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inferior. La función principal de estos troncos es proporcionar fibras postsinápticas al plexo sacro para la inervación simpática (vasomotora, pilomotora y sudomotora) del miembro inferior. Los plexos periarteriales de las arterias rectal superior, ovárica e ilíaca interna son vías menores por donde entran fibras simpáticas en la pelvis. Su función principal es vasomotora sobre las arterias a las cuales acompañan. Los plexos hipogástricos (superior e inferior) son redes de fibras nerviosas simpáticas y aferentes viscerales. La porción principal del plexo hipogástrico superior es la prolongación inferior del plexo intermesentérico (v. cap. 2), que se sitúa inferior a la bifurcación de la aorta (fig. 6-23). Transporta fibras que salen y entran del plexo intermesentérico a través de los nervios esplácnicos L3 y L4. El plexo hipogástrico superior entra en la pelvis y se divide en los nervios hipogástricos izquierdo y derecho, que descienden anteriores al sacro. Estos nervios descienden laterales al recto, dentro de las vainas hipogástricas, y luego se extienden en abanico, a medida que se unen con los nervios esplácnicos pélvicos, para formar los plexos hipogástricos inferiores derecho e izquierdo. Por tanto, los plexos hipogástricos inferiores contienen fibras simpáticas, parasimpáticas y viscerales aferentes, que continúan por la lámina de la vaina hipogástrica hasta las vísceras pélvicas, sobre las que forman unos plexos secundarios denominados plexos pélvicos. En ambos sexos, estos plexos secundarios se asocian a las caras laterales del recto y a las inferolaterales de la vejiga urinaria. Además, en el hombre, también se asocian a la próstata y las vesículas seminales, y en la mujer al cuello del útero y las porciones laterales del fórnix de la vagina. Los nervios esplácnicos pélvicos se originan en la pelvis a partir de los ramos anteriores de los nervios espinales S2-S4 del plexo sacro (figs. 6-21 a 6-23). Contienen fibras parasimpáticas presinápticas derivadas de los segmentos S2-S4 de la médula espinal, que constituyen el flujo de salida sacro del sistema nervioso parasimpático (craneosacro), y fibras aferentes viscerales procedentes de cuerpos celulares situados en los ganglios sensitivos de los nervios espinales correspondientes. Normalmente, la mayor contribución de estas fibras procede del nervio S3. El sistema de plexos hipogástricos/pélvicos, que recibe fibras simpáticas a través de los nervios esplácnicos lumbares, y fibras parasimpáticas a través de los nervios esplácnicos pélvicos, inerva las vísceras de la pelvis. Aunque el componente simpático es principalmente vasomotor, como en las demás localizaciones, en esta también inhibe la contracción peristáltica del recto y estimula la contracción de los órganos genitales durante el orgasmo (lo que produce la eyaculación en el hombre). Como la pelvis no presenta una superficie cutánea, las fibras simpáticas pélvicas no tienen funciones pilomotoras ni vasomotoras. Las fibras parasimpáticas distribuidas por el interior de la pelvis estimulan la contracción del recto y la vejiga urinaria para la defecación y la micción, respectivamente. Las fibras parasimpáticas del plexo prostático atraviesan el suelo de la pelvis para inervar los cuerpos eréctiles de los genitales externos, y producen así la erección. INERVACIÓN AFERENTE VISCERAL EN LA PELVIS 1076 https://booksmedicos.org https://booksmedicos.org booksmedicos.org Push Button0:
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