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farmayuda.tk muscarínicos y pueden venir acompañados de náuseas, vómitos, dolores, disnea, bloqueos de la conducción cardiaca, dificultad de acomodación ocular, etc. Estos efectos son bloqueados por la atropina (antagonista muscarínico). Por ello, no se recomienda su uso en situaciones de asma, cardiopatías isquémicas, hipertiroidismo, úlceras gastroduodenales, retención mecánica digestiva o urinaria. 2. Fármacos antagonistas muscarínicos Los fármacos antagonistas muscarínicos son fármacos que se unen al sitio del agonista y producen un bloqueo de tipo competitivo impidiendo la estimulación de los receptores tanto por la ACh endógena como por fármacos agonistas, al bloquear el tono colinérgico basal hacen que prevalezcan las respuestas simpáticas. Ya que se oponen a la acción parasimpática, reciben el nombre común de parasimpaticolíticos o de anticolinérgicos. De forma general, podemos decir que el bloqueo de los receptores M1 inhibe la secreción gástrica y el peristaltismo, el bloqueo de M2 produce midriasis (más potente que la producida por adrenalina) y aumenta la contractilidad cardiaca, el bloqueo de M3 produce broncodilatación indirecta (bloquea los mecanismos inflamatorios que median la broncoconstricción), inhibe la secreción de moco en el tracto respiratorio (interesante en casos de EPOC) y a nivel de la vejiga inhibe la micción. Los más habituales son los alcaloides naturales, entre los que encontramos la atropina y la escopolamina y los compuestos de amonio cuaternario sintético como el ipratropio. La Atropina es un alcaloide natural que se encuentra en la planta Atropa belladona. A nivel clínico se emplea para producir midriasis, para revertir la bradicardia sinusal, para inhibir la salivación y secreción de mucosidades durante la cirugía, para evitar la estimulación vagal inducida por traumatismos quirúrgicos en las vísceras y para revertir los efectos de la intoxicación por agonistas. Apenas tiene acción sobre los receptores nicotínicos. Sus efectos adversos están en relación con sus acciones anticolinérgicas y debido a su estructura terciaria, puede llegar al SNC y producir confusión, insomnio, alucinaciones e hipertermia. Escopolamina o hidrobromuro de hioscina atraviesa con gran facilidad la BHE y puede producir efectos centrales (amnesia). Por ello, se usa para tratar la cinetosis (mareos y vómitos al moverse) y como antiemético. En enfermos paliativos se utiliza para inducir sedación leve y para reducir las secreciones de la mucosa bucal. La metilescopolamina y butilescopolamina tienen efecto antiulceroso y disminuyen el peristaltismo en casos de hiperestimulación del aparato digestivo. 50 farmayuda.tk El Ipratropio son aminas cuaternarias que se utilizan por vía inhalada como broncodilatadores, especialmente en la EPOC. También los antimuscarínicos, hasta la aparición de la Levodopa, constituyeron la base del tratamiento de la enfermedad de Parkinson, y aún hoy se utilizan para tratar los temblores y la rigidez, algunos como el Biperideno y la Benzatropina. Existen antimuscarínicos sintéticos como la Tropicamida (derivado de la atropina, empleado en oftalmología a nivel local como midriásico), la Pirenzepina (tratamiento de úlcera péptica) y biperideno (Parkinson). Por tanto, los fármacos antagonistas muscarínicos tienen su utilidad clínica en el tratamiento de la úlcera péptica (pirenzepina, aunque se prefiere omeprazol), como antiasmáticos (bromuro de ipratropio y Tiotropio, se emplean junto con corticoides para disminuir la dosis de corticoide y por tanto sus efectos secundarios) y como midriáticos (alcaloides como atropina e hioscina). Las reacciones adversas típicas son la visión borrosa, la sequedad de boca, taquicardia, constipación, dispepsia y amnesia. Los antimuscarínicos están contraindicados en pacientes con glaucoma y las intoxicaciones por alcaloides naturales provocan cambios de humor, ataxia, alteraciones de la memoria y alucinaciones. 51
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