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02 Virología Médica Autor Amantes de la vida-157

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celular de la misma manera que lo hacen los virus tumorales. Se postula que la 
transformación ocurre por activación de tat sobre los genes de control proliferativo de 
los linfocitos T, los que al aumentar su actividad mitótica y estar expuestos a cambios 
genéticos adicionales, podrían activar a protooncogenes como c-myc y otros. 
 
 A semejanza de otros virus con potencial oncogénico, la infección viral precede 
al desarrollo de la leucemia por largos períodos de tiempo (20-30 años) y esto, 
sumado al hecho de que sólo un pequeño porcentaje de las personas infectadas 
desarrollan la leucemia, hace suponer que en el intermedio se producen alteraciones 
en el DNA celular, producto de la acumulación de mutaciones, que junto con la 
infección viral dan origen a la aparición de clones de células malignas. Se pueden 
reconocer algunos estados premalignos, diferentes en su grado de clonalidad, en el 
aumento del recuento linfocitario, en la clonalidad u oligoclonalidad del sitio de 
integración de HTLV-I en los linfocitos y en las características clínicas (lesiones en la 
piel). En el estado pre-leucemia se puede detectar un sitio de integración monoclonal 
del genoma viral y una elevación del recuento linfocitario. En las células leucémicas 
es posible observar varias translocaciones cromosómicas, pero ninguna que sea 
única. 
 
 Por lo tanto, la participación más relevante del HTLV-I en el desarrollo de las 
leucemias de células T, corresponde a la expansión del conjunto de linfocitos en 
replicación que están siendo controlados por el sistema inmune y que por 
adquisición de mutaciones se hacen malignos, desconociéndose aún si el genoma 
viral desempeña una función directa en el desarrollo final y en la mantención del 
tumor. 
 
 
ONCOGÉNESIS VIRAL Y PREVENCIÓN DEL CÁNCER 
 
 La carcinogénesis viral plantea el problema de identificar al virus tumoral; si 
este agente es un elemento fundamental en el desarrollo de la enfermedad, medidas 
preventivas como el uso de vacunas podrían controlar la infección y, por ende, el 
cáncer. Esta situación parece cumplirse en las infecciones por el HBV, para el cual 
se dispone de una vacuna efectiva y segura, aunque de alto costo. La inmunización 
rutinaria de niños y jóvenes en las regiones de alta incidencia de infección por este 
virus, pretende controlar la enfermedad; sin embargo, los resultados sólo se podrán 
apreciar en algunos años más, debido al largo período que demora la aparición del 
hepatocarcinoma. 
 
 La inmunización profiláctica para prevenir infecciones por EBV, HPV y HTLV-I 
está en estudio y aún no existen evidencias de la eficacia de estas vacunas. Otro 
enfoque de control se basa en la inmunización terapéutica. También se ha 
considerado el uso de drogas destinadas a bloquear específicamente a las 
oncoproteínas virales, aunque no se

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