Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
el desarrollo de tumores. La capacidad de los HPV de alto riesgo oncogénico para interferir con la función normal de p53, es altamente significativa para la actividad oncogénica, ya que se considera que las mutaciones en p53 constituyen el evento más común detectado en la mayoría de los cánceres humanos. Es así, que la expresión de los genes E6 y E7 en las células del cuello uterino podría tener un efecto similar a las mutaciones en los genes supresores Rb y p53. Esto se correlaciona bastante bien con la baja frecuencia de mutaciones en estos genes en los tumores de cuello uterino que contienen genomas del HPV. VIRUS HTLV Y LEUCEMIAS DE CÉLULAS T Las evidencias que asocian al HTLV-I con las leucemias de células T del adulto son bastante sólidas. La prevalencia de las infecciones por HTLV-I es muy baja a nivel mundial (0,25%); existen zonas de alta prevalencia, como algunas islas del Japón y el Caribe (30%), que corresponden a las áreas donde este tipo de leucemia aguda se presenta. Aunque la infección por HTLV-I parece ser necesaria para el desarrollo de la leucemia de células T, la probabilidad de que una persona infectada por HTLV-I desarrolle este cáncer es de sólo 2%, siendo la mayor parte de las infecciones por HTLV-I de carácter asintomático. A este virus también se le ha atribuido un papel etiológico en la paraparesia espástica, patología frecuente en las áreas endémicas de la infección por este agente. El virus puede transmitirse de madre a hijo a través de los linfocitos infectados presentes en la leche. En los adultos, la vía de transmisión más frecuente sería la sexual, por los linfocitos infectados presentes en el semen. Este retrovirus fundamentalmente infecta a los linfocitos T CD4 positivos que desempeñan funciones regulatorias sobre los linfocitos B, participan en la expansión de los linfocitos T citotóxicos y en la activación de los macrófagos. En un portador asintomático del virus, alrededor del 1-2% de los linfocitos periféricos se encuentran infectados y en los pacientes con paraparesia espástica, alcanza hasta un 10% de la población de estos linfocitos. Esta situación es considerablemente diferente a lo observado en las infecciones por EBV, en que el número de linfocitos infectados en los portadores asintomáticos es considerablemente bajo. Durante la infección viral, el HTLV-I integra su material genético en el DNA celular, no existiendo un sitio único o preferencial en la integración y se desconoce el mecanismo de integración. A diferencia del virus de la inmunodeficiencia humana (HIV), que también infecta a los linfocitos T, en lugar de destruir los linfocitos, el HTLV-1 los estimula a proliferar en forma descontrolada. El genoma viral posee la organización de un retrovirus con los genes gag, pol, env, y otros genes adicionales, designados como pX, que codifican para varias proteínas, algunas de ellas con importantes funciones regulatorias. La transformación celular es mediada por estos genes virales, que activan la transcripción de genes celulares que participan en el control de la proliferación celular. Estos virus poseen un gen tat, que permite la activación de la transcripción
Compartir