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362 LAURO SEBASTIÁN VALVERDE MARTÍNEZ Y MARÍA FERNANDA LORENZO GÓMEZ en la que se rompe la superficie peritoneal, con extravasación urinaria concomitante [6]. • El 70-97 % de los pacientes con lesiones ve- sicales causadas por un traumatismo cerrado presenta fracturas pélvicas asociadas [7]. • Sólo se producen lesiones vesicales graves en el 5-10 % de los pacientes con fracturas pélvicas [8]. • Durante un accidente de tráfico pueden trans- ferirse fuerzas traumáticas a la vejiga por el cin- turón de seguridad Las lesiones suelen aparecer en pacientes con la vejiga llena. El grado de distensión de la vejiga con orina determina su forma y, en cierta medida, la lesión sufrida [1]. Traumatismos yatrogénicos Durante operaciones abdominales bajas, la vejiga es el órgano genitourinario que resulta le- sionado con mayor frecuencia. La mayoría de las lesiones yatrogénicas se producen durante [9]: • Cirugía abdominal o pélvica abierta (85 %). • Cirugía vaginal anterior (9 %). • Laparoscopia (6 %). Los procedimientos quirúrgicos para la correc- ción de la incontinencia urinaria de esfuerzo tam- bién pueden causar traumatismos vesicales [9]. 1.3. Clínica y diagnóstico: Anamnesis, ex- ploración física y exploraciones com- plementarias Los signos y síntomas más frecuentes de los pa- cientes con lesiones vesicales importantes son he- maturia macroscópica (82 %) y dolor abdominal (62 %). Otros datos consisten en incapacidad de orinar, hematomas en la región suprapúbica y dis- tensión abdominal [7]. La extravasación de orina puede provocar hinchazón en el periné, el escroto y los muslos, así como a lo largo de la pared abdo- minal anterior en el espacio potencial situado en- tre la fascia transversal y el peritoneo parietal [10]. Hematuria La presencia de hematuria macroscópica indi- ca un traumatismo urológico. Una rotura vesical traumática se correlaciona estrechamente con la combinación de fractura pélvica y hematuria ma- croscópica. La combinación clásica de fractura pélvica y hematuria macroscópica constituye una indicación absoluta de cistografía inmediata en pacientes que han sufrido un traumatismo cerra- do [11]. La presencia de sangre visible en el meato ure- tral es diagnóstica de una lesión uretral. No debe introducirse una sonda de Foley antes de que se haya realizado una uretrografía retrógrada para garantizar la integridad uretral [12]. En los pacientes traumatizados con una frac- tura del anillo pélvico, la hematuria microscópica puede indicar una laceración de la vejiga y está justificada una investigación más profunda [10]. Diagnóstico por imagen Los datos disponibles no respaldan la realiza- ción de pruebas de imagen de las vías urinarias inferiores en todos los pacientes con fracturas pélvicas o hematuria microscópica aislada. Se ha de realizar cistografía a los pacientes con fractu- ras pélvicas y un riesgo elevado de lesión vesical (afectación importante del arco púbico, hematu- ria macroscópica o inestabilidad hemodinámi- ca), ya que hasta el 90 % de los pacientes con fracturas pélvicas pueden no presentar una rotura vesical [13]. Cistografía La cistografía retrógrada es la técnica diag- nóstica de referencia para evaluar traumatismos vesicales (Figura 1). Se trata del estudio radiológi- co más exacto para identificar una rotura vesical. Cuando se obtiene un llenado vesical adecuado e imágenes posmiccionales, la cistografía tiene una exactitud del 85-100 % [14].
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