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puborrectal (voluntaria) es importante para mantener la continencia fecal inmediatamente después del llenado rectal, o durante el peristaltismo, cuando el recto está lleno y el músculo involuntario del esfínter está inhibido (relajado). El elevador del ano tiene que relajarse para permitir la defecación y la micción. El aumento de la presión intraabdominal necesario para defecar se consigue por la contracción del diafragma (torácico) y los músculos de la pared anterolateral del abdomen. Actuando conjuntamente, las porciones del elevador del ano elevan el suelo de la pelvis tras su relajación y el consiguiente descenso del diafragma pélvico que se produce durante la micción y la defecación. Peritoneo y cavidad peritoneal de la pelvis El peritoneo parietal que tapiza la cavidad abdominal se continúa inferiormente hacia el interior de la cavidad pélvica, sin alcanzar el suelo de la pelvis. Se refleja sobre las vísceras pélvicas, permaneciendo separado del suelo pélvico por dichas vísceras y la fascia pélvica circundante (tabla 6-3). Las vísceras pélvicas no están envueltas completamente por peritoneo, situándose mayoritariamente inferiores a este. Únicamente sus caras superiores y superolaterales están recubiertas de peritoneo. Sólo las tubas uterinas (salvo sus orificios abdominales, que están abiertos) son intraperitoneales y están suspendidas por un mesenterio. Los ovarios, aunque también están suspendidos en la cavidad peritoneal por un mesenterio, no están cubiertos por peritoneo; se cubren con un epitelio especial, relativamente mate, de células cúbicas (epitelio germinal). Una capa areolar laxa (adiposa) entre la fascia transversal (transversalis) y el peritoneo parietal de la porción inferior de la pared anterolateral del abdomen permite a la vejiga urinaria expandirse entre esas capas cuando se llena de orina. La región superior de la vejiga (1 en la tabla 6-3) es el único lugar donde el peritoneo parietal no está unido firmemente a las estructuras subyacentes. Por ello, el nivel en que el peritoneo se refleja sobre la cara superior de la vejiga y crea la fosa supravesical (2 en la tabla 6-3) es variable, ya que depende del grado de repleción vesical. El peritoneo crea diversos pliegues y fosas, a medida que se refleja desde la pared abdominopélvica sobre las vísceras y fascias pélvicas (2-7 en la tabla 6-3). En las mujeres, cuando el peritoneo de la línea media o cercano a ella alcanza el borde posterior del techo de la vejiga, se refleja sobre la cara anterior del útero en el istmo uterino (v. «Órganos genitales internos femeninos»); por tanto, no está relacionado con la porción anterior del fórnix vaginal, que tiene una situación subperitoneal. El peritoneo pasa por encima del fondo y desciende por toda la cara posterior del útero sobre la pared posterior de la vagina antes de reflejarse superiormente sobre la pared anterior del recto inferior (ampolla rectal). El «fondo de saco» que se forma entre el útero y el recto es el fondo de saco rectouterino (de Douglas) (6 en la tabla 6-3 C). A menudo se considera la parte media del fondo de saco rectouterino como la prolongación más inferior de la cavidad peritoneal en el sexo femenino, pero sus extensiones laterales a cada lado del recto, las fosas pararrectales, suelen ser más profundas. Unas crestas parietales prominentes, los pliegues rectouterinos, formados por ligamentos fasciales subyacentes, definen los límites laterales de las fosas 1050 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org 6 PELVIS Y PERINÉ Cavidad pélvica Peritoneo y cavidad peritoneal de la pelvis booksmedicos.org Push Button0:
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