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Perforación Timpánica

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GUÍAS DIAGNÓSTICAS OTORRINOLARINGOLOGÍA 
 
4.- PERFORACIÓN TIMPÁNICA. 
Introducción 
La membrana timpánica debe mantener sus cualidades mecánicas para permitir una correcta 
audición. Si existe una perforación, deben considerarse los siguientes aspectos: 
 
Tamaño. Se cuantifica en porcentaje. 
 
Localización con respecto a cuatro cuadrantes de la MT (anterosuperior, anteroinferior, 
Posterosuperior, Posteroinferior). Dependiendo del remanente de membrana existente se clasifican 
en Centrales: Si alrededor de toda la perforación existe remanente. Marginal: Si en algunos de sus 
bordes no existe remanente y está en contacto con la pared del conducto auditivo externo. 
Subtotal: Cuando existe un pequeño remanente de anillo timpanico y Total: No existe remanente 
alguno. Las perforaciones en la Pars Fláccida deben buscarse intencionalmente, son resultado de 
bolsas de retracción por una disfunción tubárica severa o crónica y pueden alojar pequeños 
colesteatomas aticales que sin una revisión adecuada pueden pasar fácilmente desapercibidos. 
 
Codificación del diagnóstico CIE 10: H72.9 
 
Elementos diagnósticos. 
Anamnesis: Síntomas: Otalgia, Otorragia, Otorrea, hipoacusia, vértigo, Acúfeno. 
Inicio: agudo, crónico o recidivante 
 
Causa: traumática (explosión, manipulación, cuerpos extraños, bofetadas), quemaduras (químicos 
o chispas de soldadura), infecciosa o iatrogénica (cirugías otologicas previas). Exploración: Se 
requiere de lámpara o espejo frontal, otoscopio de baterías, con conos desde el número 3 al 6. 
Perilla de insuflación para otoscopia neumática (diagnóstico diferencial con membranas 
monoméricas o atelectasias). Cucharillas de extracción de cerumen, un microscopio otológico con 
lente de 250 mm., sistema de aspiración con agujas desde 17 a 20 mm., pinzas otológicas y picos 
con distintas puntas. Si es posible un otoendoscopio de 4 mm o 2.7 mm, con éste se detectan 
pequeños colesteatomas o perforaciones de difícil visualización. 
 
Las principales estructuras a valorar son: Conducto auditivo externo: extrayendo cerumen, 
cuerpos extraños, costras hemáticas, secreciones, etc. Membrana Timpánica: Identificando la pars 
flácida y la pars tensa, con los puntos de referencia anatómica (umbo, mango del martillo y reflejo 
de la luz), de color gris perlado translúcido. Cadena osicular: Valorar localización e integridad o 
erosión. Mucosa de la caja timpánica: A través de la perforación debe observarse si es delgada y 
pálida, si la mucosa está engrosada, hiperémica, polipoide o existe secreción purulenta, la cirugía 
debe posponerse. Trompa de Eustaquio: Se utilizan las maniobras de Valsalva y la de Toynbee 
(deglución con nariz cerrada) para valorar su permeabilidad. 
 
Datos de laboratorio y gabinete. 
Bacteriología: Cultivos para gram positivos, gram negativos y hongos, los gérmenes varían de 
acuerdo a la cronicidad, los más comunes son: Staph. Aureus, E. coli, Klebsiella sp, Proteus, 
Pseudomona sp. Aspergillus níger y flavus y Candida Albicans. 
 
Radiología: La tomografía computada de oídos en cortes axiales y coronales es el estándar de oro. 
Se indica en los oídos con secreción crónica. Se valora la trompa de Eustaquio, la caja timpánica, 
la cavidad mastoidea, la cadena osicular, la membrana timpánica, el conducto auditivo externo y el 
nervio facial. 
 
Nasofibroscopia flexible: Valora la situación rinosinusal y de la trompa de Eustaquio. 
Audiometría tonal: Cuantifica en decibeles la capacidad auditiva observando el impacto de la 
perforación en dicha función. 
 
 
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Indicaciones terapéuticas. 
 
Médico. a) Antimicrobianos. Perforación aguda: Penicilinas, cefalosporinas de 1a y 2ª generación, 
macrólidos. En patología crónica utilizamos Quinolonas, cefalosporinas de 2a gen. 
b) Descongestivos y esteroides nasales: En caso de patología rinosinusal agregada 
(Pseudoefedrina sistémica, u oximetazolina nasal tópica, mometasona, fluticasona, etc.) 
c) Antihistamínicos: Solo en caso de que exista una comorbilidad alérgica. 
 
Quirúrgico. El 90% de las perforaciones agudas se reparan espontáneamente, en caso contrario, 
se realiza tímpano plastia: Colocación de diversos materiales (papel arroz, fascia temporal, 
pericondrio y cartílago de trago, colágeno, etc.) en la perforación que sirvan de sustrato para la 
regeneración de la membrana. Se utilizan técnicas endomeatales (a través del conducto auditivo 
externo) y las retroauriculares (con una incisión por detrás del pabellón). 
 
Medidas Higiénicas y dietéticas. Evitar la entrada de agua al bañarse, colocando un algodón en 
la entrada del conducto y aplicando una capa de vaselina sólida. No debe sonarse enérgicamente 
la nariz, ni introducir objetos al oído (incluyendo hisopos). La dieta es normal. 
 
Ejercicio y estilo de vida . Se prohíbe estrictamente cualquier deporte acuático, o en los que se 
pueda recibir traumatismos en el oído. Una vez que la perforación esté cerrada puede hacerse 
una vida normal, excepto realizar clavados o buceo. 
 
Educación y cuidados específicos. Asear los oídos durante el baño; siempre y cuando la 
membrana timpánica esté íntegra debe permitirse la entrada de agua y jabón suavemente y secar 
con una toalla el exceso de agua, nunca introducir papel, algodón u otro objeto. Deben ser 
atendidas de inmediato, las infecciones respiratorias para evitar una nueva afección al oído. 
 
Pronóstico. Las perforaciones timpánicas pequeñas, traumáticas o por otitis agudas son de buen 
pronóstico, con cierre completo en el 95% de los casos aun sin cirugía; las perforaciones 
subtotales, las anteroinferiores (por disfunción tubotimpánica) y en las que existe una patología 
inflamatoria o infecciosa del oído medio y mastoides son de peor pronóstico. 
 
Prevención y manejo de complicaciones. Es importante la educación de la familia de 
preescolares en quienes existe una mayor incidencia de otitis media aguda resultante en una 
perforación timpánica o bien, en otitis media crónica con o sin colesteatoma. 
Las complicaciones pueden ser leves (hipoacusias superficiales) o severas (neurológicas), estás 
últimas deben manejarse intrahospitalariamente. 
 
Criterios de curación, mejoría y alta. La curación de una perforación timpánica es el cierre 
completo. Mejoría es aquella perforación que ha cerrado pero que presenta anormalidades que 
pueden o no interferir con la audición (Ej. Retracción o lateralización del injerto), o bien, que el 
tamaño de la perforación se haya reducido significativamente después de la cirugía siendo así más 
funcional. El alta del paciente se indica aproximadamente después de los seis meses de haber 
mantenido una membrana íntegra, sin embargo, el seguimiento continuará cada seis o doce meses 
por lo menos cinco años y según la evolución. 
 
Indicaciones de Hospitalización. La sospecha de neuroinfección (meningitis, absceso cerebral, 
hidrocefalia otítica); u otras como laberintitis, neuronitis vestibular y otros vértigos. 
 
Referencia y contrarreferencia. Debe referirse al especialista si persiste secreción purulenta a 
través de la perforación timpánica dos o tres semanas posteriores a iniciar el tratamiento 
adecuado; o bien, si la perforación no ha cerrado dos meses después de haberse mantenido un 
oído satisfactoriamente seco. O bien, en caso de sospecha de complicación. 
La contrarreferencia se hará bajo los criterios de curación, mejoría o alta ya mencionados. 
 
 
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DIAGRAMA DE FLUJO 
 
 
AGUDA 
(TRAUMATICA, OMA) 
CRONICA 
 (Mas de 6 meses) 
PERFORACION TIMPANICA 
 CON 
SECRECION 
 SIN 
SECRECIÓN 
SIN PATOLOGIA 
TIMPANOMASTOIDEA 
CON PATOLOGIA 
TIMPANOMASTOIDEA 
COLOCACION 
DE PARCHE 
TIMPANOPLASTIA 
TIMPANOMASTOIDECTOMIA 
CIERRE DE 
PERFORACION 
PERSISTENCIA 
DE 
PERFORACION 
CIERRE DE 
PERFORACION 
COMPLICACIONES 
O PERSISTENCIA 
DE PERFORACION 
VIGILANCIA Y 
ALTA 
PROTOCOLO 
DE OIDO 
CRONICO 
ANTIMICROBIANOS 
Y MEDIDASHIGIENICAS 
Bibliografía. 
1. Proctor B. Surgical anatomy of the Ear and temporal bone. Thieme Medical Publisher. New 
York. 1989; 230. 
2. Fisch U, May J. Timpanoplastia, Mastoidectomia y cirugía del Estribo. New York: Ed. 
Thieme 1994; cap 2; pp: 10- 32. 
3. Jaisinghani V, PaparellaM, Schacherm P. Tympanic membrane/ middle ear pathologie 
correlates in chronic otitis media. Laringoscope 1999; 109:712-716. 
4. Pelton S. Otoscopy for the diagnosis of otitis media. Pediatr Infect Dis 1998: 540-543. 
5. Thomassin JM, Paris J, Korchia D. Examen clinique d l’oreille. Encycl Med Chir Editions 
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