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En nuestro país, desde 1975 hasta el 2005, se han confirmado 473 casos distribuidos entre la V y XI región, incluyendo el Área Metropolitana. El 71% de los pacientes eran hombres, con una edad promedio de 31.8 años (entre < 1 año y 76 años) y una letalidad de 31%. El principal reservorio de los hantavirus son los roedores, quienes se contagian por vía horizontal. En la mayoría de los casos, un determinado virus es portado por un roedor específico; es así como en Chile, el ratón de cola larga (Ologoryzomys longicaudatus), presente entre la III y XI región, es el vector del virus Andes. El roedor excreta el virus en su saliva, deposiciones y orina por tiempos prolongados en forma asintomática. En esta zoonosis, el ser humano se infecta, en la mayoría de las situaciones, por inhalación de las partículas virales contenidas en los aerosoles producidos por la desecación de las secreciones del roedor. También es posible el ingreso del virus por ingesta de alimentos contaminados; por contacto de las manos contaminadas con las mucosas conjuntival, nasal o bucal; por mordedura de ratón y, en forma excepcional, por transmisión entre personas. Los hantavirus replican en el citoplasma, entrando a la célula por endocitosis mediada por receptor, después de la adhesión a la célula a través de las glicoproteínas G1 y G2. La fusión de la envoltura viral con la membrana vesicular permite la liberación del virus intracelular. La infección viral puede ser asintomática o determinar el síndrome cardiopulmonar por hantavirus. En este caso, tras un período de incubación promedio de 14 días (rango 4-42 días), se manifiesta la fase prodrómica de 3-6 días de duración, con calofríos, fiebre y mialgias intensas, con frecuencia asociadas a cefalea, molestias gastrointestinales (náuseas, vómitos, diarrea), tos y decaimiento intenso. Continúa con el período de estado de 7 a 10 días con insuficiencia respiratoria, inestabilidad hemodinámica y shock, debido a la alteración de la permeabilidad capilar pulmonar. Esta etapa presenta un alto índice de mortalidad. Aquellos que sobreviven, pasan a la convalecencia, recuperándose totalmente. Diagnóstico de laboratorio. La presencia de leucocitosis y de inmunoblastos, la hemoconcentración, con hematocritos superiores a 50% y la trombocitopenia con recuentos < 150.000 en el hemograma de un paciente con sospecha de SCPH apoya el diagnostico. Para el diagnóstico específico, el Instituto de Salud Pública es el centro de referencia , donde se detectan anticuerpos séricos de tipo IgM anti Hantavirus mediante un ensayo inmunoenzimático (ELISA). Es posible detectar RNA mediante RT-PCR y antígenos virales por inmunotinciones y aislar el virus, pero no se realizan de rutina. Profilaxis y tratamiento. Por ser virus con manto, los hantavirus son susceptibles a la mayoría de los desinfectantes y detergentes de uso doméstico, incluido el hipoclorito de sodio. También se inactivan en condiciones de pH extremas y con altas concentraciones salinas, con las radiaciones UV en ambientes ventilados con exposición al sol, a temperaturas superiores a 37ºC. Permanece estable hasta 4ºC durante 12 horas. Como no se dispone de una vacuna efectiva, las medidas de prevención son conductuales y están dirigidas a la eliminación de los factores de riesgo, incluyendo el control de la población de roedores, evitando su acceso a la vivienda; la limpieza de lugares cerrados con evidencias de presencia de roedores; la ventilación de los lugares cerrados, y la
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