. Estos teji- dos son particularmente propensos a reacciones alérgicas, definen la sintomatología inicial. El cuadro de un colapso circulatorio periférico agu- do incluye un descenso espectacular de la presión arterial general con taquicardia, disnea, secreción abun- dante de sudor, vómitos diarrea y por último pérdida del conocimiento. Junto al descenso de la presión arterial y la taquicardia puede ocurrir un eritema extenso o exan- tema con intenso prurito, edema de Zuincke, sensa- ción ardiente en las mucosas, espasmo y edema de la pared bronquial con dificultad respiratoria consecutiva. El sistema nervioso central puede responder espectacularmente con ataques convulsivos, síntomas de compresión cerebral, el coma se hace rápidamente profundo a la vez que aparece parálisis de los nervios craneales: – En la musculatura lisa: contracción. – Tejido conjuntivo intersticial: exudación. – Células sanguíneas y parenquimatosas: histolisis. – Capilares y arteriales: hinchazón del endotelio, diátesis, in sudación, hinchazón de la pared, au- mento de la permeabilidad y dilatación. – Mucosa: secreción. Toda droga tiene una dosis máxima, que excedida se presentan síntomas de intoxicación por sobredosis, por lo que se reconocen dos tipos de reacciones: 1. Neurológicas. 2. Circulatorias. En la sobredosis intervienen dos factores: 1. Cantidad de anestésico. 2. Velocidad de absorción de la solución. Pero la dosis que provocan estas reacciones es diferente según los casos y no se pueden predecir. Esta diferencia de tolerancia entre los distintos individuos está en dependencia de la asimilación, distribución y eliminación de los fármacos, por ejemplo, en las hepatopatías, disfunciones renales constitucionales y pacientes de edad avanzada.Los esquemas de dosificación varían de acuerdo con la toxicidad de cada una de las diferentes drogas anestésicas. Se va a considerar solamente la lidocaína cuyos fabricantes consideran que la dosis máxima es de 1 g, esta dosis es para adultos de peso medio y no es más que una orientación para el operador. En la tabla 19.1 se resumen las manifestaciones clínicas de la intoxicación con los anestésicos locales teniendo en cuenta tres fases: 1. Primaria de estimulación. 2. Segunda de estimulación. 3. Depresión. Accidentes y complicaciones Todas las intervenciones quirúrgicas que se reali- zan en la cavidad bucal pueden provocar complicacio- nes inmediatas al acto o remotas y tardías. Tabla 19.1. Relaciones tóxicas entre el sistema nervioso central, cardiovascular y metabólico Fase Sistema nervioso central Sistema circulatorio Sistema respiratorio Primaria de estimulación Paciente comunicativo, aprensivo, Hipertensión, pulso acelerado Aumento de la frecuencia excitado, cefaleas, vómitos, y palidez cutánea y profundidad contracciones de pequeños respiratoria músculos (cara dedos ) Segunda de estimulación Convulsiones Hipertensión Cianosis y disnea Depresión Parálisis musculares, pérdidas Descenso de la presión arterial Disnea y cianosis de reflejos e inconciencia y pulso débil https://booksmedicos.org Complicaciones inmediatas Las inmediatas suelen ocurrir en el mismo momento o minutos después y entre ellas se incluyen síncope, paro cardiaco, shock, hematomas, infartos del miocardio, alergia a algún medicamento usado, edema angioneurótico, enfisema, agujas rotas, hemorragias, perforaciones por iatrogenias y fracturas, entre otras. Complicaciones mediatas Entre las complicaciones mediatas o tardías se encuentran las secuelas a posteriori de cualquier acto quirúrgico bucal incluyendo el dolor posoperatorio, he- morragia retardada, infección de los tejidos blandos o sistémica, trismo, endocarditis bacteriana subaguda, reacciones alérgicas tardías, épulis granulomatoso y fibrosis. Complicaciones debido al uso de instrumental en mal estado o empleo de una mala técnica anestésica Paresia Es necesario el dominio de la anatomía de la re- gión anterior, ya que la punción muy profunda puede ocasionar una paresia facial periférica muy desagrada- ble, pues el paciente se impresiona de no poder cerrar el ojo, lo que se conoce como signo de Bell. La paresia se provoca cuando la anestesia es de- positada en la cercanía de la glándula parótida, la cual es atravesada por el nervio facial y este se anestesia debido a que la aguja o la solución han rebasado el borde posterior de la rama ascendente. Hiperestesia de labio Al usar una aguja despuntada se puede lesionar los tejidos de la región desgarrándolos, traumatizando el nervio dentario inferior, lo que da lugar a su hiperes- tesia o parestesia. Hematoma Se provoca por desgarramiento de los vasos san- guíneos con la aguja en la zona de punción. Enfisema subcutáneo No es más que la entrada de aire en los tejidos por la punción de la aguja, lo que alarma a los pacientes, pero no provoca mayores consecuencias. Solo existen leves molestias y sensación de au- mento de volumen de la mucosa por penetración de aire al tejido, semejante a una celulitis, pero no es dolo- roso y existe crepitación. Es importante brindar apoyo emocional al pacien- te explicándole que esto es transitorio y que este aire se reabsorbe solo de forma lenta. Punción de un vaso sanguíneo Siempre se debe observar el interior del cartucho al retirar la aguja y si existe sangre dentro, esto indica que se ha penetrado en un vaso sanguíneo. Fractura de aguja Sucede durante la técnica por una mala manipula- ción o movimientos bruscos inesperados del paciente, forzando los mismos y realizando movimientos inade- cuados. Esto generalmente es consecuencia del uso de agujas en mal estado o movimientos inesperados del paciente cuando se aplica el anestésico. Hay que man- tenerse alerta frente al estado de las agujas. Nunca debe introducirse la aguja hasta el final, siem- pre debe quedar una pequeña porción visible para en caso de que ocurra se pueda retirar con pinzas hemostáticas para tratar de extraer el resto fracturado y hacer todo lo posible por quitarlo o si no se consigue remitir al hospital más cercano. Parálisis facial Consiste en la desviación de la comisura labial ha- cia el lado contrario al anestesiado. Generalmente se provoca por una técnica inade- cuada de aplicación del anestésico local, y el líquido se introduce al interior de la glándula parótida o en la rama mandibular se llega al nervio facial en una inadecuada técnica conductiva. La conducta a seguir está encaminada a dar apo- yo emocional al paciente explicándole que una vez pasado el efecto anestésico dejara de sentir esa sen- sación. Infección Esta ocurre al no cumplirse con las normas esta- blecidas de asepsia, antisepsia y esterilización del ins- trumental y los tejidos, así como utilizar cartuchos mediados para otros pacientes, ya que esta solución remanente puede ser el vehículo de transmisión. Las manos del profesional deben ser escrupulosa- mente lavadas antes de tratar a cada paciente y las zonas a anestesiar pincelarlas con un antiséptico antes de insertar la aguja, así como cuidar de no puncionar en zonas infectadas. https://booksmedicos.org Trismo Es la inyección de la solución en el interior de un músculo, lo que ocasiona dolor ya que la absorción de la solución a partir de un músculo se hace lentamente, sobre todo cuando se inyecta en el masetero o pterigoideo interno. Esto se impide utilizando la técni- ca adecuada, agujas afiladas insertadas sin trauma y que no atraviesen los músculos. Complicaciones de la anestesia local atribuibles al paciente Lipotimia La complicación que ocurre con más frecuencia es la lipotimia, provocada por el influjo psíquico, o sea, el temor y la aprehensión que manifiesta el paciente ante la inyección de la anestesia o cualquier tratamiento estomatológico. Este estado se presenta por una estimulación parasimpática que trae como consecuen- cia vasodilatación periférica y una disminución de la circulación periférica, estableciéndose una hipoxia ce- rebral. Cuando el paciente esta sentado en el sillón dental, el cerebro está en posición superior, es más susceptible al reducido flujo sanguíneo. Este estado de pérdida del conocimiento, se caracteriza por: – Palidez intensa. – Sudoración fría y profusa. – Pulso lento y débil con caída de la presión arterial. – Respiración superficial. – Recuperación rápida en segundos o minutos de- jando a veces un estado de laxitud acompañado de náuseas. Tratamiento El desmayo transitorio o la fatiga son debidas a reacciones neurogénicas por estímulos parasimpáticos, lo cual provoca la lipotimia cerebral transitoria y una reacción psíquica, generalmente por miedo. En este caso se coloca al paciente en posición de Trendelenburg, es decir, en posición inclinada eleván- dole las extremidades inferiores, acostado con la ca- beza hacia abajo haciendo un ángulo de 45º facilitándole el retorno venoso, restableciendo el ritmo cardiaco y asegurando oxigenación cerebral, que evita la isquemia. Debe procurarse buena ventilación, se reanima dándole palmaditas en la cara, aflojándole las ropas y dándole a oler alguna sustancia volátil, como amoniaco o cautelosamente vapores de licor aromáticos u amoniacales. Este sencillo tratamiento basta generalmente y el paciente recobra las sensaciones normales. Se le re- conforta y se vuelve a examinar antes de continuar. Actualmente se utiliza con mucha aceptación el uso de puntos acupunturales de reanimación como vaso gobernador 26 y riñón 1. Estos puntos pueden estimularse también de for- ma manual y con digitopuntura, pero en este caso el uso de las agujas es más efectivo. Aunque se describe que ambos puntos son exce- lentes como reanimadores por su posición anatómica el más utilizado es el vaso gobernador 26 en el cual se coloca la aguja y se realiza una tonificación, esdecir, moverla hacia la derecha en sentido de las manecillas del reloj por unos minutos. Una vez que el paciente esta recuperado se retira la aguja de forma inmediata. Shock anafiláctico Esta es una complicación también atribuible al pa- ciente, se presenta: – Palidez. – Enfriamiento. – Pulso bajo. – Tensión arterial baja. – Cianosis. – Cefalea. – Dilatación pupilar. Esto constituye un cuadro grave y si los síntomas evolucionan de forma rápida el paciente puede morir. Existen reacciones exageradas en los inicios, el cuadro clínico asemeja al de una lipotimia, pero a me- dida que pasa el tiempo el cuadro se va agravando y el paciente no se recupera. La conducta a seguir más aceptada es administrar al paciente un ámpula de benadrilina y remitirlo de for- ma inmediata al hospital más cercano. Se debe tomar el pulso y la tensión arterial a cor- tos intervalos, que constituyen los indicadores más frecuentes y seguros de la severidad del caso. Si el paciente ha perdido abundante líquido se valora la hidratación inmediata, por lo que es necesaria su hos- pitalización. Otras complicaciones – Náuseas. – Vómitos. – Disfagia. Son frecuentes después de la anestesia del nervio maxilar superior, a través del agujero palatino posterior, ya que se anestesian los nervios palatinos mayores y medios que inervan el paladar blando, úvula y amígdalas. https://booksmedicos.org Sequedad bucal y xerostomía Puede ocurrir por exceso de anestesia a nivel del nervio lingual, ya que la anastomosis de esta con la cuerda del tímpano por difusión bloquea los impulsos que rigen las secreciones de las glándulas submaxilar y sublingual. Empalidecimiento cutáneo Se presenta después de aplicada la técnica de la tuberosidad, debido a que se penetra con la aguja en el plano venoso ptengoideo y la solución sigue el trayecto de la vena facial profunda y desemboca en la vena facial anterior, la contrición de este último vaso causa el empalidecimiento en la zona suborbitaria. Entumecimiento y sequedad de la cavidad bucal Puede ocurrir cuando se hace la infiltración por arriba de los incisivos centrales superiores, o sea, cuan- do se hace la inyección alta. Esta complicación puede suceder después de la anestesia, generalmente sin mayor trastorno. Además al efectuar una inyección extraorbital del nervio maxilar superior particularmen- te cuando se realiza muy profunda puede penetrar al- guna cantidad de la solución anestésica en la cavidad nasal y ocasionar entumecimiento nasal. Trastornos oculares Entre los trastornos que resultan de las inyeccio- nes de los anestésicos están la diplopía o visión doble y los estrabismos convergentes y divergentes, tendencia de globo ocular a mantenerse vuelto hacia adentro o hacia fuera. Estos trastornos oculares se pueden pro- vocar por la penetración de la solución anestésica en el interior de la cavidad orbitaria, cuando se hace el bloqueo del nervio maxilar superior o cuando se intro- duce la aguja muy profundamente al hacer una inyec- ción en el conducto suborbitario. Esta complicación es muy rara y cuando ocurre es de corta duración, de- saparecen los síntomas en 2 o 3 h. Cuando se anestesia uno o más de los músculos extrínsecos del ojo los músculos antagonistas no afec- tados tiran del globo hacia el lado opuesto. Prevención y tratamiento Prevención de las complicaciones – La primera precaución que hay que tomar frente a un paciente, es el interrogatorio adecuado, para poder realizar una historia clínica, dejando bien acla- rado los antecedentes de la enfermedad de los familiares y las propias del paciente. – Al inyectar un anestésico, se debe permanecer junto al paciente por un lapso de tiempo prudencial ob- servando con verdadero interés cualquier alteración que pudiera presentar. – Todo anestésico debe ser suministrado de forma len- ta para evitar de este modo que gran cantidad pueda pasar al torrente circulatorio en un corto tiempo. – Nunca deben excederse las dosis recomendadas por los fabricantes de cartuchos anestésicos. – Se debe recordar que el grado de anestesia que provoca no depende de la cantidad que se sumi- nistra, hay un grado óptimo que se alcanza con una buena técnica, inyectar más anestésico es in- toxicar al paciente y crear trastornos que puedan ser fatales para la vida del individuo. Existen recursos suficientes para tratar a un pa- ciente que refiera intolerancia a los anestésicos loca- les, como es la de utilizar el poder anestésico de los antihistamínicos y la anestesia general. Actualmente se utiliza también técnicas como la acupuntura, digitopuntura, acompañadas de relajación que provocan un estado de analgesia profunda y per- miten realizar actos quirúrgicos con resultados satis- factorios. El hecho que una intervención en un paciente se realice bajo anestesia local depende de muchos facto- res, incluyendo el estado físico del paciente y estados infecciosos que puedan dificultar su uso, así como la magnitud del procedimiento. En Cuba lo principal en la medicina es la preven- ción, por lo que es obligatorio agotar todos los medios al alcance para evitar los riesgos de la anestesia local. Tratamiento inmediato de las complicaciones Ante un paciente que presenta síntomas o signos de intolerancia a los anestésicos el principal esfuerzo está encaminado a: – Mantener su respiración mediante la respiración boca a boca o administración de oxígeno a presión positiva. – Estimular la circulación: se logra colocando al pa- ciente en posición de Trendelenburg o preferi- blemente en posición horizontal con los pies en ángulo de 45º en relación con el cuerpo, logrando con el mayor aflujo de sangre al cerebro, estimular mediante masajes en ambas regiones carotideas de la circulación hacia el cráneo, se puede aplicar puntos resucitadores acupunturales usando la digitopuntura, en zonas indicadas para ello. – Tomar la tensión arterial. https://booksmedicos.org Estas medidas son las primarias y pueden aplicar- se en cualquier área de trabajo con las mínimas condi- ciones existentes. Pero existen otra serie de elementos terapéuticos que a veces no se disponen de manera inmediata y son necesarios en los estados de shock, como es el uso de perfusiones endovenosas de solu- ciones como la dextrosa al 5 % y solución salina fisio- lógica que ayudan a fluidificar la sangre. De esto se desprende que el factor tiempo en este tratamiento es de vital importancia y ante cualquier emergencia que pueda comprometer la vida del pa- ciente se hace imprescindible su remisión al hospital más cercano, pues en algunos casos la actuación con- secuente o el tiempo puede poner en riesgo la vida del paciente. El modelo de atención estomatológica integral permite conocer a la mayoría de los pacientes, sus antecedentes, tanto personales como familiares, sus modos y estilos de vida y por tanto el trabajo unido con todo el equipo, incluyendo al médico de familia, permi- te reducir al mínimo muchas de estas complicaciones, así como la dedicación con que se brinda la atención. No obstante, la prevención y promoción de salud debe ser siempre el arma fundamental de trabajo en aras del mantenimiento de comunidades sanas. Bibliografía Archer, H. W. (1977): Cirugía bucal. Tomos I y II. Editorial Pueblo y Educación, Ciudad de La Habana, pp.652-658. Artz-Hardy (1971): Complications in Surgery and their management. 2da ed., Editorial Pueblo y Educación, La Habana, pp. 140-208. Colectivo de autores (2003): Guías prácticas de estomatología. Editorial Ciencias Médicas, La Habana, pp. 27-29. Colectivo de autores (1984): Temas de cirugía bucal. Tomo 1, Facultad de Estomatología. Editorial Pueblo y Educación. Ministerio de Salud Pública, La Habana, pp. 7-9. Chirinos Palacios, L. (2008): Anestesia sin riesgos. Disponible en: http://www.mantra.com.ar/contenido/zona1/anestesia.html. Castaño Seiquer, A., J. Doldan Lima ( 2005): Manual de introducción a la odontología. Editorial Medica Ripano, p. 187. Chang, T. (1979): El libro completo de la acupuntura. 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