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Matronas Prof. 2016; 17(1): 12-19 
Artículo especial
Salud bucodental materno-infantil. 
¿Podemos mejorarla?
Maternal and infant oral health care. How do we improve it?
Abel Cahuana1, Camila Palma2, Yndira González2, Elisabet Palacios3
1Pediatra. Estomatólogo. Odontopediatra. Jefe de sección de Odontopediatría. Hospital Sant Joan de Déu. Profesor 
asociado de Odontopediatría. Universidad de Barcelona. 2Odontopediatra. Profesora del Máster de Odontopediatría de 
la Universidad de Barcelona. 3Matrona. Hospital Sant Joan de Déu. Esplugues de Llobregat (Barcelona)
Cahuana A, Palma C, González Y, Palacios E. Salud bucodental 
materno-infantil. ¿Podemos mejorarla? Matronas Prof. 2016; 17(1): 12-19.
Fecha de recepción: 3/02/15. Fecha de aceptación: 21/04/15. 
 
Correspondencia: A. Cahuana Cárdenas. 
Sección de Odontología. Hospital de Sant Joan de Déu. 
Passeig Sant Joan de Déu, 2. 08950 Esplugues de Llobregat (Barcelona). 
Correo electrónico: acahuana@hsjdbcn.org
RESUMEN
Introducción: La caries dental es la enfermedad infecciosa más pre-
valente entre las afecciones crónicas del niño y resulta especialmente 
grave en los menores de 3 años. Considerando que la salud oral de la 
madre está directamente relacionada con la de su hijo, el papel de los 
profesionales que asisten a las mujeres y a sus hijos durante los prime-
ros años de vida es fundamental para la prevención de estas enferme-
dades. 
Objetivo: Proponer pautas actualizadas para mejorar la salud buco-
dental de gestantes y niños en la primera infancia.
Material y método: Búsqueda de información sobre salud oral de la 
gestante y del niño en la primera infancia en las bases MedlinePlus, PubMed 
y Cochrane Library, y en guías de salud de diferentes sociedades científicas. 
Resultados: Entre las principales pautas para mejorar la salud oral 
materno-infantil se incluyen las siguientes: revisión odontológica y pro-
filaxis en la mujer gestante, uso de flúor tópico en lactantes mayores de 
10 meses con alto riesgo de caries, abandono del biberón y chupete 
como máximo a los 2 años, evitar hábitos de transmisión salival madre-
hijo, introducir lo más tarde posible los azúcares refinados, evitar el pi-
coteo frecuente (sólido o líquido), usar pasta dental fluorada estándar 
desde la erupción dental y visita odontológica al año de edad del niño. 
Conclusión: La guía de salud bucal propuesta está basada en la evi-
dencia científica actualizada, y establece pautas comunes para todos 
los profesionales sanitarios, entre los cuales la matrona desempeña un 
papel primordial en la prevención.
©2016 Ediciones Mayo, S.A. Todos los derechos reservados.
Palabras clave: Caries dental, dieta cariógena, cariogénicos, cariostá-
ticos, factores de riesgo, succión del dedo.
ABSTRACT
Introduction: Dental caries is the most infectious prevalent chronic 
disease in childhood and it’s especially severe in children younger than 
three years old. However, it is a highly preventable disease if some rec-
ommendations are followed. Considering that the mother’s oral health 
is directly related with that of her children’s, the role of health profes-
sionals who assist women and children during their first years of life, is 
very important on the prevention of the disease.
Aim: The aim of this review is to propose guidelines to improve the oral 
health of pregnant women and children in early childhood.
Material and methods: A research on MedlinePlus, PubMed and 
Cochrane Library databases was done focusing on pregnant women 
and infants’ oral health. Oral health guidelines of different scientific 
academies were also consulted.
Results: Oral health guidelines for the mother-child pair include: dental 
exam and prophylaxis for the pregnant woman, use of topical fluoride in 
breastfed infants older than 10 months old with high caries risk, wean-
ing from the baby bottle and pacifier at 2 years of age, avoiding saliva-
sharing activities, delayed introduction of refined sugars, avoiding 
constant grazing (solid or liquid), use of standard fluoridated toothpaste 
since the time of dental eruption and a first dental visit at age one.
Conclusion: The proposed oral health guideline is based on current 
scientific evidence and it is common for all the healthcare professionals. 
The midwife plays a very important role in caries prevention.
©2016 Ediciones Mayo, S.A. All rights reserved.
Keywords: Dental caries, cariogenic diet, cariogenic agents, cariostatic 
agents, risk factors, fingersucking.
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Artículo especial
A. Cahuana, et al.
Salud bucodental materno-infantil. ¿Podemos mejorarla?
INTRODUCCIÓN
La Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó 
en 2012 un informe sobre la salud bucodental con los 
siguientes datos: el 60-90% de los niños en edad escolar 
presenta caries, cifra que se eleva a casi el 100% en los 
adultos1. En España, según la última encuesta de salud 
oral en preescolares, hay un 17,4% de niños con caries 
a los 3 años y un 26,2% a los 4 años2. Estos datos sugie-
ren una evidente necesidad de mejorar la salud buco-
dental de la población, especialmente de los grupos de 
riesgo, como las mujeres gestantes y los niños de corta 
edad.
El objetivo de este artículo es proponer unas pautas 
de salud bucodental para gestantes y niños de corta 
edad, basadas en una información científica actualizada. 
METODOLOGÍA
Se realizó una búsqueda de información en las bases de 
datos y motores de búsqueda MedlinePlus, PubMed y 
Cochrane Library. Se incluyeron guías de salud de so-
ciedades científicas nacionales y de la Academia Ameri-
cana de Pediatría y Odontopediatría. Se limitó la bús-
queda a artículos científicos a partir del año 2000 y se 
utilizaron las palabras clave «salud oral de la gestante», 
«salud oral infantil», «caries de primera infancia», «fac-
tores de riesgo de caries», «caries de biberón», «hábitos 
de succión no nutritiva» y «guías de salud oral». Para la 
exposición de los resultados se han incluido los siguien-
tes apartados: salud oral de la gestante y su influencia 
en el niño; caries en la infancia; influencia de la lactan-
cia materna en la salud oral; uso del biberón y del chu-
pete; transmisión bacteriana precoz; pautas dietéticas; 
higiene bucal y flúor; primera visita al odontopediatra 
y, finalmente, papel de la matrona en la prevención. 
Salud bucodental de la gestante 
y su influencia en el niño
Durante la gestación ocurren una serie de cambios que 
pueden repercutir en el estado de salud bucodental, co-
mo el aumento de la acidez salival y de ciertas bacterias 
orales, así como cambios en la dieta. Las gestantes, sobre 
todo en el primer trimestre, adquieren nuevos hábitos 
dietéticos debido a las mayores necesidades energéticas, 
lo que da lugar a un aumento en cantidad y frecuencia 
de la ingesta de alimentos cariogénicos3. Asimismo, al-
gunas gestantes con náuseas o vómitos pueden dismi-
nuir la frecuencia de los cepillados porque éstos produ-
cen más náuseas. 
A pesar de la creencia popular de que en la gestación 
existe una desmineralización dental y una relación di-
recta entre el embarazo y el desarrollo de caries, no hay 
evidencia de que el calcio requerido por el feto se ob-
tenga de la dentición materna. El calcio está presente 
en los dientes en una forma estable y, como tal, no pue-
de ser extraído para satisfacer la demanda de calcio en 
sangre, a diferencia de lo que ocurre con el hueso3. Sin 
embargo, durante la gestación se producen ciertos cam-
bios, ya mencionados, que pueden aumentar el riesgo 
de caries. 
Respecto a la gingivitis (inflamación de las encías), 
más de un 60% de las gestantes la presentan (figura 1). 
Se atribuye al aumento de progesterona circundante, 
que provoca una inflamación de las encías. Sin embar-
go, se desconoce el mecanismo exacto por el que el au-
mento de hormonas ocasiona esta inflamación. La gin-
givitis suele ocurrir desde el segundo mes de embarazo, 
con un pico en el octavo mes. Se caracteriza por una 
encía roja, inflamada y que sangracon facilidad, aun-
que suele mejorar después del parto3. En la tabla 1 se 
incluye un resumen de las condiciones bucales frecuen-
tes durante el embarazo y su manejo. 
Diferentes revisiones sistemáticas5,6 han comprobado 
la relación entre la periodontitis de la embarazada (in-
Tabla 1. Principales afecciones bucales 
frecuentes durante el embarazo y su manejo4
Afecciones 
bucales Manejo
Caries activas • Tratamiento restaurador antes del parto, 
ya que el beneficio del tratamiento es 
muy superior a los riesgos mínimos que 
conlleva
• Reducción en la frecuencia de azúcares 
fermentables: higiene bucal estricta 
un mínimo de 2 veces al día con pasta 
fluorada y uso de hilo dental
Gingivitis • Realizar una limpieza profesional 
para reducir la inflamación y la carga 
bacteriana local
• Prescripción de clorhexidina y flúor 
tópico
• Higiene bucal estricta 2 veces al día con 
pasta dental fluorada (incluido el uso de 
hilo dental)
Reflujo y/o vómitos • Enjuagues bucales con una cucharada 
de bicarbonato sódico diluido en un 
vaso de agua, para neutralizar el ácido
Sensibilidad dental • Enjuagues de fluoruro de sodio 
y cepillado con pastas de alta 
concentración de flúor para proteger los 
dientes erosionados o sensibles
Tumor gingival 
del embarazo
• Observar, a excepción de que interfieran 
en la masticación, sangren mucho 
o persistan tras el parto. Se pueden 
extirpar quirúrgicamente, aunque suelen 
recidivar si se eliminan durante el 
embarazo
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fección bacteriana en la encía y el hueso que rodea al 
diente) y el riesgo de partos prematuros y/o bebés con 
bajo peso al nacer. Las infecciones periodontales crean 
un portal para la diseminación de bacterias que pueden 
alcanzar la unidad fetoplacentaria y poner en riesgo su 
estabilidad7. A pesar de que los autores recomiendan 
realizar más estudios al respecto, la evidencia indica que 
la limpieza de las encías (tratamiento periodontal no 
quirúrgico) durante el embarazo es segura, reduce las 
bacterias, la inflamación y la probabilidad de bajo peso 
en los recién nacidos de embarazadas de alto riesgo8,9. 
Respecto a la relación entre la periodontitis de la ges-
tante y la preeclampsia, la asociación es mucho más sig-
nificativa6. 
Para llevar a la práctica el objetivo de asegurar un am-
biente oral sano en la gestante, se han desarrollado pro-
tocolos de diferentes estamentos de salud y sociedades 
científicas, entre ellos el Protocolo de Seguimiento del 
Embarazo de la Generalitat de Catalunya10 y la guía re-
ciente de «Salud oral y embarazo: una guía práctica», de 
Llodra Calvo11, patrocinada por la Organización Cole-
gial de Odontólogos de España. Ambas distinguen dos 
etapas: a) pregestacional, en la que se recomienda reali-
zar una visita anual al odontólogo, no abusar de la in-
gesta de dulces y realizar la higiene oral mediante cepi-
llado con un dentífrico fluorado después de cada 
comida, y b) gestacional, en la que se añade la indica-
ción de realizar una visita al odontólogo al inicio del 
embarazo, el uso de colutorio y un cepillado con una 
duración mínima de 2 minutos. 
Desde el punto de vista odontológico, se sugiere efec-
tuar una profilaxis dental durante el embarazo para re-
ducir la carga bacteriana local (higiene profesional reali-
zada con instrumentos rotatorios o de ultrasonido, con 
el fin de eliminar toda la placa bacteriana y el sarro en el 
margen de la encía y entre los dientes). En las mujeres 
de alto riesgo de caries y/o periodontitis (que presentan 
una placa bacteriana visible, gingivitis, caries activas o 
manchas blancas), también se sugiere la prescripción de 
antisépticos y el uso de hilo dental y flúor tópico. En las 
gestantes con caries activas se recomienda el tratamiento 
restaurador antes del parto, ya que su beneficio es muy 
superior a los riesgos mínimos que conlleva. Respecto a 
las radiografías dentales, presentan un riesgo sumamen-
te bajo de afectación fetal; a pesar de ello, se indica ha-
cerlas siempre con protección del abdomen y el cuello11.
Caries en la infancia
La caries es una enfermedad multifactorial, transmisi-
ble y prevenible12. Sin embargo, a pesar de ser una en-
fermedad prevenible, actualmente es la enfermedad in-
fecciosa crónica más prevalente en la infancia13. Afecta 
en mayor proporción a niños de nivel social bajo y a la 
población inmigrante, y representa un serio problema 
sanitario en España2,14.
La caries está causada por bacterias (especialmente 
Streptococcus mutans y Lactobacillus), que metabolizan 
azúcares presentes en la boca y crean ácidos, que desmi-
neralizan el esmalte. En los menores de 6 años se deno-
mina «caries de la primera infancia» (CPI), y cuando 
afecta a menores de 3 años se denomina «caries de la 
primera infancia severa» (CPI-S): representa la forma 
más precoz, agresiva y severa de caries y se asocia a há-
bitos de alimentación inadecuados y a la ausencia de 
medidas de prevención15.
La presentación característica de la CPI-S es en forma 
de «media luna» en la superficie externa de los incisivos 
primarios superiores, y el resto de los dientes se van in-
fectando conforme erupcionan, con excepción de los 
incisivos inferiores, que están protegidos por la lengua, 
el labio y la saliva. Inicialmente, la caries se presenta co-
mo «manchas blancas» en el esmalte (figura 2); si no se 
trata, avanza rápidamente hacia la dentina, formando 
cavidades y cambiando de color a amarillo/marrón (fi-
gura 3), y posteriormente llega a la pulpa (nervio) den-
tal y causa infecciones16. 
Figura 2. Niño de 13 meses con manchas 
blancas en el esmalte en forma de media luna 
siguiendo el contorno de la encía. Es un signo 
del inicio de un proceso agresivo de caries
Figura 3. Niño de 17 meses en la etapa más 
avanzada de caries; se mantiene la forma de 
media luna, con cavitaciones hacia la dentina
Figura 1. Gestante de 7 meses, con 
inflamación importante de las papilas 
gingivales en la arcada inferior y sangrado 
espontáneo de la encía. Nótese la presencia 
de un granuloma gingival del embarazo 
en la zona inferior izquierda
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Artículo especial
A. Cahuana, et al.
Salud bucodental materno-infantil. ¿Podemos mejorarla?
La caries en la dentición primaria puede ocasionar dolor 
intenso, infecciones faciales, visitas de urgencia y hospitali-
zaciones, y puede afectar al crecimiento del niño y dismi-
nuir su calidad de vida. Asimismo, un niño con caries en 
los dientes primarios presenta un mayor riesgo de tener 
caries y restauraciones en la dentición permanente15. 
Por todo ello, el establecimiento de un programa edu-
cativo de salud bucal para la gestante y la «nueva madre» 
en los primeros 2 años de vida del niño se considera el 
primer paso hacia la prevención de la caries, ya que se ha 
comprobado que estos consejos reducen el número de 
hospitalizaciones pediátricas por caries17,18. En esta tarea, 
la matrona desempeña un papel esencial, por su capaci-
dad para transmitir mensajes de salud oral a las madres.
Influencia de la lactancia materna 
en la salud bucodental
Beneficios
La lactancia materna (LM) no sólo tiene enormes bene-
ficios nutricionales, inmunológicos y emocionales para 
el bebé, sino que también representa el estímulo ideal 
para el desarrollo fisiológico de los músculos y huesos 
de la cara y de la boca19. 
A pesar de que no existe evidencia científica que 
constate que los niños amamantados tienen una mejor 
oclusión que los alimentados con biberón, diversos es-
tudios demuestran una relación inversa entre la LM y 
los hábitos de succión no nutritivos19,20. Es decir, la LM 
reduce la probabilidad de que el bebé adquiera el hábi-
to del chupete o de chuparse el dedo, que favorece la 
aparición de maloclusiones a largo plazo.
Riesgos
Acerca de la relación LM-caries, existe una gran contro-
versia. Se sabe que la caries es una enfermedad multi-
factorial y que no existe un factor que por sí solo pueda 
ocasionarla; por ello, probablemente, las revisiones sis-
temáticasde Valaitis et al.21 y White22 no han podido 
encontrar una relación directa entre la LM y la caries. 
Es una realidad clínica que la CPI-S se observa en niños 
con una alimentación complementaria de LM en los 
que coexisten factores de riesgo, como la transmisión 
bacteriana por saliva de la madre al bebé, las tomas de 
pecho constantes durante el día y especialmente duran-
te la noche después del año de vida (durante la noche 
no existe flujo de saliva y de sus componentes protecto-
res), la instauración tardía de la higiene oral (después 
del año de vida), la higiene irregular (de vez en cuando) 
o la ausencia de higiene, la ausencia de flúor tópico (lo-
cal), la dieta cariogénica o el consumo de alimentos sa-
nos pero ofrecidos constantemente23-28. En un ensayo 
aleatorizado reciente29 se encontró que la LM se asocia-
ba significativamente a caries cuando se ofrecía el pecho 
constantemente durante el día y la noche, por lo que 
los autores sugieren que a partir de la erupción dental 
se evite dar el pecho «a demanda».
Respetando el estilo de crianza familiar, creemos ne-
cesario ofrecer la información pertinente a las gestantes 
y a las puérperas para evitar la CPI de sus hijos, espe-
cialmente de los bebés de las madres que hayan decidi-
do prolongar la lactancia:
• Fomentar que las madres tengan una buena salud oral.
• Evitar la trasmisión bacteriana a sus bebés a través de 
la saliva.
• Intentar que el bebé se vaya a dormir con la boca lim-
pia a partir de la dentición.
• Una vez erupcionen los incisivos superiores del niño 
(sobre los 8-10 meses), no hay que ofrecer el pecho 
como «pacificador», ya que la ingesta constante oca-
siona una disminución repetida del pH salival.
• Intentar espaciar las tomas nocturnas.
• Procurar que los incisivos superiores reciban flúor tó-
pico (en pasta dental y barniz profesional).
• Ofrecer una dieta sana, atrasando al máximo la intro-
ducción de azúcares y evitando el picoteo constante 
durante el día, incluso de alimentos sanos15,25. 
Como una de las pautas más importantes para evitar la 
caries es que el bebé duerma con la boca limpia a partir 
de la erupción de los dientes superiores, es recomenda-
ble no utilizar el pecho como método para dormir al 
niño, ya que es evidente que posteriormente la limpieza 
bucal se dificulta. Sólo con que el bebé se mantenga 
unos segundos despierto después de la última toma, fa-
cilitará una higiene bucal rápida y efectiva de los incisi-
vos superiores. Si resulta inevitable que se duerma 
mientras es alimentado, se aconseja limpiar los dientes 
superiores antes de acostarlo, levantando suavemente el 
labio para pasar una gasa o cepillo sobre esos dientes.
Uso del biberón y del chupete
Se sugiere a las madres que alimentan a sus bebés con 
biberón que utilicen tetinas anatómicas y con orificio 
pequeño hasta el primer año, momento en el que el bi-
berón debe retirarse paulatinamente15. Para prevenir la 
caries, se debe evitar que el bebé se quede dormido to-
mando el biberón o que se le ofrezca durante el sueño 
(esta costumbre ocasiona la denominada «caries de bi-
berón»). Asimismo, se debe evitar agregar azúcar o miel 
al biberón; éste debe utilizarse sólo para la leche; los zu-
mos o infusiones deben ofrecerse siempre en vasos o ta-
zas15. Para permitir que el niño pase de un patrón de 
deglución infantil a uno adulto, se recomienda enseñar-
le a tomar leche de un vaso o una taza cuando erupcio-
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nen los primeros molares (hacia los 12-18 meses), de 
modo que el biberón debe abandonarse definitivamen-
te antes de los 2 años30.
El uso del chupete se considera normal en las socieda-
des occidentales, y diversos estudios31,32 apoyan el uso 
del chupete para disminuir la prevalencia del síndrome 
de muerte súbita del lactante (SMSL), especialmente en 
bebés alimentados con fórmulas. En los recién nacidos 
amamantados es mejor evitar el chupete durante los 
primeros días de vida, pero no desaconsejarlo cuando la 
LM está bien establecida (a partir del mes de vida), 
edad en la que comienza el riesgo de SMSL32. 
En la cavidad oral, el chupete no permite que la len-
gua se coloque en su posición normal sobre el paladar; la 
lengua se mantiene en una posición baja en la mandíbu-
la, alterando la anchura del maxilar y afectando al pa-
trón de deglución33. A medio plazo, tanto la posición 
lingual baja como la interferencia del chupete en la zona 
incisiva favorecen la aparición de maloclusiones, como 
la mordida abierta anterior, la mordida cruzada poste-
rior y el resalte33. Si se utiliza el chupete, debe ser anató-
mico y lo más pequeño posible, y su uso debe limitarse a 
momentos de ansiedad/sueño, para luego retirarlo de la 
boca en cuanto el bebé se haya calmado/dormido, para 
permitir que la lengua se coloque correctamente. El 
chupete debe retirarse a los 12-24 meses de edad para 
evitar maloclusiones, en especial la mordida cruzada 
posterior que no se corrige espontáneamente33,34. 
Transmisión bacteriana precoz
Los bebés contraen las bacterias que ocasionan las caries 
por transmisión vertical, de la saliva de sus madres, pa-
dres o cuidadores, alrededor de la erupción dental o in-
cluso antes35. Las revisiones sistemáticas sobre los facto-
res de riesgo de caries en preescolares coinciden en que 
uno de los factores más determinantes en su aparición 
es la colonización temprana de bacterias a través de la sa-
liva de la madre, y que cuanto más temprana sea la 
transmisión, mayor será el riesgo de caries del niño24,27. 
Las madres con antecedentes de alto riesgo de caries 
serán más propensas a presentar altos niveles de bacte-
rias en la saliva, y el contagio vertical a sus hijos será 
más efectivo. Por ello, es importante que las madres, es-
pecialmente las que tengan antecedentes de caries, sean 
conscientes de que deben evitar limpiar el chupete con 
su saliva, sujetar el biberón con la boca, compartir cu-
charas con el bebé o darle besos en la boca15. 
Pautas dietéticas
En los países con unos niveles de nutrición adecuados, 
como España, la nutrición durante el periodo de gesta-
ción tiene poca influencia sobre la salud oral del futuro 
bebé. Acerca del aporte sistémico de flúor prenatal (en 
pastillas), la mayoría de autores coinciden en que es in-
efectivo en la prevención de las futuras caries en los ni-
ños. Por ello, actualmente se desaconseja la prescrip-
ción de flúor prenatal como método anticaries23,36.
Para prevenir la caries en la embarazada, se recomien-
da limitar la ingesta de azúcares en las comidas (dulces, 
galletas, bollería, patatas fritas embolsadas, zumos in-
dustriales, bebidas de cola, y otros) y fomentar «el pico-
teo» de alimentos sanos (frutas, verduras, cereales, que-
so, yogur natural)4,23. 
Durante el primer año de vida del niño, es esencial es-
tablecer unos patrones alimentarios correctos, ya que los 
hábitos dietéticos se aprenden durante esta etapa y poste-
riormente son muy difíciles de modificar. Como bien sa-
bemos, la leche materna es el mejor alimento para el be-
bé durante los primeros 6 meses. Para las madres que 
decidan continuar con la LM pasado el año de vida, su-
gerimos no ofrecer el pecho constantemente, espaciar las 
tomas nocturnas y tener acceso a flúor tópico (local) para 
evitar la CPI. En los bebés alimentados con biberón, se 
sugiere evitar ofrecérselo para dormir y durante la noche 
desde que aparecen los primeros dientes15,23,25.
A partir del inicio de la alimentación complementaria, se 
sugiere introducir lo más tardíamente posible los azúcares 
refinados, ya que aumentan el riesgo de caries. Si los padres 
introducen azúcares en la alimentación de los niños antes 
del año de vida, éstos presentarán un mayor riesgo de ca-
ries37. La mayoría de la población sabe que los chocolates, 
los dulces y las chucherías pueden producir caries; sin em-
bargo, existe un gran desconocimiento sobre la cariogenici-
dad de los «azúcares ocultos», como los de los zumos enva-
sados, galletas, cereales azucarados,yogures bebibles, leche 
chocolatada, pan de molde, patatas fritas embolsadas, 
etc.4,5,23,25. Hay que hacer especial hincapié en que la fre-
cuencia en el consumo de azúcares es más dañino que la 
cantidad, por lo que se desaconseja el «picoteo» frecuente 
(menos de 2 h), incluso de bebidas y/o alimentos sanos23,27. 
Para evitar la CPI-S, se recomienda a los padres que eviten 
los «azúcares ocultos», especialmente entre comidas, duran-
te los primeros 2 años de vida, periodo en que el niño es 
más susceptible a sufrir un proceso agresivo de caries. Se re-
comienda ofrecer alimentos saludables (palitos de pan, pan 
de barra, trozos de fruta, queso, huevo duro, tortitas de 
maíz o arroz, yogur natural, etc.), con un intervalo mayor 
de 2 horas, y siempre ir a dormir con la boca limpia4,23. 
Higiene bucodental y flúor
El factor clave para la prevención de la CPI es el hábito 
de higiene oral diario, que debe realizarse con la frecuen-
cia y la efectividad adecuadas, empezando a una edad 
temprana y siempre antes del descanso nocturno (mo-
17
Artículo especial
A. Cahuana, et al.
Salud bucodental materno-infantil. ¿Podemos mejorarla?
mento en que los factores protectores de la saliva dismi-
nuyen). Se ha comprobado que cuanto antes se empiece 
con la higiene bucal, menor es la probabilidad de que el 
niño desarrolle caries. Por consiguiente, si los padres in-
troducen el cepillado tardíamente en el hábito de sus hi-
jos, éstos presentarán un mayor riesgo de caries37. 
Las recomendaciones de higiene bucal por etapas in-
cluyen las siguientes4,25,30:
• A partir del cuarto mes de vida, hay que empezar con 
la estimulación oral un mínimo de 1 vez al día para 
acostumbrar al bebé a la manipulación de su boca, e 
instaurar un hábito de higiene oral precoz. Para esta 
etapa se pueden utilizar dedales de silicona, gasas hu-
medecidas en agua o pañitos especiales.
• A partir de la erupción de los incisivos superiores (a los 
8-10 meses de vida), hay que limpiar los dientes 2 ve-
ces al día con una gasa, un pañito o un cepillo dental 
infantil, sobre todo antes de dormir o después de la 
última toma nocturna.
• Una vez erupcionen los molares (alrededor de los 12-
16 meses), se debe optar por el uso del cepillo dental 
infantil, porque la gasa o el dedal no limpian correc-
tamente las superficies de masticación. Se recomien-
da limpiar especialmente el «escalón» que se forma 
entre el margen de la encía y el diente, y para ello es 
imprescindible levantar el labio superior y mantener 
la cabeza del niño en una posición estable (figura 4).
• A partir de que los molares hagan contacto (alrededor 
de los 3 años), se recomienda el uso del hilo dental o 
flosser (posicionador de hilo) para evitar las caries en-
tre los dientes.
• Se sugiere que un adulto asista al niño con el cepillado 
(sobre todo el nocturno) hasta que el niño adquiera la su-
ficiente capacidad motora fina, alrededor de los 8 años.
Respecto al flúor
La evidencia científica indica que el flúor de la pasta 
dental ha sido el responsable de la disminución de la 
caries a escala mundial. Sólo los dentífricos con con-
centraciones de 1.000 ppm de flúor o más han probado 
su eficacia anticaries38,39. 
Como en los niños pequeños (especialmente los me-
nores de 3 años) existe el riesgo de que ingieran la pasta 
durante el cepillado, el uso de pastas fluoradas es un te-
ma delicado, por el riesgo de fluorosis que podría ocasio-
nar. Sin embargo, la evidencia actual indica que el riesgo 
de fluorosis a estas edades es mínima si se coloca una pe-
queña cantidad de pasta dental sobre el cepillo en los ni-
ños que no saben escupir28,39,40. En líneas generales, se 
pueden establecer las siguientes recomendaciones:
• En niños que no sepan escupir, menores de 3 años, se 
debe utilizar pasta dental fluorada (con un mínimo de 
1.000 ppm de flúor) en el cepillado, independientemen-
te de su riesgo de caries. El cepillado se debe realizar 2 
veces al día desde la erupción del primer diente, pero las 
cantidades de pasta sobre el cepillo deben ser mínimas 
(«raspada» o «granito de arroz»)28,36,40. De este modo, si 
se utiliza la pasta en pequeñas cantidades, la cantidad 
que pueda ser ingerida es segura en términos de fluorosis 
dental y el beneficio anticaries se mantiene40.
• Cuando el niño haya aprendido a escupir (general-
mente después de los 3 años), se debe aumentar la 
cantidad de pasta dental a tamaño «guisante», y ésta 
debe contener entre 1.000 y 1.450 ppm de flúor15.
• Todo bebé y niño que presente un alto riesgo de caries 
(por la transmisión de bacterias salivales de la madre, 
por el tipo o la frecuencia de alimentos, por una defi-
ciente higiene bucal, por irse a dormir con la boca sucia 
o por comer durante la noche) se beneficiará de una 
aplicación de barniz de flúor profesional, especialmente 
en los incisivos superiores (mínimo cada 6 meses)28.
Primera visita al odontopediatra
Un niño debe ser visitado por un odontopediatra hacia 
el año de vida, como máximo, tras la erupción de los 
incisivos superiores. Esta visita temprana permite valo-
rar el riesgo individual de caries y la necesidad de apli-
car flúor tópico, así como ofrecer herramientas en casa 
para prevenir la caries. Al mismo tiempo, se valora el 
riesgo de desarrollar maloclusiones y traumatismos 
dentales. El objetivo de esta primera visita es principal-
mente educativo y preventivo, no curativo15. 
Las principales recomendaciones de salud bucal se ex-
ponen en la tabla 24,30.
Papel de la matrona
La salud bucodental de la gestante y la futura madre es un 
punto clave para la salud oral de toda la familia. La matro-
Figura 4. En niños de corta edad, para realizar un cepillado dental 
efectivo, se sugiere mantener la cabeza estable y levantar el labio 
para poder limpiar el «escalón» que se forma entre la encía 
y los dientes superiores
18
Matronas Prof. 2016; 17(1): 12-19
na es el profesional ideal para ofrecer la educación sanitaria 
a las gestantes, tanto en la consulta individual como en los 
programas grupales. Por ello, es importante que la matro-
na incluya consejos de salud oral para la madre y su hijo. 
La matrona debería recomendar la visita al odontólogo 
de la gestante al inicio del embarazo y derivarla ante cual-
quier molestia en algún momento de la gestación. En los 
grupos de educación maternal y de posparto se aconseja 
incluir información sobre la trasmisión bacteriana ma-
dre-hijo, el riesgo de que sus hijos padezcan caries si ellas 
presentan niveles elevados de S. mutans, la alimentación 
con LM y biberones, el uso del chupete y los cuidados 
necesarios para mantener una salud oral óptima.
La matrona es la profesional de referencia para las 
gestantes y clave para que las mujeres adquieran o me-
joren unos hábitos de salud oral esenciales para ella y 
el recién nacido, que repercutirán a lo largo de sus vi-
das.
CONCLUSIONES
La salud oral de la gestante y la del niño guardan rela-
ción entre sí y constituyen, especialmente en determi-
nados estratos sociales, un problema de salud pública, 
que se podría mejorar aplicando el concepto de preven-
ción en fases previas. Teniendo en cuenta que la visita al 
odontólogo/odontopediatra en la primera infancia se 
produce en etapas ya tardías, creemos que el papel edu-
cador de la matrona es trascendente en la prevención de 
la caries, tanto en las gestantes como en sus hijos.
Tabla 2. Principales pautas preventivas respecto a los diferentes temas de salud bucodental4,30
Aspectos Recomendaciones
Salud bucodental 
de la gestante
• Acudir a una revisión odontológica al menos una vez durante la gestación
• Realizar una profilaxis dental para reducir la carga bacteriana bucal
• Prescripción de antisépticos y flúor tópico en mujeres con alto riesgo de caries y/o periodontitis
• Consumo de alimentos sanos entre comidas (frutas, yogur, tostadas, queso, etc.)
• Higiene bucal estricta 2 veces al día con pasta dental fluorada (incluido el uso de hilo dental), especialmente antes 
de dormir• En gestantes con caries activas se recomienda el tratamiento restaurador antes del parto
Lactancia materna • Fomentar la lactancia materna exclusiva hasta el sexto mes
• Una vez erupcionados los incisivos superiores, intentar no ofrecer el pecho constantemente, espaciar las tomas 
nocturnas (para evitar constantes descensos en el pH salival) y que el niño se duerma con la boca limpia
• Para madres que decidan prolongar la lactancia, se sugiere el uso de flúor tópico (en pasta dental y en barniz 
profesional), evitar la introducción temprana de azúcares refinados y el picoteo constante durante el día
• Si el niño se queda dormido mientras es alimentado, se aconseja limpiarle los dientes superiores antes de acostarlo
Uso del biberón 
y del chupete
• No agregar ningún tipo de azúcar o miel al biberón
• Desaconsejar el biberón de madrugada después de la erupción de los incisivos superiores
• Si el niño se queda dormido mientras es alimentado, se aconseja limpiarle los dientes superiores antes de acostarlo
• El biberón debe abandonarse progresivamente a partir de los 12 meses y definitivamente a los 2 años
• El chupete debe ser anatómico, lo más pequeño posible, y debe ofrecerse exclusivamente en momentos de ansiedad 
o sueño
• El chupete debe retirarse a partir de los 12 meses y, como máximo, a los 2 años para evitar maloclusiones
Transmisión 
bacteriana
• Evitar compartir utensilios con el bebé, así como limpiar el chupete con la saliva, sujetar el biberón con la boca 
o besar al niño en la boca, especialmente antes de los 2 años
Pautas dietéticas • Introducir lo más tarde posible los azúcares refinados, idealmente no antes de los 2 años
• Evitar el consumo de «azúcares ocultos»: zumos industriales, galletas, cereales azucarados, yogures bebibles, leche 
chocolatada, pan de molde, patatas fritas embolsadas, etc.
• Una vez erupcionados los dientes superiores, evitar que el niño coma constantemente (espaciar las comidas al 
menos 2 h)
Higiene bucal 
y flúor
• Antes de la erupción de los dientes, empezar la estimulación oral (masajes de encías) una vez al día con un dedal 
de silicona o una gasa húmeda
• Después de la erupción de los incisivos superiores, realizar la limpieza 2 veces al día con un cepillo dental infantil
• Para realizar un buen cepillado, es esencial levantar el labio y mantener la cabeza del niño estable
• Usar el hilo dental cuando exista contacto entre los dientes (alrededor de los 3 años)
• Asistir con la higiene bucal hasta que el niño sea autónomo (alrededor de los 8 años)
• En menores de 3 años (que aún no sepan escupir) se debe utilizar una pasta dental con flúor (mínimo 1.000 ppm) 
en una cantidad similar a un «granito de arroz» sobre el cepillo
• Una vez que el niño sepa escupir, la cantidad de pasta dental debe ser equivalente a un «guisante»
• Los bebés y niños con un alto riesgo de caries deben recibir aplicaciones de barniz profesional para evitar la caries
Primera visita 
dental
• El niño debe ser visitado por un odontopediatra al año de edad
19
Artículo especial
A. Cahuana, et al.
Salud bucodental materno-infantil. ¿Podemos mejorarla?
Los autores proponen una guía de salud bucal para la 
embarazada y los padres de niños durante sus primeros 
años de vida, para informar, prevenir, reducir la prevalencia 
de caries y, secundariamente, evitar las secuelas físicas, eco-
nómicas y emocionales que ocasiona esta patología en la 
infancia. Las pautas propuestas han sido actualizadas y, con 
el fin de no crear conflictos de información en la población, 
son comunes para matronas, pediatras y odontopediatras.
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