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ENCEFALOPATÍAS ESPONGIFORMES Y PRIONES Dra. Vivian Luchsinger F. Abril 2004 Prof. Asistente Programa de Virología Facultad de Medicina Universidad de Chile El síndrome de la vaca loca o encefalopatía espongiforme bovina (BSE) es una enfermedad fatal de los vacunos, descrita por primera vez en Inglaterra en 1986. Desde esa fecha se han detectado más de 160.000 casos, los que también se han presentado en otros países como Irlanda, Portugal, Alemania, Holanda, Suiza. Este síndrome se incluye dentro de las encefalopatías espongiformes, denominación que engloba a un conjunto de patologías degenerativas del sistema nervioso, descritas en prácticamente todos los animales, incluyendo al ser humano, y cuyo nombre deriva del aspecto histopatológico del tejido cerebral(vacuolización con pérdida de neuronas adquiriendo un aspecto esponjoso). Entre las encefalopatías espongiformes descritas en humanos se encuentran la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ), el Kuru, la enfermedad de Gertsmann-Sträussler-Schneiker y el insomnio familiar fatal. En los animales existe el scrapie (oveja), la encefalopatía espongiforme bovina (síndrome de las vacas locas), la enfermedad devastadora crónica del ciervo, la encefalopatía transmisible del visón, la encefalopatía espongiforme felina, entre otras. El agente etiológico involucrado, prión, corresponde a una nueva forma infectiva: una estructura proteica carente de ácido nucleico y con capacidad de replicarse (¿amplificación?). Los priones son agentes patógenos con características únicas que los diferencian del resto de los microorganismos, inclusive de los virus. Existe una proteína prión normal presente en las membranas de las células nerviosas, codificada por un gen celular localizado en el cromosoma humano 20. Estos priones normales se transformarían en anormales por cambios conformacionales determinados por una proteína prión alterada, constituyendo éste un mecanismo de replicación único (de a - hélice a lámina ß). La acumulación de estas moléculas alteradas o la disminución de las proteínas normales produciría la enfermedad. El concepto de barrera de especie, cuyo significado práctico se refiere a la posibilidad de adquirir esta enfermedad por consumo de carne de vacuno o de oveja infectada con encefalopatía espongifrome, se basa en la proteína prión celular, que debe ser semejante a la del prión anormal para que éste se replique. Aunque no se ha demostrado la infección del ser humano a través de la ingestión de carne contaminada, se ha asociado la aparición de una variante de ECJ (nvCJD) con la epidemia del mal de las vacas locas en UK (presentación en individuos más jóvenes, entre 20 y 35 años, con mayor sintomatología psiquiátrica). Los priones infectivos son altamente resistentes a los agentes físicos y químicos que inactivan a los virus conocidos, tales como el calor y las radiaciones ionizantes o ultravioletas, requiriendo elevadas temperaturas por períodos prolongados para su inactivación. El único agente químico que ha demostrado ser efectivo en estas enfermedades es el hipoclorito de sodio al 2% por 2 horas. 16_encefalopatias_espongiformes_y_priones
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