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Valvulopatías 119 en este tipo de patologías es de por vida, y estas fluctuaciones pueden derivar en complicaciones hemorrágicas o embólicas. Ninguno de los fármacos prescritos presentan interacciones con acenocumarol y a pesar de las recomendaciones dietéticas (evitar alimentos con alto contenido en Vitamina K como verduras, hígado de ternera y evitar la ingesta de alcohol), se desconoce realmente si algún alimento podría ser el causante de esta ineficacia en el tratamiento. El INR objetivo debe estar en torno a 3 (rango 2,5-3,5) en este tipo de válvulas mecánicas, ya que esta prótesis presenta bajo riesgo de trombogenicidad, pero el paciente presentaba como factor de riesgo hipertensión. El estudio GELIA17, que evaluaba la experiencia alemana utilizando intensidad anticoagulante baja, concluyó que en pacientes con prótesis mecánica mitral, un INR menor (2,0-3,5) estaba asociado con tasas de supervivencia menores que con INR mayores (2,5-4,5) en los que tenían varias prótesis, por ello se decidió finalmente mantener el INR en un intervalo algo superior (3-3,5). La sustitución de AVK por nuevos anticoagulantes orales inhibidores directos del factor IIa, Xa (dabigatrán, rivaroxabán, epixabán, edoxabán) no está recomendada para pacientes con prótesis mecánicas porque, por el momento, no se ha demostrado la seguridad y eficacia en este tipo de pacientes. El estudio RE-ALIGN18 fue cancelado debido a que el grupo dabigatrán presentó una alta tasa de eventos trombóticos. En cuanto al manejo de la hipercolesterolemia, se decidió tratamiento con pitavastatina19, puesto que no se metaboliza de forma significativa por el CYP4503A4, y por tanto presenta escasas interacciones medicamentosas, minimizando el riesgo de efectos adversos en el paciente polimedicado (anciano, diabético, nefrópata, hipertenso, cardiópata, pacientes con elevado riesgo cardiovascular, como es este caso). En este caso, pravastatina habría sido una elección más coste-efectiva que pitavastatina a dosis equipotentes, puesto que tampoco de metaboliza significativamente por el CYP45020; sin embargo, se opta por un tratamiento más agresivo con pitavastatina21. La implicación del farmacéutico en el ajuste y control del tratamiento farmacológico en este tipo de pacientes es de gran importancia ya que la evolución exitosa del paciente dependerá de una adecuada selección y optimización del mismo. La validación de los tratamientos, el seguimiento farmacoterapéutico, así como la integración del farmacéutico en equipos asistenciales realizando tareas como la optimización de la terapia anticoagulante/antihipertensiva o instruyendo al paciente en aspectos nutricionales para evitar interacciones con los fármacos dicumarínicos son acciones que garantizarían un mayor éxito de los tratamientos.
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