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¿Que utensilios básicos se requieren para elaborar 
repostería? 
Equipo para medir.
Aunque la mayoría de las recetas de cocina necesitan de medición de los 
ingredientes, en la repostería estos utensilios son básicos pues gran parte del 
éxito de una receta se basa en la buena medición de cada uno de los 
ingredientes.
Balanzas: Hay balanzas mecánicas y electrónicas, lo importante es que sean 
fiables y que pesemos todos los ingredientes en la misma balanza para evitar 
posibles diferencias. Es interesante que pesen en diferentes unidades por si 
tenemos una receta que no vaya en gramos y por ejemplo vaya en onzas.
Jarras medidoras: Muy útiles para la medición de volumen. Hay que recordar 
que las mediciones siempre se harán con la jarra sobre una superficie plana y 
visualizar la medición a su altura para estar seguros de que estamos midiendo 
bien las cantidades.
Cups: Juegos de cups o tazas, que generalmente tienen cuatro medidas, 1 
cup, 1/2 cup, 1/3 cup y 1/4 cup. Muchas de ellas también marcan en mililitros 
y en onzas de fluido.
Cucharas medidoras: Las hay para mililitros y también las que 
miden es TBS o tablespoon (cuchara sopera) y TSP o teaspoon
(cuchara de te) y normalmente se comercializan las que 
marcan 1 TBS, 1/2 TBS, 1 TSP, 1/2 TSP y 1/4 TSP.
Otros utensilios prácticos son el termómetro de azúcar, casi 
imprescindible para los almíbares o el chocolate y una regla 
metálica que nos ayudará a marcar porciones con precisión.
Equipos para las mezclas y masas.
Una vez pesados los ingredientes necesitamos de una serie de 
utensilios que nos ayudarán a preparar nuestras masas.
Tamices:
En muchas recetas se nos pedirá tamizar la harina e incluso el 
azúcar o el cacao y las levaduras, por lo que es conveniente 
disponer de un buen tamiz. Los clásicos de madera que son como 
cedazos son muy bonitos pero tienen el inconveniente de la 
limpieza. Los metálicos en forma de jarra que además incorporan 
medición en su lateral son muy prácticos. A falta de este utensilio 
bien nos podemos valer de un colador fino de acero inoxidable.
Cuencos o bowls:
Conviene hacerse con un buen juego de cuencos o 
bowls, sumamente prácticos para poner los ingredientes y 
hacer las mezclas. Lo mejor es disponer de varios y de 
diferentes tamaños. Los que mas me gustan son los de 
acero inoxidable pero también tengo otros de vidrio, 
melanina, plástico e incluso de porcelana.
Exprimidores de cítricos y ralladores:
Tanto manuales como mecánicos son muy prácticos. A mi me gusta mucho el manual de Lekue que es 
de silicona, retiene las pepitas y sirve para conservar el cítrico que nos ha sobrado. En cuanto a los 
ralladores, me decanto por los de Microplane®.
Rodillos:
Los rodillos estandard están fabricados con madera sólida y pesada, aunque también los hay de siliconas 
duras y de marmol. A mi me gusta el clasico de madera con las agarraderas móviles que permiten 
trabajar mas cómodamente.
Pinceles y brochas:
Muy prácticas para aceitar los moldes o los papeles de horneado y para extender glaseados. Las 
encontrarás de fibra natural, de plástico y de silicona.
Cuchillos y cortadores de pastas:
No viene nada mal un buen juego de cuchillos y juegos de cortadores de pastas para dar forma a tus 
masas y elaborar galletas. Los cuchillos deben mantenerse siempre bien afilados y los cortadores bien 
limpios de restos de grasas o masas, bien lavados con un detergente suave y bien secos durarán 
muchísimo tiempo.
Cucharones y dispensadores de masa:
Son perfectos para rellenar moldes pequeños como los de 
cupcakes, muffins y magdalenas, sin derramar nada por las 
bandejas.
Equipo para extender:
Manga pastelera:
Conviene tener varias mangas, que pueden ser de tela plastificada, plástico e 
incluso desechables. Bien lavadas y secas pueden durar muchos años. En ellas 
pondremos los acopladores de boquillas.
Para llenar las mangas fácilmente daremos un giro a la altura del acoplador 
para que no se salga el contenido una vez llena, la colocamos sobre una 
mano o bien la ponemos sobre un vaso alto doblando la parte superior hacia 
afuera. Una vez llena y cuando la vayamos a usar podremos la boquilla, 
empujaremos la masa hacia abajo y probaremos a que salga un poco sobre 
una superficie para comprobar que sale con la fluidez deseada y probar la 
boquilla elegida.
Boquillas:
Plásticas o metálicas, conviene tener un buen juego de ellas. Las 
grandes son muy prácticas para poner los rellenos sobre las bases 
de los pasteles y tartas. Con las pequeñas podremos hacer 
muchas decoraciones diferentes para adornar y embellecer 
nuestras tartas.
Espátulas de untar:
Para extender los rellenos y recubrimientos sobre nuestras tartas, 
planas y con curva nos permiten alisar las superficies para su 
acabado o como base para la posterior decoración.
Tipos de panes en Hotelería y 
restaurantes.
Pan de Cena
Ingredientes
6 cditas de levadura instantánea
6 cdas de agua tibia
6 cdas de azúcar
1 cdita de sal
2 barras de margarina Numar Light
2 tazas de leche tibia descremada
6 tazas de harina
2 cabitos Numar de ajo y perejil
Preparación
Poner la levadura con las 6 cdas de agua tibia en el tazón de la batidora. Calentar la leche con la 
margarina y agregar a la batidora. Combine los ingredientes a baja velocidad por 2 minutos.
Cambie la paleta al gancho para amasar. Agregar la harina y revolver hasta que se incorpore 
totalmente. Pasar la masa a un tazón engrasado y tapar con papel plástico. Dejar reposar en un 
ambiente cálido por 1 hora.
Al crecer la masa distribuir los gases y amasar un poco. Tome la mitad de la masa y forme bolitas 
pequeñas. Acomode en un molde de pan de 9 x 5 pulgadas engrasado. Barnice con un poco de leche y 
deje crecer 15 minutos. Hornee por 20 minutos a 350°F.
Estire la otra mitad de la masa y agregue los cabitos de sabor por toda la masa. Arrolle y coloque en un 
molde engrasado de pan de 9 x 5 pulgadas. Barnice con leche.
Hornee x 20 minutos a 350°F.
Pan con semillas de amapola:
Ingredientes
4 raciones
440 gr Harina
2 cucharadas aceite oilva virgen extra
240 ml Agua
1 cucharadita Sal
3 cucharaditas Levadura seca de panadero
3 cucharadas Semillas de amapola
En un bol incorporamos la harina y la 
sal por los extremos , hacemos un 
hueco en medio y vertemos el agua, la 
masa madre , el azúcar y las semillas 
de amapola. Removemos bien con la 
rasqueta integrando todos los 
ingredientes .
Sacamos la masa del bol y la 
extendemos en la encimera , la 
trabajamos bien (me unto un poco de 
aceite en las manos) y si hiciese falta 
añadiríamos un poco de harina sobre 
la encimera, pero muy poquita 
cantidad.
La butifarra:
(del catalán botifarra) es un embutido fresco compuesto de carne picada de cerdo condimentada 
con sal, pimienta y, a veces, otras especias.Es típico de Cataluña. En España se pueden encontrar 
distintas variedades según la región: Cataluña, Aragón, las Islas Baleares, Comunidad Valenciana, 
Región de Murcia y Andalucía Oriental.
En América, en la Costa Caribe colombiana también se consume un tipo de butifarra, oriunda de la 
población de Soledad, muy difundida en la gastronomía regional, la cual se prepara con adobos de 
esa zona del país sudamericano. En El Salvador (Cojutepeque), México (Tabasco, Toluca y Chiapas), 
Argentina, Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay también se pueden encontrar variedades locales de 
butifarras.
Pasta para pastelería
ngredientes:
4 cdas de agua
1 cda de gelatina
1 cda de glucosa
1 cda de glicerina
1 cda de vegetalina
esencia a gusto
800 gr de azúcar talco
Llevá el agua y la gelatina a baño María hasta que 
se disuelva. Una vez disuelta agregá la glucosa y 
revolvé. Cuando está
disuelta agregá la glicerina y revolvé. Cuando se 
disolvió la glicerina, agregá la vegetalina y revolvé
hasta disolverla. Luego añadí la esencia a gusto.
Luego retirá la mezcla del fuego y andá agregando 
el azúcar de apoco, mezclando bien. Cuando ya 
no puedas mezclar con la cuchara llevala a la 
mesada y seguí mezclando hasta que se forme una 
pasta donde no se te peguen las manos.
Masa base semiintegral para quiches o tartas saladas
100 gr harina integral
75 gr harina de trigo
175 gr mantequilla
1 pizca sal
Poner sobre la mesa las harinas y la sal. Trocear la 
mantequilla e ir agregándola a las harinas hasta 
obtener una masa grumosa.
Agregar un poquito de agua e ir formando una 
masa compacta. Envolver en film y dejar descansar 
hasta el momento de usar.
Estirar, forrar un molde de tarta, pinchar y hornear 
15´ .
Colocar los ingredientes del relleno elegido y volver 
a horno.
La masa quebrada:
Tal como su nombre indica, es una masa grasa quebradiza la cual hay que 
trabajar muy poco para que no se convierta en una masa elástica. Se usa 
para la elaboración de tartas saladas y dulces, aunque también se utiliza con 
bastante frecuencia para hacer galletas. Se elabora a base de harina floja o 
de repostería (por su menor contenido en gluten), mantequilla fría, huevo y 
dependiendo de su uso, salado o dulce, sal o azúcar. Como veis es una masa 
muy versátil y por lo tanto, no debería faltar en vuestro recetario de cocina.
Ingredientes:
150 g de harina floja o repostería
75 g de mantequilla fría cortada a 
dados
1 huevo
50 g de azúcar glas
Una pizca de sal
Elaboración:
En un bol ponemos la harina tamizada junto con la 
mantequilla fría y mezclamos con los dedos hasta 
conseguir una textura tipo galleta desmenuzada. 
Con esta acción, lo que intentamos conseguir, es 
que la mantequilla atrape al gluten de la harina y lo 
aísle de los ingredientes húmedos. El gluten en 
contacto con ingredientes líquidos aporta 
elasticidad a la masa y justamente por eso 
intentamos impermeabilizarlo con la mantequilla, 
para que nuestra masa adquiera un punto crujiente.
250 g Harina de repostería
125 g Mantequilla sin sal (que esté muy fría)
1 Huevo grande (Frío del frigorífico)
2 Cdas soperas Azúcar
1 Pizca Sal
2 Cdas soperas Agua muy fría (Si hace falta)
Pasos
30 minutos
En una amasadora eléctrica (Es conveniente para no aportar el calor de las manos), batimos 
la harina, la sal y el azúcar ligeramente, le agregamos la mantequilla en trocitos y procurando 
que este muy fría, batimos hasta que este integrada (tenga la apariencia de unas migas 
gorditas).
Le incorporamos el huevo y seguimos batiendo, cuando este la harina ligeramente húmeda ( 
si no le esta se le puede incorporar 1 o 2 cucharadas de agua pero que este muy fría, a mi no 
me ha hecho falta, la apariencia de esta masa tiene que ser de aspecto arenoso).
Ponemos sobre la encimera la masa y la trabajamos hasta que quede compacta (es 
conveniente no trabajarla mucho para no aportarle calor), cuando este compacta 
formaremos una bola con ella y la envolvemos en papel film y la pasamos al frigorífico de 15 
a 30 minutos.
Enharinamos ligeramente la superficie de la encimera y con la ayuda de un rodillo estiramos 
la masa hasta dejarla de un grosor de unos 3 milímetros, cuando tengamos el grosor que 
queramos, comprobamos con el tamaño de nuestro molde que queda bien, la enrollamos 
sobre el rodillo y la extendemos.
Masa quebrada dulce.
El molde debe de estar untado ligeramente con mantequilla, ajustamos bien 
por todos los bordes y cortamos el excedente, (el excedente lo podemos 
guardar hecho una bola en el congelador envuelto en papel film hasta un 
mes), pinchamos con la ayuda de un tenedor toda la superficie.
Incluyendo los laterales, ponemos una hoja de papel vegetar sobre la 
superficie y llenamos el molde con peso (yo empleo garbanzos, podéis 
emplear arroz, monedas, canicas, etc.), lo pasamos al congelador 2 o 3 
minutos.
Con el horno precalentado a 180 grados horneamos 15 minutos a 180 grados, 
pasado este tiempo retiramos el papel y el peso y hay dos opciones.
1º : Si vamos a emplear esta base para rellenos fríos la seguimos horneando 
unos 15 a 25 minutos más o veamos muestra base dorada. 
2ª Si el relleno tiene que cuajar en el horno seguiremos según la receta que 
estemos preparando.
Pasta de hojaldre:
Ingredientes
250 g de harina
200 a 225 g de mantequilla
1 vaso y medio de agua fría
5 g de sal
Primera operación
Se dispone la harina formando un pozo y se mete en éste la sal y el agua fría. Se 
amasa la pasta con la punta de los dedos, sin trabajarla y con gran rapidez. La 
pasta debe tener la misma consistencia que la mantequilla que vaya a utilizarse. 
Viértase el agua con prudencia para no ablandar excesivamente la pasta. 
Debe saberse exactamente el peso de la mantequilla que se empleará, por lo 
que se pesará la pasta teniendo en cuenta que la proporción de mantequilla 
debe ser igual a la mitad del peso de ésta.
Segunda operación
Se deja la masa al fresco durante 15 minutos, aplanándola después con el puño. 
Colóquese en la mitad de la mantequilla y envuélvase ésta con la pasta, de modo 
que sus cuatro lados pasen por encima del trozo de mantequilla. Con el rodillo se 
estirará la pasta formando una larga tira que se adelgazará hasta que llegue a 
distinguirse la mantequilla.
Tercera operación
Se dobla en tres la tira de pasta ; uno de sus extremos se dobla sobre el centro y el 
otro pasa por encima del primero. Vuélvase a comenzar haciendo girar la pasta 
sobre sí misma lateralmente, de modo que quede en sentido inverso al de la primera 
vez. (Después de la primera vuelta, la pasta se asemeja a un libro. El lado que 
representa el lomo debe hallarse, a la segunda vez, situado a la derecha).
Se deja reposar al fresco durante 20 minutos. Se le da dos vueltas más y se vuelve a 
poner en reposo al fresco de 20 a 30 minutos. Se le da dos vueltas más y se vuelve a 
poner en reposo al fresco de 20 a 30 minutos. Después, se repetirá la operación 2 
veces más (6 en total).
Base para bizcocho (pasteles)
Ingredientes:
- Harina de repostería, 125 gramos
- Azúcar, 125 gramos
- Huevos, 4 grandes
- Sal fina, un poco
- Piel de un limón para rallar
Preparación:
empezamos batiendo bien los huevos en un recipiente de buen tamaño. Una vez batidos, agregamos el 
azúcar y una pizca de sal, y entonces vamos a batir con una batidora de varillas para que se mezclen 
los ingredientes y formen una mezcla cremosa y de color amarillento. Si no tienes una batidora de 
varillas puedes usar una batidora tradicional colocándole las varillas que suelen traer. Si lo haces a mano 
te llevará más tiempo y el resultado seguramente no será tan bueno. 
Una vez hayamos conseguido mezclar bien el azúcar con los huevos, vamos a tamizar la harina, para 
quitarle los grumos o impurezas que pudiese traer en el paquete, lo cual sería desagradable si lo 
encontramos a la hora de comer el bizcocho. Una vez tamizada, la vamos a ir incorporando a mezcla 
anterior, pero poco a poco, y batiendo cada vez que añadamos una parte de la misma, así 
conseguimos que se integre bien en la mezcla y que no se formen grumos de harina
Observarás que la masa va tomando bastante consistencia a medida que se vaya mezclando la 
harina. Al finalizar vamos a lavar el limón y rallamos su piel, que verteremos en el mismo recipiente 
dónde tenemos la masa del bizcocho, y la repartimos bien por todos lados, batiendo un poco más 
para ello. La piel del limón le dará un toque de sabor y de aroma muy interesante al bizcocho, aunque 
no es imprescindible si no tienes o no quieres usarlo. Una vez tengamos la masa para el bizcocho ya 
lista, vamos a preparar el molde, el cual debemos engrasar con un poco de mantequilla en su base y 
paredes, y sobre la misma espolvoreamos un poco de harina, para que no se pegue el bizcocho una 
vez horneado. Si vas a emplear un molde de silicona, puedes evitar este paso, ya que este tipo de 
moldes nos permiten desmoldar los bizcochos sin problemas. 
Ponemos el horno a precalentar a 190ºC, algo que os recomendamos hacer antes de comenzar a 
prepararla masa del bizcocho, para que se vaya calentando mientras lo hacemos. Cuando alcance 
esa temperatura deseada, metemos el molde ya relleno en el mismo y dejamos que se hornee durante 
unos 15-20 minutos aproximadamente, tiempo que puede variar de un horno a otro. Antes de sacar el 
bizcocho del horno hay que comprobar siempre que está bien hecho por dentro, para lo que puedes 
pincharlo con un cuchillo por ejemplo, que debe salir limpio, ya que si no es así, significará que aún está 
algo crudo. Una vez hecho, lo sacamos del horno, dejamos templar y desmoldamos después para 
dejarlo enfriar del todo colocado sobre una rejilla, para que se enfríe por todos lados. 
Bizcocho Borracho
El bizcocho borracho es una clase de bizcocho un poco especial por su forma de preparar y su sabor y 
textura, ya que el baño de almíbar que le damos le da un toque estupendo.
Ingredientes:
- Media docena de huevos frescos
- Azúcar, unos 160 gramos
- Harina de repostería, 220 gramos
Para el almíbar:
- Un par de vasos de azúcar
- Un par de vasos de agua
- Una copita de vino dulce
Vamos a montar en un bol las claras al punto de 
nieve, esto se hace con un poco de azúcar, 
batiendo rápidamente y con fuerza, teniendo 
paciencia porque cuesta bastante conseguirlo. 
Cuando se monten las claras verás que adquieren 
forma de nieve recién caída, sin venirse abajo, ese 
es el momento de parar de batirlas. 
En otro recipiente vamos a mezclar las yemas con el 
azúcar, una vez espese la mezcla, aņadimos la 
harina, mejor poco a poco, y finalmente las claras 
montadas anteriormente. Todo movido con mucho 
cuidado y suavidad. 
http://www.bizcochocasero.net/
Untamos el molde elegido con un poquito de mantequilla y harina por encima, y echamos la masa 
anterior en el molde. Otra opción es emplear un molde de silicona y evitarnos ese paso previo. Estos 
moldes son muy cómodos de emplear y muy manejables. 
Metemos el molde en el horno durante una media hora aproximadamente, porque ya debe estar a los 
180ē necesarios. Cuando lo saquemos y se enfríe un poco, cortamos el bizcocho en cuadrados del 
mismo tamaño. 
Preparamos el almíbar poniendo en un cazo agua a fuego lento, a la que aņadimos el azúcar y 
dejamos unos 4-5 minutos, después agregamos el vino y movemos un poco, hasta conseguir la mezcla 
liquida que usaremos para emborrachar nuestro bizcocho. 
Una vez hecho esto, sin sacar el bizcocho troceado del molde, regamos todo el bizcocho con este 
almíbar que hemos preparado, para que se empape con el mismo, lo suficiente como para que nos 
quede agradable de comer, sin pasarnos y quede demasiado mojado. 
Receta de Bizcocho de Arándanos
Ingredientes:
- Arándanos, 300 gramos
- Harina, 165 gramos
- Huevos, 4 ó 5 frescos
- Azúcar, 230 gramos
- Mantequilla, 130 gramos
- Un yogur natural
- Almendras peladas, 110 gramos
- Levadura en polvo, dos cucharadas
- Esencia de vainilla, un poquito
Los pasos previos a la elaboración de este bizcocho 
de arándanos son precalentar el horno a 180ºC y 
forrar por dentro el molde con papel de aluminio, 
después lo engrasamos con un poquito de 
mantequilla por el fondo. En nuestro caso solemos 
emplear casi siempre unos moldes de silicona, 
porque nos parecen más manejables y cómodos, 
aparte que no necesitan ser engrasados 
previamente, lo que nos parece una ventaja 
interesante. Vamos a cubrir la base por completo 
con los arándanos, por encima los podemos regar 
con un poco de jarabe de arándano si queremos. 
Por otro lado vamos a preparar la masa para nuestro bizcocho. Vamos a echar los huevos en un bol junto 
al azúcar y batimos muy bien con unas varillas, hasta que tengamos una crema blancuzca y con el 
azúcar bien integrado. Agregamos ahora la mantequilla blanda, un poco de esencia de vainilla y el 
yogur y volvemos a batir para mezclar muy bien todos estos ingredientes. 
El siguiente paso será triturar las almendras peladas hasta convertirlas en polvo. Lo mezclamos con la 
harina y con la levadura, que habremos tamizado antes de usarlas, para quitarles impurezas y grumos si 
tuvieran. Si lo prefieres puedes utilizar harina de almendras. Esta mezcla de ingredientes secos lo 
incorporamos poco a poco a la mezcla anterior de huevos y yogur hasta obtener una masa 
homogénea, y para ello es mejor emplear una batidora de varillas, porque de forma manual os costará 
más trabajo mezclarlo bien, y es imprescindible que la masa nos quede sin grumos y con todos los 
ingredientes perfectamente mezclados. 
Teniendo la masa hecha la pasamos al molde que hemos elegido, y con el horno ya a la temperatura 
deseada, metemos el molde y horneamos el bizcocho de arándanos durante unos 40 minutos. 
Comprobamos que está bien hecho antes de sacarlo del horno, empleando un cuchillo o pincho para 
pinchar el interior del mismo, y si sale limpio significa que ya está listo para sacar del horno. 
Cuando lo saques, deja enfriar unos minutos, desmoldadlo y colócalo en una rejilla, para que se enfríe de 
forma uniforme. Y cuando se enfríe totalmente, ya lo puedes servir. Verás que tienes mucho éxito con 
este exquisito bizcocho de arándanos.
El Bavaroise es muy fácil de preparar, lleva pocos ingredientes y, lo mejor de todo, es que es muy 
rápida.
Ingredientes
1 tarro de leche evaporada (400 cc)
1 sobre de gelatina del sabor que más les gusto o tengan en la casa (160 gr)
1 taza de agua caliente (para disolver la gelatina)
Preparación
Si disponen de tiempo, idealmente enfriar por 15 minutos la leche condensada en el congelador, si no, 
seguir con el siguiente paso.
Vaciar la leche evaporada dentro de un bowl y comenzar a batir con una batidora eléctrica hasta 
que haya triplicado su volumen y esté completamente espumosa.
Disolver la gelatina en el agua caliente procurando que no queden grumos.
Una vez que la gelatina está disuelta agregarla dentro del bowl con la leche evaporada batida, 
mezclar hasta que el batido quede uniforme, se puede mezclar con la batidora.
Vaciar dentro de un molde o fuente resistente al los cambios de temperatura.
Refrigerar por una hora.
Servir una vez frío, puede ser acompañado de frutas o alguna salsa.
Datos importantes
La leche evaporada se deja enfriar para que suba más rápido, de no contar con el tiempo para 
enfriarla subirá igual solo que tomará un poco más de tiempo.
Tener cuidado de que no queden grumos la momento de disolverla gelatina ya que de esto depende 
que nuestro postre quede de una textura suave.
De quedar algún grumo dentro de la mezcla al momento de agregar la gelatina al la leche 
evaporada, lo más fácil es colocar toda la preparación a baño maría y disolver los grumos con el calor, 
la mezcla bajará un poco su volumen peor podemos recuperarlo batiendo nuevamente, por pocos 
minutos, intentando incorporar un poco más de aire a la preparación, luego vaciar dentro de un 
molde y enfriar.
No se asusten por la hora que tiene que estar en el refrigerador, porque esa hora transcurre muy rápido 
mientras están cenando y se conversa el postre estará listo para servir.
Macedonia de frutas:
Ingredientes para 6 personas
Para el almíbar: 375 gr de azúcar, 250 ml de agua.
Para la macedonia: 2 plátanos, 2 peras, 2 nectarinas, 2 kiwis, 1 rodaja 
grande de melón, 2 mitades de melocotón en almíbar, 1 bandeja de 
arándanos, 1 puñado de cerezas, 1 naranja, zumo de 1/2 limón, zumo de 4 
naranjas, 2 cucharadas de Grand Marnier, 1/4 vaso del almíbar de los 
melocotones, hojas de menta.
Cómo hacer macedonia casera
Para hacer el almíbar ponemos en un cazo el azúcar y el agua, y sin remover llevamos a ebullición. 
Dejamos que hierva durante dos minutos y retiramos del fuego. Reservamos hasta que se temple.
Por otro lado, en un cuenco amplio, troceamos las frutas, una vez lavadas y peladas. En mi caso me 
gusta pelar también los gajos de naranja, se hace fácilmente una vez pelada, cortando cada gajo a ras 
de la piel con un cuchillo bien afilado. Las cerezas las deshuesoy troceo también.
Una vez cortadas las frutas, añadimos el zumo de limón para que no se oxiden. Mezclamos con cuidado, 
para que las cerezas no manchen mucho la fruta y el zumo se reparta bien.
Una vez mezclado todo con tacto, agregamos el zumo de las cuatro naranjas, el licor, el almíbar de 
melocotón, y ajustamos el dulzor, probando primero, con el almíbar que tenemos reservado. Tapamos la 
macedonia y refrigeramos durante unas horas antes de consumirla.
La cantidad de almíbar casero que hemos hecho nos sobrará. Lo guardamos en un bote de cristal en la 
nevera para utilizar en sorbetes, helados, o cualquier otro dulce que lo requiera.

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