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02 Virología Médica Autor Amantes de la vida-151

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descontrolada. Si bien la fisiología celular ha permitido que dichos fenómenos sean 
estadísticamente raros, cuando ocurre se hace evidente porque todas las células “hijas” de 
una célula transformada también comparten el fenotipo de transformación, por lo que la 
formación de un tejido tumoral es sólo cosa de tiempo. 
 Diversos factores pueden promover la transformación celular. Evidentemente, el 
más simple es la modificación (mutación, eliminación o desregulación) de un gen regulador 
de la balanza mitótica (por ejemplo, mutación de un gen supresor de la mitosis) . Debido al 
potencial desregulador de la mitosis que tienen dichos genes celulares (cuando sufren 
alguna modificación), se los ha denominado como proto-oncogenes. Así, todos los agentes 
mutágenos (radiación UV, algunos agentes químicos, etc…) tienen un potencial 
cancerígeno per se, pues pueden alterar proto-oncogenes, disparando su potencial 
oncogénico. Además, como la replicación del DNA es un proceso muy fiel pero no 
perfecto, se puede estimar que las células que están continuamente replicando su DNA son 
más susceptibles a sufrir una transformación (por mutaciones accidentales de proto-
oncogenes) que las células quiescentes. 
 La capacidad transformante de algunos virus ha sido estudiada precisamente en el 
contexto de como alteran la homeostasis celular, particularmente afectando el equilibrio 
mitótico de la célula hospedera. Algunos de los mecanismos transformantes de los virus se 
pueden clasificar de la siguiente manera: 
 
Mutación de los genes del hospedero. Algunos virus, como parte de su ciclo de 
replicación, realizan un proceso de integración de su genoma, es decir, el genoma viral en 
la forma de ADN de doble hebra (dsDNA) es insertado en algún lugar del ADN de un 
cromosoma de la célula hospedera. Dicho proceso de integración puede ocurrir en el locus 
particular de un gen involucrado en la regulación del ciclo celular (un proto-oncogen). Así, 
si por la inserción del genoma viral se interrumpe un gen supresor de tumor, no se 
producirá proteína supresora de tumor y la célula estará desequilibrada en su ciclo celular 
pudiendo gatillar una transformación celular. Por otro lado, algunos genomas virales 
también son portadores de secuencias activadoras, por lo que si ocurre una integración justo 
antes de un gen celular pro-mitótico, el aumento en los niveles de la proteína pro-mitótica 
también podrá provocar cambios en la regulación del ciclo celular. 
 El ejemplo más ilustrativo de oncogénesis por inserción lo representan algunos 
retrovirus como los virus de la leucosis aviar (ALV), el virus de tumores mamarios de ratón 
(MMTV) y el virus de la leucemia murina (MLV). En el caso del ALV, por ejemplo, se 
han detectado en los tumores inserciones transformantes en el gen c-myc (el prefijo “c” para 
indicar que es la copia celular del gen myc) que aumentan los niveles de la proteína Myc, 
un regulador pro-mitótico. Algunos retrovirus humanos tal como el virus de la 
inmunodeficiencia humana (HIV) y el virus de la leucemia de células T (HTLV) tienen 
otros mecanismos transformantes (descritos más abajo), pero su potencial transformador 
debido a su integración tampoco puede ser descartado. 
 Otro importante ejemplo de tumorigénesis viral por mutación del genoma del 
hospedero es el caso del linfoma de Burkitt, en donde, asociado a la infección por el virus 
Epstein-Barr (EBV), se han encontrado translocaciones entre los cromosomas 8 y 14 que 
conducen a la alteración del gen c-myc. Dichas translocaciones no dependen de 
interacciones directas con el genoma viral, pues el EBV no integra su material genético al 
genoma del hospedero.

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