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3 Índice de capítulos Cubierta Portada Página de créditos Colaboradores Biografía Prefacio Agradecimientos In memoriam: Kevin Banks (1959-2012) Glosario 1. El concepto Maitland: valoración, exploración y tratamiento de los trastornos del movimiento mediante el movimiento pasivo Compromiso personal con el paciente Un modo de pensar: primacía de la evidencia clínica Técnicas Exploración Valoración Conclusiones 4 kindle:embed:0002?mime=image/jpg 2. Razonamiento clínico: más allá del concepto Maitland Introducción Razonamiento clínico y práctica basada en la evidencia Pensamiento crítico y razonamiento clínico Importancia del razonamiento clínico experto para la práctica experta Razonamiento clínico y el modelo biopsicosocial de salud y discapacidad Razonamiento clínico como proceso orientado por hipótesis y colaborativo Razonamiento clínico y conocimiento Razonamiento clínico y conocimiento/metacognición Interrogatorio experto, importante para el pensamiento y el aprendizaje críticos Interrogatorio experto, importante para la práctica clínica Facilitación de la aplicación de la práctica biopsicosocial: estrategias de razonamiento clínico y categorías de las hipótesis Categorías hipotéticas Reconocimiento de patrones Complejidad del razonamiento clínico Errores en el razonamiento clínico Mejora del razonamiento clínico: aprendizaje a través del razonamiento clínico Todos somos impostores 3. Comunicación y relación terapéutica Introducción Relación terapéutica Comunicación e interacción Proceso del establecimiento colaborativo de objetivos Fases críticas en el proceso terapéutico Ejemplos textuales Conclusión 4. Abordaje de los trastornos de la columna cervical: enfoque neuroortopédico Introducción Epidemiología del dolor de cuello, cabeza y brazo Síndromes frecuentes en la región cervical y sus presentaciones 5 Razonamiento clínico y modelo biopsicosocial Una definición para dolor Mecanismos del dolor Mecanismos de estímulo dominantes Dolor asociado a cambios en el sistema nervioso Mecanismos de origen central Cerebro y dolor Mecanismos de respuesta Exploración de la región cervical Exploración física Palpación de los nervios periféricos Pruebas neurodinámicas Cribado previo al tratamiento de la columna cervical: implicaciones en la exploración Tratamiento de la región cervical Tratamiento con referencias neurodinámicas 5. Tratamiento de los trastornos de la columna dorsal Introducción: columna dorsal y concepto Maitland Indicios en la exploración subjetiva de la afectación de la columna dorsal Mejoría de los signos y síntomas en áreas alejadas de la columna tras movilización pasiva de la región vertebral mediodorsal Movilización/manipulación del tórax: ¿cuándo se deben incorporar técnicas que aborden directamente los signos/síntomas neurodinámicos en el proceso de curación de una lesión de discos intervertebrales lumbares? Exploración para determinar el uso de las técnicas de movilización pasiva y las intervenciones asociadas Técnicas de exploración y tratamiento 6. Tratamiento de los trastornos de la columna lumbar Introducción Desmedicalización y conceptualización del DLI Ámbito de actuación de los fisioterapeutas en lo que respecta al DLI Razonamiento clínico Exploración de la columna lumbar: valoración subjetiva Exploración física Técnicas terapéuticas de movilización y manipulación 6 Estudio de casos 7. Tratamiento de los trastornos sacroilíacos y pélvicos Introducción Teoría aplicada y evidencia que sirve de apoyo a la práctica Razonamiento clínico Valoración subjetiva Planificación de la exploración física («reflexión estructurada») Exploración física Tratamiento Presentaciones clínicas frecuentes 8. Mantenimiento de la capacidad funcional y el rendimiento Introducción Papel del movimiento pasivo en el fomento del movimiento activo y la actividad física Programas de recuperación funcional y autotratamiento Principios cognitivo-conductuales Conclusión Apéndice 1: Teoría de los diagramas de movimiento y realización de los mismos Apéndice 2: Ejemplos clínicos de diagramas de movimiento Apéndice 3: Refinamientos para la exploración y diagramas de movimientos Apéndice 4: Registro Índice alfabético 7 Página de créditos Edición en español de la octava edición de la obra original en inglés Maitland’s Vertebral Manipulation This edition of Maitland’s Vertebral Manipulation by Elly Hengeveld, Kevin Banks and Matthew Newton is published by arrangement with Elsevier Ltd. © 2014 Elsevier Ltd. All rights reserved. Revisión científica Josep Ferrer Terapeuta manual, fundador y director del centro de masajes y salud global CANVI GLOBAL, Terrassa (Barcelona) Profesor de Masaje Avanzado en la Escuela de Masaje Superior Quirotema, Barcelona Formado en Quiropraxia e Integración estructural por el Kinesis Myofascial Institute y en Cadenas musculares y articulares por Método GDS Colabora como traductor con el equipo docente del Kinesis Myofascial Institute y es asistente de los seminarios de Anatomy Trains © 2015 Elsevier España, S.L. Travessera de Gràcia, 17-21 – 08021 Barcelona, España Fotocopiar es un delito (Art. 270 C.P.) Para que existan libros es necesario el trabajo de un importante colectivo (autores, traductores, dibujantes, correctores, impresores, editores…). El principal beneficiario de ese esfuerzo es el lector que aprovecha su contenido. 8 Quien fotocopia un libro, en las circunstancias previstas por la ley, delinque y contribuye a la «no» existencia de nuevas ediciones. Además, a corto plazo, encarece el precio de las ya existentes. Este libro está legalmente protegido por los derechos de propiedad intelectual. Cualquier uso fuera de los límites establecidos por la legislación vigente, sin el consentimiento del editor, es ilegal. Esto se aplica en particular a la reproducción, fotocopia, traducción, grabación o cualquier otro sistema de recuperación y almacenaje de información. ISBN edición original: 978-0-7020-4066-5 ISBN edición española (versión impresa): 978-84-9022-814-2 ISBN edición española (versión electrónica): 978-84-9022-817-3 Depósito legal (versión impresa): B 19551-2014 Depósito legal (versión electrónica): B 19552-2014 Servicios editoriales: Gea Consultoría Editorial, s.l. Advertencia La medicina es un área en constante evolución. Aunque deben seguirse unas precauciones de seguridad estándar, a medida que aumenten nuestros conocimientos gracias a la investigación básica y clínica habrá que introducir cambios en los tratamientos y en los fármacos. En consecuencia, se recomienda a los lectores que analicen los últimos datos aportados por los fabricantes sobre cada fármaco para comprobar las dosis recomendadas, la vía y duración de la administración y las contraindicaciones. Es responsabilidad ineludible del médico determinar las dosis y el tratamiento más indicados para cada paciente, en función de su experiencia y del conocimiento de cada caso concreto. Ni los editores ni los directores asumen responsabilidad alguna por los daños que pudieran generarse a personas o propiedades como consecuencia del contenido de esta obra. El Editor 9 Colaboradores Kevin Banks BA MMACP MCSP SRP IMTA Member, Chartered Physiotherapist, Rotherham, UK Tim Beames MSc BSc(Hons) MCSP, Chartered Physiotherapist; Instructor Neuro Orthopaedic Institute, London, UK Robin Blake MCSP DipTP, Chartered Physiotherapist in Private Practice, Kirkby Malzeard, UK Elly Hengeveld MSc BPT OMTsvomp Clin Spec fisioswiss/MSK IMTA Member, Senior teacher IMTA, Oberentfelden, Switzerland Mark A. Jones BSc(Psych) PT MAppSc, Program Director, Master of Musculoskeletal and Sports Physiotherapy, School of Health Sciences, University of South Australia, Australia Elaine Maheu BSc PT Grad Dip Manip Ther(SA) FCAMPT IMTA CGIMS, Manipulative Physiotherapist (Clinical Practice), Montreal; Instructor and Chief Examiner for the Orthopaedic Division of the Canadian Physiotherapy Association,St Laurent, Quebec, Canada The late Geoffrey D. Maitland MBE AUA FCSP FACP, Specialist Manipulative Physiotherapist, MAppSc [Physiotherapy], Adelaide, Australia Peter Wells BA DipTP FCSP FMACP, Senior Teacher, International Maitland Teachers Association (IMTA); Formerly Physiotherapy Clinician and Teacher, London, UK 10 Biografía 11 Geoffrey Douglas Maitland MBE AUA FCSP FACP (monografía), FACP (fisioterapeuta especialista en maniobras de manipulación) MAppSc (Fisioterapia) G. D. Maitland (1924-2010) nació en Adelaida, Australia, y se formó como fisioterapeuta entre 1946 y 1949, tras servir en la RAAF durante la Segunda Guerra Mundial en Gran Bretaña. Inicialmente Geoff Maitland trabajó en el Royal Adelaide Hospital y el Adelaide Children’s Hospital, centrando su interés principalmente en el tratamiento de los trastornos neurológicos y ortopédicos. Posteriormente empezó a trabajar como médico privado a tiempo parcial y tutor clínico a tiempo parcial en la Escuela de Fisioterapia de la University of South Australia. Estudiaba de forma constante, y pasaba al menos medio día a la semana en la Biblioteca Barr-Smith y en la excelente biblioteca de la Facultad 12 de Medicina de la University of Adelaida. Mostró interés de inmediato por la exploración clínica detenida y la valoración de los pacientes con trastornos neuromusculoesqueléticos. En aquella época la valoración y el tratamiento mediante movimientos pasivos específicos estaban infrarrepresentados en la práctica de la fisioterapia. G. D. Maitland aprendió técnicas de los libros sobre osteopatía, quiropráctica y recolocación ósea, así como de textos médicos, como los escritos por Marlin, Jostes, James B. Mennell, John McMillan Mennell, Alan Stoddard, Robert Maigne, Edgar Cyriax, James Cyriax, entre otros muchos. Mantuvo una amplia correspondencia con numerosos autores de todo el mundo que publicaban trabajos sobre movilizaciones pasivas, manipulación y otros temas relacionados (como MacNab en Canadá y Alf Breig en Suecia). En sus clases puso especial énfasis en la exploración y la valoración clínica. Estimuló a los alumnos a escribir en la historia clínica los tratamientos realizados desde el principio, dado que sentía que «es necesario comprometerse a escribir para poder analizar lo que se hace». En 1954 empezó las sesiones de formación sobre tratamiento mediante manipulación. En 1961 recibió una ayuda procedente de unos fondos especiales para realización de estudios, que le permitió desplazarse al extranjero junto con su esposa Anne en un viaje de estudios. Visitaron a osteópatas, quiroprácticos, médicos y fisioterapeutas de los que habían oído hablar y con los que habían mantenido relación epistolar en los años previos. En Londres, Geoff participó en interesantes sesiones clínicas y discusiones a la hora de la comida con James Cyriax y sus colaboradores. Este viaje permitió a G. D. Maitland entablar amistad con Gregory P. Grieve del Reino Unido. Mantuvieron una amplia correspondencia sobre sus experiencias clínicas, persistiendo en su amistad durante muchos años. En 1962 publicó un artículo titulado «Los problemas en la docencia de la manipulación vertebral» en la Physiotherapy Society of Australia, en el cual presentaba de forma clara la diferencia entre manipulación y movilización, y se erigía en un defensor enérgico del uso del movimiento pasivo suave en el tratamiento del dolor, junto con las técnicas tradicionales más potentes que permiten mejorar la amplitud de movimientos. En este contexto, puede ser pertinente mencionar a James Cyriax, un fundador de la Medicina Ortopédica que tuvo gran influencia en el desarrollo de la terapia de manipulación por parte de los fisioterapeutas: … más recientemente, Maitland, un fisioterapeuta australiano, ha empleado maniobras repetitivas de menor frecuencia, pero más potentes. No son exactamente iguales que las técnicas de movilización que los osteópatas llaman de forma errónea «articulación», pero tampoco son tan bruscas como la presión que ejercen los quiroprácticos. La principal virtud del trabajo de Maitland es la moderación. No ha ampliado las técnicas de manipulación para convertirlas en objeto de culto, y tampoco afirma que tengan un efecto autónomo ni que sean una panacea. De hecho, evita las discusiones teóricas e insiste en el efecto 13 práctico de la manipulación. Se explora al paciente con intervalos frecuentes durante la sesión para permitir al manipulador valorar los resultados obtenidos con el tratamiento hasta ese momento. Posteriormente seguirá la técnica o la modificará, según los cambios o la ausencia de cambios detectados. Estas movilizaciones son una clara aportación para el fisioterapeuta, se suman a las intervenciones propias de la Medicina ortopédica y, lo que es mejor todavía, permiten introducirlas. El fisioterapeuta gana confianza usando estas suaves maniobras y, si el caso responde bien, no será preciso nada más. Cyriax J 1984 Textbook of Orthopaedic Medicine, part II: Treatment by Manipulation, Massage and Injection, 11.ª ed., Ballière-Tindall, Londres, pp. 40-41. G. D. Maitland se convirtió en un colaborador importante del Australian Journal of Physiotherapy y también de otras revistas de Fisioterapia y Medicina a nivel mundial. Monica Martin-Jones –OBE, responsable de la Chartered Society of Physiotherapy en Gran Bretaña– le pidió que publicara su obra y esto permitió la aparición de la primera edición de Vertebral Manipulation en 1964, que fue seguida de la segunda edición en 1968. La primera edición de Peripheral Manipulation se publicó en 1970 y en ella se introdujo el famoso «diagrama del movimiento», una coproducción previa con Ms. Jennifer Hickling en 1965. Durante todos los años de participación en conferencias y publicaciones, Maitland siguió tratando pacientes, dado que el trabajo clínico seguía siendo su principal fuente de aprendizaje y adaptación de ideas. Geoff trató a pacientes en su clínica privada durante más de 40 años y, aunque la cerró en 1988, siguió tratando a pacientes de forma activa hasta 1995. En 1965 se convirtió en realidad uno de los principales deseos de Maitland. Ese año, y con la ayuda de Ms. Elma Caseley, jefa de la Escuela de Fisioterapia del South Australian Institute of Technology y de la sección para la parte sur de Australia de la Australian Physiotherapy Association, se celebró en Adelaida el primer curso sobre Manipulación de la Columna Vertebral de 3 meses de duración. En 1974 este curso se convirtió en una diplomatura de posgrado sobre Fisioterapia de Manipulación de 1 año de duración en el South Australian Institute of Technology, que actualmente es ya un curso de formación con grado de máster en la University of South Australia. Fue uno de los cofundadores en 1974 de la IFOMPT (International Federation of Orthopaedic Manipulation Physical Therapy), una rama de la WCPT (World Confederation of Physiotherapy). Fue en 1978, cuando estaba impartiendo uno de los primeros cursos en Europa en Bad Ragaz, Suiza, cuando reconoció por primera vez durante una discusión con el Dr. Zinn, el director de la clínica médica y el centro de estudios de posgrado de dicha ciudad, que en realidad su trabajo y sus ideas eran un concepto específico de pensamiento y acción más que un método de aplicación de las técnicas de manipulación. El «concepto Maitland de fisioterapia manipulativa», como se empezó a conocer, pone de manifiesto 14 una forma específica de pensar, con una valoración y evaluación continuas, el arte de la fisioterapia de manipulación («saber qué técnicas se deben realizar, cuándo y cómo, y adaptarlas a la situación individual de cada paciente») y un compromiso absoluto hacia el paciente. Maitland ha pertenecido con gran implicación y durante mucho tiempo a diversas asociaciones profesionales: • APA (Australian Physiotherapy Association), donde perteneció al comité estatal durante 28 años con diversos cargos de responsabilidad y fue delegado estatal en el consejo federal durante 11 años. Juntocon otras personas, fue responsable de la revisión de la constitución de la APA en 1964-1965. En 1977 lideró un proyecto sobre la especialización en Fisioterapia Manipulativa, que posteriormente fue aprobado con modificaciones. • Presidente inaugural del Australian College of Physiotherapists durante 6 años y miembro del consejo durante 6 años más. • Miembro del Physiotherapy Registration Board de South Australia durante 22 años. • Jefe del panel de expertos en Fisioterapia del AECOP (Australian Examining Council for Overseas Physiotherapists) durante 11 años. • Delegado para Australia del IFOMPT durante 5 años y miembro del comité de estándares académicos durante otros 5 años más. Por su trabajo se le otorgaron los siguientes galardones: • Miembro de la Orden del Imperio Británico en 1981. • Miembro del Australian College of Physiotherapists por Monograph en 1970, con un reconocimiento posterior por especialización en 1984. • Grado honorífico de Máster de Ciencias Aplicadas en Fisioterapia de la University of South Australia en 1986. • Miembro honorífico de la Chartered Society of Physiotherapy (Gran Bretaña). • Miembro honorífico permanente de la South African Society of Physiotherapy, incluidos los grupos de Fisioterapia Manipulativa, de la MPAA (Manipulative Physiotherapy Association of Australia), la SVOMP (Swiss Association of Manipulative Physiotherapy), la DVMT (German Association of Manual Therapy), la APTA (American Physical Therapy Association) y la IMTA (International Maitland Teachers’ Association). • Recibió un premio del IFOMPT como reconocimiento a sus servicios y liderazgo desde la fundación. • Premio Mildred Elson otorgado por la WCPT (World Confederation of Physical Therapy) por el trabajo de toda su vida en 1995. En 1992, en Zurzach, Suiza, se fundó la IMTA (International Maitland Teachers’ Association), de la cual G. D. Maitland fue fundador y presidente inaugural. Todo este trabajo habría resultado imposible sin la amorosa ayuda de su mujer Anne, madre de sus dos hijos en común, John y Wendy. Anne se encargó de realizar la mayor parte de los trabajos gráficos de las 15 publicaciones de Maitland, tomó notas para él, elaboró manuscritos y se encargó de filmarlo en vídeo en muchos cursos. Su retroalimentación continua ha sido una de las grandes fortalezas de los Maitland, que han sido inseparables desde que se conocieran en Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial. Anne recibió el título de protectora de la NVOMT (Dutch Association of Orthopaedic Manipulative Therapy). El trabajo de Maitland, sobre todo caracterizado por la forma de pensar y el proceso de valoración continua, ha sido clave para el desarrollo de las definiciones y descripciones contemporáneas del proceso de la fisioterapia. El trabajo realizado durante toda su vida fue reconocido a través de los obituarios que muchos autores le dedicaron el día de su fallecimiento en 2010: … Geoff será recordado por innumerables fisioterapeutas, tanto en Australia como en todo el mundo. Hemos de lamentar el fallecimiento de un verdadero gran clínico, maestro y mentor. P. Trott, R. Grant, 2010, Manual Therapy 15:297 … La contribución de Geoff Maitland a la profesión de la fisioterapia, y en concreto a la vinculada a los trastornos musculoesqueléticos, no puede ser infravalorada. Su inspiración y la colaboración con autores pioneros del Reino Unido permitieron que se desarrollara el MACP, y sentaron las verdaderas bases de toda la amplia gama de funciones y la formación posgraduada en Fisioterapia de la que disfrutamos en este momento. MACP, 2010, Manual Therapy 15:298-299 … Geoff era un magnífico oyente y un gran comunicador. Prestaba gran importancia al arte y la capacidad de escuchar (en contraposición con limitarse a oír). Trataba de aprehender todas las palabras que sus pacientes le decían para no perderse las sutiles pistas ocultas en el lenguaje, o el tono del mismo, que le permitieran comprender en profundidad la experiencia del individuo. Utilizaba todas las facetas posibles de la «capacidad corporal de transmitir información», tanto verbales como no verbales. Era capaz de apreciar los detalles casi imperceptibles de la respuesta de los pacientes ante sus tratamientos. Solo él era capaz de reconocer, ante un auditorio lleno de estudiantes, la importancia que podía tener que un paciente tamborileara con los dedos sobre la camilla. Geoff era un visionario y un innovador. En el prefacio de la primera edición de Vertebral Manipulation [1964] reconocía que «el abordaje práctico de la utilización de la manipulación se basa en relacionar el tratamiento con los síntomas y signos del paciente, más que con su diagnóstico» y que «con frecuencia resulta imposible saber cuál es la auténtica patología (…) dado que los signos y los síntomas [de una lesión discal] son muy variables y necesitan tratamientos distintos». Su percepción fue instrumental porque nos dotó de algunas competencias que 16 ahora se consideran establecidas, como la «asistencia centrada en los pacientes», el uso de la movilización para modular el dolor y el conocimiento de la «naturaleza de la persona» y su influencia en el tratamiento. Destacó la necesidad de tener unos conocimientos teóricos amplios y profundos para tener un soporte y disponer de información en la práctica clínica. Defendió la necesidad de evaluar todas nuestras actividades para demostrar su valor y, gracias a esto, introdujo el uso de las medidas de resultado notificadas y orientadas por los pacientes [asteriscos funcionales y subjetivos] y la necesidad de registrar el tratamiento y sus efectos. Geoff también estuvo siempre en la primera línea para que los fisioterapeutas investigaran en Fisioterapia, en un momento en el que se tenía la idea de que era el médico el que debía indicar la fisioterapia y decidir qué modalidades eran adecuadas. En resumen, G. D. Maitland estableció por vez primera, y gracias al apoyo de Anne y su familia y colaboradores, el papel de nuestra profesión en la historia. Para nosotros es el Donald Bradman de la Fisioterapia. Sir Donald, un australiano, consiguió un promedio de golpes como bateador de 99,94 y, al igual que sucede en el caso de Geoff, muchos han tratado de emular estas cifras, aunque de momento ninguno se ha acercado a ellas ni de lejos. Director y miembros de la IMTA, International Maitland Teachers’ Association, 2010, Manual Therapy 15:300-301 Dentro de este contexto parece adecuado terminar con una cita del profesor Lance Twomey, viceconsejero, profesor de Fisioterapia en la Curtin University of Technology, en Perth, Australia: … el interés de Maitland por una exploración muy cuidadosa y exhaustiva que permitiera una aplicación precisa del tratamiento de movimiento y la posterior confirmación de los efectos que estos movimientos tenían sobre el paciente, forman la base del abordaje clínico moderno. Posiblemente esta actitud está lo más cerca posible del método científico dentro de la práctica clínica de la fisioterapia y sirve como modelo para otras áreas especiales de la profesión. Prefacio en Refshauge K & Gass E, 1995, Musculoskeletal physiotherapy, Butterworth-Heinemann, Oxford, p. IX Kevin Banks Elly Hengeveld 17 Prefacio Esta es la primera gran revisión de la obra Vertebral Manipulation desde 1986. Los directores, en homenaje al legado de Geoff Maitland, han reunido a un equipo de fisioterapeutas de todo el mundo con experiencia en la aplicación clínica de los principios y la práctica del «concepto Maitland». Una característica fundamental del texto revisado es un alejamiento del estilo narrativo de redacción de Geoff Maitland para utilizar una percepción más analítica basada en la evidencia de la utilidad de la movilización y la manipulación en la práctica clínica. En los 26 años que han transcurrido desde que Geoff Maitland actualizara de forma exhaustiva su obra, se han producido muchos avances en el conocimiento de la práctica de la fisioterapia. El papel del concepto Maitland para el tratamiento de lostrastornos vertebrales relacionados con el movimiento debe ser puesto en el contexto de dichos avances. La práctica contemporánea de la fisioterapia se basa en la evidencia, y se han desarrollado recomendaciones como el protocolo de toma de decisiones, los instrumentos de validez y fiabilidad para la valoración clínica, las reglas de predicción clínica, los cuestionarios centrados en la persona, las escalas de valoración numérica, los estudios de resultado, etc. A pesar de todo, los principios básicos de este concepto de la fisioterapia musculoesquelética siguen siendo tan válidos como en los orígenes de su desarrollo: … la aplicación práctica de las teorías, bajo un razonamiento crítico y de forma abierta y juiciosa, con la primacía de la confirmación clínica. La aplicación del arte de los movimientos pasivos, dentro del concepto global de la rehabilitación por el movimiento, basada en la información clínica, la progresión del tratamiento y una actitud centrada en el paciente. Este concepto se basa en la toma de decisiones conjuntas en colaboración con la persona que solicita el tratamiento fisioterápico. Enfatiza el arte y la ciencia de la observación, la escucha, la palpación y el movimiento. Las escalas de valoración numéricas pueden reducir la riqueza de la experiencia individual de la enfermedad a un número aislado, pero la capacidad de escuchar con detenimiento y observar puede darnos información sobre los pensamientos y sentimientos de los pacientes, la cual puede convertirse en un factor determinante a la hora de tomar decisiones clínicas sobre la rehabilitación mediante el movimiento. Parece que una combinación de 18 movimientos activos y pasivos consigue un mejor resultado clínico que cualquiera de estas dos intervenciones por separado. Por tanto, el arte y la ciencia de la práctica de la fisioterapia incluyen el arte del movimiento pasivo con la selección y progresión de las técnicas terapéuticas basadas en la información clínica. También implican la enseñanza de movimientos activos y la motivación de los pacientes para modificar su comportamiento al moverse. En este proceso se anima a los fisioterapeutas clínicos a emplear sus mejores bases de conocimiento (personal, teórico y experimental), las mejores evidencias, y a dar lo mejor de ellos mismos y del paciente para conseguir desarrollar un programa de tratamiento individualizado para este que se adapte a sus necesidades y preferencias. Los capítulos clave de G. D. Maitland de 1987 («El concepto Maitland: valoración, exploración y tratamiento de los trastornos del movimiento mediante el movimiento pasivo») y de Mark Jones («Razonamiento clínico: más allá del concepto Maitland») comparan y contrastan el desarrollo que ha tenido la toma de decisiones clínicas, hasta el punto de que ahora se presta atención detallada al análisis de la información del paciente, la formulación de hipótesis con posterior comprobación de las mismas de forma ordenada y estructurada y la evaluación final de la eficacia de las decisiones adoptadas, siempre apoyándose en un profundo conocimiento de las bases teóricas del razonamiento clínico. El capítulo «Comunicación y relación terapéutica» se basa en capítulos previos redactados por Geoff Maitland en 1986. Varios ejemplos proceden directamente de la versión original. Este capítulo aborda los aspectos vinculados con el papel central de la persona y la comunicación individualizada como base del intercambio de información y el desarrollo de una relación terapéutica. La experiencia individual de la enfermedad de cada persona se ha convertido en un aspecto importante dentro de un paradigma biopsicosocial de la práctica, que se puede abordar mediante una escucha y observación atentas, además de con capacidades de comunicación consciente. Los capítulos vertebrales específicos se han redactado desde una perspectiva clínica, y la revisión de la evidencia nos informa de cómo nosotros, los terapeutas manuales, abordamos y tratamos el dolor vertebral y pélvico cuando se nos presenta. Cada región vertebral (cervical, dorsal, lumbar y sacroilíaca/pélvica) se considera desde la perspectiva de la mejor práctica a la hora de analizar y plantear hipótesis sobre datos subjetivos, exploración, tratamiento y manejo de los trastornos asociados a dolor vertebral. Robin Blake y Tim Beames, en el capítulo «Abordaje de los trastornos de la columna cervical: enfoque neuroortopédico», aplican los principios del concepto Maitland al dolor cervical. En concreto, nos enseñan a comprender los mecanismos del dolor cervical y cómo, por ejemplo, nuestros conocimientos acerca de la sensibilización central nos han ayudado a comprender las respuestas de los pacientes. En consecuencia, aprendemos a 19 aplicar las técnicas de tratamiento manual de una forma más eficaz si tenemos en cuenta estos conocimientos. En este capítulo también se pone énfasis en el manejo del dolor neurógeno y en cómo se pueden integrar los avances de la terapia manual en «neurodinámica» con las técnicas de movilización. En el capítulo «Tratamiento de los trastornos de la columna dorsal», Peter Wells comparte sus años de experiencia sobre la comprensión y manejo de los trastornos dolorosos complejos originados en la columna vertebral y las estructuras asociadas de la columna dorsal. Estos aspectos se apoyan en una serie de estudios clínicos, que demuestran la asociación entre las técnicas de terapia manual torácica y el alivio del dolor de hombro, cuello, codo, ingle y torácico. Kevin Banks y Elly Hengeveld revisan el capítulo «Tratamiento de los trastornos de la columna lumbar» desde la perspectiva del papel que tienen la movilización y la manipulación para conseguir la desmedicalización de las lumbalgias. Las evidencias revisadas y los mejores conocimientos acerca del control motor, los trastornos neurodinámicos y su relación con las lumbalgias han permitido el desarrollo de nuevas vías de progresión en las técnicas de tratamiento, que permiten incluir e integrar los tres componentes claves del movimiento en las lumbalgias inespecíficas (artrógeno, miógeno y neurógeno). En «Tratamiento de los trastornos sacroilíacos y pélvicos», Elaine Maheu y Elly Hengeveld nos permiten darnos cuenta de lo frecuente que es que los trastornos sacroilíacos pasen desapercibidos en la práctica y cómo una atención cuidadosa a los detalles de la exploración permite establecer las alteraciones físicas de esta región. En este capítulo se pone énfasis en cómo una valoración exhaustiva de las articulaciones sacroilíacas y la pelvis desde una perspectiva articular, del control motor y neurológica permite determinar la influencia que esta región tiene sobre diversos procesos clínicos, desde los pies al cuello. El último capítulo sobre «Mantenimiento de la capacidad funcional y el rendimiento», de Elly Hengeveld, analiza los actuales paradigmas sobre la salud física y el bienestar, así como el papel que tenemos que desempeñar como fisioterapeutas y terapeutas manuales para garantizar a los pacientes la conservación de un nivel productivo de vida saludable y autónoma. La dependencia de cuidados médicos y sociales se ha convertido en una carga para la sociedad que se percibe al analizar la epidemiología y los costes generados por los trastornos vertebrales. La forma más sencilla es emplear la terapia manual como medio para garantizar que los pacientes reciben asesoramiento y son condicionados de una forma eficaz para llevar una vida saludable sostenible con maximización de sus capacidades funcionales. La ICF (International Classification of Functioning) es la clasificación empleada como marco ideal para conseguir este deseo. En estos capítulos no se presentan todas las técnicas de manipulación y movilización que se presentaban en ediciones previas de Vertebral 20 Manipulation y tampoco se describen de forma detallada todos los principios de este concepto. El motivo es que los autores de cada capítulo lo han redactado de la forma que mejor refleja su aplicación del concepto Maitlanda la práctica clínica y cómo han integrado en él nuevas técnicas a la vista de los avances en los conocimientos profesionales. Como codirectores, esperamos que esta obra le ayude a ampliar sus conocimientos y comprender la fisioterapia de manipulación y el «concepto Maitland». Esperamos que les proporcione una amplia gama de oportunidades de aprendizaje contextual y profundo para poder desarrollar sus propios objetivos de aprendizaje personales y su actividad práctica. Kevin Banks Elly Hengeveld 2012 21 Agradecimientos Kevin Banks y Elly Hengeveld desean dar las gracias a todos los participantes en esta obra por compartir su experiencia y perspectiva del concepto Maitland. Desean expresar su gratitud a Sheila Black y Rita Demetriou- Swanwick de Elsevier por su apoyo, asesoramiento y paciencia. Kevin también está agradecido a Rich y Sarah, Will y Rachel por su ayuda con Paintbrush®, a Stefan por sus fotografías, a Steve y Abi por posar y a todas las personas cuyas fotografías se muestran y que han posado para las imágenes. Elly desea expresar su agradecimiento a Kevin: «Ha sido un privilegio colaborar contigo durante 20 años en escribir esta obra y también en la docencia. Siempre es una experiencia enriquecedora». Gracias a Hugo Stam por su compromiso y a Harry von Piekartz por su apoyo en el trabajo realizado en Holanda. Elly le está también muy agradecida a Matthew Newton por su inestimable ayuda para terminar la versión electrónica de esta publicación. Por último, aunque no por ello sea menos importante, Kevin y Elly desean decir: «Geoff y Anne, estamos seguros de que nos veis y esperamos que os sintáis contentos de lo que hemos hecho con el trabajo de toda vuestra vida». 22 In memoriam: Kevin Banks (1959- 2012) Con gran tristeza hemos conocido el fallecimiento de Kevin Banks, que murió el 14 de noviembre de 2012 a los 53 años tras una corta enfermedad. Kevin ha participado como codirector en las obras de Elsevier Maitland’s Peripheral Manipulation, Maitland’s Vertebral Manipulation y Maitland’s Clinical Companion. Su fallecimiento ocurrió cuando estábamos terminando los manuscritos para la nueva edición de Maitland’s Peripheral Manipulation y Maitland’s Vertebral Manipulation, obras que, lamentablemente, ya no podrá ver en su versión definitiva. Kevin era un profesor y miembro fundador del IMTA (International Maitland Teachers’ Association). Su exhaustividad exigente y sus aportaciones críticas fueron clave para el desarrollo de IMTA como centro formativo. Hemos perdido a un amigo y colaborador dedicado a la enseñanza y al desarrollo de los principios de la fisioterapia de manipulación o neuromusculoesquelética, iniciada por G. D. Maitland. Kevin se consideraba un clínico y un formador en clínica. Creía que un protocolo de práctica clínica estructurado, aunque flexible, junto con una base sólida en el razonamiento clínico, la comunicación y la toma inteligente de decisiones, resultan claves para la mejor práctica; esta idea ha sido el centro de sus enseñanzas. Kevin fue un auténtico visionario. Sabía en qué aspectos era preciso desarrollar su área de especialización profesional y cómo hacerlo de una manera que pocas personas más saben. Decía sobre sí mismo: «Me mueve la necesidad de fomentar el aprendizaje en una amplia gama de actividades, conocimientos y atributos dentro de la fisioterapia para garantizar 23 que los pacientes tengan las mejores oportunidades posibles». El paciente y sus necesidades siempre han estado en el centro de toda su actividad y su lucha durante su vida profesional. Conocíamos a Kevin como una persona gentil y amable. Muchos de nosotros hemos disfrutado de su humor sutil e inesperado y la mayoría de su amistad y amabilidad. Kevin nos ha abandonado de forma súbita en la mejor etapa de su vida. Estamos orgullosas de haber colaborado con él y le echaremos de menos. Queremos expresar nuestra condolencia a su mujer, Nancy, y sus hijos, Richard, William y Helen. Elly Hengeveld Sheila Black y Rita Demetriou-Swanwick (Elsevier) 24 Glosario 25 Capítulo 1 El concepto Maitland: valoración, exploración y tratamiento de los trastornos del movimiento mediante movimiento pasivo Compromiso personal con el paciente – La necesidad de realizar un esfuerzo consciente (particularmente en la primera consulta) para ganarse la confianza del paciente sirve para convertir en algo fiable, relajado y cómodo aquello que, en principio, era una experiencia generadora de ansiedad. La consecución de esta relación de confianza requiere de diversas capacidades, pero la atención es el pilar esencial en este ámbito. Concepto Maitland, puntos clave – Compromiso personal, modo de pensar, técnicas, exploración y valoración. Concepto Maitland, requisitos fundamentales – Requiere amplitud de miras y agilidad y disciplina mental, asociadas a un proceso lógico y metódico de valorar las causas y efectos. El planteamiento central requiere un compromiso personal positivo (empatía) para comprender lo que la persona (el paciente) está padeciendo. Modelo de razonamiento clínico simbólico de la «pared de ladrillo permeable» – Enfoque que distingue el razonamiento teórico de la información clínica en los procesos de toma de decisiones clínicas, de modo que la información procedente de un área puede filtrarse en otra. Así, los conceptos teóricos influyen en la exploración y el tratamiento, en tanto que estos determinan a su vez una reconsideración de las premisas teóricas. Es esencial que el conocimiento teórico y la información derivada de la «práctica basada en la evidencia» se empleen para documentar el trabajo clínico con los pacientes. Sin embargo, ello no debe derivar en el establecimiento de perspectivas restringidas ni impedir las prácticas innovadoras cuando estas sean necesarias. Modo de pensar – La «ciencia» de la fisioterapia capacita a los fisioterapeutas para establecer diagnósticos y aplicar el «arte» de su aptitud física. No obstante, el fundamento teórico de la profesión está en permanente evolución y expuesto a continuos cambios. Es esencial que los terapeutas se muestren siempre dispuestos a acceder a nuevos conocimientos y mantengan una actitud abierta ante las cuestiones que son objeto de controversia. Incluso en los casos en los que se recurre a fundamentos científicos contrastados, aplicados en un contexto idóneo, el desarrollo de diagnósticos y tratamientos fisioterapéuticos significativos solo será posible a partir de una información precisa en relación con los signos y síntomas del paciente (en lo que respecta a su capacidad de movimiento). Comparar los hallazgos físicos con determinadas teorías relativas a los conocimientos anatómicos, biomecánicos y patológicos, así como asignar «etiquetas» concretas a los trastornos de los 26 pacientes, no siempre es lo más adecuado. Los terapeutas deben mantener una actitud abierta, dado que los tratamientos evolucionan y los pacientes son reevaluados considerando el modo en el que progresan sus trastornos y las correspondientes respuestas a los abordajes terapéuticos. En todo momento, la evidencia clínica ha de ser la base sobre la que se asiente el trabajo clínico. Valoración – Se emplean numerosos medios para proceder al seguimiento de las distintas fases del proceso terapéutico: 1. Valoración analítica de la fase inicial 2. Técnicas de reevaluación antes y después de la aplicación de las intervenciones terapéuticas, así como al principio de las sucesivas sesiones 3. Valoración durante la aplicación de las intervenciones terapéuticas 4. Valoración retrospectiva, valoración analítica final en la fase terminal del proceso terapéutico 27 Capítulo 2 Razonamiento clínico: más allá del concepto Maitland Categorías de hipótesis – Categorías de decisiones que los fisioterapeutas proponen para avanzar en la exploración y el tratamiento de sus pacientes. Conocimiento no proposicional – Conocimiento generado fundamentalmente a partir de la experiencia práctica. Conocimiento proposicional – Conocimiento generadoformalmente a través de la investigación y el estudio. Esquemas de enfermedad – Teorías implícitas de los individuos sobre la enfermedad que se utilizan para interpretar las amenazas a la salud y para responder a ellas, incorporando los síntomas asociados, las creencias sobre las consecuencias inmediatas y a largo plazo del problema y sobre su evolución temporal, y los criterios referidos a la causa del problema y a los medios que pueden afectar a su curación. Estrategias de razonamiento clínico – Comprenden los diversos enfoques de razonamiento utilizados por los fisioterapeutas, por ejemplo, los razonamientos diagnóstico, narrativo, referido a las técnicas, interactivo, cooperativo formativo, predictivo o ético. Factores contribuyentes – Factores predisponentes o afines (p. ej., ambientales, psicosociales, conductuales, físicos/biomecánicos, hereditarios), implicados en el desarrollo o mantenimiento del problema del paciente. Interrogatorio socrático – Arte de formular preguntas y obtener respuestas planteado por Sócrates, basado en la noción de que el pensamiento (es decir, las interpretaciones, opiniones, análisis y conclusiones) tiene una lógica o estructura que los sustenta que, de manera característica, no resulta evidente en su expresión inicial. El objetivo del cuestionamiento socrático es clarificar y comprender la lógica de los pensamientos de una persona (incluyendo sus propias reflexiones críticas). Mapa mental – Representación esquemática del conocimiento de una persona sobre un determinado tema y de la organización de dicho conocimiento. Mecanismos del dolor – Mecanismos de entrada, procesamiento y salida que subyacen a la restricción en la actividad/participación, las perspectivas desalentadoras y los trastornos físicos del paciente. Metacognición – Autoconocimiento reflexivo y autocontrol del pensamiento, el conocimiento y la funcionalidad. Modelo biopsicosocial – Se trata de un marco conceptual o enfoque originalmente propuesto por el psiquiatra George L. Engel de la University of Rochester. El modelo propone que los factores biológicos, psicológicos (incluyendo pensamientos, emociones y comportamientos) y los factores sociales, contribuyen todos ellos al desarrollo de las funciones, la salud y la enfermedad de los seres humanos. Está planteado en contraposición al 28 modelo biomédico reduccionista, que anteriormente dominaba el ámbito de la medicina y la fisioterapia, y en virtud del cual el estado de enfermedad era solo atribuido a agentes patógenos, factores genéticos, alteraciones del desarrollo o lesiones. Perspectivas del paciente – Pensamientos/creencias, motivaciones, sentimientos, objetivos, expectativas y criterios de autoeficacia del paciente relativos a su experiencia del dolor y la discapacidad (estado psicosocial). Preguntas de detección selectiva – Preguntas (formuladas a través de una entrevista o un cuestionario) destinadas a identificar información potencialmente importante del paciente que no haya sido expresada voluntariamente por este. Razonamiento deductivo – Razonamiento que parte de una premisa general para llegar a una conclusión específica (asociada a la prueba de una hipótesis). Razonamiento diagnóstico – Razonamiento asociado a la formulación de un «diagnóstico» de fisioterapia, relacionado con la(s) limitación(es) funcional(es) y asociado a trastornos físicos en los que se consideran los mecanismos causantes del dolor, la patología de los tejidos y el amplio campo de los potenciales factores contribuyentes. Razonamiento inductivo – Razonamiento anterógrado desarrollado a partir de referencias específicas para llegar a un criterio general (asociado al reconocimiento de patrones). Razonamiento narrativo – Proceso de conocimiento de las experiencias de dolor, enfermedad y/o discapacidad del paciente a partir de la «historia» referida por él al respecto. En ella se incorporan el conocimiento de su problema y el efecto que tiene en su vida, sus expectativas sobre el tratamiento, sus sentimientos y capacidad de afrontamiento, y los efectos que las perspectivas personales tienen en la presentación clínica, en particular en lo que respecta a la facilitación o la obstrucción de la recuperación. 29 Capítulo 3 Comunicación y relación terapéutica Axioma de Watzlawick et al. (1969) – «La no comunicación no existe»; indica que la comunicación no verbal y la propia ausencia de palabras pueden ser, en realidad, medios de trasmisión de un mensaje importante. Banderas amarillas – Factores de riesgo psicosociales que pueden dificultar la recuperación plena de la funcionalidad. Capacidad de escuchar – Los fisioterapeutas han de desarrollar aptitudes de escucha activas y pasivas que favorezcan el desarrollo de un clima en el que los pacientes se sientan libres para revelar informaciones que consideren importantes. Comunicación – Verbal y no verbal. Se puede considerar un proceso de intercambio de mensajes que debe ser descodificado. Un mensaje puede contener diversos aspectos: su propio contenido, un llamamiento, una indicación de la relación con la persona a la que el mensaje va dirigido o un factor que revela información sobre quien envía el mensaje (Shultz von Thun, 1981). Establecimiento colaborativo de objetivos – Proceso a través del cual el fisioterapeuta define los resultados deseados del tratamiento, con el paciente y no para él. Se trata de un proceso que se sucede en todas las sesiones. Incluye objetivos de tratamiento, selección de intervenciones y parámetros destinados a valorar los resultados terapéuticos. Fases críticas del proceso terapéutico – A lo largo de todo el proceso fisioterapéutico hay algunas fases «críticas» específicas en las que determinadas informaciones deben ser requeridas o aportadas. Saltarse alguna de estas fases puede hacer que el fisioterapeuta omita información relevante en lo que respecta al diagnóstico o la valoración. Por otra parte, el hecho de saltarse alguna de las fases dificulta a veces la relación terapéutica, puesto que el paciente puede no comprender el propósito de determinadas intervenciones. Frases, palabras y gestos clave – Se trata de elementos que requieren atención durante todo el proceso fisioterapéutico. Si se captan y se reacciona a ellos, el fisioterapeuta puede recibir información importante en las intervenciones de valoración y reevaluación. Además, en ocasiones aportan pistas sobre los pensamientos, creencias y emociones del paciente, que pueden ser factores que contribuyan a la discapacidad presente debida al dolor. Paralelismo – Importante técnica de comunicación en la que el fisioterapeuta sigue la línea de pensamiento del paciente, en vez de dejar que prevalezcan las técnicas fisioterapéuticas de valoración subjetiva. Preguntas de respuesta inmediata – En varias fases del proceso de recopilación de información (sesiones iniciales, reevaluaciones), el 30 fisioterapeuta puede necesitar interrumpir al paciente, intercalando una pregunta «de respuesta inmediata», para aclarar alguna información aportada por el paciente. Ello es particularmente importante durante la valoración subjetiva de la sesión inicial y en las intervenciones de reevaluación, en las que las «afirmaciones de hecho» deben ser en ocasiones transformadas en términos comparativos. Reflejo – Técnica de comunicación que puede ser aplicada por los fisioterapeutas para orientar al paciente hacia una concienciación creciente en lo que respecta a la utilización del cuerpo, la postura o los elementos de la experiencia individual de la enfermedad. A menudo se expresa con términos introductorios tales como «Veo que usted hace…» o «He oído que usted dice…». Relación terapéutica – Diferenciada de la relación personal. La comunicación y el desarrollo consciente de una relación terapéutica se consideran factores importantes para el favorecimiento de un clima en el que el paciente pueda aprender, adquirir confianza y recuperar plenamente su funcionalidad. 31 Capítulo 4 - Abordaje de los trastornos de la columna cervical:enfoque neuroortopédico Alodinia – Dolor debido a un estímulo que normalmente no lo causa. Biopsicosocial – Término que define un concepto personal de actitudes y creencias relacionadas con la lesión y el dolor y con el modo en que estos interactúan con influencias sociales, culturales, lingüísticas y laborales (Butler, 2000). Para «modelo biopsicosocial», véase la definición en el capítulo 2 de este glosario. Cuerpo virtual – Representación del cuerpo real en el cerebro. La identificación del dolor y de los síntomas con él relacionados siempre son expresados en el cuerpo virtual del cerebro. Disestesia – Sensación desagradable anómala, espontánea o evocada. Dolor neuropático – Dolor causado por una lesión o enfermedad del sistema nervioso somatosensitivo. Dolor neuropático periférico – Dolor causado por una lesión o enfermedad del sistema nervioso somatosensitivo periférico. Dolor nociceptivo – Dolor ocasionado por un daño real o una amenaza del mismo que afecta a tejido no neural y que es debido a activación de nocirreceptores. Dolor radicular – Dolor observado en la distribución de un dermatoma o una vía neural conocida, posiblemente debido a inflamación o a otro tipo de irritación de la raíz nerviosa. Estímulo nociceptivo – Episodio real o potencialmente nocivo para los tejidos transducido y codificado por nocirreceptores. Estímulo nocivo – Estímulo que produce daño, o amenaza con producirlo, a los tejidos normales. Hiperalgesia – Sensación de dolor aumentada por un estímulo que normalmente produce dolor. Hipoalgesia – Sensación de dolor disminuida en respuesta a un estímulo que normalmente produce dolor. Modelo de organismo maduro – (Gifford, 1998) Modelo conceptual utilizado para incorporar los mecanismos del dolor a la ciencia de la biología del estrés y al modelo biopsicosocial del dolor. También se llama modelo circular (Butler, 2000). Neuralgia – Dolor en la distribución de un nervio o nervios. Neurofirma/neurotag – Estímulos de la neuromatriz (Melzack, 1999) y del patrón de actividad que crea la percepción de cualquier estimulación sensitiva del cerebro. La percepción del dolor puede considerase una neurofirma (Butler y Moseley, 2003), que determina las cualidades y otras propiedades de la experiencia del dolor y de la conducta con ella relacionada. 32 Neuromatriz – Puede considerarse como una extensa red plástica de interconexión, altamente flexible, de neuronas activadas en el cerebro y modeladas por todas las actividades y experiencias de la vida (Melzack, 1990), la cual integra los diversos estímulos de entrada para producir el patrón de respuesta de salida que evoca el dolor (Melzack, 1999). Neurona nociceptiva – Neurona central o periférica del sistema nervioso somatosensitivo capaz de codificar estímulos nocivos. Neuropatía – Trastorno de una función o cambio patológico en un nervio (mononeuropatía), en varios (mononeuropatía múltiple) o en varios de forma difusa y bilateral (polineuropatía). Nocicepción – Proceso neural de codificación de estímulos nocivos. Nocirreceptor – Receptor sensitivo de umbral elevado del sistema nervioso somatosensitivo periférico, que es capaz de transducir y codificar estímulos nocivos. Parestesia – Sensación anómala, espontánea o provocada. Radiculopatía – Término que no define un trastorno específico, sino más bien un problema en uno o más nervios, que se ven afectados y no funcionan apropiadamente (neuropatía). Representación – El sistema nervioso central es el principal sistema de representación. Tiene la capacidad de representar la anatomía, la fisiología, el movimiento, el dolor, las emociones y la enfermedad del cuerpo en su conjunto (Melzack, 1990). Sensibilización – Incremento de la respuesta de las neuronas nociceptivas a su estimulación normal y/o reclutamiento de una respuesta a los estímulos por debajo del umbral normal. Sensibilización central – Aumento de la respuesta de las neuronas nociceptivas en el sistema nervioso central con respecto a su entrada aferente normal o inferior al valor umbral. Sensibilización periférica – Respuesta aumentada y umbral reducido de las neuronas nociceptivas periféricas ante la estimulación de sus campos receptivos. TALC – Trastornos asociados a latigazo cervical. 33 Capítulo 5 Tratamiento de los trastornos de la columna dorsal Biopsicosocial – Marco conceptual o enfoque originalmente propuesto por el psiquiatra George L. Engel, de la University of Rochester. Para «modelo biopsicosocial», véase la definición en el capítulo 2 de este glosario. «Hacer que las cosas encajen» – Uno de los principales elementos de la valoración del paciente. El fisioterapeuta manual debe decirle al paciente que su problema se asemeja a un rompecabezas y que su trabajo consiste en «hacer que las piezas encajen», para lo cual necesita ayuda y colaboración. Como consecuencia de esta colaboración, la información clínica, el conocimiento del terapeuta y el paciente y la experiencia del terapeuta pueden analizarse y vincularse conjuntamente, a fin de adoptar las decisiones terapéuticas más eficaces. Múltiples áreas, múltiples síntomas – Término aplicado a pacientes con problemas complejos y crónicos que a menudo presentan numerosas áreas sintomáticas, que les afectan de diversas formas. En estos casos, los terapeutas deben considerarlos como parte de un problema con estímulos neurológicos y estructurales diferenciados y aislados. Procesos somáticos que simulan los viscerales, viscerales que simulan los somáticos – El conocimiento de la anatomía, de la inervación de los tejidos corporales, del dolor referido, de los estudios clínicos y de la experiencia clínica garantiza que los terapeutas han de ser conscientes de que un estímulo doloroso en un tejido somático (p. ej., las articulaciones intervertebrales dorsales) puede simular un dolor de origen visceral (p. ej., de la vesícula biliar) y viceversa. En ciertos casos, ambas situaciones coexisten. Señales de alarma – Signos y síntomas indicativos de la presencia de una patología grave y de necesidad de atención médica urgente. Técnicas de movilización pasiva – Técnicas de terapia manual aplicadas, habitualmente, por un terapeuta al paciente. Las técnicas se aplican de manera (estiramiento oscilatorio/sostenido, posición en amplitud, velocidad, ritmo, duración) que siempre queden bajo el control del paciente. 34 Capítulo 6 Tratamiento de los trastornos de la columna lumbar Desmedicalización del dolor lumbar – Necesidad de que una alteración sea tratada en el ámbito de la comunidad más que en un hospital. Dolor lumbar – Caracterizado por dolor y molestias localizados por debajo del borde costal y por encima del pliegue glúteo inferior, con o sin dolor en la pierna. «Hacer que las cosas encajen» – Véase definición en capítulo 5, en este glosario. Pronóstico – Previsión de la evolución futura del trastorno del paciente, basándose en la probabilidad de recuperación física, psicológica y funcional del paciente y del trastorno. 35 Capítulo 7 Tratamiento de trastornos sacroilíacos y pélvicos Cierre de forma, cierre de fuerza – Propiedades biomecánicas que contribuyen a la estabilidad de la cintura pélvica. El cierre de forma hace referencia a la situación estable definida por el ajuste estrecho de las superficies articulares, en el que no son necesarias fuerzas adicionales para mantener el estado del sistema cuando recibe cierto grado de carga. El cierre de fuerza se consigue a través de los sistemas de músculos estabilizadores locales y globales de la pelvis, la columna lumbar y las piernas. Dolor de cintura pélvica – Generalmente asociado a embarazo, traumatismo, artritis o artrosis. Se padece entre la cresta ilíaca posterior y el pliegue glúteo, particularmente en la proximidad de la articulación sacroilíaca (ASI). El dolor puede irradiar al muslo posterior y, conjunta y/o separadamente, a la sínfisis. La capacidad de resistencia para estar de pie, caminar o sentarse se ve reducida. El diagnóstico de dolor de cintura pélvica (DCP) puedeconcretarse tras descartar posibles causas lumbares. El dolor o los trastornos funcionales relacionados con el DCP han de ser reproducibles mediante pruebas clínicas específicas (Vleeming et al., 2008). 36 Capítulo 8 Mantenimiento de la capacidad funcional y el rendimiento Establecimiento colaborativo de objetivos – Proceso a través del cual se definen los objetivos del tratamiento, los parámetros para controlar los resultados terapéuticos y la selección de intervenciones, con el paciente más que para el paciente. Es esencial que este concepto se tenga en cuenta a lo largo de todas las sesiones del tratamiento y no en una sola al comienzo de la secuencia de visitas. De hecho, la información y el establecimiento de objetivos continuados han de considerarse elementos esenciales en el proceso de tratamiento individualizado. Fases de la recuperación funcional hacia una capacidad de movimiento plena – En los programas de restablecimiento funcional, los fisioterapeutas necesitan adaptar el tratamiento a las distintas fases de la capacidad funcional: etapas aguda y subaguda, fase de restablecimiento funcional y fase de fomento de un estilo de vida saludable en lo que respecta a la actividad y el reposo. Las movilizaciones pasivas pueden desempeñar un papel importante durante las fases aguda y subaguda. No obstante, todos los movimientos pasivos deben considerarse como un elemento desencadenante del movimiento activo y de la mejora de la percepción del movimiento corporal. Los terapeutas deben aprender a reconocer qué pacientes pueden desarrollar dolor y discapacidad, adaptando consecuentemente el enfoque de su tratamiento. En todas las fases se recomienda seguir planteamientos cognitivo-conductuales en lo que respecta a la práctica clínica. Principios cognitivo- conductuales – Aspectos cognitivo-conductuales esenciales que en ocasiones es necesario integrar en los enfoques fisioterapéuticos; entre ellos se cuentan los siguientes: • Reconocimiento de los potenciales obstáculos para la recuperación funcional plena. • Proceso de establecimiento colaborativo de objetivos. • Fases del cambio conductual. • Favorecimiento del cumplimiento. • Educación del paciente. Recuperación funcional y capacidad de movimiento – Desde el punto de vista profesional específico de los fisioterapeutas, el restablecimiento funcional se centra en el mantenimiento de una capacidad de movimiento óptima de la persona. Los objetivos terapéuticos comprenden mejora de las funciones motoras, del bienestar y de las actividades de la vida diaria; con el fin de que los pacientes puedan elegir su participación en ellas (en sus papeles de pareja, familiar o amigo; o en los deportes y actividades de ocio o de trabajo). Teoría del continuo del movimiento – Esta teoría describe el movimiento humano desde un micronivel a un macronivel. Sirve como base para el 37 desarrollo del cuerpo de conocimiento de los fisioterapeutas y engloba todos los conceptos y métodos propios de la práctica fisioterapéutica. 38 Apéndice 4 Registro Comentarios SOEP – El registro de las sesiones de tratamiento ha de incluir información detallada, aunque breve y sencilla, para que se identifique a primera vista. En tal contexto se emplean los llamados comentarios SOEP (Weed, 1964; Kirk, 1988), acrónimo inglés (SOAP) que hace referencia a las distintas partes del proceso de valoración, a saber: 1. Obtención de información subjetiva. 2. Obtención de información objetiva. 3. Realización de la evaluación. 4. Desarrollo y formulación de un plan. RMOP – Registros médicos orientados al problema. 39 Bibliografía Butler DS. The sensitive nervous system. Adelaide: NOI Publications; 2000. Butler DS, Moseley GL. Explain pain. Adelaide: NOI Publications; 2003. Gifford L. Pain, the tissues and the nervous system: a conceptual model. Physiotherapy. 1998;84:27–33. Kirk D. Problem orientated medical records: guidelines for therapists. London: Kings Fund Centre; 1988. Melzack R. Phantom limbs and the concept of a neuromatrix. Trends in Neuroscience. 1990;13:88–92. Melzack R. From the gate to the neuromatrix. Pain Supplement. 1999;6:S121–S126. Schulz von Thun F. Miteinander Reden – Störungen und Klärungen. Allgemeine Psychologie der Kommunikation. Reinbek bei Hamburg: Rowohlt Taschenbuch Verlag; 1981. Vleeming A, Albert HB, Östgaard HC, et al. European Guidelines for the diagnosis and treatment of pelvic girdle pain. European Spine Journal. 2008;17:794–819. Watzlawick P, Beavin J, Jackson DJ. Menschliche Kommunikation. Bern: Huber Verlag; 1969. Weed L. Medical records, medical education and patient care. Irish Journal of Medical Science. 1964;6:271–282. 40 El concepto Maitland: valoración, exploración y tratamiento de los trastornos del movimiento mediante el movimiento pasivo Geoffrey D. Maitland CONTENIDOS DEL CAPÍTULO Introducción 1 Compromiso con el paciente 2 Primacía de la evidencia clínica 2 Técnicas 5 Exploración 6 Valoración 7 Términos clave Primacía de la evidencia clínica, compromiso hacia el paciente, habilidades de comunicación, movimiento pasivo, movilización, manipulación Me resultaría difícil, como individuo que ha estado implicado en la práctica de la fisioterapia de manipulación en Australia durante las tres últimas décadas, valorar de forma objetiva mi contribución concreta a esta disciplina. Por eso, voy a empezar este capítulo, a modo de explicación y justificación, con una cita importante y pertinente de Lance Twomey: Desde mi punto de vista, el abordaje Maitland al tratamiento se diferencia de otros, no en la mecánica de la técnica, sino más bien en la aproximación al paciente y su problema concreto. Es única en Fisioterapia su atención a los 41 detalles de la exploración, el tratamiento y la respuesta, y considero que merece la pena abordar con cierto detenimiento: • El desarrollo de sus conceptos de valoración y tratamiento. • Su insistencia en una base sólida de conocimientos biológicos básicos. • La necesidad de un alto nivel de habilidad. • La evolución de los conceptos. No «surgió» como un tema totalmente desarrollado, sino que es un ser vivo, que se desarrolla y amplía. • Necesidad de una exploración clínica detallada y de un abordaje basado en la exploración/tratamiento/nueva exploración. Este tema debe ser tenido en consideración de forma especial porque para mí constituye la esencia de «Maitland». Aunque el texto de este capítulo aborda el «movimiento pasivo», debe quedar claro que este autor no considera que dicho movimiento pasivo sea la única forma de tratamiento capaz de aliviar los trastornos musculoesqueléticos. Este capítulo trata de aportar un marco conceptual para un tratamiento, que muchos autores consideran único. Por tanto, para conseguir una mejor expresión en este capítulo se va a aludir al abordaje especial de la valoración, exploración y tratamiento como «el concepto Maitland» y posteriormente se usará solo la expresión «el concepto». Resulta difícil abordar todos los aspectos de «el concepto» con el mero lenguaje escrito, dado que gran parte de él depende de un patrón clínico concreto de razonamiento. Este abordaje no es solo metódico, sino que también implica participación y por eso resulta difícil describirlo de forma adecuada sin una demostración clínica. El concepto Maitland exige una mentalidad abierta, una mente ágil y una disciplina mental vinculada con un proceso de valoración de la causa y el efecto lógico y metódico. El aspecto central necesita un compromiso personal positivo (empatía) para comprender lo que la persona (paciente) está soportando. Los aspectos claves de «el concepto» que deben ser explicados son el compromiso personal, el modo de pensamiento, las técnicas, la exploración y la valoración. 42 Compromiso personal con el paciente Todos los clínicos defienden que tienen un alto grado de compromiso personal con cada paciente. Aunque esto puede ser cierto, muchas áreas de la fisioterapia exigen un compromiso más profundo del habitual para conseguir ciertos conceptosterapéuticos. Por tanto, el fisioterapeuta debe tener un compromiso personal con la asistencia y ser capaz de tranquilizar, comunicar, escuchar e inspirar confianza. Todos los terapeutas deben realizar un esfuerzo consciente (sobre todo durante la primera consulta) para conseguir ganarse la confianza del paciente, su seguridad y una confianza relajada, a partir de lo que podría ser inicialmente una experiencia generadora de ansiedad. Conseguir esta relación de confianza exige muchas habilidades, pero es esencial que se aporte un cuidado correcto. En los primeros minutos, el clínico debe conseguir que el paciente crea que tiene interés en conocer sus sentimientos; el tema más importante no es lo que siente el médico u otra persona, sino lo que el propio paciente siente. Este abordaje tranquiliza de forma inmediata al paciente porque le demuestra que estamos preocupados por sus síntomas y los efectos que tienen. Debemos emplear la terminología de los pacientes en nuestras discusiones; debemos adaptar nuestro lenguaje (y jerga) para conseguirlo; debemos mostrar nuestra preocupación por los síntomas de una forma que se adapte a los sentimientos del paciente hacia ellos. Dicho de otro modo, deberíamos adaptar nuestro abordaje al modo de expresión de cada paciente, no tratar de conseguir que el paciente se adapte a nuestra personalidad o conocimientos. El paciente también debe ser tranquilizado sobre la confianza y comprensión del terapeuta. La comunicación es otra habilidad que los clínicos deberían aprender a emplear de forma eficaz y adecuada. En lo que respecta al compromiso personal, este pasa por comprender los aspectos verbales y no verbales de la comunicación, de forma que usarla contribuya todavía más a reforzar la relación entre el paciente y el clínico. Algunas personas encuentran grandes dificultades para conseguirlo, pero, sea cual sea el esfuerzo exigido, esta habilidad debe ser aprendida y empleada. La escucha del paciente se debe hacer de forma abierta y exenta de prejuicios. Es muy importante aceptar la historia que refiere el paciente, al tiempo que se está preparado para preguntarle de forma detallada sobre ella. La capacidad de aceptar y escuchar es muy exigente y demanda un alto nivel de objetividad. Resulta muy triste escuchar a los pacientes decir que su médico o fisioterapeuta no les escuchó con suficiente cuidado o simpatía, sensibilidad o atención al detalle. La siguiente frase recogida de The Age (1982), un periódico australiano diurno, establece de forma clara las características de esta 43 «escucha»: Escuchar es, en sí mismo, un arte y en esto se diferencia de limitarse a oír. Oír es un acto pasivo, mientras que escuchar es activo. Oír es algo involuntario, pero escuchar exige atención. Oír es algo natural, pero escuchar necesita una disciplina adquirida. Es clave aceptar al paciente y su historia si se quiere establecer una relación de confianza entre el paciente y el clínico. Se deben aceptar y apreciar las sutilezas de los comentarios sobre la enfermedad, aunque suenen raros. Dicho de otra manera, tanto el paciente como sus síntomas son «inocentes, hasta que se demuestre lo contrario» (es decir, lo que el paciente cuenta es verdadero y fiable hasta que se confirme que no lo es, que está sesgado o que es mentira). En este contexto, se debería guiar al paciente para que comprenda que su cuerpo puede contarle aspectos vinculados con su trastorno y su comportamiento, y que nosotros, como clínicos, no podremos conocerlos salvo que nos los cuente. La relación debería inspirar confianza y generar una relación de confianza entre las dos partes. Este concepto central dentro del compromiso total deber comenzar desde el primer minuto de la primera consulta y mantenerse hasta que culmine todo el período de tratamiento. Otros aspectos importantes de la comunicación se analizan más adelante en los epígrafes «Exploración» y «Valoración» (y en el capítulo 3). 44 Un modo de pensar: primacía de la evidencia clínica Como fisioterapeutas formados, hemos absorbido mucha información científica y obtenido una gran experiencia clínica, y estos dos factores resultan claves para poder aplicar un tratamiento eficaz. La «ciencia» de nuestra disciplina nos permite establecer diagnósticos y aplicar el «arte» apropiado de nuestra habilidad física. Sin embargo, la base teórica aceptada de nuestra profesión está en un proceso de desarrollo y cambio constante. La norma de ayer mañana se convierte en una mera habladuría. Resulta esencial mantenerse abierto a los nuevos conocimientos y tener la mente abierta en los campos de incertidumbre para que la inflexibilidad o la visión en «túnel» no se traduzcan en una mala aplicación de nuestro «arte». Incluso aplicando la ciencia bien demostrada en el contexto adecuado y con la información precisa en relación con los síntomas y signos del paciente, a menudo resulta difícil establecer el diagnóstico correcto. Puede que no siempre sea adecuado tratar de ajustar los hallazgos clínicos a una teoría concreta del conocimiento anatómico, biomecánico o patológico con el fin de adjudicar una «etiqueta» determinada al cuadro del paciente. Los terapeutas deberían mantener la mente abierta mientras el tratamiento está en curso, reevaluando al paciente en relación a la evolución de su condición y de la respuesta al tratamiento. En resumen, la base científica que subyace a la actual gama de diagnósticos de los trastornos de la columna se comprende de forma incompleta. También se están produciendo cambios rápidos por los avances en el conocimiento, situación que se va a mantener. En este contexto, el terapeuta puede sentirse seguro de la evidencia clínica obtenida a partir de la anamnesis y los signos clínicos, pero debe evitar caer en la tentación de «encuadrar el diagnóstico» en la lista inflexible e incompleta de opciones existentes en la actualidad. El fisioterapeuta debe mantener su mente abierta, no solo en la primera consulta, sino también durante la posterior valoración y tratamiento, para poder observar las cambiantes respuestas del paciente. Cuando el terapeuta está trabajando en un «área relativamente poco clasificada», como los trastornos de la columna vertebral humana, no se debería dejar influir demasiado por la masa poco fiable de datos biomecánicos, síntomas y patologías comprendidos de forma inadecuada. Como consecuencia de todo lo anterior, se ha elaborado una lista de pasos prácticos que se deben seguir. En los primeros años de su evolución, el «concepto Maitland» tenía como base los siguientes estadios dentro de un tratamiento: 1. Tras valorar el efecto de un trastorno en el paciente, aplicar una sola técnica terapéutica. 2. Tomar nota con cuidado de lo que sucede durante la realización de dicha técnica. 45 3. Tras completar la técnica, valorar el efecto que esta ha tenido sobre los síntomas del paciente, incluido el movimiento. 4. Tras valorar los pasos 2 y 3 y teniendo en consideración los conocimientos teóricos existentes, planificar el siguiente abordaje terapéutico y repetir el ciclo desde el paso 1. Resulta evidente que esta secuencia podrá resultar útil e informativa solo cuando tanto la anamnesis como la exploración física sean exactas. El verdadero patrón del concepto obliga a mantener el pensamiento en dos compartimentos distintos, pero interdependientes: el marco teórico y la valoración clínica. Podemos aclarar estos conceptos con un ejemplo. Sabemos que un disco intervertebral se puede herniar y provocar dolor, con frecuencia referido hacia la pierna. Sin embargo, una hernia puede provocar muchas presentaciones distintas (tabla 1.1). Tabla 1.1 Un diagnóstico con muchas presentaciones Sin embargo, lo contrario también es cierto. Un paciente puede tener un conjunto de síntomas para los cuales se puede aplicar más de un título diagnóstico (MacNab, 1971; tabla 1.2). Tabla 1.2 Diagnósticos diferenciales a partir de un conjunto de signos y síntomas 46 Dadas las circunstancias recogidas en las tablas 1.1 y 1.2, esevidente que no siempre se puede tener un diagnóstico (biomédico) preciso de los pacientes tratados. Cuanto más adecuado y completo sea el marco teórico que tengamos, más apropiado resultará el tratamiento. Si el marco teórico está equivocado o tiene deficiencias (como se admite en la mayoría de los casos), podrá llegar a ser imposible comprender de forma exacta y completa el trastorno del paciente. Por eso resulta fundamental que el terapeuta sea humilde y mantenga la mente abierta para no colgar al paciente una etiqueta diagnóstica errónea de forma prematura. Sin embargo, los componentes teóricos y clínicos deben influirse entre sí. Con esta idea en la cabeza, he desarrollado un abordaje que separa el conocimiento teórico de la información clínica a través de lo que he denominado pared de ladrillos permeables simbólica (tabla 1.3). Este muro permite separar la teoría de la práctica y también logra que cada una ocupe su propio compartimento (aunque no de forma exclusiva). De este modo, la información de un lado se puede filtrar al otro, y esto permite que los conceptos teóricos influyan sobre la exploración y el tratamiento y también que la exploración y el tratamiento lleven a reconsiderar los aspectos teóricos. Tabla 1.3 Pared de ladrillos permeable simbólica 47 Con este modelo de pensamiento, el concepto de la pared de ladrillos libera la mente del clínico de prejuicios y permite al terapeuta valorar las posibles razones del trastorno de un paciente; especular, valorar una hipótesis y comentar con otras personas las posibilidades diagnósticas vinculadas con otros posibles diagnósticos sin que realmente nadie conozca la respuesta, aunque siempre desde la base de una clara comprensión de los síntomas y signos vinculados del paciente (fig. 1.1). FIGURA 1.1 Diagrama de flujo que muestra las relaciones y contextos de los conocimientos teóricos y clínicos con las hipótesis relacionadas. (Hx, historia; S, signos; Si, síntomas.) Reproducido de Twomey LT, Taylor JR, eds. (1988) Physical therapy of the low back, p. 140, Churchill Livingstone con autorización de Elsevier. Este modo de pensamiento necesita un lenguaje preciso, mientras que el 48 uso inadecuado de las palabras se acompaña de un razonamiento defectuoso. La forma de afirmar algo de un individuo permite a la persona que le escucha hacerse una idea de lo que está pensando y del marco de referencia en el que se enmarca la afirmación. Un sencillo ejemplo nos permitirá aclarar este punto. Imagine que un clínico está presentando a un paciente en un seminario clínico y le pide que indique la zona donde siente el dolor. Durante la discusión posterior, el clínico puede describir el dolor del paciente como «dolor sacroilíaco». Estas palabras están mal elegidas. Para adaptarse «al concepto» que hemos comentado, se deben mantener la información clínica y la interpretación teórica por separado, lo que nos obligaría a describir el dolor sencillamente como «un dolor en la región sacroilíaca». Se considera una asunción injustificada sugerir que el origen del dolor es una patología de la articulación sacroilíaca, aunque la descripción previa se pudiera interpretar en ese sentido. Por otro lado, al decir «dolor de la región sacroilíaca» estamos indicando que se plantean orígenes adicionales para el dolor, además de las propias articulaciones sacroilíacas, de forma que nuestras opciones diagnósticas se mantienen abiertas hasta disponer de más evidencia. Este es un elemento fundamental de «el concepto». Algunos lectores pueden considerar que prestar atención a este tipo de detalles resulta innecesario y pedante. Sin embargo, no es verdad. La selección cuidadosa y correcta de las palabras indica disciplina mental y ausencia de prejuicios, que condicionan todas las intervenciones diagnósticas, incluido todo el proceso de exploración, tratamiento e interpretación de las respuestas de los pacientes. La forma de escribir los hallazgos de la exploración y la respuesta al tratamiento de los clínicos también demuestra de forma clara si los procesos mentales del terapeuta son correctos o erróneos. Un abordaje científico genuino consiste en un pensamiento lógico, con componente vertical y lateral y razonamiento deductivo e inductivo. Se necesita para ello una mente libre de ataduras generadas por una teoría confusa y no demostrada, que al mismo tiempo sea capaz de utilizar los hechos demostrados y conservar la capacidad crítica para distinguir entre las pruebas bien confirmadas y las opiniones no sustentadas. Necesita una mente honesta, metódica y autocrítica, pero también capaz de tener la máxima amplitud posible en aspectos como la improvisación y la innovación. 49 Técnicas Muchos fisioterapeutas clínicos están continuamente buscando técnicas nuevas de movilización articular. Cuando escuchan un nombre nuevo o cuando un autor nuevo escribe una obra sobre manipulación, tratan de adquirir las «nuevas» capacidades técnicas y aplicarlas de forma inmediata. En realidad, las técnicas solo tienen una importancia secundaria. Por supuesto, cuando se aplican de forma inadecuada o errónea, el tratamiento podrá fallar y el terapeuta perderá la confianza en ellas. Sin embargo, yo considero que existen muchas técnicas aceptables, cada una de las cuales se puede modificar para adaptarse al trastorno de un paciente y al estilo y la forma física del clínico. En consecuencia, opino que ningún conjunto de técnicas concreto puede pertenecer o atribuirse a una persona aislada. No deberían ponerse límites a la selección de las técnicas: las técnicas de base biomecánica de Kaltenborn; las técnicas de «desplazamiento» de McKenzie; la técnica de los movimientos combinados de Edwards; la técnica osteopática y quiropráctica; las técnicas de Cyriax; la técnica de Stoddard; las técnicas de los ajustadores de huesos; las técnicas de Maigne; y las técnicas de Mennell. Todas estas técnicas pertenecen a nuestros tiempos y todos los terapeutas expertos deben sentirse totalmente libres para emplear cualquiera de ellas. La consideración más importante es que la técnica elegida sea adecuada para el paciente o la situación concreta y que se realice una valoración detenida y continua de su efecto. Técnicas de tratamiento Dentro del amplio concepto de este capítulo, existen una serie de técnicas de tratamiento que se utilizan de forma continua, pero no se describen por otros autores. Dichas técnicas se exponen a continuación. A la hora de tratar los trastornos muy dolorosos, es posible emplear los movimientos pasivos terapéuticos de forma oscilatoria («agitación de la superficie», como describió Maitland, 1985), pero con dos importantes condiciones: 1. El movimiento oscilatorio se realiza sin que el paciente tenga dolor ni tampoco molestia alguna. 2. El movimiento solo debe realizarse en la parte del arco de movimiento en el que no se encuentre resistencia, es decir, en el que no aparezcan rigidez o espasmo muscular que limiten la oscilación. Cabría preguntarse cómo es posible que un movimiento oscilatorio indoloro, que evita cualquier intento de distender las estructuras, consiga mejora alguna de los síntomas del paciente. Se ha sugerido una respuesta científica a esta duda (Maitland, 1985), pero existe una conclusión clínica todavía más importante. Se ha demostrado de forma repetida en la clínica que este tipo de técnica consigue una mejora medible en el arco de 50 movimiento, con reducción del dolor y la discapacidad, sin efectos lesivos demostrables. Esto demuestra que el tratamiento es correcto a nivel clínico y, por tanto, «científico», aunque no se disponga todavía de una explicación teórica adecuada para su eficacia. Una demostración fiable y repetida de la eficacia debe validar un método terapéutico. Saber cómo un método consigue un resultado es un problema teórico que la ciencia debe resolver. La comprobación «científica» debe ajustarse a la observación clínica principal, dado que este es el aspecto del cual podemos estar seguros. Este ejemplo vuelve a demostrar cómo
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