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367 TRAUMATISMOS GENITOURINARIOS Y DEL APARATO URINARIO INFERIOR Y DEL APARATO GENITAL MASCULINO simplemente un trayecto fistuloso entre los mu- ñones uretrales. Otra diferencia entre las estenosis inflamatorias y los defectos por tracción radica en que los muñones uretrales no suelen estar fibróti- cos y pueden reanastomosarse sin tensión después de una lesión por tracción. Una vez anastomosa- dos, cicatrizan habitualmente sin estenosis [26]. En el 20-60 % de los pacientes surge disfun- ción eréctil después de una rotura traumática de la uretra posterior [26]. Rotura uretral parcial Las roturas parciales de la uretra posterior se tratan con una sonda suprapúbica o uretral. Se realiza una uretrografía a intervalos de dos sema- nas hasta que se produce la cicatrización. Pueden curar sin cicatrices u obstrucción significativa si se tratan sólo con derivación [3]. Rotura uretral completa Entre las opciones de tratamiento agudo figuran: – Uretroplastia abierta inmediata. Indicada cuando se asocian lesiones del cuello de la vejiga o rectales. Se realinea la uretra sobre una sonda [3, 27]. No está indicada en lesiones posterio- res por las complicaciones (56% de impotencia, 21% de incontinencia, 49% de reestenosis) [3, 21, 28, 29]. – Uretroplastia primaria diferida. Indicada en rotura de la uretra femenina. Colocación de son- da suprapúbica en el momento inicial; reparación a los 7 días [30], vía retropúbica en las lesiones proximales y por vía vaginal en las distales [3]. – Uretroplastia diferida en el varón. La ure- troplastia diferida es la intervención de elección y el método de referencia para tratar los defectos por tracción de la uretra posterior tras un míni- mo de 3 meses del traumatismo, siguiendo un abordaje perineal en un tiempo [31]. 3. TRAUMATISMO ESCROTAL 3.1. Etiología, patogenia y epidemiología En los varones, los traumatismos genitales cerrados suelen producirse de forma unilateral. Tan sólo el 1% cursa con lesiones escrotales o testiculares bilaterales. Las lesiones escrotales pe- netrantes afectan a ambos testículos en el 30% de los casos. Las lesiones genitales penetrantes se producen con otras lesiones asociadas en el 70% de los pacientes [32, 33]. Los traumatismos cerrados del escroto pueden causar luxación testicular, rotura testicular o he- matoma escrotal subcutáneo. La luxación traumá- tica del testículo es infrecuente. Es más habitual en las víctimas de accidentes de tráfico o atropellos de peatones. Se identifica una rotura testicular en alrededor del 50 % de los casos de traumatismo es- crotal cerrado directo. Puede producirse bajo una compresión traumática intensa del testículo contra la rama inferior del pubis o la sínfisis, lo que origi- na una rotura de la albugínea testicular [33]. 3.2. Clínica y diagnóstico: Anamnesis, ex- ploración física y exploraciones com- plementarias Traumatismos cerrados La rotura testicular se acompaña de dolor in- mediato, náuseas, vómitos y, a veces, desmayo. El hemiescroto es doloroso, aparece hinchado y está equimótico. El propio testículo puede ser difícil de palpar. Ha de realizarse una ecografía escrotal urgente para determinar si existe hematoma in- tra o extratesticular, así como contusión o rotura testicular [34]. Una ecografía Doppler en color puede aportar información útil cuando se emplea para evaluar la perfusión testicular. Cuando los estudios de imagen no pueden descartar definitivamente una rotura testicular está indicada una exploración quirúrgica [34]. Traumatismos penetrantes Ante traumatismos penetrantes de los genita- les externos en varones podría realizarse una ure- trografía en todos los casos, con independencia del análisis de orina. El traumatismo pélvico o abdominal asociado también puede requerir una TAC abdominal [32, 33]. Tratamiento y pronóstico Traumatismos cerrados Los traumatismos cerrados del escroto pueden causar un hematocele significativo incluso sin ro- tura testicular. Se recomienda el tratamiento con- servador en los hematoceles con un tamaño infe- rior a tres veces el del testículo contralateral [32]. UROLOGÍA CAPÍTULO 06. TRAUMATISMOS GENITOURINARIOS Y DEL APARATO URINARIO INFERIOR Y DEL APARATO GENITAL MASCULINO 3. TRAUMATISMO ESCROTAL
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