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Filosofías de la juventud_ prescripción descripción y enunciació

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Universidad de La Salle Universidad de La Salle 
Ciencia Unisalle Ciencia Unisalle 
Filosofía y Letras Departamento de Filosofía, Arte y Letras 
1-1-2018 
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tres sendas para el estudio de la juventud en la filosofía de tres sendas para el estudio de la juventud en la filosofía de 
occidente occidente 
Jesús David Zarama Arias 
Universidad de La Salle, Bogotá 
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Citación recomendada Citación recomendada 
Zarama Arias, J. D. (2018). Filosofías de la juventud: prescripción, descripción y enunciación, tres sendas 
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FILOSOFIAS DE LA JUVENTUD:
Prescripción, descripción y enunciación, tres sendas para el estudio de la juventud
en la filosofía de occidente. 
JESUS DAVID ZARAMA ARIAS
UNIVERSIDAD DE LA SALLE 
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y HUMANIDADES 
FILOSOFÍA Y LETRAS 
BOGOTÁ 2018
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FILOSOFIAS DE LA JUVENTUD:
Prescripción, descripción y enunciación, tres sendas para el estudio de la juventud
en la filosofía de occidente. 
JESUS DAVID ZARAMA ARIAS
Trabajo realizado para obtener el título de profesional en Filosofía y Letras 
Director de trabajo de grado Decano Hernando Arturo Estévez
 Doctor en Filosofía
UNIVERSIDAD DE LA SALLE 
FACULTAD DE FILOSOFÍA Y HUMANIDADES 
FILOSOFÍA Y LETRAS 
BOGOTÁ 2018
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Tabla de contenido
PRESENTACIÓN 5
CAPÍTULO I. FILOSOFÍA PRESCRIPTIVA DE LA JUVENTUD: fundamentación de la juventud 
según Occidente 11
INTRODUCCIÓN 11
1. Filosofía prescriptiva de la juventud: fundamentación de la juventud según Occidente. 14
1.1. La juventud antigua: El concepto de juventud en Platón y Aristóteles. 15
1.1.1. Prescripciones de la juventud antigua.........................................................................21
1.2. La juventud medieval: el concepto de juventud de los santos Agustín de Hipona y Tomas de 
Aquino. 24
1.2.1. Las confesiones de San Agustín, una dominación de la juventud.................................24
1.2.2. Santo Tomas de Aquino: Los jóvenes sometidos al gobierno de dios, la naturaleza y la 
razón. 27
1.2.3. Prescripciones de la juventud medieval.......................................................................28
1.3. Juventud moderna: el Emilio de Rousseau y pedagógica Kantiana. 31
El Emilio de Rousseau.................................................................................................................31
La pedagógica kantiana...............................................................................................................33
1.3.1. Prescripciones de la juventud moderna........................................................................36
Fundamentación de la juventud según Occidente. 38
2. CAPITULO II. FILOSOFÍA DESCRIPTIVA DE LA JUVENTUD: análisis de las condiciones 
juveniles según la filosofía de occidente. 40
2.1. Filosofía descriptiva de la juventud. 42
2.2. Descripciones de la juventud 43
2.2.1. Juventud y experiencia. La ruptura de la conciencia histórica guiada por Giorgio 
Agamben......................................................................................................................................46
2.2.2. Juventud y dispositivos de control, la juventud descrita por Foucault...............................52
2.2.3. Juventud y cultura: Bourdieu y Passeron analizan la juventud...........................................58
Problematización de la juventud según Occidente. 62
3. CAPÍTULO III. FILOSOFÍA ENUNCIATIVA DE LA JUVENTUD: un diálogo con el joven 
Walter Benjamín. 64
3.1. Filosofía de la juventud benjaminiana. 67
3.1.1. Juventud y experiencia: Una enunciación de la subjetividad del sujeto joven..............67
3.1.2. Juventud y moral - Dispositivos de descontrol:............................................................70
3.1.3. Juventud y cultura........................................................................................................72
5
3.2. Filosofía de la juventud, reflexiones desde Colombia en el siglo XXI. 73
Experiencia y sentido...................................................................................................................74
La filosofía enunciativa: una voz en la infinidad del sonido........................................................77
6
Filosofías de la juventud: Prescripción, Descripción y Enunciación: Tres sendas para
el estudio de la juventud en la filosofía de Occidente.
Palabras clave.
Filosofía/ juventud/ prescriptiva/ descriptiva/ enunciativa.
Philosophies of youth: Prescription, Description and Enunciation: Three paths for the
study of youth in the philosophy of the West.
Keywords.
Philosophy / youth / prescriptive / descriptive / enunciative.
PRESENTACIÓN
Apreciado lector, el presente trabajo es el fruto de una reflexión filosófica con relación al
tema de la juventud. Deseo confesar que mi interés inicial era elaborar una genealogía de la
juventud, es decir, configurar el significado del concepto de juventud a través de la historia
de la filosofía de Occidente. Sin embargo, dicha empresa es quijotesca dada la amplitud de
épocas, enfoques, sistemas y autores. Además, la facultad de filosofía de la Universidad de la
Salle me solicitó reiteradamente reducir mi investigación a un autor, o a un concepto
confrontado entre dos autores. 
Durante más de cuatro años de asesoría y formación por parte de la facultad en el área de
investigación filosófica, logré delimitar el problema que presento en la siguiente tesis, la cual
se denomina: Filosofías de la juventud: Prescripción, Descripción y Enunciación: Tres
sendas para el estudio de la juventud en la filosofía de Occidente. El presente estudio
establece la relación entre tres formas de hacer filosofía teniendo en cuenta a la juventud. 
7
 La prescriptiva es aquella en la que el filósofo hace uso de la filosofía para
prescribir, determinar y/u orientar el destino de los jóvenes. 
 La descriptiva es aquella en la que el filósofo comprende a la juventud como un
fenómeno social y establece los estudios y análisis de este sector de la sociedad. 
 La enunciativa es aquella en la que el joven desarrolla una reflexión filosófica
desde condición de joven, desarrollando filosóficamente el problema de la
existencia como sujeto joven, basado en su propia experiencia.
A cada uno de estos tipos de filosofía dedicaré un capítulo de la presente tesis, estableciendo
éste como mi aporte ante este problema de investigación. 
Entiendo que al establecer el concepto de la juventud en el estudio de la filosofía, son
múltiples las expectativas que surgen para la lectura académica de dicho problema de
investigación. De esta manera deseo señalar algunas recomendaciones atener en cuenta en la
lectura del presente trabajo, con el fin de no establecer falsas expectativas y de solicitar
respetuosamente al lector no pedirle al texto respuestas que como autor no he establecido en
el presente estudio. Sin embargo, deseo invitar al lector a seguir ahondando el problema de
investigación de juventud y filosofía, debido a que el estado del arte en este tema es bastante
pobre. A la vez, seguir mi investigación respecto al tema, las cuales en un mediano plazo
deseo consolidar en un trabajo de genealogía de la juventud. 
Los siguientes son aspectos importantes para establecer una lectura apropiada del presente
trabajo. 
1. El presente trabajo no es una genealogía. 
Éste trabajo también presenta una división por épocas de la filosofía: la antigua, la
medieval, la moderna y la contemporánea. En cada una de estas épocas me permito
tomar la voz de dos icónicos autores y sus conceptos sobre la juventud para evidenciar
el tipo de filosofía que se desarrolla en su época. El criterio para establecer este
numero fue el de abarcar respetuosamente y con un análisis lo suficientemente
8
ilustrativo a los autores y sus aproximaciones al tema. Un número mayor de autores
representaría mayor cantidad en las páginas del texto.
Cabe aclarar que en este trabajo no me interesa saber que pensaron todos los filósofos
de cada una de las épocas, sino establecer que en cada una de las épocas existieron
algunos filósofos que trataron el tema de la juventud de acuerdo con los tipos de
filosofía que bajo mi investigación me permito establecer.
Intencionalmente he decidido no vincular bibliografía de mas autores en cada una de
las épocas, puesto que un trabajo de esta forma se asemejaría precisamente a una
genealogía. No es mi intención mostrar gran cantidad de autores y sus expresiones
sobre la juventud para analizar si estos autores o estas épocas son prescriptivas,
descriptivas o enunciativas, sino simplemente tener evidencia de texto, que me
permita afirmar que en efecto existen estos tres tipos de filosofía con relación al
concepto de juventud. 
la intención del trabajo no es hacer una genealogía, no acudimos a la historia para
comprender el contexto integro de cada una de las épocas. El interés radica en el
pensamiento que tenían los filósofos con relación a los jóvenes. En este sentido
aunque me encantaría incluir textos históricos como La Ciudad Antigua, del autor
Fustel de Coulange o las obras de Jaeger en el caso de la edad antigua, o el texto El
queso y los gusanos del autor Carlo Ginzburg en la alta edad media, o El año mil,
donde se resalta la baja edad media, con el fin de ilustrar a las juventudes de esos
tiempos con bellos pasajes culturales, religiosos y sociales propios de cada una de las
épocas, debemos recordar el objeto del presente trabajo, el cual es el análisis
filosófico del concepto de juventud. Y la poca cantidad de espacio para desarrollar
este proyecto. 
 
2. Prescripción, descripción y enunciación: tres senderos, pero no los únicos. 
El proceso de investigación filosófica lo comprendo como un ejercicio académico en
el cual a través de: el leer, el meditar y el escribir, se genera un nuevo proceso de
conocimiento. Mis aportes conceptuales y el resultado de mis procesos intelectuales
son un producto que se presenta como nuevo conocimiento. Es como un ladrillo que
9
alguien pone en una muralla que no tiene limites ni vertical ni horizontalmente. Al
escribir sobre la manera mediante la cual se ha hecho filosofía sobre la juventud,
quiero poner uno de los primeros ladrillos, atreviéndome a señalar que he identificado
tres maneras mediante las cuales el filosofo se ha acercado a desarrollar este tópico.
El prescriptivo, el descriptivo y el enunciativo. 
Mi trabajo de grado solo busca evidenciar que durante la historia de filosofía de
Occidente ha sido cierto que existen tres maneras de aproximarse al problema de la
juventud, prescribiendo, describiendo y enunciando. 
No es de mi interés señalar que estas son las únicas sendas que tiene la filosofía para
aproximarse al tópico de la juventud. Realmente espero que surjan otras sendas en
diferentes investigaciones que se realicen con relación a este tema. 
Tampoco es de mi interés atender a otros objetos de investigación en el presente
trabajo; No quiero complejizar la lectura de quien se aproxime a estas páginas, con
intricados juegos de preguntas, tale como: ¿hay autores que siendo prescriptivos
también se dieron a la tarea de describir? ¿el filósofo que está enunciando su
experiencia acaso no la describe? ¿la intensión muy superior del autor que describe a
la juventud no es quizá tener herramientas para prescribir nuevas formas de ser de la
juventud? 
Estas preguntas en lugar de acercarnos al conocimiento, nos aleja, nos dispersa y
restan en rigor y seriedad al presente trabajo. 
Aclaro que el objeto de la presente investigación es establecer que existen tres sendas
de aproximación filosófica con relación al concepto de juventud identificadas
anteriormente. Ya como se relacionan estas categorías, podrían hacer parte de otro
trabajo de investigación muy distinto al presente. 
3. La filosofía de la juventud es diferente a la juventud que hace filosofía. 
Respetado lector, al socializar el presente texto con personas allegadas y otros, así
como algunos comentarios de los jurados en la primera entrega, se me ha hecho saber
que hay una expectativa con relación a los filósofos que siendo jóvenes desarrollaron
10
trabajos muy elaborados de la filosofía en diferentes de sus enfoques y tópicos. Como
ejemplo de ello, podemos destacar al filósofo analítico Frege, quien a sus 16 años
descrestaba al mundo académico con su genialidad. También podemos destacar a
Schelling quien era muy joven cuando escribió su primer sistema. Incluso tenemos
varios ejemplos de filósofos que siendo jóvenes publicaron su perspectiva filosófica
que contrastó drásticamente con su perspectiva filosófica de su vida madura, como el
caso de Wittgenstein o el mismo Nietzsche. 
Frente a lo anterior cabe destacar que yo tengo el mismo afán de generar
conocimiento al respecto y con seguridad estudiaré fervorosamente estos
acontecimientos filosóficos. Pero en el presente texto no son de mi interés
investigativo. 
Incluso, sabiendo que los filósofos escriben y publican desde muy jóvenes, sobre
problemas filosóficos de gran profundidad, para el presente trabajo me interesa lo que
se habla acerca de la condición del ser joven.
La intención del presente trabajo es precisamente abordar lo que han escrito filósofos
sobre la juventud y jóvenes filósofos sobre su condición de joven, y no lo que han
hablado sobre la vida, sobre los sistemas filosóficos, ni su manera de ver el mundo. 
11
CAPÍTULO 1.
FILOSOFÍA PRESCRIPTIVA DE LA JUVENTUD: FUNDAMENTACIÓN DE LA
JUVENTUD SEGÚN OCCIDENTE.
12
CAPÍTULO I. FILOSOFÍA PRESCRIPTIVA DE LA JUVENTUD: fundamentación de
la juventud según Occidente
 
INTRODUCCIÓN
La noción de juventud siempre ha estado presente en la tradición filosófica de Occidente.
Múltiples han sido los tratamientos sobre la juventud y variadas han sido las
responsabilidades otorgadas desde la filosofía. Dichas comprensiones han variado según la
tradición filosófica y el contexto en que se circunscriben. Verbigracia: Aristóteles en su texto
La Política enunciaba que la juventud debía educarse en función del Estado. San Agustín
afirmaba que la juventud tenía un espíritu particular y propio a su edad, el cual debía ser
conducido a la gracia de Dios. Kant contempló todo un sistema pedagógico para educar a la
juventud de su época de acuerdo con los postulados de su sistema filosófico. Lo anterior
permite ver que el concepto de juventud tiene una tradición históricaque con facilidad se
puede rastrear en los textos filosóficos. 
A pesar de lo anterior (Feixa. 2006) se atreve a señalar que:
Según la historiografía canónica, la adolescencia fue inventada al principio de la era
industrial, pero no se empezó a democratizar hasta alrededor de 1900, cuando diversas
reformas en la escuela, el mercado de trabajo, la familia, el servicio militar, las
asociaciones juveniles y el mundo del ocio, permitieron que surgiera una nueva
generación consciente de crear una cultura propia y distintiva, diferente a la de los
adultos. (Pág. 3).
En el presente trabajo uno de mis propósitos secundarios es evidenciar que la noción de
juventud ha estado presente a lo largo del desarrollo de la filosofía occidental y no solamente
desde la revolución industrial. 
No obstante, el valor de mi trabajo, más allá de encontrar evidencia del concepto de juventud
en la filosofía desde sus inicios, radica en comprender y descifrar cuál ha sido el tratamiento
de dicho concepto, estableciendo una lectura analítica que me permita identificar los ejes
temáticos, las particularidades de cada contexto histórico y por qué no, establecer una
13
diferencia en las filosofías de la juventud que hayan surgido a lo largo de la historia: desde
los inicios de Occidente en la antigüedad helénica hasta la filosofía contemporánea. 
Como fruto de un trabajo realizado durante más de 6 años de lectura de textos filosóficos,
sociológicos y de opinión sobre el concepto de juventud, he podido establecer que existen
tres tipos de filosofía en Occidente que abordan de manera diferenciada al concepto de
juventud. A saber: en primer lugar, una filosofía prescriptiva, en la cual el filósofo piensa a la
juventud y prescribe una serie de normas para este sector poblacional. En segundo lugar, una
filosofía descriptiva, en la cual el filósofo describe los fenómenos sociales, culturales,
políticos y económicos en los que se desenvuelven los jóvenes. Y, en tercer lugar, una
filosofía enunciativa, donde son los mismos jóvenes quienes desarrollamos nuestra propia
voz filosófica teniendo en cuenta nuestro lugar de enunciación como jóvenes. 
 De acuerdo con lo anterior, lo prescriptivo, lo descriptivo y lo enunciativo se convierten en
las categorías a desarrollar en el presente trabajo, otorgando a cada categoría su propio
capitulo. 
En este primer capítulo definiremos la filosofía prescriptiva, contextualizando además el
marco histórico en la cual se desarrolla y estableciendo las posturas epistemológicas de la
filosofía prescriptiva. 
Un enfoque prescriptivo, presente en la tradición de la filosofía antigua, medieval y moderna,
en la cual se concibe al joven como un objeto y al filósofo como el sujeto de conocimiento,
quien tiene la potestad de prescribir. 
El filósofo es el sujeto y el joven el objeto. El filósofo define el deber ser del joven, por tanto,
el joven solo debe obedecer lo que establece normativamente el filósofo. En este sentido el
filósofo es la fuente de las prescripciones políticas, éticas, sociales y de la educación que
deben asumir los jóvenes para desarrollar aportes a los sistemas económicos, sociales y
políticos presentes en cada época. 
Este trabajo consistirá en el ejercicio de una lectura y una hermenéutica sobre las anotaciones
realizadas por los autores respecto a la juventud. Verbigracia, en la época antigua Aristóteles
en su texto La política, no solo lo conduce al conocimiento, sino que lo moldea de acuerdo
14
con el sistema filosófico que propone. En la época medieval, San Agustín, usa sus
confesiones para exhortar a los jóvenes de su época, a seguir el modelo que propone acorde a
los postulados escolásticos. Finalmente, Rousseau y Kant elaboran un manual para educar al
joven de su época, en sus textos El Emilio y La pedagogía, respectivamente. Los anteriores
ejemplos denotan la postura prescriptiva de la filosofía con relación a la juventud. 
A la lectura realizada la acompañaremos con la exegesis de la noción de juventud de cada
uno de estos autores, así como las prescripciones y molduras establecidas por estos autores
para que su filosofía fuese transmitida a las juventudes de sus respectivas épocas. 
Por otra parte, en la filosofía enunciativa el joven es filósofo, es decir sujeto de conocimiento,
autónomo en el ejercicio de la comprensión de su existencia y de su condición humana; y lo
más importante, se empieza a concebir al joven como trasformador de su realidad. 
Cabe resaltar que el objeto de investigación del presente trabajo es el tratamiento de la
filosofía con relación al concepto de juventud. En primer lugar, para evidenciar que no es un
concepto que nace en el siglo XXVIII y en segundo orden para establecer la existencia de
establecer tres tipos de filosofía con relación al estudio del concepto de juventud. 
El presente capitulo se constituye de tres títulos: i) Juventud antigua: El concepto de juventud
en Platón y Aristóteles. ii) juventud medieval: el concepto de juventud de los santos Agustín
de Hipona y Tomas de Aquino iii) juventud moderna: juventud moderna: pedagógica
Kantiana y el Emilio de Rousseau.
15
1. Filosofía prescriptiva de la juventud: fundamentación de la juventud según 
Occidente.
El joven en su constitución como sujeto busca tener su autodeterminación y descubrir por sí
mismo el ejercicio propio de su ser. En este camino se encuentra con una serie de fuerzas que
buscan gobernarle. La juventud al buscar su autonomía debe descubrir el rostro de estas
fuerzas que le gobiernan. La primera fuerza, es sin duda la del hombre adulto, dueño del
poder y del gobierno de la naturaleza humana. Un hombre moderno, que se siente en la cima
de la naturaleza, la cultura y del conocimiento humano. Este hombre, es una fuerza que busca
moldear y obligar a la juventud a convertirla en servil para él. Al hombre joven lo moldea
bajo su sombra y lo convierte en ese tipo de hombre moderno: autoritario y dominante. A la
mujer joven también la educa para que sea servil y fructífera en la adultez a sus caprichos y
órdenes. 
A lo largo del presente trabajo evidenciaremos como se cosifica a la juventud desde la
normatividad, la moral y el derecho, una serie de instrumentos que le inhiben su propia
esencia, delimitan su ser y lo obligan a actuar como autómata en el orden prescrito. También
se le describe para analizar sus comportamientos y desarrollar políticas que permitan
controlarlo. Pero sin duda, la fuerza más enigmática es la filosofía occidental, la misma que
desde un principio se estableció como el desarrollo del conocimiento humano, donde arrojó al
joven al lugar de los residuos, lo único importante era el saber, y la juventud se concibió
como un objeto que debía ser moldeado, sin voluntad, sin pensamiento propio, solo como
objeto y como medio para hacer posible los diferentes proyectos y sistemas filosóficos. Pero
en un momento de la historia, la juventud, tomó a la filosofía como herramienta para darse
sus propias determinaciones, para definirse a sí misma, para generar su propia conciencia,
para transformar al mundo… en consecuencia se muestra, no solo un cambio epistemológico
del sujeto joven, sino un manifiesto de la juventud desde su autonomía. 
He aquí las dos maneras de fundamentar a la juventud desde Occidente. La filosofía como esa
fuerza que gobierna a la juventud, prescribiéndola y describiéndola y la filosofía como la
herramienta que permite a la juventud a enunciarse a sí misma. 
16
El presente texto descubrirá entonces el rostro de la filosofía con relación a la juventud.
Presentando una de estas dos maneras de fundamentación filosófica: la prescriptiva y la
descriptiva. La juventud es contemplada por la filosofía tradicional como uno de los
problemastransversales, pero no importantes. La juventud como tema ha estado presente
durante toda la tradición filosófica occidental, pero no se ha tratado de manera específica, es
decir: no se ha visto como un objeto de estudio de la filosofía tradicional, es este sentido
vemos que no ha sido de relevancia como tema específico en el trabajo de la filosofía.
Apenas, en la filosofía actual se ha dado un tratamiento específico y se ha visto a la juventud
como un problema filosófico.
El siguiente análisis busca identificar cómo ha sido el tratamiento del concepto de juventud
desde la filosofía de Occidente. Para ello indagaremos tan solo algunos autores de la tradición
occidental de la filosofía. Esto con el fin de demostrar que en un primer término y anclado en
la filosofía de Occidente, la juventud ya era tenida en cuenta, solo que la postura filosófica
era prescriptiva, es decir, que se concebía a la juventud como un objeto, lo que permite
comprenderle como un momento de moldeamiento por parte de la filosofía hacia los jóvenes
para cumplir los fines del Estado. Lo cual ilustraremos con textos de la época durante el
desarrollo del presente capítulo. 
A este ciclo que comprende a la filosofía antigua, medieval y moderna, la denominamos
filosofía prescriptiva. En este apéndice del texto examinaremos el tratamiento que dan
autores como Platón, Aristóteles, San Agustín, Santo Tomas, Rousseau y Kant a la noción de
juventud. Sus concepciones frente a la juventud eran la de prescribir el deber ser de la
juventud. Ejerciendo una autoridad desde la filosofía hacia la juventud: Objetivándola,
moldeándola y definiéndola acorde a sus sistemas y proyectos filosóficos. 
1.1. La juventud antigua: El concepto de juventud en Platón y Aristóteles.
Platón y Aristóteles en sus textos plasmaron claramente cuál debería ser el rol de los jóvenes
en la sociedad griega. Para empezar, al joven se le consideraba como un ser inacabado en
proceso de crecimiento intelectual y físico, por lo cual el estado debía determinar los roles y
funciones de los jóvenes de acuerdo con su casta. Pero en cualquiera de los casos los adultos
eran quienes determinaban los destinos de los más jóvenes hasta que se convirtiesen en
adultos.
17
El ejercicio en el presente título radica en la socialización de los preceptos sociales y políticos
en los cuales se debían enmarcar a los jóvenes, descritos por Platón y Aristóteles en sus
textos la república y la política, respectivamente. El método de ilustración de dichos
conceptos es la muestra de su pensamiento mediante un dialogo al estilo del discípulo de
Sócrates. En dicho diálogo se alterna la ficción del con las citas textuales de estos textos
canónicos. Finalmente, se hace un análisis de las determinaciones impuestas por los adultos
hacia los jóvenes encontrando que existen varias prescripciones, es decir que el filósofo al
reflexionar filosóficamente sobre la juventud, (el orden del Estado, los roles y funciones de
los jóvenes en la sociedad) está normativizando e imponiendo su visión al joven heleno. 
La argumentación filosófica en este título está apoyada por los autores que sirven de
referencia y un número de investigaciones filosóficas que permitan demostrar que la filosofía
antigua era eminentemente prescriptiva frente a la juventud. 
En la antigua Grecia, cerca al año 370 a.c. en uno de sus viajes a Sicilia, el filósofo Platón,
tuvo la disposición para elevar su pluma al diseño de su república. Al parecer por aquella
época definiría lo que hoy conocemos como el libro V de esta obra. En este libro, se da lugar
a un dialogo ficticio Entre Glaucon, Adimanto, y el propio Sócrates, entre los cuales disputan
sus argumentos para hacer la “mención de la procreación de los hijos, la manera de
educarlos, en una palabra, de todo lo que pertenece a la comunidad de las mujeres y los
hijos” (Platón, S.f. 449 d.), por su parte Aristóteles responde a este respecto mediante su
texto, La Política. Específicamente en su libro segundo, denominado “Examen crítico de las
teorías anteriores y de las primeras constituciones” cuyo primer capítulo es examen de la
Republica de Platón, “Crítica de sus teorías sobre la comunidad de las mujeres y de los hijos”
(Aristóteles, S.f. 1260b).
A continuación, se presenta un dialogo ficticio entre estos dos pensadores, con relación a sus
diferentes concepciones del joven en relación con la dinámica del Estado. 
- Ya hemos reiterado una y mil veces, Platón. Que frente al desarrollo de los individuos
debemos tener presentes el concepto del poder y de la autoridad. Cómo bien sabes, y lo
pudiste aprender de Sócrates. Estos se ejercen en razón de la condición natural del
hombre. El hombre como animal político constituyó una serie de instituciones a las cuales
18
les debe obediencia y servidumbre. Entre estas se encuentran el poder doméstico, el poder
del estado y por supuesto la religión como un poder menor. En cada uno de estos, el
hombre se somete a sus designios y debe proveer sus riquezas, su racionalidad y sus
fuerzas para que estos tipos de poderes se consoliden a través del paso del tiempo.
 
- SÍ Aristóteles, consiento en parte lo que dices. Ya recuerdo yo, que cuando estabas en las
lecturas de mis diálogos, eras uno de los aprendices más brillantes. Pero dime, ¿A dónde
quieres ir con esta conversación?
- Platón, como bien sabes, he revisado en detalle tu obra y además de valorar tu gran
esfuerzo, y de haberme dejado llevar por mi juvenil ímpetu ante tus palabras, ahora que ya
he madurado tengo la sabiduría para llevarte a ti y a tu propuesta de república, contra la
pared, pues he encontrado una serie de errores sistemáticos en los planteamientos que
propones. 
- Ay Aristóteles, por Zeus, si vieras lo acongojado que estoy por estos días. Como sabes:
Sócrates ha tenido un juicio en su contra, y la ciudad lo ha desterrado. Pero su decisión ha
sido el envenenamiento. No creas, que en esta transición no he dejado de traer a mi mente,
los personajes y los diálogos que escribí a lo largo de estos años, donde Sócrates
compartió sus enseñanzas con el pueblo ateniense. Tú ahora me acusas, tal como lo hizo la
ciudad con Sócrates. Precisamente la acusación consistió en que este honorable pensador
atrofiaba y corrompía a los jóvenes de la ciudad. Ahora dices que yo te corrompí en tu
juventud y pones tu condición de joven para decirme que ahora que maduraste puedes no
solo librarte de mí, sino además superarme en los asuntos del estado. Pero precisamente
justo antes de que tu entraras, estaba recordando un dialogo que estableció Sócrates con
Céfalo, acerca de la vejez y la juventud. Te quisiera proponer que la discusión que hoy me
traes, la centremos acerca de la juventud, sin dejar de lado los asuntos del estado. Puesto
que los jóvenes, como todos los ciudadanos, son instrumentos para que la ciudad, la
religión y el hogar mantengan su orden. 
- Así es, pero antes de dialogar contigo de este tema que me presentas ahora desde tu
perspectiva, quisiera saber qué opinaba Céfalo con respecto a la vejez y la juventud. 
- Si recuerdas Aristóteles, yo escribí, la Republica, allí en algunas líneas (Platón, S.f. 328
19
e), Sócrates le inquirió a Céfalo su opinión sobre la vejez de la siguiente manera.
- “Yo me complazco infinito en conversar con los ancianos. Como se hallan al
término de una carrera que quizá habremos de recorrer nosotros algún día, me parece
natural que averigüemos de ellos si el camino es penoso o fácil, y puesto que tu estas
ahora en esa edad, que los poetas llaman el umbral de la vejez, me complacería mucho
que me dijeras si consideras semejante situación como la más penosa de la vida, o
cómo la calificas. 
(Platón, S.f. 329 a). 
- por Zeus, Sócrates, - le respondió-.te diré mi pensamiento sin ocultarte nada.Me
sucede muchas veces, Según el antiguo proverbio1, que me encuentro con muchos
hombres de mi edad, y toda la conversación por su parte se reduce a quejas y
lamentaciones; recuerdan con sentimiento los placeres del amor, de la mesa, y todos
los demás de esta naturaleza, que disfrutaban en su juventud. Se afligen de esta
pérdida, como si fuera la pérdida de los más grandes bienes. La vida de entonces era
dichosa, mientras que la presente no merece ni el nombre de vida…
Posteriormente continuaría (Platón) “…la vejez, en efecto, es un estado de reposo y de
libertad respecto de los sentidos. Cuando la violencia de las pasiones se ha relajado y
se ha amortiguado su fuego, se ve uno libre” (S.f. 329 c). 
 Y concluiría finalmente (Platón) “con cordura y buen humor la vejez es soportable;
pero, con un carácter opuesto, lo mismo la vejez que la juventud son desgraciadas.
(S.f. 329 d).
- Sí recuerdo, y precisamente allí en tu texto de La República, es donde he encontrado una
serie de inconsistencias, por ello te invito a que revises las críticas que hago a tu texto, en
mi segundo libro de La Política. Pero sin querer irme por la tangencia de nuestra
conversación y a propósito del texto ya referido, quisiera hacer unas precisiones sobre tus
teorías sobre la comunidad de las mujeres y de los hijos. Pero antes de querer adentrarme
en las refutaciones quisiera que volvieras a compartir tus propuestas teóricas sobre la
sociedad y el rol de los jóvenes y las mujeres. 
- Bien Aristóteles, me gusta mucho que seas contundente, y expreses de manera sencilla
1 “las personas de la misma edad gustan de estar juntas” (Fedro, 240 c.)
20
tus expectativas y solicitudes para el presente diálogo. Respecto a mis propósitos con
relación a las mujeres y los hijos, opino lo siguiente. para dar a los hombres nacidos y
educados de la manera que hemos dicho buenas reglas sobre la posesión y uso de las
mujeres y los niños, no tenemos otra cosa que hacer, en mi opinión, que mandarles que
sigan el mismo camino que hemos trazado al comenzar” (Platón, S.f. 451 c). Además,
coincidirás conmigo en que “el hijo tiene una perfecta analogía con su padre.” (Platón,
S.f. 508 c). y es por ello por lo que, así como fueron educados sus padres los hijos también
deben educarse de la misma manera: “habrán de ejercitarse en gran número de ciencias,
para ver si su espíritu es capaz de sostener los estudios más profundos” (Platón, S.f. 503
e). Y estos estudios deberán de culminar en la idea del bien. 
Por otra parte, amigo mío, cómo pudiste observar en la lectura de la república, mi proyecto
es igualar el Estado perfecto, donde los gobernantes sean filósofos y los ciudadanos tanto
hombres como mujeres sean guardianes. Para ello, las mujeres y los hombres se entrenarán
y cuidarán del estado como perros fieles. Ninguno tendrá una clase más que los otros.
Ninguno tendrá intereses privados que atenten contra la integridad del Estado, razón por la
cual, no existirá la familia, los hijos serán hijos del estado y no conocerán a sus padres, así
no existirán lazos filiales que atenten contra la constitución del estado. Así los jóvenes
crecerán y se educarán para mantener el orden y su único padre será el estado, su fuerza,
riqueza y voluntad serán para todos, los menesteres que deben ofrendar al Estado.
- Bien Platón, como te dije al principio, tengo una serie de críticas a tu modelo de
Estado ideal, que posteriormente dialogaremos, pues veo que Adimanto, viene hacia
nosotros, y por su rostro de agitación creo que viene con noticias para ti. Sin embargo, con
relación a los hijos y la educación que deben recibir quiero anotar un par de elementos. Ya
hemos dicho que la familia y su administración se basan en tres tipos de poder: el del
señor, el del padre y el del esposo. Se manda a la mujer y a los hijos como seres
igualmente libres, pero sometidos, sin embargo, a una autoridad diferente. Que es
republicana en caso de las mujeres y regia respecto de los hijos. El hombre, generalmente,
de manera natural tiene mejores cualidades para mandar, que la mujer. Así como el ser de
más edad y mejores cualidades es el propicio para mandar a los más jóvenes y aun
incompletos. En la constitución republicana se pasa de la obediencia a ejercer la autoridad,
lo cual otorga cierto grado de igualdad entre los seres que se relacionan, lo cual no impide
que siempre se permita distinguir la posición entre jefe u subordinado, este el caso de la
mujer. Pero en el caso de los jóvenes, la autoridad del padre sobre sus hijos es regia, es
21
decir las afecciones y la edad les dan un poder inmarcesible a los padres, lo mismo que a
los reyes. (Aristóteles, 1274b). por esta razón, Platón te invito a que revises tus
planteamientos pues el poder que se debe ejercer frente a los jóvenes y las mujeres puede
verse afectado en tu estado ideal. Además, como lo señalé en mi política los jóvenes no
son ciudadanos, por lo tanto, deben permanecer en las funciones del hogar, hasta que sean
completos y entonces entren en la dinámica del gobierno. ” Los jóvenes que no han
llegado aún a la edad de la inscripción cívica, y los ancianos que han sido ya borrados de
ella se encuentran en una posición casi análoga: unos y otros son, ciertamente,
ciudadanos, pero no se les puede dar este título en absoluto, debiendo añadirse, respecto
de los primeros, que son ciudadanos incompletos, y respecto de los segundos, que son
ciudadanos jubilados.” (Aristóteles, S.f. 1275 a).
En ese instante, llega Adimanto, le dice a Platón que de manera urgente acuse su presencia
ante Sócrates, puesto que está por cumplir su sentencia y antes de beber la cicuta quiere
entablar un último dialogo con su más ferviente discípulo. 
Antes de partir a visitar a Sócrates, Platón le dice a Aristóteles. Estimado amigo siento que
tenemos mas puntos de encuentro que puntos en desacuerdo en esta cuestión referente a
los hijos y las mujeres, los cuales deben ser educados para satisfacer las necesidades del
Estado. Tanto tu como yo, vemos en los jóvenes la base de la sociedad futura, pero
también contemplamos que son seres incompletos que deben educarse, en los valores
intelectuales, físicos, militares, así como en las leyes y en la comprensión del Estado.
Nosotros como adultos debemos educarlos bien, para que no caigan en flaquezas del alma
y de la voluntad. Reconozco que, en nuestra ciudad, hay diferentes fuentes de
conocimiento, y que nuestros jóvenes son educados bajo diferentes dogmas, algunos se
acercarán a la verdad y al bien y otros serán enceguecidos con los sofismas y las
debilidades del mal. Pero ambos haremos inmensos esfuerzos por no permitir que los
jóvenes sean gobernados por la flaqueza y la ignorancia. Somos como pastores que
conducen los rebaños.
Aristóteles le ofrece su mano en señal de despedida, diciendo. Platón, ha sido interesante
conversar contigo sobre la enseñanza de las cuestiones del Estado y sobre el papel que
deben tener los jóvenes en su estructura. Si hay algo que debo concordar contigo, es que
somos nosotros quienes tenemos la obligación política de orientar, guiar y acompañar a los
22
jóvenes para que gobiernen y mantengan las cosas en su orden. Te dejo, debo irme porque
debo llegar a tiempo a dar las clases a Alejandro III de macedonia, hijo del rey Filipo II de
Macedonia. 
El anterior texto, permite evidenciar la postura prescriptiva que tenían estos filósofos de la
edad antigua. 
1.1.1. Prescripciones de la juventud antigua. 
a. Definición del joven en la filosofía antigua. 
Como se hizo evidente en el dialogo entre Aristóteles y Platón, el concepto de juventud en la
antigüedad estaba ya presente, es decir como concepto no nace con la modernidad, puesto
que ya existía una distinciónde las características propias de los individuos en razón a su
edad y las capacidades y habilidades que les eran propias. Ya se contemplaba como joven a
aquel individuo que cumplía con ciertas características de lozanía, temeridad y vivacidad,
además, de contar con el requisito de tener una edad temprana. Se suponía que, en dicha
condición, estaría dispuesto a recibir la formación de los adultos y se debería preparar para
asumir los designios y las leyes de las ciudades estados. Además, se comprendía a la etapa de
juventud como un momento de desarrollo tanto físico como racional, puesto que el joven era
un sujeto incompleto. En ese sentido el rol que debían asumir los jóvenes era el de tener
vocación para ser formados a pesar de que su criterio no fuese sólido, ellos tan solo al llegar a
ser adultos, se podrían comprender como sujetos completos, entonces podrían defenderse o
tener venganza, en tanto no hubiesen alcanzado la adultez serían sus padres o hermanos
mayores quienes abogaran por ellos. 
b. Prescripción al joven frente al Estado. 
En la época de nuestros filósofos la ciudad-estado estaba constituida de tal manera que los
valores cívicos eran imprescindibles para la salud de la ciudad. La religiosidad también tenía
cierta preponderancia en el destino de las vidas, los ritos y las conductas de los ciudadanos.
En este sentido existía un estricto orden respecto a las costumbres, los ritos y los
procedimientos políticos, religiosos y morales. Cada segmento social de la población tenía
una serie de deberes y modos de relacionarse entre ellos, con la ciudad y con los dioses tanto
domésticos como los dioses generales de la ciudad, y los jóvenes eran el foco de la formación
23
y el pilar para que las ciudades continuaran con su prestigio y grandeza. Los jóvenes eran
entonces los responsables de aprender los ritos de la ciudad y en consecuencia la única
garantía para la sostenibilidad de las sociedades tal cómo se conocía. Además, en la Grecia
antigua la sociedad estaba jerarquizada y se generaba una subordinación de forma casi
natural, y los jóvenes eran entonces la base del sistema político, pues sustentaban el gobierno
de los viejos y debían acatar sus disposiciones con obediencia. De esta manera, la juventud
en la filosofía clásica se presenta como un estadio de la naturaleza humana, en la cual ha de
generar los procesos de la educación para que el hombre sea obediente. Por lo anterior
podemos afirmar que, para la filosofía antigua, los jóvenes eran sujetos que servían como
pilar de la sociedad y al igual que los ciudadanos atenienses, estaban al servicio de la poli, no
tenían autogobierno ni autonomía. Sin embargo, por su condición de jóvenes ni siquiera
tenían plena conciencia, ni criticidad, porque de acuerdo con la intención de los interlocutores
estos estaban sujetos a ser manipulados. Además, no tenían voz propia, la interlocución ante
los adultos debía estar mediada por otros adultos y como lo afirmaba Aristóteles los jóvenes
debían una autoridad regia ante sus padres y ante las instituciones. 
c. Prescripciones al joven frente a la cultura. 
La ley antigua no solo prescribía como debía ser la educación de los jóvenes y concebirse
como uno de los procedimientos más serios del estado, sino que además prescribía una serie
de prohibiciones, gobernando entonces desde el poder de la ciudad, la vida de cada individuo
joven, “La ley debe prohibir a los jóvenes asistir a la representación de piezas satíricas y
comedias, hasta la edad de tomar asiento en las comidas comunes y beber vino puro.
Entonces la educación los resguardará de los peligros de estas reuniones.” (Aristóteles, 1281
b). Además, se establecían mecanismos de control y vigilancia para velar por las conductas
de los jóvenes, con el fin de ejercer dominio frente a estos. ” La pedonomía, la gineconomía y
cualquiera otra magistratura especialmente encargada de vigilar la conducta de los jóvenes y
de las mujeres son instituciones aristocráticas y no tienen nada de populares.” (Aristóteles,
1991. Pág. 98).
d. Prescripciones al joven frente a la filosofía. 
En este sentido tanto para Aristóteles como para Platón, la juventud es una masa
estrictamente moldeable, sin voluntad, con minoría de edad y con total disposición para la
subordinación, además a la que se debe educar cuidadosamente para que cumplan los fines
del estado y sobre la que se debe ejercer control y vigilancia para garantizar la eficacia de los
24
propósitos anteriormente señalados. Es decir, ellos ejercen un concepto eminentemente
prescriptivo de la juventud. 
Hemos sido testigos de la modelación de la juventud acorde a los intereses de la filosofía
antigua: al hombre joven lo han moldeado bajo su sombra y lo han convertido en ese tipo de
hombre: autoritario y dominante, ante la naturaleza, ante sus propios sentimientos y ante la
humanidad entera. Pero además también han otorgado un rol para la mujer joven, a la mujer
joven también la educaron para que fuese servil y fructífera en la adultez a los caprichos y
órdenes de los hombres de la razón. 
25
1.2. La juventud medieval: el concepto de juventud de los santos Agustín de
Hipona y Tomas de Aquino. 
En el presente apartado, se analizará la obra de San Agustín de Hipona (siglo IV) y de Santo
Tomas de Aquino (siglo XIII), como dos filósofos compartieron una postura prescriptiva
frente a la juventud. Cabe resaltar que se toma a San Agustín por su fuerte influencia en el
pensamiento medieval, y santo Tomas de Aquino como uno de los mas icónicos
representantes de dicho pensamiento. 
 En primer lugar, se desarrollan las principales ideas Agustinianas sobre la noción de
juventud mediante una exegesis de sus confesiones. Posteriormente, se analiza como la
juventud es prescripta en el sistema filosófico de Santo Tomas. 
1.2.1. Las confesiones de San Agustín, una dominación de la juventud.
En la lectura de las confesiones, específicamente el primer capítulo del segundo libro, se hace
una referencia a la juventud misma de San Agustín, tras un recorrido por su infancia el doctor
africano, ha decidido hacer una lectura de su propia juventud. En esta lectura denominada:
Como llegando a la juventud se entregó a los vicios; San Agustín confiesa una serie de
eventos que lo alejaban de la gracia de dios y de la sabiduría. A sus 16 años en el año 370 de
nuestra era, 
Agustín comenzó sus estudios de retórica en Cartago. Los estilos licenciosos del gran
puerto y centro de gobierno, la visión de los ritos obscenos relacionados con cultos
importados de Oriente, combinados con el hecho de que Agustín, el meridional, era ya
un hombre, con pasiones vivas y vehementes, le llevaron a una práctica ruptura con
los ideales morales del cristianismo, y no tardó en buscarse una amante, con la que
vivió durante diez años, y de la que tuvo un hijo en su segundo año de Cartago.
(Copleston, F. 1957. Pág. 36).
En concreto, al preguntar, como se puede definir la juventud desde la perspectiva de estos dos
autores, se logran encontrar algunos rastros en los textos de filósofos como los de San
Agustín quien al describirse a sí mismo como un joven, se narró de la siguiente manera. (San
Agustín, 1957)
26
Tenía yo, señor, en mi adolescencia una sed insaciable de hermosuras terrenas, y qual
satyro, o fauno (exemplares sylvestres de los bosques en sombríos amores de torpezas)
llegó a faltarme la especie humana, degenerando en bruto, cadáver corrompido a tu
presencia, complaciendo a mi gusto, y deseando agradar a los hombres. (Pág. 68). 
Tras este ejemplo, se puede señalar que la juventud comprendida por estos dos autores se
resuelve entre lo profano y lo sagrado, se sitúa en medio de dos fuerzas que la gobiernan: la
religión y la cultura. San Agustín en su obra permite descubrir los procesos cronológicosdel
individuo humano y se presta a sí mismo como ejemplo, para comprender que durante la vida
se presentan diferentes estadios, como la infancia, la adolescencia, la juventud y la vida
adulta. En cada uno de estos estadios, el ser se desenvuelve de manera diferente, en los
primeros sin conciencia ni madurez. Esto se hace evidente en tanto que su texto las
confesiones son una representación descriptiva de su proceso de vida. En las confesiones de
San Agustín se plasman con claridad y distintamente sus diferentes ciclos. 
Una de las etapas de vida que más interesa sobre la vida de San Agustín, es su juventud, en
ella, el pensador de Hipona reconoce que tuvo un proceso importante de formación
intelectual, sin embargo, dicha formación intelectual distaba de la educación moral.
Reconoce que sus estudios le llevaron a ser reconocido entre los hombres “confieso que
aprendí de buena gana aquellas falacias, y miserable me deleitaba en ellas; y por esto me
llamaban muchacho, de cuyas flores podían esperarse frutos grandes.” (San Agustín, 1957,
Pág. 54). Sin embargo, comprendió que sus actividades juveniles le distaban de la voluntad
divina y reconoce además que se dejó llevar por los “azafranes y dulzuras de la juventud”
(San Agustín, 1957, Pág. 55). hasta el punto de desobedecer a su madre Santa Mónica, quien
como buena cristiana le reprendía para que obrase acorde con las posturas del naciente
cristianismo. En el siguiente aparatado de sus Confesiones, recuerda las reprensiones de su
madre y los llamados de atención que le hacía, así como los consejos que le daba. De igual
manera recuerda su actitud repulsiva y desafiante ante ella. 
Acuérdome, señor, que varias veces, amonestándome a solas, me decía, que huyese de
la lascivia, y esto me lo repetía con gran solicitud; y especialmente las mujeres ajenas.
Mas yo los despreciaba, como consejos de mujer, teniendo por materia vergonzosa
27
llegar a obedecerlos. Y yo, siendo hijo suyo, en su deprecio te despreciaba a ti, siendo
hijo de tu esclava, y siervo tuyo. (San Agustín. 1957, Pág. 78).
En estos apartados de la obra de San Agustín se puede ver a una juventud distante de la
filosofía cristiana. Como se enunció anteriormente San Agustín vivió alejado de la doctrina
grecorromana en su etapa inicial de la juventud, etapa en la cual se dio a toda clase de
acciones que turbarían posteriormente a su propia conciencia. En esta juventud mal llevada,
San Agustín se avergüenza de haber hurtado, no por necesidad sino por el hecho de hurtar, y
vio allí un extraño placer. Placeres similares al entregarse a las pasiones del cuerpo,
alimentándose desproporcionadamente y teniendo intimidad con gran número de mujeres
incluso estando casado. También cuestiona con profundidad, su postura maniqueista de
comprender la cosmología como un hibrido de la bondad y la maldad, donde el ser puede
fluir a sus anchas y actuar indiscriminadamente sin consecuencias éticas. Finalmente, y sobre
todo cuestiona la osadía de caer en el ejercicio intelectual de la retórica, acercándose a la
simpatía de los hombres, sumiéndose en la ignorancia: alejándose de la verdadera sabiduría,
la summa ciencia, trascendente a la altura de Dios.
El filósofo encuentra en la juventud una etapa en donde el carácter y la voluntad pueden ser
débiles, y al igual que en la época de la antigua Grecia, los jóvenes pueden caer en las
debilidades de la carne y de la vida mundana, tal como lo hizo él en su juventud. Por esta
razón exhorta a los adultos de su época a gobernar a esas voluntades propias de los jóvenes.
Y les dice a los jóvenes que por encima de sus propios designios y de la voluntad de sus
padres, ellos están sometidos a la voluntad divina. Deben encontrar entonces reposo de su
alma y guardar su voracidad y apetitividad para causas que agraden más a Dios. 
Finalmente, el autor, usa sus confesiones para exhortar a los jóvenes de su época, a seguir el
modelo que propone acorde a los postulados cristianos.
Porque tú, señor, eres mi Rey y mi Dios; y así te ruego, que sea obsequio tuyo quanto
útil aprendí siendo niño: sirvate quanto escribo, quanto leo, quanto hablo, y cuento;
pues estudiando yo en vanidades, tu eres, Señor quien me reprehendias, y me
perdonaste en aquellas delectaciones, que tenía yo, pecando en semejantes delirios.
Muchas palabras aprendí en los libros profanos; pero también se pueden aprender en
28
libros, no vanos, sino provechosos; y este es el camino, que deben andar los jóvenes.
(San Agustín, 1957, Pág. 50).
1.2.2. Santo Tomas de Aquino: Los jóvenes sometidos al gobierno de dios, la 
naturaleza y la razón.
La perspectiva eminentemente teológica de Santo tomas y su proyecto de generar un
encuentro entre la tradición cristiana y la filosofía aristotélica, llevó al autor a desarrollar un
sistema filosófico bastante prolífico. “Sería santo Tomás quien lograría la expresión de la
ideología cristiana en términos aristotélicos y quien utilizaría el aristotelismo como un
instrumento de análisis y síntesis filosóficas y teológicas” (Copleston, 1957, Pág. 249). En
sus extensos tratados sobre la religión, las virtudes sociales, de la fortaleza, la templanza, los
estados de la vida cristiana y muchos otros. El autor reitera que:
«la filosofía primera se dirige completamente al conocimiento de Dios como último
fin», y de que «el conocimiento de Dios es el fin último de todo conocimiento y
operación humanos». Pero el hombre fue creado para un conocimiento de Dios más
profundo y más íntimo que el que puede alcanzar mediante el ejercicio de su razón
natural en esta vida, y por eso la revelación era moralmente necesaria para que la
mente humana pudiera ser elevada a algo más alto que lo que su razón puede alcanzar
en esta vida, y para que pudiera desear y tender celosamente, hacia algo «que excede
totalmente del estado actual de la vida» (Copleston, 1957, Pág. 255).
Según el santo, el hombre en términos generales fue creado para conocer a Dios, interpretar
la realidad y comprender el orden de las cosas. Los jóvenes en consecuencia, al igual que
todos en la tierra, son creados para conocer a dios. 
Santo Tomás establece la existencia de cuatro leyes que determinan la existencia de todo lo
creado, estas leyes son: la eterna, la divina, la humana y la natural. Estas leyes son
comprendidas como un corpus jurídico teológico-racional. En dicho cuerpo jurídico se
permite encontrar los elementos necesarios para gozar de un grato viaje, el viaje la vida y la
transición a la vida eterna. 
29
La Ley Eterna gobierna sobre todo lo creado; no se refiere únicamente a la conducta del
hombre, sino todo en cuanto ha sido creado por Dios: Físys, Química, Biología, Psique, etc.
La Ley Divina es la revelada a través de las Sagradas Escrituras dirigida a los hombres. La
Ley Humana es la que dicta el gobernante en el ejercicio del poder humano, relación hombre
– hombre. Y finalmente la Ley Natural es comprendida como la voluntad de Dios que entra
en el hombre, por la puerta de la razón. 
En este sentido el joven se homogeniza con hombres y mujeres de todas las edades, su lugar
en el mundo es el de una transición temporal que permite el goce de la voluntad divida,
concibiéndose al sujeto como instrumento. 
Santo Tomás contempla al joven como un estado temporal, en su texto: La Suma teológica,
cuando se pregunta ¿deben entrar en religión únicamente aquellos que se han ejercitado en
los mandamientos? Señala que:
“El Señor aconsejó la perfección al joven que dijo que había guardado los
mandamientos desde su juventud (Mt 19,20). Ahora bien: todo estado religioso tiene
origen en Cristo. Luego parece que sólo deben ser admitidos al estado religioso
aquellos que se han ejercitado en los mandamientos.” (Santo Tomás en San Agustín,1963, pág. 734).
1.2.3. Prescripciones de la juventud medieval. 
a. La noción de juventud en San Agustín de Hipona y Santo Tomas de Aquino.
El concepto de juventud en la edad media, al igual que en la Antigua, es uno de esos
elementos que no se tienen plenamente identificados como elementos propios del
conocimiento. Sin embargo, aparecen contenidos en la comprensión antropológica del
hombre. En este aspecto se debe tener en cuenta que la propuesta antropológica del ser
humano se concibe desde la perspectiva de la eternidad, de la comprensión del ser y de la
relación que este tiene con Dios. “¡Señor santo! ¿Cómo es posible que haya en mí algo capaz
de ti? Porque a ti no pueden contenerte ni el cielo ni la tierra que tú creaste, y yo en ella me
encuentro, porque en ella me creaste”. (San Agustín, 1957, Pág. 13).
30
El joven como lo vimos con el ejemplo de San Agustín es aquel que trasgrede, que se deja
gobernar por las apetencias del placer. El rol de la filosofía en este caso es el de orientar al
joven desprevenido para que comprenda el sentido de la vida y encuentro el bien supremo,
que se asocia con la vida eterna, con la sabiduría y la misma experiencia de Dios.
Tú eres Sumo y Óptimo y tu poder no tiene límites. Infinitamente misericordioso y
justo, al mismo tiempo inaccesiblemente secreto y vivamente presente, de inmensa
fuerza y hermosura, estable e incomprensible, un inmutable que todo lo mueve. (San
Agustín, 1957, Pág. 21).
b. Prescripción al joven sobre la religión. 
El desarrollo de los procesos medievales en el plano de la filosofía, se desarrollaron en un
plano muy cercano a la teología, incluso los procesos desarrollados desde la experiencia
laica, de una u otra manera terminaban aduciendo a problemas, nociones y conceptos propios
de la cuestión de Dios. De esta manera se podría afirmar que las cuestiones del pensamiento
occidental en la edad media dilucidaban alguna cuestión relacionada con la teología. En este
sentido los procesos de interpretación de lo antropológico, lo epistemológico, lo moral o lo
político estaban constreñidos al sistema Teo-filosófico propio del medioevo. Por ello nada
podría escapar del cristianismo, en el desarrollo de los modelos políticos, estos hacían
reverencia al poder supremo de la religión, incluso el poder político se subsumió ante el
poder religioso, la heteronomía era generalizada. 
La religión prescribía al joven religioso, el adoctrinamiento era tal que el joven debía
considerarse en servicio a Dios y a la creciente iglesia y las creencias epistémicas, metafísicas
y culturales que ya desde el siglo IV empezaron a generar una doctrina respetable. San
Agustín decidió convertirse a la religión y motivado por la gracia de Dios, transformó
drásticamente sus hábitos y costumbres. Habiendo vivido una suerte de accidentes de los
cuales en su adultez decidió arrepentirse, se condujo a formar una serie de jóvenes para que
no cayesen en los pecados que él mismo vivió en carne propia. 
31
Por su parte Santo Tomás, casi diez siglos después, fue la muestra extrema de la total
prescripción de la religión sobre los jóvenes de su época. Nacido, criado y educado en un
contexto integralmente eclesial, Santo Tomás de Aquino pasó toda su infancia, su juventud, y
su vida adulta, (puesto que falleció casi quincuagenario), en un ambiente totalmente religioso,
y su proceso de vida consistió en profundizar aún más en la comprensión de la gracia divina. 
32
1.3. Juventud moderna: el Emilio de Rousseau y pedagógica Kantiana.
La modernidad ancla sus aportes en el prodigio de la razón. La precisión y rigurosidad del
conocimiento científico, los aportes sistemáticos del conocimiento y el desarrollo de modelos
teóricos han logrado que el hombre determine la realidad y establezca las leyes y los
procedimientos para erigirse sobre el progreso y así alcanzar la libertad. La modernidad hace
del joven un sujeto de conocimiento, que debe aprender a dominar la ciencia y la naturaleza,
incluso comprenderse como un animal racional y de esta manera educarse para domesticar su
animalidad y hacer florecer la humanidad.
Dos grandes pensadores que nacieron a principios del siglo XVIII fueron Jean Jaques
Rousseau e Immanuel Kant, estos autores el primero suizo y el segundo alemán (en esa época
prusiano), también dedicaros algunos de sus esfuerzos para pensar el concepto de la juventud.
El filósofo nacido en Ginebra ha sido referente en las ciencias políticas: pilar fundamental de
la constitución de los estados modernos y profundo investigador de la cultura humana. Por su
parte, el nacido en Königsberg fue el pionero en el idealismo trascendental, ha establecido los
límites de la razón y ha generado todo un marco ético sobre la cultura de Occidente. Ambos
autores fueron europeos, fervorosos creyentes protestantes y sobre todo forjadores de una
tradición filosófica, fueron un hito en la modernidad. La pregunta con relación a la juventud
se responde en sus textos sobre la educación: Rousseau nos comparte su visión sobre la
juventud en el texto, el Emilio y Kant nos señala los rasgos de la juventud en su obra
Pedagogía. 
El Emilio de Rousseau
Rousseau contempló todo un sistema filosófico para establecer los criterios sobre como
educar al joven moderno. En su esfuerzo, desarrollo un texto en el cual describió los pasos
que se deben tener en cuenta para educar a un joven, estableciendo los preceptos pedagógicos
en función de su sistema filosófico centrado en la razón y las leyes, así como la sociedad del
contrato social. 
El Emilio se ocupa del aspecto propiamente educativo; en él expone Rousseau un
método pedagógico que aspira a formar al hombre de acuerdo con su auténtico ser
33
natural, con el fin de evitar la corrupción que la entrada en sociedad lleva consigo. En
esta obra se atiende al hombre considerado como ser individual con el fin de
proporcionarle todo aquello que necesitará al llegar a la madurez y entrar a formar
parte del tejido social. La educación consiste, por tanto, en la tarea lenta y gradual que
hace posible el ejercicio de las capacidades que el hombre ha recibido de la
naturaleza, es decir, le pone en condiciones de aprender a vivir. (Santacruz, 2005, Pág.
360).
Rousseau en su libro IV del texto el Emilio o de la educación, hace referencia a las
instrucciones que debe recibir Emilio en la edad temprana de la juventud específicamente de
15 a 20 años. Haciendo de esta manera una propuesta directa para el gobierno del sujeto
joven, en su proceso de educación. 
El niño debe ser considerado no como un adulto o un hombre incompleto, sino como
un ser en sí mismo, sin juzgar su comportamiento y actitud según parámetros propios
de la edad adulta, pues esto supondría hipotecar su felicidad presente con vistas a un
futuro que no está garantizado… hay que considerar al hombre en el hombre y al niño
en el niño. (Santacruz, 2005, Pág. 365).
Con esta clara distinción Rousseau nos permite pensar al joven y al niño como un sujeto
diferente del adulto. Él considera que el proceso de educación del niño debe darse en un
ambiente ajeno a la sociedad constituida en las ciudades, según el filósofo se debe generar un
proceso educativo mostrativo y experiencial, el cual aproxime al individuo con sus
necesidades básicas en un contexto natural que le permita desarrollar sus habilidades
mediante la superación de los obstáculos del contexto y mediante la cual el individuo
desarrolle su razón mediante sus propios descubrimientos. 
En la adolescencia, señala el autor, es cuando debe dársele a Emilio la educación moral y
religiosa, así como la formación adecuada para el matrimonio. 
Se trata de una etapa crítica en la que tiene lugar lo que Rousseau llama el«segundo
nacimiento», pues constituye el verdadero despertar del hombre a la vida. En este
momento adquiere relevancia la noción de amor de sí que es, según él, la pasión
primitiva a partir de la cual se originan todas las demás. La moralidad no es otra cosa
34
que el desarrollo o despliegue de las pasiones o sentimientos naturales del hombre y
su comienzo está señalado por la aparición de la voz de la conciencia, que es fruto de
la doble relación del hombre consigo mismo y con los demás. (Santacruz, 2005, Pág.
366)
Rousseau plantea que el hombre debe entregarse a los designios de la buena razón, y debe
hacerlo mediante un proceso de descubrimiento individual. La sociedad tal como se presenta
contiene una serie de dinámicas que en sí mismas pueden ser nocivas para la moral y la
religiosidad del individuo. Las instituciones y las prácticas: educativas, religiosas, políticas
están corruptas y atienden a las pasiones humanas. Los hombres deben educarse para
establecer los sentidos de justicia y restablecer esas prácticas y esas instituciones. “De este
modo, el instinto, el impulso físico y el apetito, que imperaban en el estado de naturaleza, son
sustituidos en el estado social por la justicia, el deber y el derecho, que se abren al mundo de
la moralidad.” (Santacruz, 2005, pág. 368).
Mediante esta metodología Rousseau define al joven como un sujeto de conocimiento, y le
prescribe la manera mediante la cual debe comprender su propia condición animal y humana.
le orienta para que sea un buen ciudadano, para que aprecie a Dios y le rinda obediencia y
gratitud, estableciéndole la conciencia moral como un absoluto, regla única de la acción que
domine sus pasiones y le haga útil para la sociedad. 
La pedagógica kantiana
Kant fue un ferviente lector de Rousseau y vio en él al Newton del mundo moral y conservó
del filósofo suizo “la idea, que la conciencia moral es un absoluto, regla única de la acción y
fundamento de las certezas metafísicas… toda moralidad reside en la pureza de intención, sin
referencia a la materia o al objeto de los actos humanos” (Verneaux, 1977, Pág. 161).
Kant es sin duda uno de los filósofos más determinantes en la cultura de Occidente, sus
profundos estudios sobre la epistemología, la ciencia y la moral, se resaltan como los aportes
más importantes en el sistema filosófico de Occidente. La crítica de la razón pura es un hito
filosófico. 
35
Kant es el filósofo de la cultura moderna. Kant no se limitó a formular una teoría del
conocimiento científico; meditó asimismo con hondura y sagacidad en los temas de la
cultura moral, de la religión y del arte, no menos en las exigencias políticas y
pedagógicas que iba reclamando ya la vida contemporánea. (Larroyo, en Kant 2008,
Pág. IX).
De igual manera su razón práctica puede comprenderse como la piedra angular de la sociedad
de derecho y del orden mundial que lleva al cosmopolitismo. Dicho orden requiere de un
dominio de la razón en las conductas y las relaciones del individuo humano y sus
comunidades. 
Kant pone al ser humano en el centro del pensamiento, como actor protagónico, con el poder
total de dominar la naturaleza y sus implicaciones. Mediante la razón el individuo humano
puede comprender las leyes científicas y gobernar el uso de estas para la transformación de la
experiencia. Kant incluso propone al individuo humano el permitirse construir una moral
razonada que permita la ecumenicidad y la estabilidad de las leyes para que el gobierno
universal y armónico sea posible. Kant prescribe un recetario de conductas mediante las
cuales la razón aflore para permitir una armonía social, política, religiosa de orden universal. 
Kant establece en la conciencia humana la base para el desarrollo una sociedad ecuménica,
justa y ordenada. “en el protestantismo se trata de la conciencia religiosa, libre para
interpretar la escritura sin compromisos dogmáticos... Kant transporta la idea al plano moral:
la conciencia es autónoma, solo obedece a las leyes que se da a sí misma” (Verneaux, 1977,
Pág. 159).
Al filósofo alemán no le basta solo con desarrollar el concepto de autonomía en la conciencia
moral, exhorta a cada persona para que sea responsable de sus propios designios. Además,
concibe la moral como un imperativo que tras el ejercicio de la razón le permita al hombre
desarrollarse progresivamente hacia la perfección. 
En Kant llama la atención su profunda creencia en la idea de progreso del género
humano hacia lo mejor, idea heredada de Wolff cuya tesis principal es la
perfectibilidad el hombre. Por esta razón para Kant, el hombre es producto de lo que
la educación hace de él “Arrebata imaginar que la naturaleza humana se desarrolle
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cada vez mejor mediante la educación y que ésta pueda adquirir una forma adecuada
para la humanidad. Esto nos abre la perspectiva de un futuro género humano más
feliz” (Kant, 2003, Pág. 20). 
El progreso al que se refiere Kant no es un progreso intelectual o material, es un progreso
moral. Por ello el filósofo alemán señaló que:
la moral en la medida en que se funda en el concepto del hombre como un ser libre,
pero también, por lo mismo atado, por su razón, a preceptos imprescindibles, no
necesita ni la idea de otro ser por encima de él (el hombre) para reconocer su deber, ni
ningún otro estimulo que precepto mismo para cumplirlo. (Kant, 2003, Pág. 23). 
De esta manera establece el ejercicio de la autonomía moral como un acto de la conciencia
humana. De cierta manera se puede enunciar que Kant plantea un sistema filosófico en el que
la autonomía es el fin de la educación del joven. Sin embargo, dicha autonomía solo se puede
conseguir mediante un riguroso proceso pedagógico. Un proceso en que se educa al joven
para que comprenda todas las pautas sociales, las pautas morales y sobre todo el intelecto
para comprender la naturaleza, sus normas y sus leyes. Incluyendo en la naturaleza a los seres
humanos y sus sociedades. De esta manera se podría decir que Kant prescribe la autonomía,
sin que esto sea una antinomia.
A continuación, analizaremos las prescripciones que establece Kant para que el joven se
eduque con base al sistema filosófico que propone en su obra: Pedagogía. 
La pedagógica kantiana parte de la siguiente premisa “El hombre es la única criatura que ha
de ser educada. Entendiendo por educación los cuidados (sustento, manutención), la
disciplina y la instrucción, juntamente con la educación. Según esto, el hombre es niño
pequeño, educando y estudiante.” (Kant, 2003, Pág. 29). El filósofo de Königsberg, en su
texto pedagogía, recoge una serie de reflexiones construidas en sus clases como profesor, en
ellas realiza un fuerte llamado a los educadores para cultivar una serie de valores en los
estudiantes. 
En primer lugar, rememora las apuestas pedagógicas de la Grecia clásica, aludiendo a la
capacidad de educar en las ciencias, la vida política y las costumbres morales. En el texto
también se evidencia la influencia de la ilustración y la confianza desmedida en la razón
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humana, siendo ésta la principal vía para la cultivación del hombre. Finalmente resalta los
ideales pedagógicos relacionados al naturalismo, expuestos por Rousseau en el Emilio. 
Kant, le prescribe al joven de su época que debe someterse al gobierno de su razón,
determinando cuatro características para el desarrollo de su proceso formativo. El joven debe
ser disciplinado, cultivado, prudente y moral. En este sentido debe despojar la animalidad de
la humanidad. Debe dotarse de instrucción científica y aprender los contenidos de la historia,
el derecho, la política para tener mayor inteligencia. De igual manera debe entrenarse en las
prácticas cívicas y respetar la ley. Finalmente debe ser crítico y establecer un orden entre los
fines y los medios, como una práctica de sumoral. 
1.3.1. Prescripciones de la juventud moderna. 
a. La noción de juventud en Rousseau y Kant.
Como hemos visto en el análisis de los textos pedagógicos de Kant y Rousseau, los filósofos
conciben al joven como un sujeto de conocimiento, el cual debe ser educado, entrenado e
instruido, con el fin de que conciba a la razón como el único medio para superar la
animalidad que universalmente se sitúa en la condición humana. En esta lectura se denota la
fuerte creencia que el joven debe ser educado en función de la sociedad y las normas
establecidas en el contrato social, y la educación debe contemplar una serie de ejercicios para
que la razón le dé su condición de sujeto social. 
El joven debe además reconocer en la sociedad y en las leyes un estadio de superación
humana debe constituirse como un ser capaz de dominar sus propias pasiones y disponerse
para vivir en sociedad, respetando las normas civiles, creciendo intelectualmente y
debiéndole respeto y agradecimiento al dios moderno. 
El joven para ambos filósofos es un sujeto ya domesticado, es un ser que mediante la
exploración del mundo ha aprendido a desarrollarse física e intelectualmente, justamente la
edad de la juventud es la edad en la que el joven debe educarse en la ética y empezar a ser
partícipe de las disposiciones cívicas y políticas.
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Es decir, ha dejado de ser niño y ahora puede empezar a inmiscuirse en las determinaciones
políticas, para lo cual debe dejar que la razón le gobierne y ayude a consolidar una sociedad
de derecho, ordenada y respetuosa de la norma. 
b. Prescripciones al joven frente a la razón y la naturaleza humana. 
El joven debe tener completo gobierno de su razón, pero debe someterse a los designios de
esta. Es autónomo en la medida que por sus propios medios debe llegar a los razonamientos
universales, pero debe someterse a las leyes de su propia razón y debe destruir lo que en él
haya de salvaje o animal. Debe eliminar las pasiones. 
Básicamente el joven prescrito por la filosofía moderna debe confiar plenamente en su razón
y a partir de ella construir una sociedad normativa, ecuménica y ordenada. Dejando a un lado
los sentimientos y las emociones. Heredero de la tradición cartesiana, debe acogerse a la res
cogitas, y ver con desconfianza la naturaleza y las ilusiones de la res extensa. 
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Fundamentación de la juventud según Occidente. 
Sin duda la filosofía de Occidente ha tenido una preocupación por el desarrollo del concepto
de la juventud. La filosofía de Occidente ha determinado el rol de los jóvenes y ha prescrito
el desarrollo de la juventud en función de la sociedad, de la religión y de la razón. Desde la
filosofía antigua, la medieval y la moderna, se ha construido al joven como un ser que debe
ser moldeado, educado, instruido a imagen de la filosofía para que sea un ser que contribuya
a la sociedad. 
En las etapas que revisamos: la antigua, la medieval y la moderna, el filósofo en Occidente
tiene la envestidura de ser preceptor y prescriptor de la realidad, desde los sistemas
filosóficos que diseña quiere involucrar a las sociedades para que funcionen como
experimentos y de esta manera se generen sociedades más ordenadas. 
El joven debe ser respetuoso de la norma, dominar sus pasiones, doblegar lo salvaje o animal
que en él habita para que todo permanezca en orden. Tanto para el joven de la polis y los
dioses domésticos de la antigua Grecia, o para el joven religioso de la edad media, quien debe
doblegar su voluntad ante la gracia de Dios, e incluso para el joven ilustrado de la edad
moderna, quien debe ser fuente de sabiduría y mediante la razón erigirse a un estadio superior
del ser humano con el fin de generar mayor armonía en su sociedad. 
He aquí el proyecto prescriptor de la filosofía de Occidente con relación a la juventud. 
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Capítulo 2.
FILOSOFÍA DESCRIPTIVA DE LA JUVENTUD: ANÁLISIS DE LAS
CONDICIONES JUVENILES SEGÚN LA FILOSOFÍA DE OCCIDENTE
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2. CAPITULO II. FILOSOFÍA DESCRIPTIVA DE LA JUVENTUD: análisis de
las condiciones juveniles según la filosofía de occidente.
INTRODUCCIÓN
Hemos revisado el papel de la filosofía de Occidente con relación a la juventud desde el
enfoque prescriptivo, determinando que las filosofías de la edad antigua, la medieval y la
moderna, hicieron inmensos esfuerzos por definir una ruta pedagógica para prescribir el
deber ser de la juventud. En el capítulo anterior analizamos los intentos de los filósofos por
generar un modelo de educación para hacer que los jóvenes desarrollaran una serie de valores
morales, cívicos, políticos y hasta sociales, con el objetivo de contribuir en la construcción de
sociedades más justas, ecuánimes y ordenadas. Sin embargo, sus textos no nos permiten
identificar cual fue el resultado de dichas empresas. Lo que si podemos determinar es que
cada época tuvo una apuesta en función de la educación de los jóvenes y desde luego cada
una de ellas respondían a sus propios contextos históricos y filosóficos. 
En el siglo XX, la filosofía de Occidente tiene una transición a procesos de pensamiento que
atienden a la realidad global, ya no es posible diseñar más sistemas filosóficos con la
pretensión de que la sociedad se moldee según el pensamiento de un filósofo sentado en su
escritorio. La realidad ha implicado la existencia de múltiples sistemas de pensamiento, de
realidades como los conflictos bélicos universales que sacuden la sociedad o la entrada de
una economía salvaje que hace que la relación entre Estados, sociedades e individuos resulte
llena de múltiples realidades. En este contexto surge la filosofía contemporánea, y el rol del
filósofo atiende ahora a las convulsiones del mundo emergente. El filósofo entre diversos
roles se detiene a observar y a describir los fenómenos de esta realidad. Una rama de la
filosofía abre camino a la sociología, a la psicología y otras ramas del conocimiento
generando diálogos muy interesantes para describir estas realidades de una manera que
enriquece el conocimiento social. 
En Occidente a finales del siglo XIX y comienzos del XX la filosofía contemporánea generó
una serie de rupturas en la filosofía tradicional, como consecuencia de las grandes
conmociones políticas, económicas y sociales resultantes de las guerras mundiales. 
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Estos procesos de ruptura modificaron la forma de hacer filosofía, permitiendo que la noción
de juventud tuviese un tratamiento totalmente diferente, al prescriptivo. La crítica sobre la
condición del sujeto como ser de la existencia y sobre la subjetividad, propia en la filosofía
contemporánea y actual permiten desarrollar una filosofía descriptiva, que para el caso de la
juventud generan una lectura filosófica con una intención diferente al de prescribir, poniendo
al joven como un objeto que se autodetermina y desarrolla sus propias lógicas. 
Ya no espera a que los filósofos adultos prescriban sus existencias, sino que asumen su
postura y desarrollan conocimiento a partir de ella. Ejemplo de esto, es el proceso conocido
como mayo del 68 con filósofos como Michel Foucault y otros autores que posteriormente
desarrollan una postura hermenéutica sobre la constitución de las juventudes
contemporáneas, como Giorgio Agamben. Para el presente texto analizaremos Los
innombrables e Historia de la sexualidad de Foucault y el Infancia e historia de Agamben
Posteriormente se contrastará la visión de la juventud desde los filósofos contemporáneos y
actuales quienes reconocen al joven como actor autónomo en el desarrollo de los procesos
políticos y epistemológicos. 
La filosofía descriptiva, se concibe como la que surge de la reflexión de los filósofos que, en
su condición de jóvenes, han tenido una serie de posturas filosóficas, que permitieron
desarrollar una filosofía

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