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12 Actualizaciones en anestesiología para enfermería - La cateterización de la arteria cubital es más difícil pues la arteria tiene un trayecto más tortuoso y más profun- do. Debido al riesgo de comprometer el fl ujo sanguíneo de la mano, no debe considerarse en caso de que se haya puncionado la arteria radial ipsilateral pero sin éxito. - La arteria braquial es grande y se identi- fi ca con facilidad en la fosa antecubital. Al estar cerca del codo hay predisposi- ción a que se tuerzan los catéteres en esta arteria. - La arteria femoral suele utilizarse como último recurso en pacientes quemados o politraumatizados. - Las arterias dorsal del pie y tibial poste- rior. - La arteria axilar. B. Complicaciones Las complicaciones son variadas: he- matoma, vasoespasmo, trombosis arterial, embolización de burbujas de aire o trombos, necrosis cutánea sobre el catéter, lesión ner- viosa, pérdida de los dedos e inyección in- traarterial no intencionada de medicamentos. Consideraciones clínicas Con la medición de la PA de esta ma- nera obtendremos una onda de presión con una morfología determinada. Esta onda la obtenemos gracias a un transductor. Un transductor es un dispositivo electrónico que convierte la energía mecánica de una onda de presión en una señal eléctrica. La señal le llega al monitor a través de un cable conectado directamente con el trans- ductor. Una vez recibida es procesada para ser representada en una escala que, según el monitor, debe ser asignada previamente por el usuario o que se asigna automáticamente para ofrecer una imagen precisa y detallada de la onda. De la onda, extrae el valor máxi- mo y mínimo (PAS y PAD) y calcula la PAM para presentarlos en forma de dígitos en la pantalla. Para realizar una correcta medición debe- mos llevar a cabo los siguientes pasos: - Purgar bien el sistema extrayendo total- mente el aire. - El transductor debe colocarse al nivel de la aurícula derecha (línea medio axi- lar). Con el paciente sentado, la presión arterial en el cerebro difi ere de forma signifi cativa con respecto a la del ven- trículo izquierdo. Es por esto que deter- minaremos la presión cerebral colocan- do el transductor a nivel del oído, que lo aproxima al polígono de Willis. - Hacer correctamente el “cero”. Esto consiste en abrir al aire el transductor lleno de líquido, para que reciba la pre- sión atmosférica. Entonces se le hace saber al monitor, mediante un botón es- pecífi co, que esa debe ser considerada como presión cero, de modo que en lo sucesivo sólo mida como positivas las presiones que superen ese valor y como negativas las que no lo alcancen. Onda de presión Debemos, asimismo, prestar siempre una especial atención a la morfología de la onda. La morfología normal presenta una línea ascendente inicial de gran pendien- te que corresponde a la fase de contracción isovolumétrica y a la apertura de la válvula aórtica. Enseguida, la presión hace un pico y comienza a hacer al fi nal de la sístole. En- tonces aparece una muesca llamada incisura dicrota que corresponde al cierre de la vál- vula aórtica con un repunte de presión por el empuje de sus valvas. Finalmente, la pre- sión cae terminando el ciclo. La sucesión de complejos de presión arterial sigue una línea horizontal, ya que las presiones diastólicas son las mismas en cada ciclo si no hay inter- ferencia externa. Morfología de onda normal
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