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Politrauma en la embarazada. Técnica de RCP en la gestante 359 Si el embarazo es menor de 24 semanas los esfuerzos deben ser dirigidos a preservar la vida de la madre. Después de la semana 24 se debe considerar como un doble paro y los esfuerzos se dirigirán a salvar la vida del feto y de la madre, de ahí, que se deba tomar con rapidez (dentro de los 4-5 minutos del paro materno) la decisión de practicar una cesárea de urgencia, ya que esto se asocia con mayor probabilidad de mejorar el pronóstico final tanto fetal como materno. Una emergencia cardiovascular o un politraumatismo en la embarazada crea una situación única y especial en el contexto de la reanimación cardiopulmonar, mantener la vida de dos individuos, hecho único en la práctica de la RCP. Durante los años 80, varios autores divulgaron recuperaciones maternales ines- peradas después de cesáreas “peri y postmorten”. Esto condujo a considerar la po- sibilidad de la que la cesárea de rescate urgente, producía una mejora significativa en el estado circulatorio de la madre. El flujo de sangre del circuito uteroplacentario puede requerir hasta el 30 % del volumen cardiaco circulante de la embarazada, con la cesárea de rescate, parte de este volumen es recuperado para la perfusión de órganos vitales. De hecho, varios estudios de experimentación animal y un sustrato cada vez mayor de evidencia clínica, sugieren que las compresiones cardiacas son mas efec- tivas una vez que el feto es extraído y la vena cava deja de estar comprimida, a todo esto hay que añadir el descenso de la demanda circulatoria tanto de la placenta como del feto. Además, hay que tener en cuenta que la anoxia después de la apnea, ocurre de forma mas rápida en la embarazada a término, ya que ésta presenta una reducción del 20 % de la capacidad residual funcional además de una tasa metabólica mayor, todo ello hace que las reservas de oxigeno estén mermadas. La extracción fetal, proporciona a corto plazo, una mejora del 30-80 % del volu- men cardiaco circulante, y junto con otras medidas de reanimación, puede propor- cionar una mejora circulatoria que preserve el daño a nivel cerebral. Esto ha conducido a pensar que tales maniobras (cesárea de rescate) no solo son necesarias para mejorar la supervivencia materna y fetal, sino que constituyen el procedimiento para optimizar las maniobras de resucitación cardiopulmonar para la madre y el bebé.
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