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Ética en el mercado 197 De acuerdo con los “hechos encontrados” aceptados por el juez que presidía el juicio contra Microsoft por anti- consorcios, la empresa emprendió una campaña para elimi- nar la amenaza que Netscape representaba para su monopo- lio. Primero, un equipo de ejecutivos de Microsoft se reunió con ejecutivos de Netscape en junio de 1995. El personal de Microsoft propuso proporcionar al navegador para las com- putadoras con Windows y Netscape, navegadores para todas las otras computadoras —en esencia, 10% de las computado- ras corrían con sistema operativo Apple, Os/2 o algún otro sistema menor. Un memo escrito al siguiente día por un eje- cutivo de Microsoft, que estaba presente, establecía que una meta de la reunión era “dejar en claro la propiedad de Mi- crosoft de la plataforma de cliente de Internet para Win95”. Netscape se rehusó a aceptar este plan de dividir el mercado de navegadores. Entonces, Microsoft rechazó compartir los códigos de Windows 95, de manera que Netscape no desa- rrollaría un navegador para esta plataforma. Netscape debía esperar varios meses después de la liberación de Windows 95 para obtener sus códigos y desarrollar una nueva versión de Navigator que aprovechara la interfase de aplicaciones de Windows 95. Microsoft también desarrolló su propio navegador a partir de un programa de navegación que tenía una licencia anterior de Spyglass Inc., dándole el nombre de Internet Ex- plorer y copiando muchas características de Netscape. (El presidente de Spyglass después se quejó de que “siempre que das una licencia de tecnología a Microsoft, tienes que enten- der que puede crecer por sí misma, quedar inmersa en un sistema operativo y dejarte fuera de ese negocio”.) Desafor- tunadamente, cuando Microsoft trató de vender su navegador en 1995, los usuarios sintieron que era inferior al de Netscape y las ventas se rezagaron. Microsoft continuó trabajando en su navegador y su cuarta versión, Internet Explorer 4.0, libe- rada a fines de 1997, por fin comenzó a ser comparable a la de Netscape. De todas maneras, pocas personas compraron Internet Explorer. Microsoft decidió usar su monopolio del sistema operativo para menoscabar a Netscape. En febrero de 1997, Christian Wildfeuer, un ejecutivo de Microsoft, sugirió en un memo interno que sería “muy difícil aumentar la par- ticipación del navegador sólo con base en los méritos de In- ternet Explorer 4. Sería más importante apalancar el sistema operativo para hacer que las personas usen Internet Explorer en lugar de Navigator de Netscape”. Si Internet Explorer se integra a Windows, de manera que cuando Windows se instale en una computadora éste lo haga en forma automá- tica, entonces los usuarios tenderán a usar Internet Explorer, en lugar de gastar en la compra y batallar con la instalación de Netscape. De acuerdo con esto, Microsoft incorporó en Windows 95 una copia de Internet Explorer que se instalaba cuando lo hacía Windows. Windows 98 fue más allá, inte- grándolo al sistema operativo, de manera que era muy difícil incluso para un usuario quitar Internet Explorer. Más aún, cuando un usuario lo “desinstalaba”, se quedaba en la com- putadora y aparecía cuando Windows 98 ejecutaba ciertos co- mandos. Aunque tal integración hizo que Windows 98 fuera más lento y consumiera más recursos de la computadora del usuario, también hizo más difícil y riesgoso que los usuarios intentaran sustituir Internet Explorer por Netscape Naviga- tor. Microsoft alegó que ahora “regalaba” Internet Explorer, pero los escépticos señalaron que los costos de desarrollar el navegador debían recuperarse con la venta de Windows; por lo tanto, una porción del pago del consumidor era el pago de esos costos de desarrollo. Microsoft hizo más que un paquete con Internet Ex- plorer y Windows. De acuerdo con los “hechos encontra- dos” por la Corte, Microsoft requería cualquier fabricante de computadoras que quisiera Windows, que aceptara no eliminar Windows Explorer y no promover el navegador de Netscape. Incluso, si un fabricante aceptaba no dar una copia de Netscape a sus clientes, Microsoft le daba un des- cuento en el precio de Windows. Debido a que el monopolio de Microsoft significaba que los fabricantes instalarán Win- dows en sus computadoras o hacerlas prácticamente inútiles, no tenían otra opción que firmar el acuerdo que eliminaba a Netscape del mercado. Aunque todavía se podía comprar una copia de Netscape en la tienda, el número de usuarios que lo hacían declinó. La compra de una copia de Netscape no sólo requería un pago adicional por software, que hacía más o menos lo mismo que el Internet Explorer, también requería la tarea artificiosa de quitar el navegador e instalar Netscape en su lugar. No fue sorprendente que la participa- ción de Netscape en el mercado bajara con rapidez y la de Internet Explorer subiera —un resultado exitoso de la estra- tegia de Wildfeuer para “apalancar nuestro sistema operativo y hacer que las personas usen Internet Explorer en lugar de Navigator”. Microsoft manejó la amenaza de Java pidiendo a Sun Microsystems el derecho a dar licencias y distribuirlo con su sistema de Windows. Sun le otorgó ese derecho, sin saber que Microsoft planeaba cambiar Java. La versión de Java que Mi- crosoft distribuyó ya no permitía que los programas normales corrieran en computadoras con el Java de Microsoft. en con- secuencia, había dos versiones de Java y la que la mayoría de los usuarios tenía instalada en sus computadoras con Windows era incompatible con la versión normal, ahora propiedad de Microsoft. En apariencia, Microsoft había planeado esto por- que un documento interno establecía que era una “estrategia objetiva” para que la compañía “eliminara la plataforma de Java” expandiendo el mercado “contaminado”, una referencia a la versión “contaminada” de Java propiedad de Microsoft. Como todas las computadoras basadas en Windows incor- poraban una copia de Java de Microsoft, los desarrolladores comenzaron a escribir programas para esta versión, no para la de Sun. Microsoft promovió este desarrollo ofreciendo apoyo técnico y otros incentivos. De hecho, había convertido a Java en parte de Windows, de manera que era muy pequeña la amenaza de que se volviera obsoleto. Vela�squez 04.indd 197 24/5/06 08:42:57 198 El mErcado y los nEgocios Pero el 18 de mayo de 1998 el Departamento de Justicia de Estados Unidos, entonces presidido por la abogada general Janet Reno (nombrada por el presidente demócrata Bill Clin- ton), levantó una demanda anticonsorcios contra Microsoft en la Corte del juez Jackson, asegurando que la compañía había violado el Acta Sherman al participar en un “patrón de prácti- cas anticompetitivas diseñadas para evitar la competencia por méritos de los navegadores, privar a los clientes de opciones y eliminar a los competidores en navegadores de Microsoft, en especial Netscape y Java”.3 El Departamento de Justicia ase- guró que Microsoft había violado la ley contra los consorcios de cuatro formas: a) había forzado a los fabricantes de com- putadoras que usaban su sistema operativo Windows a firmar acuerdos de no dar licencias, distribuir o promover productos de software que compitieran con los suyos; b) había “inte- grado” a su sistema su propio navegador, Internet Explorer, y, al hacerlo, degradaba el desempeño de Windows; c) había in- tentado usar su monopolio del sistema operativo para obtener un nuevo monopolio en el mercado de navegadores, forzando a los fabricantes de computadoras que usaban sus sistema ope- rativo a firmar el acuerdo de dejar Internet Explorer como el navegador base y no preinstalar o promover el navegador de otra compañía, y d) tenía el monopolio en el mercado de sis- temas operativos para pc, a la vez que usaba tácticas anticom- petitivas y predatorias para mantener su poder de monopolio. Como multa para asegurar que Microsoft no participara en este tipo de comportamiento nuevamente, el Departamentode Justicia recomendó que la parte de la compañía dedicada a crear Windows se separara de la que desarrollaba navegadores y otras aplicaciones de software. El 7 de junio de 2000 el juez Jackson encontró a Micro- soft culpable de los cargos b, c y d, por lo que ordenó que la compañía se separara en dos, una para desarrollar y vender sistemas operativos, la otra para desarrollar y vender todos los demás programas de Microsoft. Aunque el juez pudo sim- plemente ordenar que Microsoft dejara las prácticas ilegales, temía que cuidar tal orden requeriría tanta supervisión del gobierno que no era práctico. El juez también dictaminó que las dos nuevas compañías no compartirían la información téc- nica que no compartieran con el resto de los consumidores entre ellas. Microsoft tampoco podía castigar o amenazar a los fabricantes de computadoras por distribuir o promover los productos o servicios de sus competidores. Por último, el juez Jackson ordenó que la empresa debía dejar a los fabricantes de computadoras quitar cualquier aplicación de su sistema opera- tivo Windows.4 El juez determinó, sin embargo, que Micro- soft no tenía que poner en operación sus órdenes hasta que tuviera tiempo de apelar a su decisión. En una “declaración” en su defensa, Microsoft estable- ció: La política anticonsorcios busca promoción de precios bajos, producción alta e innovación rápida. En estas tres medidas, la industria de software para computadoras personales, en general —y Microsoft en particular—, es un modelo de competitividad. Las cifras de participación en el mercado no reflejan la naturaleza tan dinámica de la industria del software, donde segmentos de negocios completos pueden virtualmente desaparecer de la noche a la mañana conforme se desarrollan nuevas tecnologías. Microsoft afirmó que era responsable de gran parte de la in- novación que caracterizaba a la industria de software. Además, aseguró que sus acciones, incluyendo la decisión de integrar Internet Explorer con Windows y de “mejorar” Java con los cambios, fue hecho, todo, para ayudar a los consumidores y darles más valor por su dinero. Microsoft apeló el veredicto del juez y el 28 de junio de 2001 una Corte federal de apelaciones invirtió la penalización de separación del juez Jackson. Dicha corte sostuvo que, con base en las entrevistas que dio a los medios durante el caso, Jackson parecía ser parcial en contra de Microsoft, cuyo sesgo pudo haber afectado la severidad de la penalización que había impuesto a la compañía. Aunque los hechos encontrados por el juez Jackson habían quedado registrados, la Corte de Ape- laciones mantuvo que debía plantearse una nueva penalización para la compañía. Sin embargo, el año anterior, George W. Bush había tomado posesión como presidente y su administración había asignado a una nueva persona, John Ashcroft, como abogado general para dirigir el Departamento de Justicia. Según Ed- ward Roeder, un experto en contribuciones políticas corpora- tivas, en los cinco años anteriores Microsoft había comenzado a contribuir con fuerza en las campañas para las elecciones del Partido Republicano (alrededor de 75% de sus 2000 con- tribuciones políticas de 6 millones de dólares), creando “una campaña sin precedente para influir en las políticas contra consorcios de la nueva administración”, así como para “esca- par del juicio con su monopolio intacto”.5 El 6 de septiembre de 2001 el nuevo dirigente nombrado para el Departamento de Justicia anunció que ya no buscaría la separación de la compañía; en su lugar, intentaría disminuir la penalización. Dos meses después, el 2 de noviembre de 2001, el Depar- tamento de Justicia anunció que había llegado a un acuerdo con Microsoft, según el cual la empresa compartiría su inter- fase de programación de aplicaciones con otras compañías de software rivales que quisieran escribir programas (como procesadores de texto o juegos) que corrieran en Windows, y tendría que dar a los fabricantes y usuarios de computado- ras la habilidad para ocultar los iconos de las aplicaciones de Windows, como el de Internet Explorer o del Media Player; además, no le era permitido evitar que se instalaran progra- mas de la competencia en una computadora con Windows y tampoco actuar en contra de los fabricantes de computadoras que usaran software de la competencia. Un panel de tres per- sonas tendría acceso completo a los registros y los códigos fuente de Microsoft durante los siguientes cinco años para Vela�squez 04.indd 198 24/5/06 08:42:58
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