Qué es el autoconocimiento

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¿Qué es el autoconocimiento?
En psicología y otras disciplinas, se llama autoconocimiento, autoconsciencia o conocimiento de sí mismo al conjunto de saberes que sobre sí misma adquiere una persona a lo largo de su vida, como consecuencia de sus experiencias vividas y de la reflexión introspectiva, o sea, la evaluación interna.
Este tipo particular de conocimiento, que trata sobre quiénes somos y cómo somos realmente, es clave en el desarrollo de una emocionalidad saludable, ya que tiene un impacto evidente en otros aspectos mentales como la autoestima, la resolución de conflictos y la autoaceptación.
La práctica del autoconocimiento se considera un síntoma de madurez y responsabilidad emocional en el individuo, y uno de los principios básicos para afrontar la propia vida emocional de una manera menos turbulenta y dolorosa.
El autoconocimiento se da en diferentes niveles, desde los más elementales que tienen que ver con la percepción de la propia existencia y de los propios deseos, hasta la más elaborada, que indaga en la propia personalidad y los propios valores morales y espirituales.
Sin embargo, avanzar en este descubrimiento propio es siempre retador, dado que al ser “juez y parte” de una evaluación de nosotros mismos, se hace necesario adquirir un grado de desapego y objetividad respecto a la propia conducta, o sea, mirarnos como si fuéramos un tercero. Muchos han llamado a esto “encontrarse a uno mismo”.
Muchos pensadores y filósofos han postulado la necesidad de desarrollar un robusto conocimiento sobre sí mismo, no sólo para poder ser feliz, sino también para poder emprender cualquier tipo de camino espiritual o de reflexión valedera sobre nuestra experiencia del mundo.
De hecho, de acuerdo a la tradición grecolatina, la frase “conócete a ti mismo” (gnóthi seautón) estaba inscrita en el templo de Apolo en Delfos, en donde el Oráculo brindaba servicios de adivinación e intermediación con el Dios.
Autoconocimiento y autoestima
Los beneficios del autoconocimiento suelen estar asociados a la lucidez, el autocontrol y la sabiduría, pero en términos de crecimiento personal inciden también en un componente esencial de la psique: la autoestima. Esto se debe a que la valoración propia no puede darse sin que primero se haya producido la autoaceptación; y para esta última es indispensable, lógicamente, el autoconocimiento.
Para querernos nosotros mismos es necesario conocernos primero, para poder comprender cómo somos, cuáles son nuestras reacciones y nuestros deseos, y luego, paulatinamente, aceptarlos, no juzgarlos con mayor severidad de la que ameritan, y así poder hacer las paces con nosotros mismos. No existe otro modo de valorar quiénes somos y de saber que, si bien no somos perfectos, tenemos también lados muy positivos y resaltantes.
Consejos para mejorar el autoconocimiento
Algunos ejercicios y prácticas que pueden servir para desarrollar y fortalecer el autoconocimiento son las siguientes:
· Llevar un diario o una bitácora personal. En ella anotarás lo que te ocurra, pero sobre todo tus reacciones, pensamientos y sensaciones, de modo que puedas revisarlos más tarde, con la cabeza fría, y hallar patrones, recurrencias y elementos que te definen pero que, en el fragor de la vida diaria, no logras percibir.
· Practicar la meditación o el mindfulness. Este tipo de prácticas milenarias buscan serenar la mente consciente y permitir que contenidos profundos afloren. El cometido es aprender a ser espectadores imparciales de quienes somos y lo que nos ha ocurrido.
· Asistir a psicoterapia. Una temporada de análisis en alguna escuela psicoterapéutica nos conducirá, a través de diferentes métodos, a enfrentarnos a nosotros mismos, gracias al diálogo con el terapeuta. Este es un espacio seguro y a nuestra medida para enfrentar ciertas cosas.