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CAPÍTULO 25 Regulación de la concentración de ioneshidrógeno (equilibrio ácido-básico) Marek H. Dominiczak y Miroslawa Szczepañska-Konkel OBJETIVOS DE APRENDIZAJE Tras leer este capítulo, el lector debe ser capaz de: ■ Explicar la naturaleza del tampón bicarbonato. ■ Describir el intercambio gaseoso que tiene lugar en los pulmones. ■ Describir los componentes respiratorio y metabólico del equilibrio ácido-básico. ■ Definir y clasificar la acidosis y la alcalosis. ■ Comentar las diferentes afecciones clínicas asociadas con los trastornos del equilibrio ácido-básico. INTRODUCCIÓN Los ácidos se producen en el transcurso del metabolismo El metabolismo genera dióxido de carbono en el interior de las células. El CO2 se disuelve en H20, formando ácido carbónico, que a su vez se disocia liberando iones hidrógeno. Los ácidos procedentes de fuentes diferentes al C02 se conocen como ácidos no volátiles; por definición, no pueden eliminarse por los pulmones y deben excretarse por vía renal. La producción neta de ácidos no volátiles está en torno a 50 mmol/día. El ácido láctico se genera durante la glucólisis anaerobia y su concentración en plasma es el sello que distingue a la hipoxia. Los cetoácidos (ácido acetoacético y p-hidroxibutírico) son importan tes en la diabetes (cap. 21). El metabolismo de los aminoácidos que contienen azufre y de los compuestos que contienen fósforo también genera ácidos inorgánicos. A pesar de la cantidad de hidrogeniones producida, su concen tración en sangre (o su logaritmo negativo, el pH) es sorprendente mente constante: permanece entre 3 5 y 45 nmol/1 (pH, 7,3 5-7,45). El mantenimiento de la estabilidad del pH resulta esencial, ya que afecta a la ionización de las proteínas (cap. 2 ) y, en consecuencia, a la actividad de numerosas enzimas y otras moléculas biológicamente activas, como los canales iónicos. Los cambios en el pH, junto con la presión parcial de dióxido de carbono (pC02), alteran la forma de la curva de saturación de la hemoglobina y, por tanto, la oxigenación hística (cap. 5). Además, una disminución en el pH incrementa el tono simpático y puede conducir a la aparición de arritmias cardíacas. Los pulmones, los eritrocitos y los riñones contribuyen a mantener el equilibrio ácido-básico Para mantener el equilibrio ácido-básico son necesarios los pulmo nes , los eritrocitos y los riñones (fig. 25.1). Los pulmones controlan el intercambio de dióxido de carbono y de oxígeno entre la sangre y la atmósfera: los eritrocitos transportan gases entre los pulmones y los tejidos, y los riñones controlan la síntesis de bicarbonato en el plasma y la excreción del ion hidrógeno. Relevancia clínica Clínicamente, es importante comprender a fondo el equilibrio ácido-básico en numerosas subespecialidades de la medicina y la cirugía, y muy especialmente en anestesiología y la medicina de cuidados intensivos. SISTEMAS TAMPÓN DEL ORGANISMO: COMPONENTES RESPIRATORIO Y METABÓLICO DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BÁSICO La sangre y los tejidos contienen sistemas tampón que minimizan los cambios en la concentración de iones hidrógeno El principal amortiguador que neutraliza los iones hidrógeno liberados de las células es el tampón bicarbonato. Otro tampón importante es la hemoglobina, que desempeña también un co metido importante en la amortiguación de los iones hidrógeno generados en la reacción de la anhidrasa carbónica. En el interior de la célula, el ion hidrógeno es neutralizado por tampones intrace- lulares, principalmente proteínas y fosfatos (tabla 2 5 .1 y cap. 2 ). El tampón bicarbonato es un sistema abierto que permanece en equilibrio con el aire atmosférico La capacidad de amortiguación del bicarbonato es superior a la de cualquiera de los sistemas de amortiguación «cerrados». El dióxido de carbono producido en el metabolismo difunde a través de las membranas celulares y se disuelve en el plasma. El coeficiente de solubilidad del C02 en el plasma es de 0 ,23 si la pC02 se mide en kPa (o de 0,03 si la pC02 se mide en mmHg; 1 kPa = 7 ,5 mmHg o 1 mmHg = 0 ,133 kPa). Así, a una pC02 normal de 5,3 kPa (40 mmHg), la concentración de C02 disuelto (dC02) es: dC02 (mmol/l) = 5 ,3k P ax0,23= l,2 mmol/l El C02 se equilibra con el H2C03 en el plasma en el transcurso de una reacción lenta no enzimática. Normalmente, la concentración plasmática de H2C03 es muy baja, de alrededor de 0 ,0017 mmol/l. Sin embargo, dado el equilibrio entre el H2C03 y el C02 disuelto (teóricamente todo el C02 disuelto finalmente acabaría convirtién dose en H2C03), este componente del tampón bicarbonato es igual Aire espirado Orina Excreción urinaria de H+ Fig. 1 Equilibrio ácido-básico. Los pulmones, los riñones y los eritrocitos contribuyen a mantener el equilibrio ácido-básico. Los pul mones controlan el intercambio gaseoso con el aire atmosférico. El dióxido de carbono que se genera en los tejidos se transporta en el plasma como bicarbonato; la hemoglobina del eritrocito contribuye también al transporte del C 02. La he moglobina amortigua el ion hidrógeno derivado del ácido carbónico. Los riñones reabsorben el bicarbonato filtrado en los túbulos proximales y generan nuevo bicarbonato en los túbulos distales, donde hay una secreción neta del ion hidrógeno. Hb, hemoglobina. Pulmón « Riñón Tabla 1 Principales tampones en el cuerpo humano Tampón Base Ácido conjugada Lugar de acción tampón principal Hemoglobina HHb Hb- Eritrocitos Proteínas HProt Prot“ Líquido intracelular Tampón fosfato H2P04" HP042“ Líquido intracelular Bicarbonato co2-> h2co3 HC03“ Líquido extracelular Véase el capítulo 2 para los principios de la acción tampón. Según la definición de Bronsted-Lowry, un ácido es «una especie molecular que tiene tendencia a perder un ion hidrógeno, formando una base conjugada». a la suma del H2C03 y del C02 disuelto. La ecuación fundamental que describe el comportamiento del tampón bicarbonato es la ecuación de Henderson-Hasselbalch (cap. 2). Dicha ecuación expresa la relación entre el pH y los componentes del tampón bicarbonato: pH = pK+log([bicarbonato]/ pC02 x0,23) Esta ecuación demuestra que el pH sanguíneo está determinado por el cociente entre las concentraciones de bicarbonato en plasma (el com ponente «básico» del tampón) y el C02 disuel to (el com ponente «ácido»). Normalmente, a una pC02 de 5,3 kPa y una concentración de dC02 de 1,2 mmol/1 (v. antes), la concentración de bicarbonato plasmático es de ~ 24 mmol/1. El pK del tampón bicarbonato es de 6 ,1 . Si introducimos las concentraciones de los componentes del tampón en la ecuación anterior: pH = 6 ,1+ log(24 /1,2) = 7,40 Así pues, la concentración normal de bicarbonato y la presión par cial normal de C02 se corresponden con el pH 7,40 (concentración del ion hidrógeno, 40 nmol/l). El tampón bicarbonato minimiza los cambios en la concentración del ion hidrógeno cuando se añade ácido a la sangre. Cuando aumenta la concentración de H+ en el sistema, el bicarbonato acepta hidrogeniones, formando ácido carbónico, el cual se transforma posteriormente en C02 y H20 en una reacción catalizada por la anhidrasa carbónica: h + + h c o 3_ ^ H 2C0 3 ^ C 0 2 + h 2o El C02 se elimina a través de los pulmones. El exceso de ion hidrógeno ha sido neutralizado y el cociente [bicarbonato]/pC02 vuelve a la normalidad. Por otra parte, cuando disminuye la concentración de H+, el ácido carbónico del tampón se disociará para proporcionar H+ para una reacción en la que se producirá agua e ion bicarbonato (en esta etapa, el incremento de bicarbonato plasmático es mínimo): H2C03 ->H ++HCO¡ Posteriormente, disminuirá la frecuencia respiratoria, reteniendo C02 para tratar de normalizar el cociente [bicarbonato]/pC02: C02+H20 -> H 2C03 Así pues, el denominador en la ecuación de Henderson-Hasselbalch (la pC02) está controlado por los pulmones. Por este motivo, se denomina «componente respiratorio del equilibrio ácido- básico». Porotra parte, la concentración plasmática de bicarbo nato está controlada por los riñones y los eritrocitos, y se deno mina «componente metabólico del equilibrio ácido-básico» (fig. 25.2). La anhidrasa carbónica convierte el C 02 disuelto en ácido carbónico Los eritrocitos y las células tubulares renales contienen una enzi ma que contiene zinc, la anhidrasa carbónica (AC), que convierte el C02 disuelto en ácido carbónico. El ácido carbónico se disocia generando iones hidrógeno y bicarbonato: c o 2+ h 2o ^ = ^ h 2co 3 ^ h + + h c o ; Así es como las células tubulares renales y los eritrocitos producen bicarbonato. Los riñones regulan la reabsorción y la síntesis de Riñón Fig. 2 Componentes del tampón bicarbonato. El pH de la sangre es proporcional al cociente entre el bicarbonato en plasma y la presión parcial del dióxido de carbono (pC02). El dióxido de carbono y el bicar bonato son los componentes del tampón bicarbonato. La pC02 es el «componente respiratorio del equilibrio ácido-básico» y el bicarbonato, el «componente metabólico». bicarbonato, y los eritrocitos ajustan su concentración como res puesta a los cambios en la pC02. Los componentes respiratorio y metabólico del equilibrio ácido-básico están interrelacionados Los componentes respiratorio y metabólico del equilibrio ácido- básico son interdependientes: uno de ellos tiende a compensar los cambios en el otro. Cuando el trastorno primario es respiratorio (p. ej., una enfermedad pulmonar obstructiva crónica [EPOC] grave) y provoca acumulación de C02, se produce un incremen to compensador en la reabsorción renal de bicarbonato. Por el contrario, la disminución de la pC02 (como sucede durante la hiperventilación en una crisis asmática) provocaría una respuesta renal, disminuyendo la reabsorción de bicarbonato. Por otra parte, cuando el problema primario es metabólico (p. ej., cetoacidosis diabética), la disminución en la concentración de bicarbonato y el descenso consiguiente del pH estimularán al centro respiratorio para aumentar la frecuencia respiratoria. El C02 se elimina y la pC02 plasmática disminuye. Éste es el motivo de que los pacientes con acidosis metabólica hiperventilen. Por el con trario, un aumento en la concentración plasmática de bicarbonato (que ocasiona un aumento del pH) producirá una disminución de la frecuencia respiratoria, con la consiguiente retención de C02. Así pues, el cambio compensador siempre tiende a normalizar el cociente [bicarbonato]/pC02, ayudando a llevar el pH hacia valores normales (fig. 25.3). Fig. 3 Trastornos del equilibrio ácido-básico. Un aumento primario en la pC02 o una disminución en la concentración plasmática de bicarbonato originan acidosis. Una disminución en la pC02 o un aumento en el bicarbonato en plasma provocan alcalosis. Si el cambio primario es en la pC02, el trastorno recibe la denominación de respiratorio, y si el cambio primario es en el bicarbonato en plasma, recibe la denominación de metabólico. Tamponamiento intracelular Determinación de la gasometría Los tampones intracelulares son principalmente proteínas y fosfatos Los dos tampones intracelulares más importantes son las proteínas y los fosfatos, y la amortiguación está gobernada por los cocientes HP042-/H2P04- y [proteína]/proteína-H. La hemoglobina es una proteína de amortiguación extracelular importante. Obsérvese que cuando la concentración de hidrogeniones en el plasma es excesiva entran en la célula intercambiándose por potasio, de modo que aumenta la concentración de potasio en plasma. Por el contrario, la reducción de los iones hidróge no plasmáticos o un exceso de bicarbonato sería tamponado por los iones hidrógeno derivados de las células. Los iones hidrógeno en trarían en el plasma intercambiándose por potasio, lo que reduce la concentración plasmática de potasio. Así, la acidemia (pH plas mático bajo) puede asociarse con hiperpotasemia y la alcalemia (pH plasmático elevado), con hipopotasemia (fig. 25.4). La «gasometría» es una prueba analítica de especial importancia. En la insuficiencia respiratoria, los resultados de esta prueba también son esenciales como guía de la oxigenoterapia y la respiración asistida. Las determinaciones se efectúan en una muestra de sangre ar terial, tomada por lo general de la arteria radial en el antebrazo. El término técnico «gasometría» hace referencia a las determinacio nes de la p 0 2, la pC 02 y el pH (o concentración del ion hidrógeno), a partir de las cuales se calcula la concentración del bicarbonato empleando la ecuación de Henderson-Hasselbalch. También se computan otros índices: la cantidad total de amortiguadores en la sangre (denominada base de amortiguación) y la diferencia entre la cantidad deseada (normal) de amortiguadores en la sangre y la cantidad real (exceso de base). En la tabla 2 5.2 se muestran los valores de referencia del pH, la pC02 y el 0 2. PULM ONES: EL INTERCAM BIO GASEO SO Los pulmones proporcionan el oxígeno necesario para el metabolismo tisular y elim inan el COz generado Cada día pasan aproximadamente 10.000 litros de aire a través de los pulmones de una persona normal. Los pulmones se encuentran Amortiguación intracelular en la alcalosis Fig. 4 Tampones intracelulares: proteínas, fosfatos e intercambio de potasio por hidrógeno. Los tampones intracelulares son principalmente proteínas y fosfatos. Sin embargo, el ion hidrógeno del plasma penetra en las células intercambiándose por potasio. Así, una acumulación del ion hidrógeno en el plasma (acidemia) y la pos terior entrada de grandes cantidades de ion hidrógeno en las células incrementan la concentración de potasio en el plasma. Por el contrario, una deficiencia del ion hidrógeno en el plasma (alcalemia) puede llevar a una baja concentración de potasio en plasma. Prot, proteína. Tabla 25.2 Intervalos de referencia para los resultados de la gasometría A. Intervalos de referencia* Arterial Venoso [H+] 35-45 mmol/l pH 7,35-7,45 pC02 4,6-6,0 kPa (35-45 mmHg) 4,8-6,7 kPa (36-50 mmHg) p02 10,5-13,5 kPa (79-101 mmHg 4,0-6,7 kPa (30-50 mmHg) Bicarbonato 23-30 mmol/l 22-29 mmol/l B. Comparación entre unidades convencionales y del SI para la concentración de iones hidrógeno Unidades convencionales: pH Unidades del SI: [H+] nmol/l 6,8 160 7,1 80 7,4 40 7,7 20 *Los principales valores de la gasometría son el pH, la pCO? y la p02; la concentración de bicarbonato se calcula a partir de los valores del pH y la pC02; un pH por debajo de 7,0 o por encima de 7,7 es potencialmente mortal. (Adaptado con autorización de Hutchinson AS. En Dominiczak MH, editor. Seminars in clinical biochemistry, Glasgow, 1997, Glasgow University Press.) Amortiguación intracelular en la acidosis Eritrocito Plasma en la cavidad torácica rodeados por el saco pleural, una delgada «bolsa» de tejido que tapiza la caja torácica por una parte y se pega a la superficie externa de los pulmones por la otra. Cuando se expande la caja torácica durante la inspiración, la presión nega tiva creada en el saco pleural en expansión hincha los pulmones. Las vías respiratorias son «tubos» de un tamaño progresi vamente decreciente. Están formadas por la tráquea, los bron quios principales y secundarios, y los bronquiolos, de menor tamaño todavía (fig. 25 .5 ). Al final de los bronquiolos están los alvéolos pulmonares, que son unas estructuras tapizadas por endotelio y recubiertas por una película de surfactante (sustancia tensoactiva), cuyo principal componente es la dipal- mitoilfosfatidilcolina (cap. 26). El surfactante reduce la tensión superficial de los alvéolos. El intercambio gaseoso tiene lugar en los alvéolos. La frecuencia respiratoria está controlada por el centro respiratorio localizado en el tronco encefálico Tanto las presiones parciales de oxígeno (p02) como de dióxido de carbono (pC02) afectan a la frecuencia respiratoria: el cen tro respiratorio tiene quimiorreceptores sensibles a la pC02y al pH. En circunstancias normales, no es la p02 la que estimula la ventilación, sino un incremento de la pC02 o una disminución del pH. Sin embargo, cuando la p02 disminuye y se desarrolla hipoxia, en este momento empieza el control de la ventilación a través de una serie de receptores localizados en los cuerpos carotídeos en el arco aórtico. Cuando la p02 arterial se reduce a menos de 8 kPa (60 mmHg), este «estímulo hipóxico» se convierte en el prin cipal controlador de la frecuencia respiratoria. Las personas que padecen hipoxia debido a enfermedad pulmonar crónica dependen del estímulo hipóxico para mantener su frecuencia respiratoria (v. cuadro “Conceptos clínicos”, en esta página). CONCEPTOS CLINICOS EN LAS ENFERMEDADES PULMONARES CRÓNICAS SE PRODUCE ACIDOSIS RESPIRATORIA Una mujer de 56 años ingresó en un hospital con disnea progresiva. Había sido fumadora de 20 cigarrillos diarios durante los últimos 25 años y refería crisis frecuentes de «bronquitis invernal». Las determi naciones de la gasometría revelaron una p02 de 6 kPa (45 mmHg), una pC02 de 8,4 kPa (53 mmHg) y un pH de 7,35 (concentración de iones hidrógeno, 51 nmol/l); la concentración de bicarbonato era de 35 mmol/l (v. los valores de referencia en la tabla 25.2). Comentario. Esta paciente padecía una exacerbación de una enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y acidosis respiratoria. Su pC02 era alta y su ventilación probablemente de pendía del estímulo hipóxico. También se observó un aumento del bicarbonato como consecuencia de la compensación metabólica de la acidosis respiratoria. Se debe ser cuidadoso al tratar a estos pacientes con concentraciones de oxígeno altas, porque una p0 2 alta puede eliminar el estímulo hipóxico y causar depresión res piratoria. Es necesario monitorizar la p02 y la pC02 arteriales durante la oxigenoterapia. Esta paciente fue tratada satisfactoriamente con oxígeno a una concentración del 28%. La ventilación y la perfusión pulm onar determinan conjuntamente el intercambio gaseoso La irrigación sanguínea a los alvéolos pulmonares la proporcionan las arterias pulmonares, que llevan sangre desoxigenada desde la pe riferia a través del ventrículo derecho. Después de la oxigenación en los pulmones, la sangre fluye a través de las venas pulmonares hasta la aurícula izquierda. En los capilares alveolares de los pulmones, la sangre acepta oxígeno, que difunde a través de la pared alveolar pro cedente del aire inspirado; al mismo tiempo, el C02 difunde desde la sangre a los alvéolos (v. fig. 2 5.5) y es eliminado con el aire espirado. La tasa de difusión de los gases hacia la sangre y desde ella está determinada por la diferencia en las presiones parciales entre el aire alveolar y la sangre arterial. La tabla 25.3 muestra las presiones CO2 O2 Fig. 5 Regulación de la frecuencia respiratoria por la pC02 y la p0 2. La ventilación y la perfusión pulmonares son los principales factores que controlan el intercambio gaseoso. La pC02 regula la frecuencia respira toria por medio de los quimiorreceptores centrales en el tronco encefálico. Cuando disminuye la p02, este control cambia a los receptores periféricos sensibles a la p0 2 situados en los cuerpos carotídeos del arco aórtico. Tabla 3 Presiones parciales de oxígeno y dióxido de carbono en el aire atmosférico, los alvéolos pulmonares y la sangre (kPa [mmHg]) Aire seco Alvéolos Arterias sistémicas Tejido p0 2 21,2(39) 13,7 (98) 12 (90) 5,3 (40) pC02 <0,13 (0,1) 5,3 (40) 5,3 (40) 6(45) Vapor de agua 6,3 (47) Los gradientes de presión pardal determinan la difusión de gases a través de la barrera hematoalveolar (1 kPa = 7,5 mmHg). parciales de oxígeno (p02) y de dióxido de carbono (pC02) en los pulmones. En comparación con el aire atmosférico, la pC02 en el aire alveolar es ligeramente mayor y la p0 2, ligeramente menor (esto se debe a la presión del vapor de agua). El dióxido de carbono es mucho más soluble en el agua que el oxígeno y se equilibra con la sangre mucho más rápidamente. Por tanto, cuando hay problemas, lo primero que se observa es una dis minución en la p02 de la sangre (hipoxia). Después aumenta la pC02 (hipereapnia), lo que generalmente indica una enfermedad más grave. El otro factor principal determinante del intercambio de gases es la tasa del flujo de sangre a través de los pulmones (la tasa de perfusión). Normalmente, la tasa de ventilación alveolar es de ~ 4 1/min y la perfusión, de 5 1/min (el cociente ventilación/ perfusión [Va/Q] es de 0,8). Pueden producirse diferentes combinaciones de alteraciones de ventilación y perfusión En estados patológicos, algunas partes del pulmón pueden estar bien perfundidas pero mal ventiladas. Este fenómeno sucede cuan do algunos alvéolos se colapsan y son incapaces de intercambiar gases. Como consecuencia, la p02 en la sangre disminuye, porque no hay difusión de oxígeno desde el aire alveolar. La presencia de sangre pobre en oxígeno en la circulación arterial se conoce como «cortocircuito». Por otra parte, cuando la ventilación es ade cuada pero la perfusión es deficiente, no puede haber intercambio de gases; en estos casos, una parte de los pulmones se comporta como si no tuviera alvéolos en absoluto y forma lo que se llama el «espacio muerto fisiológico». A continuación se citan ejemplos de enfermedades relacionadas con una ventilación deficiente, una perfusión deficiente o una combinación de ambas: ■ Las deformidades de la caja torácica alteran la ventilación al limitar el movimiento de los pulmones. ■ Un traumatismo torácico puede reducir la ventilación como consecuencia de colapso pulmonar, deteriorando la ventilación. ■ Los alvéolos pueden encontrarse destruidos en el enfisema pulmonar. ■ Una síntesis inadecuada de surfactante lleva al colapso de los alvéolos, al deterioro de la ventilación y al síndrome de dificultad respiratoria. ■ La obstrucción o estrechamiento del árbol bronquial (obstrucción mecánica por objetos inhalados o estrechamiento por un tumor en crecimiento) altera la ventilación. ■ La constricción de los bronquios en el asma altera la ventilación. ■ La eficiencia ventilatoria puede reducirse por una alteración de la elasticidad del pulmón o por una disfunción de los músculos ventilatorios importantes (diafragma y músculos intercostales de la pared torácica). ■ La difusión de los gases se ve alterada cuando hay líquido en los alvéolos (edema pulmonar), lo que deteriora la ventilación. ■ El movimiento pulmonar puede resultar afectado por defectos en el control neural, lo que deteriora la ventilación. ■ La perfusión pulmonar resulta afectada por problemas circulatorios como el shock y la insuficiencia cardíaca. En la tabla 25 .4 se enumeran cuadros patológicos relacionados con el intercambio gaseoso. Control del dióxido de carbono por los eritrocitos Los eritrocitos transportan C02 hasta los pulmones de una form a «fija», como bicarbonato El metabolismo humano produce C02 a un ritmo de200-800ml/min. El C02 se disuelve en agua y produce ácido carbónico, que a su vez se disocia en iones hidrógeno y bicarbonato. Así, el C02 genera grandes cantidades de iones hidrógeno: co2 + h 2o ̂ h 2c o 3 ^ h + + co; En el plasma, la reacción anterior no es enzimática y tiene lugar lentamente, generando sólo mínimas cantidades de ácido carbónico, que permanecen en equilibrio con una gran cantidad de C02 disuel to. Sin embargo, la misma reacción en los eritrocitos está catalizada por la anhidrasa carbónica, que «fija» C02 como bicarbonato. El ion hidrógeno generado es amortiguado por la hemoglobina. El bicarbonato producido por la anhidrasa carbónica de los eritrocitos pasa al plasma intercambiándose con el ion cloruro («desplazamiento del cloruro») (fig. 25.6). Hasta un 70% de todo el C02 producido en los tejidos se convierte en bicarbonato: apro ximadamente el 2 0 % se transporta «fijado» a la hemoglobina como grupos carbamino, mientras que sólo el 1 0 %permanece disuelto en el plasma. En los pulmones, la p02 más alta facilita la disociación del C02 de la hemoglobina. Este efecto se conoce como efecto Haldane. La hemoglobina libera su ion hidrógeno, que reacciona con el bicarbonato formando ácido carbónico, que, a su vez, libera C02. Tabla 25.4 Presiones parciales sanguíneas de oxígeno y dióxido de carbono dependiendo de la perfusión pulmonar y de la ventilación p0 2 alveolar pC02 alveolar p0 2 arterial pC02 arterial Comentario Mala ventilación, perfusión adecuada i t 4 Normal Cortocircuito fisiológico Ventilación adecuada, mala perfusión t i i * T* Espacio muerto fisiológico *Dependiendo del grado de cortocircuito. Eliminación de C 0 2 desde los tejidos Excreción de C 0 2 con el aire espirado Fig. 6 Función del eritrocito en el transporte de C02. La anhi- drasa carbónica eritrocitaria convierte aproximadamente el 70% del C 02 producido en los tejidos en bicarbonato para su transporte a los pulmones; aproximadamente el 2 0% de la cantidad total se transporta unida a la hemoglobina como grupos carbamino (-NHCOO-) y el resto, como gas disuelto en plasma. AC, anhidrasa carbónica. CONTRO L RENAL DEL BICARBONATO Los riñones controlan la concentración plasmática de bicarbo nato y eliminan iones hidrógeno del organismo. Al igual que los eritrocitos, las células de los túbulos (proximal y distal) renales contienen anhidrasa carbónica. Los túbulos proximales reabsorben bicarbonato mediante un proceso facilitado por la anhidrasa carbónica El bicarbonato se reabsorbe normalmente en el túbulo proximal, de modo que se encuentra prácticamente ausente en la orina. Las superficies de las células tubulares renales que miran a la ________________ A Riñón Sangre Célula tubular W Filtrado renal proximal glomerular Fig. 7 Reabsorción de bicarbonato en el riñón. La reabsorción de bicarbonato tiene lugar en el túbulo proximal. No existe excreción neta del ion hidrógeno. AC, anhidrasa carbónica. luz tubular son impermeables al bicarbonato. El bicarbonato fil trado se combina con el ion hidrógeno segregado por las células y forma ácido carbónico, que es convertido en C02 por la anhidrasa carbónica localizada en la membrana luminal. El C02 difunde al interior de las células, donde la anhidrasa carbónica intracelular lo convierte de nuevo en ácido carbónico, que se disocia en iones hidrógeno y bicarbonato. El bicarbonato es devuelto al plasma y el ion hidrógeno es segregado a la luz del túbulo, para atrapar una mayor cantidad de bicarbonato filtrado. Obsérvese que en este proceso se emplea el ion hidrógeno exclusivamente para ayudar a la reabsorción del bicarbonato y no tiene lugar una excreción neta del ion hidrógeno (fig. 25.7). Los túbulos distales generan nuevo bicarbonato y excretan hidrógeno La situación es diferente en el túbulo distal, donde se gene ra bicarbonato. El mecanismo es idéntico al de la reabsorción de bicarbonato, pero esta vez hay tanto una pérdida neta de iones hidrógeno del organismo como una ganancia neta de bicarbonato. El C02 difunde libremente a las células. En el túbulo distal, la anhi drasa carbónica lo convierte en ácido carbónico, que se disocia en ion hidrógeno y bicarbonato. El bicarbonato es transportado al plasma y el ion hidrógeno es segregado a la luz tubular. Sin embargo, normalmente no hay bicarbonato en la luz del túbulo distal (todo ha sido reabsorbido antes) y el ion hidrógeno es atra pado (amortiguado) por los iones fosfato presentes en el filtrado y por el amoníaco sintetizado por los túbulos proximales. Después se excreta en la orina (fig. 25 .8 ). El amoníaco generado por una reacción catalizada por la glutaminasa participa en la excreción de iones hidrógeno El amoníaco se produce durante la transformación de la glutamina en ácido glutámico en una reacción catalizada por la glutaminasa. El amoníaco difunde a través de la membrana luminal y el ion Hígado Riñón ► ( Glutamina j Filtrado glomerular HPOi“ E Sangre HCO3 - [ G lut^nato^^ [a-cetoglutarato] »( co2 + h2o ) NH4 h2po¡ Orina □ El H+es amortiguado por amoníaco y tampones fosfato CONCEPTOS CLÍNICOS DEFINICIONES ESENCIALES Un ácido, según la definición de Bronsted-Lowry, es «una especie molecular que tiene tendencia a perder un ion hidrógeno, formando una base conjugada». La acidemia es un exceso de iones hidrógeno en la sangre. La alcalemia es una disminución de la concentración de iones hi drógeno en la sangre. La acidosis es un proceso que conduce a la acumulación de iones hidrógeno. La alcalosis es un proceso que disminuye la cantidad de iones hi drógeno. acidosis metabólica, alcalosis respiratoria y alcalosis me tabólica (fig. 25.3). Sin embargo, también existen los trastornos mixtos (se tratan más adelante en este capítulo). El pulmón y el riñón funcionan de manera coordinada para minimizar los cambios en el pH plasmático: esto se conoce como compensación de los trastornos ácido-básicos La acidosis se acompaña de una disminución del cociente entre el bicarbonato plasmático y la pC02, mientras que en la alcalosis aumenta dicho cociente. Siempre que ocurre un problema se dispara una serie de mecanismos compensadores para intentar normalizar de nuevo la concentración de hidrogeniones. Esto se traduce en la normalización del cociente [bicarbonato]/pC02 en la ecuación de Henderson-Hasselbalch. Consecuentemente, cuando la acidosis respiratoria provoca un aumento de la pC02, el riñón incrementará la producción de bicar bonato, aumentando su concentración plasmática y normalizando el cociente. Por el contrario, cuando la cetoacidosis diabética agota las reservas de bicarbonato plasmático, aumenta la ventilación, disminuye la pC02 y el cociente bicarbonato/pC02 va regresando a la normalidad. La compensación respiratoria puede ocurrir en minutos, mientras que la compensación metabólica puede tardar horas o días en desarrollarse por completo (tabla 25.5). Fig. 8 Excreción del ion hidrógeno por el riñón. La excreción del ion hidrógeno tiene lugar en los túbulos distales del riñón. El ion hidrógeno reacciona con amoníaco formando ion amonio. El ion hi drógeno es amortiguado también por el fosfato en la luz tubular. La excreción diaria de ion hidrógeno es de aproximadamente 50 mmol. AC, anhidrasa carbónica. hidrógeno es atrapado en el interior del túbulo como ion amo nio (NH4+), para el que la membrana es impermeable. TRASTORNOS DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BÁSICO Clasificación de los trastornos ácido-básicos El concepto de los componentes respiratorio y metabólico del equilibrio ácido-básico es la base para la clasificación de los tras tornos clínicos de dicho equilibrio (fig. 25.3). Éstos se dividen en acidosis y en alcalosis. La acidosis es un proceso que lleva a la acu mulación de iones hidrógeno en el cuerpo. La alcalosis ocasiona una disminución de iones hidrógeno en el organismo (acidemia y alcalemia son términos que simplemente describen el estado del pH en la sangre). De este modo, la acidosis y la alcalosis dan lugar a acidemia y alcalemia, respectivamente (v. el cuadro “Conceptos clínicos: Definiciones esenciales”, en esta página). Hay cuatro trastornos fundam entales del equilibrio ácido-básico La clave para la clasificación es la «localización» de la causa pri maria en los componentes respiratorio y metabólico del sistema. Si la causa primaria es el cambio en la pC02, la acidosis y la alcalosis son respiratorias, y si es un cambio en el bicarbonato, la acidosis y la alcalosis son metabólicas. Así pues, hay cuatro trastornos principales del equilibrio ácido-básico: acidosis respiratoria, Acidosis La acidosis respiratoria se presenta sobre todo en la enfermedad pulm onar y es consecuencia de una reducción de la ventilación La causa más habitual es la enfermedad obstructiva crónica de las vías respiratorias. La crisis asmática aguda puede ocasionar acidosis respiratoria por broncoconstricción. La acidosis respiratoria puede acompañara la hipoxia (insuficiencia respiratoria). En tal caso, a la reducción de p02 le sigue paralelamente un incremento en la pC02 (tabla 25.6; v. cuadro “Conceptos clínicos: En las enfermedades pulmonares crónicas se produce acidosis respiratoria”, pág. 336). La acidosis metabólica es el resultado de una producción excesiva, o de un metabolismo o una excreción ineficientes, de ácidos no volátiles Un ejemplo clásico de acidosis metabólica es la cetoacidosis dia bética, cuando los cetoácidos acetoacético y p-hidroxibutírico se acumulan en el plasma (cap. 21). También puede haber acidosis Tabla 5 Compensación respiratoria y metabólica en los trastornos ácido-básicos Trastorno ácido-básico Cambio primario Cambio compensador Rango de tiempo de los cambios compensadores Acidosis metabólica i concentración plasmática de bicarbonato i p C02 (hiperventilación) Minutos/horas Alcalosis metabólica t concentración plasmática de bicarbonato T pC02 (hipoventilación) Minutos/horas Acidosis respiratoria t p C 0 2 t generación renal de bicarbonato: t concentración plasmática de bicarbonato Días Alcalosis respiratoria i pC02 i reabsorción renal de bicarbonato: i concentración plasmática de bicarbonato Días La compensación respiratoria y metabólica en los trastornos ácido-básicos minimiza los cambios en el pH sanguíneo. Un cambio en el componente respiratorio ocasiona una compensación metabólica y un cambio en el componente metabólico estimula una compensación respiratoria. Tabla 25.6 Causas clínicas de los trastornos ácido-básicos Acidosis metabólica Acidosis respiratoria Alcalosis metabólica Alcalosis respiratoria Diabetes mellitus (cetoacidosis) Enfermedad obstructiva crónica de las vías respiratorias Vómitos (pérdida de iones hidrógeno) Hiperventilación (ansiedad, fiebre) Acidosis láctica (ácido láctico) Asma grave Aspiración nasogástrica (pérdida de iones hidrógeno) Enfermedades pulmonares asociadas con hiperventilación Fallo renal (ácidos inorgánicos) Parada cardíaca Hipopotasemia w Anemia Diarrea grave (pérdida de bicarbonato) Depresión del centro respiratorio (fármacos [p. ej., opiáceos]) Administración intravenosa de bicarbonato (p. ej., después de parada cardíaca) Intoxicación por salicilato Drenaje quirúrgico del intestino (pérdida de bicarbonato) Insuficiencia de los músculos respiratorios (p. ej., poliomielitis, esclerosis múltiple) Pérdida renal de bicarbonato (acidosis tubular renal de tipo 2: rara) Deformidades torácicas Excreción inadecuada de iones hidrógeno (acidosis tubular renal de tipo 1: rara) Obstrucción de las vías respiratorias La acidosis respiratoria es frecuente y está causada primariamente por enfermedades del pulmón que afectan al intercambio gaseoso. La alcalosis respiratoria es más rara y está ocasionada por hiperventilación, que disminuye la pC02. La acidosis metabólica es frecuente y es resultado o de una superproducción o de una retención de ácidos no volátiles en la circulación. La alcalosis metabólica es más rara: sus causas más comunes son los vómitos y la aspiración gástrica (ambas causan la pérdida de iones hidrógeno desde el estómago). CONCEPTOS CLINICOS LA ALCALOSIS RESPIRATORIA ESTÁ CAUSADA POR HIPERVENTILACIÓN Un varón de 25 años ingresó en el hospital con una crisis asmática. El flujo espiratorio máximo era el 75% del valor óptimo. Los valores de la gasometría eran una p02 de 9,3 kPa (70 mmHg) y una pC02 de 4,0 kPa (30 mmHg), con un pH de 7,50 (concentración de iones hidrógeno, 42 nmol/l). Se le trató con salbutamol nebulizado, un estimulante p2-adrenérgico (cap. 39), que es un broncodilatador, y se logró una recuperación satisfactoria. Comentario. Los valores de gasometría de este varón muestran un grado leve de alcalosis respiratoria causada por hiperventilación y «expulsión» del C 02. La alcalosis respiratoria provoca una reducción de las concentraciones séricas de calcio ionizado, que da lugar a irritabili dad neuromuscular. La alteración respiratoria que ocasiona retención de C02 y acidosis respiratoria es característica del asma aguda. En la tabla 25.2 se exponen los intervalos de referencia. durante el ejercicio físico extremo, cuando se acumula ácido lác tico generado por el metabolismo muscular. En circunstancias normales, el lactato se metaboliza rápidamente al cesar el ejercicio. Sin embargo, cuando se generan grandes cantidades de lactato como consecuencia de la hipoxia, la acidosis láctica puede ser mortal, como ocurre, por ejemplo, en el shock (tabla 25.6). La excreción de ácidos no volátiles también se altera en la in suficiencia renal y causa asimismo acidosis metabólica. La insufi ciencia renal se desarrolla cuando la perfusión renal es insuficiente (p. ej., en el traumatismo, el shock o la deshidratación) o si hay una nefropatía intrínseca, como glomerulonefritis (reacción in flamatoria en el tejido tubular renal). Una pérdida excesiva de bicarbonato también puede causar acido- sis metabólica. Ésta puede aparecer cuando se pierde el bicarbonato presente en el líquido intestinal como consecuencia de una diarrea intensa o por drenaje quirúrgico después de cirugía intestinal. La alteración en la reabsorción de bicarbonato y en la secreción de iones hidrógeno da lugar a acidosis tubulares renales infrecuentes Los defectos en el control del bicarbonato y los iones hidrógeno dan lugar a un grupo de trastornos relativamente infrecuentes conocido como acidosis tubular renal (ATR). La ATR proximal se debe a una alteración de la reabsorción de bicarbonato y la ATR distal, al deterioro en la excreción de iones hidrógeno. La ATR pro ximal suele acompañarse de otros defectos en los mecanismos de transporte proximal (esto se conoce como síndrome de Fanconi). Por lo general, las acidosis son mucho más frecuentes que las alcalosis. Alcalosis La alcalosis es menos frecuente que la acidosis Una alcalosis respiratoria leve puede ser consecuencia de hiper ventilación durante el ejercicio, crisis de ansiedad o fiebre. Tam bién aparece en el embarazo. La alcalosis metabólica se asocia con frecuencia con una concentración de potasio anormalmente baja en plasma, como consecuencia de la amortiguación celu lar. La entrada o salida celular de iones potasio se asocia con el movimiento del ion hidrógeno en sentido opuesto. Así, la al calosis puede causar hipopotasemia, y la hipopotasemia (cap. 22) puede causar alcalosis. Puede ocurrir una alcalosis metabólica importante como consecuencia de una pérdida masiva del ion hidrógeno desde el estómago durante los vómitos (v. cuadro “Conceptos clínicos”, en esta página) o como consecuencia de aspiración nasogástrica después de una intervención quirúrgica. Finalmente, puede aparecer cuando se administra por vía intra venosa una gran cantidad de bicarbonato: por ejemplo, durante la reanimación por una parada cardíaca (tabla 25.6). Trastornos ácido-básicos m ixtos En un mismo paciente puede coexistir más de un trastorno ácido-básico. El resultado es un trastorno ácido-básico mixto, en ocasiones difícil de diagnosticar (v. cuadro “Conceptos clínicos: Las alteraciones respiratorias, etc.”, pág. 342, y la tabla 25.7). Tabla 7 Comparación de los trastornos del equilibrio ácido-básico simples y mixtos A. Acidosis metabólica y respiratoria mixta Cuadro pH pC02 Bicarbonato Acidosis metabólica i i (compensación respiratoria) i (cambio primario) Acidosis respiratoria i T (cambio primario) T (compensación metabólica) Acidosis mixta, respiratoria y metabólica 1 1 T (acidosis respiratoria) i (acidosis metabólica) B. Alcalosis metabólica y respiratoria mixta (rara) Cuadro pH pC02 Bicarbonato Alcalosis metabólica t T (compensación respiratoria) T (cambio primario) Alcalosis respiratoria T i (cambio primario) i (compensación metabólica) Alcalosis mixta, respiratoria y metabólica T T i (alcalosis respiratoria) T (acidosis metabólica) Los trastornos ácido-básicosmixtos ocasionan un cambio en el pH sanguíneo mayor que los simples; pueden presentar grandes dificultades diagnósticas. CONCEPTOS CLÍNICOS LOS VÓMITOS PUEDEN OCASIONAR ALCALOSIS METABÓLICA Un varón de 47 años llegó a la clínica ambulatoria con historia de vómitos profusos intermitentes y pérdida de peso. Estaba taquicár- dico, con disminución de la turgencia hística e hipotensión. El pH en sangre era de 7,55 (concentración de iones hidrógeno, 28 nmol/l) y la p C 0 2, de 6,4 kPa (48 mmHg). La concentración de bicarbonato era de 35 mmol/l; también presentaba hiponatremia e hipopotasemia. Comentario. Este paciente acude con alcalosis metabólica causada por la pérdida de iones hidrógeno c o m o consecuencia de los vómitos. Las pruebas complementarias muestran obstrucción del orificio de salida del estómago debido a cicatrización por úlcera péptica crónica. Se le sometió a cirugía por estenosis pilórica, con un resultado satis factorio. Obsérvese la p C 0 2 aumentada c o m o consecuencia de la compensación respiratoria de la alcalosis metabólica. RESUMEN ■ El mantenimiento de la concentración del ion hidrógeno en un estrecho margen es vital para la supervivencia. ■ El equilibrio ácido-básico está regulado por la acción concertada de los pulmones y los riñones. Los eritrocitos desempeñan un papel fundamental en el transporte de dióxido de carbono en la sangre. CONCEPTOS CLÍNICOS LAS ALTERACIONES RESPIRATORIAS Y METABÓLICAS DEL EQUILIBRIO ÁCIDO-BÁSICO PUEDEN OCURRIR SIMULTÁNEAMENTE: PARADA CARDIACA Durante la reanimación de un varón de 60 años por parada car- diorrespiratoria, el análisis de la gasometría mostraba un p H de 7,0 (concentración de iones hidrógeno, 100 nmol/l) y una p C 0 2 de 7,5 kPa (52 m m H g ) . La concentración de bicarbonato era de 11 mmol/l. La p 0 2 era de 12,1 kPa (91 m m H g ) durante el tratamiento con oxígeno al 4 8 % . Comentario. Este paciente tiene un trastorno mixto: acidosis res piratoria causada por falta de ventilación y acidosis metabólica causada por la hipoxia que se había producido antes de instaurar el tratamiento con oxígeno. La acidosis probablemente es consecuencia de la acumulación de ácido láctico: la concentración de lactato es de 7 mmol/l (intervalo de referencia, 0,7-1,8 mmol/l [6-16 mg/dl]). Los términos acidosis y alcalosis no sólo describen los cambios en el pH de la sangre; también guardan relación con los procesos que dan lugar a estos cambios. Por tanto, en algunos casos pueden ocurrir dos procesos independientes: por ejemplo, un paciente puede ser ingresado en el hospital por cetoacidosis diabética y enfisema coexis- tente causante de acidosis respiratoria. El resultado final podría ser un cambio má s intenso en el p H de lo que habría resultado de un trastorno simple (tabla 25.5). Cualquier combinación de trastornos es posible; para identificar este tipo de diagnóstico se suele requerir la destreza de un médico experimentado. ■ Los principales amortiguadores en la sangre son la hemoglobina y el bicarbonato, mientras que en las células son las proteínas y el fosfato. El tampón bicarbonato comunica con el aire atmosférico. ■ Los trastornos en el equilibrio ácido-básico son la acidosis y la alcalosis; cada uno de ellos puede ser metabólico o respiratorio.
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