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Las revoluciones liberales (Lettieri) La revolución inglesa: Se desarrollo durante cien años (se produjo en el siglo XVII). Esta fue un proceso de transformación que concluyo con la consolidación de un modelo político característico: la monarquía parlamentaria. Durante los siglos XIV y XV Inglaterra asistió una serie de transformaciones económicas. Un grupo social que adquirió gran importancia fue la burguesía rural. La enorme mayoría de la población estaba privada de la capacidad de sufragar, a la que solo accedían la nobleza y la burguesía más adinerada y exitosa. Carlos I fue derrocado y ejecutado en 1640, Carlos II, nuevo rey, insistió con el proyecto absolutista pero la revolución de 1688 acabo definitivamente con las pretensiones de los Estuardo (movimiento llamado Revolución Gloriosa porque consiguió implementarse sin derramamiento de sangre) una vez derrocado el monarca se decidió instalar en el trono ingles a Guillermo de Orange. Con esta revolución nació el nuevo tipo de modelo político: la monarquía parlamentaria, donde el punto neurálgico del proceso de toma de decisiones políticas e institucionales se desplazaba de la monarquía al parlamento. Loque la burguesía había estado buscando en toda Europa era acabar con la monarquía y con los privilegios que la sociedad nobiliaria asignaba a los aristócratas. Su argumento principal era que existía un estamento productivo y otros dos que vivían a expensas de ella: la aristocracia y el clero. Los modelos de la monarquía absoluta y la parlamentaria tuvieron como principales publicistas en Inglaterra a dos filósofos políticos: Hobbes y Locke. La revolución norteamericana: la forma de organización de las colonias se trataba de un poder metropolitano establecido en América, un poder de ocupación que solo permitía cierta participación de los vecinos. Los colonos ingleses que se establecieron en América del norte pertenecían a dos grupos sociales diferenciados: el sur, se trataba de aristócratas segundones que no tenían mayores perspectivas de éxito económico en las propias islas británicas; y as colonias del norte estaban habitadas por comunidades perseguidas en Europa por cuestiones religiosos o políticas. En 1756-1763 Inglaterra y Francia se enfrentaron en la guerra de los siete años en la que Francia debió pedir la paz y por lo que perdió los territorios en América del norte. La revolución norteamericana no fue revolucionaria en sus orígenes sino que los norteamericanos llegaron a la revolución por la puerta de los hechos. Pretendían que la burguesía norteamericana tuviera miembros en el parlamento del mismo modo que tenia la burguesía inglesa. Norteamérica tenia autogobierno, es decir que cada comunidad elegía sus propias autoridades. Estaban obligados a aceptar la autoridad del rey y del parlamento y a pagar impuestos. Los norteamericanos eran una sociedad pequeña y marginal que declararon su independencia en 1776 desafiando a la principal potencia marítima y militar del mundo. Para sobrellevar esa situación un conjunto de naciones que habían sido derrotadas en el pasado por Inglaterra, vinieron en su ayuda. Finalmente Inglaterra decidió dar un paso al costado. Los norteamericanos organizaron su propio régimen, el cual es similar al de la actualidad: un presidente y dos cámaras. La revolución francesa: esta fue importante por el conjunto de valores que triunfaron con ella: libertad, igualdad y fraternidad. Los estados generales eran convocados por el monarca cuando había situaciones de gravedad nacional. El primer estamento era el clero, el segundo la nobleza y el tercero era el Tercer Estado (campesinos, burgueses y artesanos que pagaban impuestos). El monarca francés convoco a los estados generales en 1788 porque Francia se encontraba en una situación económica caótica. El tercer estado respondió a la convocatoria de los estados generales pero sus representantes anunciaron que no se reunirían como estados generales ya que se iban fijar impuestos que iban a pagar ellos. Por eso anunciaron que sesionarían bajo la forma de asamblea nacional (en esta los representantes de los tres estamentos eran convocados a sesionar en conjunto para resolver cuestiones apremiantes, obviando las diferencias de estatus nobiliario. En este caso el voto de cada persona valía igual) Quienes participaban de la reunión de los estados generales solo podían votar por si o no a la moción que presentaba el rey. En cambio en la asamblea nacional se podía tratar cualquier tema, es por eso que el tercer estado planteo, y logro imponer, fue el tratamiento de un nuevo contrato social, de una constitución (que sanciono la instauración de una monarquía parlamentaria), el sufragio universal, la Declaración de los derechos del hombre y el ciudadano, garantizo los derechos de transito, de propiedad, de libre comercio y de libertad de pensamiento y expresión. Dentro de la asamblea nacional se formaron tres grupos: los girondinos y los feuillants estaban constituidos por sectores burgueses muy moderados, cuyo objetivo era construir una monarquía parlamentaria y obtener algunos avances significativos en materia de derechos civiles y políticos; los jacobinos querían mejorar la condición de los sectores más pobres e imponer sanciones más drásticas. La revolución francesa atraviesa etapas: 1. 1789-1792: dominada por sectores girondinos y feuillants donde se proclamo la monarquía constitucional y la ampliación del sufragio 2. los jacobinos sellaron una alianza con los sectores populares (llamados sans-culottes) quienes, en 1794 concretaron un golpe de estado 3. los sans-culottes impusieron un nuevo régimen, el directorio, que concentro la capacidad de decisión en el poder ejecutivo. Entre 1794 y 1799 emergió el liderazgo de Napoleón. Bajo la conducción de él los ejércitos revolucionarios pasaron a expandirse por gran parte de Europa. Por un lado la revolución difundía un mensaje de libertar, igualdad y respeto por las libertades burguesas, que le permitió ser calificada como progresista por los grupos burgueses de las nuevas regiones en las que hacia pie y por los intelectuales que adherían al liberalismo; por otra lado las respuestas políticas que elaboraba Napoleón reconocían una matriz monárquica y reaccionario que en varios aspectos permitía rememorar los tiempos del antiguo régimen.
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