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Riesgo cambiario
Existen 2 tipos de Riesgo cambiario; a corto y a largo.
En el corto plazo, es decir lapsos que sean inferiores a un año, el riesgo cambiario para la empresa está presente en los pagos y en los ingresos futuros, provenientes generalmente del comercio internacional, dado que este opera con una modalidad de plazo para el pago de la mercancía despachada que oscila entre los seis y los nueve meses, lo que coloca un período de seis a doce meses entre los momentos de cierre del negocio a un precio en divisa y de recibo o entrega del pago de la mercancía.
Una empresa exportadora será afectada negativamente por subdevaluaciones de la moneda local, o sea, devaluaciones por debajo de paridad, ya que los recibos de montos futuros de divisa serán convertidos en menores montos de moneda local que los estimados inicialmente. Además la evolución de los precios en divisa de sus productos tendría que superar a la tendencia de la inflación internacional, para mantener la rentabilidad, con la consiguiente pérdida de competitividad internacional.
Situación contraria ocurriría en el caso de una sobredevaluación de la moneda local frente a la divisa, o sea, devaluación por encima de paridad; en ella la empresa exportadora se vería afectada positivamente, tanto en los ingresos como en la competitividad de sus productos.
Análogamente se puede analizar a la empresa importadora. Una sobredevaluación la afectaría negativamente ya que los pagos de montos futuros de divisa serán convertidos en mayores montos de moneda local que los estimados inicialmente. Caso contrario ocurriría con una subdevaluación de la moneda local frente a la divisa, o sea, devaluación por debajo de paridad; en ella la empresa importadora se vería afectada positivamente en cuanto menores serán las erogaciones en moneda local, frente a las cifras estimadas.
En el largo plazo, períodos superiores a un año, el riesgo cambiario opera principalmente en los capitales que las empresas mantienen como inversiones en divisa o bien en las deudas denominadas en divisa. Las empresas inversionistas en divisa se verían beneficiadas con una sobredevaluación, tanto en la cuantificación de dichas inversiones en moneda local como en el flujo de fondos a través de los mayores intereses generados al convertir los montos originales en divisa a moneda local. Caso contrario ocurriría con una sub devaluación.
Mientras tanto las empresas deudoras en divisa se verían beneficiadas con una sub devaluación, tanto en la cuantificación de sus pasivos extranjeros en moneda local como en el flujo de fondos, debido a los menores intereses generados al convertir los montos originales en divisa a moneda local. Caso contrario ocurriría con una sobre devaluación