Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
Absorción y transporte de microminerales - 140 - componentes de la matriz del alimento. Finalmente, se sabe que tanto la cantidad como el tipo de proteína de la dieta tienen un efecto en la absorción de Zn. A mayor cantidad de proteína ma- yor absorción de Zn aunque cabe recalcar que las proteínas son una buena fuente de Zn, por lo que a mayor ingesta de proteína mayor la ingesta de Zn. Respecto del tipo de proteína, aquellas de origen ani- mal promueven la absorción de Zn, excepto la caseína que la inhibe (71). La histidina, la metionina y la cis- teína tienen un efecto promotor de la absorción (71). Cobre El Cu ingresa a las células principalmente a través del Ctr1, que es un transportador de alta afinidad presente en las membranas de todas las células de nuestro organismo (82, 83). El DMT1 también es ca- paz de transportar Cu (14), aunque tendría un papel menos importante que el de Ctr1 (82). En la región transGolgi de las células se localizan dos ATPasas tipo P, las que participan en la exportación o secreción de Cu (82, 83). La ATP7A o proteína de Menkes, que depende de un gen ubicado en Xq13.3, tiene después del nacimiento una alta expresión en todas las células excepto las hepáticas, en las que sólo existen trazas de ella (82), mientras la ATP7B o proteína de Wilson, cuyo gen está localizado en 13q.14.3, tiene un alto nivel de expresión en el híga- do y el riñón (82). Una vez que el Cu ingresa a las células, es distribuido por un conjunto de metaloproteínas denominadas chaperonas hacia los distintos organelos, cuproen- zimas y ATPasas. La chaperona Atox1 lleva el Cu a la red transGolgi donde lo entrega a la ATP7A o ATP7B: la chaperona CCS entrega el metal a la superóxido dismutasa 1 y 3 y la Cox17 transfiere el Cu en las mi- tocondrias a las chaperonas Cox 11 o SCO (Synthesis Cytocrome Oxidase) 1 y 2, quienes lo entregan a la citocromo C oxidasa (82, 83). El Cu que no es expor- tado o que no ha sido incorporado a las cuproenzi- mas se une a la metalotioneína, una proteína intra- celular ligante de metales, o es almacenado en un compartimento vesicular (83, 84). Recientemente se ha propuesto que el transportador de baja afinidad Ctr2 tendría un papel en la liberación del cobre al- macenado en esos compartimentos (84). El Cu se encuentra en los alimentos predominante- mente en su forma oxidada (Cu+2), formando com- plejos con macromoléculas. A nivel del estómago las enzimas proteolíticas y el ácido clorhídrico diso- cian estos complejos y solubilizan al mineral, que es absorbido predominantemente a nivel del duode- no; sin embargo, una pequeña fracción puede ser absorbida en el estómago (83). El Cu es absorbido por los enterocitos como Cu+1, postulándose que óxido reductasas presentes en la vellosidad intesti- nal reducirían el Cu+2 a Cu+1, como paso previo a su captación por los transportadores presentes en el ribete estriado de los enterocitos (82). La ATP7A es necesaria para la exportación del mineral por la membrana basolateral hacia la vena porta, donde se une principalmente a la seroalbúmina y en menor proporción a la transcupreína y a aminoácidos (histi- dina, treonina, cisteína) o a péptidos que contienen estos aminoácidos (83). El hígado es el órgano encargado de redistribuir el Cu. El Cu plasmático es captado por los hepatocitos a través del transportador Ctr1, siendo controversial la participación del DMT1 (85). Una vez en el cito- sol, y dependiendo de las necesidades de la célula, el Cu es distribuido por las diferentes chaperonas hacia las distintas cuproenzimas y a la ATP7B; esta última participa en la vía secretora del Cu (82, 83, 85). Para el eflujo de cobre es necesaria la proteína COMMD1, la que interactúa con la ATP7B (82, 85). El Cu es secretado al plasma unido a la ceruloplasmi- na y es excretado también a los canalículos biliares (82, 83, 85). Una fracción del Cu es almacenada en el hígado unido a la metalotioneína, la superóxido dismutasa y otras proteínas ligantes (83). La fracción aparente de Cu absorbido varía entre un 15 y un 80% (más frecuentemente entre 40 y 60%) (86). La forma química en la que el Cu se encuentra en el lumen intestinal afecta marcadamente este proceso; a medida que la solubilidad aumenta, la absorción es más eficiente. Los factores que dis-
Compartir