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Técnicas de estudio

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INTRODUCCIÓN A LAS TÉCNICAS DE ESTUDIO
Qué son las técnicas de estudio, para qué sirven y cómo te pueden ayudar estos cursos a mejorar tu forma de aprender
Desde aplicaciones destinadas a la planificación y la organización hasta programas y páginas web para fijar conocimientos. 
Conoce las diferentes técnicas de estudio que existen, cómo diseñar tu plan para el estudio y las ventajas de estudiar en grupo o con la ayuda de las TIC. Y si necesitas mejorar tus técnicas de estudio, encuentra los cursos de técnicas de estudio que te ayudarán a hacerlo.
Aprender a estudiar es una de las asignaturas pendientes a las que tienen que enfrentarse tanto los estudiantes como aquellos que trabajan pero que desean complementar su formación con conocimientos especializados y adaptados a sus necesidades laborales.
En ocasiones, tener nociones básicas sobre los factores más determinantes para lograr buenos resultados académicos no resulta suficiente, sino que conviene conocer a fondo qué pasos hay que seguir para aprovechar al máximo el tiempo dedicado al estudio. 
¿Qué son las técnicas de estudio y para qué sirven?
Las técnicas de estudio son estrategias o recursos que facilitan la adquisición de conocimientos. Se utilizan para aprender mejor y de manera más eficaz con el objetivo de conseguir un mayor rendimiento académico. 
Debido a su importancia, numerosas escuelas, universidades e instituciones ofrecen formaciones y recursos sobre técnicas de estudio. A través de estos cursos podrás:
· Adquirir una serie de estrategias de aprendizaje para conseguir el mayor rendimiento posible y alcanzar tus objetivos con éxito. 
· Generar un ambiente adecuado para el estudio, teniendo en cuenta aspectos como el espacio, la iluminación, el mobiliario, la temperatura, etc.
· Conocer cómo la postura, la alimentación y el descanso contribuyen a mejorar la concentración. De esta manera conocerás en qué momentos del día puedes aprovechar más el tiempo de estudio y dar la importancia debida a las horas de sueño.
· Planificar el estudio mediante un calendario y hacer uso de las nuevas tecnologías. 
· Averiguar cuáles son las técnicas de estudio más adecuadas para cada persona en función de sus hábitos y de sus habilidades.
· Seguir los mejores consejos para afrontar los exámenes, lo que incluye dormir las horas suficientes o hacerse un breve esquema de respuesta después de leer todas las preguntas.
Es importante alcanzar un método de estudio propio que te permita aprender a tu ritmo y obtener unos resultados óptimos. En definitiva, para mejorar el rendimiento académico es imprescindible:
· Organizar y planificar el tiempo.
· Habilitar un ambiente adecuado de estudio.
· Encontrar la motivación para estudiar y lograr los objetivos propuestos.
· Emplear estrategias de aprendizaje efectivas y adecuadas tanto a tus habilidades como al tipo de pruebas que debes superar.
CONSEJOS PARA EMPEZAR A ESTUDIAR
La clave del éxito en el estudio es la constancia, una cualidad imprescindible que te permitirá avanzar en el objetivo que deseas alcanzar.
Para lograr un buen ritmo de trabajo, es importante fijar una meta concreta que te motive, realizar un plan de estudio adaptado a tus circunstancias personales, organizar el tiempo dedicado al estudio y utilizar las técnicas de estudio que mejor se adapten a ti. 
Por otro lado, existen factores que te pueden ayudar a concentrarte y aprender mejor.  Es recomendable que los tengas en consideración para poder realizar una sesión de estudio provechosa. 
· Mantén una buena alimentación: algunos alimentos pueden ayudarte en tu concentración, otros te provocarán sueño y otros te harán estar más despierto. Durante el estudio es importante que te alimentes correctamente para así favorecer tu bienestar.
 
· Controla tu postura: muchas horas sentado en una misma silla puede provocarte dolores musculares. Si no te encuentras bien, tampoco podrás estudiar correctamente. Cuida tu postura y levántate cada hora para ayudar a tu cuerpo a sentirse mejor.
 
· Controla tu actividad física y el descanso: durante el estudio, es importante que hagas descansos y duermas tus ocho horas diarias. También es recomendable realizar algún tipo de actividad física que te ayude a desconectar para después poder volver a estudiar con más energía.
 
· Conoce en qué horas rindes mejor: cada persona trabaja mejor en un horario distinto, por la mañanas, por la tardes o por la noche. Planificar tu horario de estudio en las horas en las que tu cuerpo esté más receptivo. Esto favorecerá que con el mismo tiempo puedas asimilar mejor el contenido.
 
· Cuida el espacio físico de estudio: cuida el sitio en el que estudias. Tiene que ser tranquilo, disponer de los elementos necesarios que te permitan estudiar correctamente, bien iluminado y lejos de distracciones.
 
· Diseña un buen plan de estudio: una correcta planificación te ayudará a ser más efectivo en el estudio, asimilar mejor los contenidos y rendir mejor. 
 
· Escoge las técnicas de estudio más adecuadas para ti y empléalas como estrategia de aprendizaje.
· Fija un objetivo concreto que te sirva de motivación. 
 
CONSEJOS PARA ESTUDIAR MEJOR
Existen diversos factores que te permitirán sacar el máximo partido a tu formación y alcanzar tus objetivos de estudio
En la mayoría de los casos, cada uno utiliza sus propios métodos para estudiar. Sin embargo, a veces estos no son suficientemente efectivos. Aunque no haya una única manera correcta de estudiar, sí que existen una serie de recomendaciones que te pueden ayudar a obtener mejores resultados.
¿Cómo estudiar y conseguir mejores resultados?
En primer lugar, es importante recordar que son muchos los factores que intervienen en el proceso de aprendizaje. A continuación, encontrarás algunos aspectos a tener en cuenta para alcanzar tus objetivos de estudio.
 
Motivación 
Uno de los factores más importantes en el momento de empezar a estudiar es la motivación. Estar motivado por el estudio es, a veces, difícil. Por eso puedes ayudarte marcándote un objetivo concreto. Además, es importante que veas las utilidades del estudio, que pienses en el aprendizaje como en una fase necesaria y vital en tu desarrollo y que puedas comprobar que la aplicación de un método te facilita la adquisición de conocimientos. 
 
Técnicas de estudio 
Otro de los elementos que más influye en tu rendimiento son las técnicas de estudio que utilizas. Conocer las diferentes técnicas de estudio te ayudará a adquirir unas pautas de trabajo que adaptarás a tu forma de estudiar y que serán aplicables en todos tus estudios.
Aplicar de forma correcta las técnicas de estudio no es fácil, pero a medida que las vayas incorporando a tu trabajo individual, podrás ver las ventajas de estas como por ejemplo aprovechar mejor el tiempo y, por tanto, tener tiempo libre para poder dedicarlo a otras responsabilidades o actividades de ocio, así como mejorar tu rendimiento escolar y estar más motivado con el estudio.
Así pues, es importante que sepas que las técnicas de estudio están orientadas a todas aquellas personas que se encuentren realizando algún curso o alguna formación o que quieran seguir formándose a lo largo de su vida profesional.
Trabajar las técnicas de estudio y, por tanto, saber cuáles son tus estrategias de aprendizaje te ayudará a conseguir estudiar de forma más eficiente.
 
Organización y planificación 
La gestión del tiempo es clave para establecer una rutina que te permita adquirir los hábitos de estudio y alcanzar tus objetivos académicos. Establecer un plan de estudios te ayudará a estructurar los tiempos destinados a estudiar cada uno de los contenidos y fijarte metas diarias. 
 
Ambiente de estudio 
Las condiciones de trabajo también repercuten en el resultado académico esperado. Por eso mismo, encuentra un lugar que te ayude a concentrarte. Es importante que este sea ordenado, luminoso y silencioso. 
 
Hacer uso de las nuevas tecnologías 
Las nuevas herramientas TIC tienen enormes ventajas para agilizar la tareade estudio. Puedes utilizar diferentes recursos digitales dependiendo de tus intereses y objetivos. 
Cómo crear un buen ambiente de estudio
Características que debe tener el lugar de estudio para concentrarse y rendir mejor
Un buen sitio para estudiar
El espacio físico donde decidas estudiar facilitará o dificultará la concentración, por ello es importante buscar el lugar más apropiado para poder estudiar y sacar el máximo provecho de las horas invertidas.
A continuación, puedes conocer los aspectos más relevantes para conseguir un buen ambiente de estudio.
  
· Fijar un lugar de estudio: este espacio debe tener los elementos necesarios para que puedas realizar correctamente tu tarea. Una mesa y silla adecuadas para ti, espacio suficiente para organizarte y, en general, condiciones que te permitan concentrarte correctamente. Puedes estudiar siempre en un mismo lugar o puedes combinar el estudiar en tu habitación e ir a la biblioteca, por ejemplo.
· Mobiliario apropiado y orden: es fundamental disponer de una mesa amplia, una silla con respaldo y material para el estudio. El sitio que escojas debe tener a tu alcance todo el material necesario para estudiar: ordenador, libros de texto y de consulta, apuntes, folios, bolígrafos, rotuladores fluorescentes, etc. Es esencial que el espacio de estudio esté ordenado y que, en ningún caso, sea el desorden el que te desconcentre.
· Buena ventilación y correcta temperatura: estos dos aspectos son importantes para que te sientas cómodo en el sitio en el que estudias. Se trata de escoger un espacio que se pueda airear frecuentemente y pueda mantener una temperatura estable, que no haga ni demasiado frío ni demasiado calor. 
 
· Iluminación adecuada: la luz natural es la mejor aliada para el estudio. En el caso que no dispongas de luz natural, es interesante que la combines con la luz artificial directa e indirecta. 
 
· Libre de ruidos y distracciones: es básico y necesario que el sitio que escojas para estudiar sea silencioso. El comedor no es el mejor sitio para estudiar, ya que probablemente sea el lugar de la casa en el que transcurran más personas. Asimismo, debes saber que la música no ayuda al estudio, ya que para concentrarse es mejor estar en un ambiente tranquilo. De todas formas, puedes ponerte música para realizar algunos trabajos o ejercicios que no requieran tanta concentración. 
Descubre la técnica que te ayuda a estudiar
Conoce las diferentes técnicas de estudio y descubre aquellas que te pueden ayudar a mejorar tu proceso de aprendizaje.
Es importante que conozcas todos los métodos de estudio posibles para poder elegir el que más se ajuste a tus hábitos y habilidades. De este modo, personalizarás tu manera de estudiar. Si tienes facilidad para sintetizar, el resumen te puede resultar ventajoso, si por el contrario tienes memoria visual y captas la información gráfica, el esquema es la técnica indicada para ti. 
Principales técnicas de estudio
Lectura y subrayado
La lectura es el primer contacto con el temario. Esta debe hacerse tranquilamente, comprendiendo aquello que lees e intentándolo relacionar con aquello que ya conoces. Es aconsejable realizar una primera lectura de aproximación, y después, una segunda lectura en la cual comprender a la perfección las diferentes ideas y subrayar todos los conceptos clave.
El subrayado tiene que ser únicamente de los aspectos relevantes del texto. No debes subrayarlo todo, solo aquellas palabras o frases más importantes.
Una vez hecho esto, es importante asegurarte de que lo has entendido todo. Para comprobarlo puedes explicárselo con tus propias palabras a otra persona o a ti mismo.
Resumen
El resumen de los temas implica destacar las ideas principales del texto leído, sin hacer copias exactas de las frases, sino intentando decir lo mismo pero con las propias palabras. Es importante que sea un escrito fiable para poder seguir estudiando a través de él, con párrafos cortos que incluyan las palabras clave a recordar del texto principal. 
Resumir es una técnica que te asegura la comprensión del temario y que luego utilizarás en el examen para contestar con más certeza. La presentación del resumen debe ser buena, con letra clara, ya que te ayude a estudiar mejor el contenido. Puedes añadir colores para remarcar las ideas principales, y sobre todo, numera las hojas de papel para que siempre estén ordenadas.
Esquema
El esquema consiste en hacer una buena representación gráfica del temario y un resumen de lo que has leído previamente pero en un formato más ágil y visual. Así podrás retener la posición de los conceptos que hayas anotado en el esquema, relacionando la información, siempre desde una perspectiva visual y gráfica. Los mapas conceptuales son ejemplo de este tipo de estudio.
Es importante que identifiques la idea principal, esta es la mejor forma para iniciar cualquier esquema o resumen. Esto te ayudará a la posterior evaluación oral o escrita, ya que comprenderás mucho mejor la relación entre conceptos, y si van surgiendo cuestiones diferentes, podrás enlazar y relacionar con más facilidad todos los aprendizajes.
Mapas conceptuales
Si memorizas el esquema pero sin embargo no has entendido por completo la conexión entre conceptos, será difícil que puedas contestar si se te plantean preguntas inesperadas o presentadas de forma distinta.  
Por lo tanto, cualquier esquema debe ser pensado para ayudarte a comprender mejor el temario, sin ánimo de memorizar solamente el orden en el que están las principales ideas o memorizar las palabras. Es mejor que entiendas la relación entre los conceptos que has anotado después de la lectura o el resumen
En los mapas conceptuales pueden incluirse colores para diferenciar bien las ideas principales o la jerarquía de conceptos, utilizar formas geométricas para marcar diferencias, letras mayúsculas o minúsculas, dibujos representativos, flechas, etc.
Se trata de un técnica de estudio que ayuda a impulsar tu creatividad, que desarrolla tu capacidad viso-espacial en la conexión de conceptos, y que todo ello influye en tu forma de organizar y distribuir los conceptos clave. Cuanto mayor sea el orden y clasificación, más fácil será visualizarlo.
Un mapa conceptual lo puedes hacer de distintas maneras: puedes hacer varios mapas conceptuales más reducidos, y luego un mapa más amplio, con las ideas principales que engloben a todos los mapas pequeños o, por el contrario realizar un único mapa conceptual con toda la información.
 
Ejercicios prácticos y test
Algunas asignaturas requieren práctica, más que memorizar. Puedes realizar diferentes ejercicios prácticos o test que te ayuden a evaluar tus conocimientos.
Si has practicado muchas veces cómo resolver una ecuación o un tipo de problema, seguro que para el examen lo sabrás hacer. También puedes formular posibles preguntas que podrían aparecer en la prueba para practicar su respuesta. Puedes hacerlo creando flashcards, tarjetas que por un lado está la pregunta y por el otro la respuesta. 
Realizar test también te ayudará a evaluar tus conocimientos y a aprender a leer con atención las preguntas y las respuestas. Los test son muy aconsejables para aquellos exámenes que sean de este tipo. Practicar con preguntas similares te ayudará a prepararte mejor.
Diseña tu plan de estudio
Pautas y recomendaciones para aprender a elaborar un plan de estudio de manera eficaz
Cómo diseñar un plan de estudio
El plan de estudio o plan de trabajo debe incluir todo lo que hace referencia a una buena planificación y estructuración del tiempo real que vas a dedicar al estudio, teniendo en cuenta el número de materias, su dificultad y el tiempo del que dispones.
Puedes utilizar diferentes herramientas de organización y planificación online como Google Calendar, Trello o Todoist.
Establece objetivos 
Antes de empezar a definir tu plan de estudio, es necesario establecer unos objetivos de aprendizaje. Tener unas metas específicas y medibles es el primer paso y el más importante entu planificación.
 
Considera todas las actividades que realizas en tu día a día 
Sé realista y ten en cuenta el tiempo que inviertes en otras actividades como hacer deporte, estar con tu familia o amigos, comer o dormir. Puedes reconsiderar el tiempo dedicado a estas actividades en función de tus prioridades. 
Fija un horario dedicado al estudio
Una vez hayas definido esos horarios, señala el periodo de tiempo que destinarás de forma diaria o semanal al contenido que quieres aprender. Especifica que temas o unidades trabajarás en esa sesión de estudio.
Recuerda que, aunque el plan de estudio debe ser flexible, el objetivo es cumplirlo lo máximo posible.
 
Distribuye las horas de estudio durante la semana 
Debes tener en cuenta que para que puedas ver una mejora en tus resultados académicos es mejor no focalizar el estudio en solo día durante un largo periodo de tiempo sin descansos, ya que el cerebro se concentra por un tiempo limitado.
Para aumentar la eficiencia en el estudio, es recomendable estudiar en diferentes días de la semana y tratar de recordar lo aprendido el día anterior. 
Además, algunos métodos de gestión del tiempo, como la técnica Pomodoro, que tratan de dividir el tiempo en intervalos de actividad y descanso, pueden ayudarte a aumentar la productividad.
Actualiza el plan de estudio según tus necesidades 
Es importante que tengas en cuenta, que el primer horario que hagas no será el definitivo. A medida que vayas probando si se ajusta a todos los contenidos que tienes que estudiar y a su nivel de dificultad, así como a los posibles imprevistos que se puedan dar, podrás ir modificando la planificación para ajustarla a tus necesidades de forma mucho más exacta.
Una vez tengas tu horario creado y hayas pensado en la planificación, podrás empezar a estudiar y podrás hacerlo de forma más productiva.
Recomendaciones para elaborar un plan de estudio
· Organiza el material de trabajo.
· Realiza una distribución flexible del tiempo.
· Ten presente las dificultades de la materia a trabajar.
· Analiza tu ritmo personal de trabajo.
· Realiza una valoración de la comprensión del contenido.
· Alterna asignaturas para evitar el cansancio y la desconcentración.
· Empieza por las tareas más difíciles y complicadas.
Si distribuyes el tiempo de forma correcta, no tendrás la presión y los nervios del examen por no saber todo el temario. El día antes de la prueba podrá ser un momento tranquilo para repasar. 
El problema que suele ocurrir al estudiar el último día es hacerlo de forma superficial sin comprender bien los conceptos y memorizando más que entendiendo la materia. No tendrás suficiente tiempo para relacionar las ideas y hacer esquemas y/o mapas conceptuales que te ayuden al estudio. Además, si dedicas más tiempo de estudio el último día, necesitarás estudiar sin hacer pausas entre horas y es posible que acabes saturado de información.
Tampoco es bueno estudiar hasta la madrugada, porque eso hace que duermas menos horas y no estés suficientemente descansado para contestar a las preguntas, pensar, etc. Como se comentaba en el apartado de qué necesitas para empezar a estudiar, el descanso es fundamental.
En resumen, es mejor estudiar con bastante previsión, y que no esperes a última hora para leer todo el temario. Lo importante es entender lo que estudias y estar tranquilo las horas anteriores a la realización del examen.
Técnicas de concentración
Conoce las técnicas que te permitirán conseguir una mayor concentración en tus estudios y evitar distracciones
Estudiar es una actividad que requiere la mayor concentración posible. Si tu capacidad para concentrarte es débil, existen numerosas técnicas de concentración que te ayudarán a dirigir toda atención hacia una sola tarea, en este caso la propia materia de estudio que hay que comprender e interiorizar.
 
La capacidad de concentración se puede mejorar con una serie de hábitos. Antes de comenzar a estudiar hay que crear unas circunstancias idóneas para ello:
· Estudiar siempre en un mismo lugar, ya sea la habitación, la biblioteca u otro espacio que elijamos, preocupándonos de que se trate de un lugar tranquilo, sin ruidos o distracciones y en el que tengamos cerca todas las herramientas necesarias, desde libros de texto hasta bolígrafos, calculadoras, etc.
 
· Afrontar el estudio descansado, después de haber dormido bien. También es fundamental realizar un descanso cada 45 minutos y "tomar el aire" cada cierto tiempo. Comer en exceso en los momentos previos o sentarse a estudiar con hambre perjudica a la concentración.
 
· En cuanto a la iluminación, conviene aprovechar al máximo la luz natural (evitando la luz directa). Si se usa luz artificial, el lugar tendrá que contar con iluminación general y puntual. También ayuda una buena ventilación. Las luces blancas y azules son las más aconsejables y, en lo posible, se recomienda evitar las luces LED y los grandes fluorescentes.
 
· Adoptar una postura ergonómica adecuada, con la espalda recta y la cabeza levemente inclinada hacia adelante. Piernas y muslos deben estar en ángulo de 90 grados, con los pies en el suelo. Hay que vigilar que el cuello esté en posición recta y los hombros sin tensión. La silla de estudio debe ajustarse a varias alturas, tener refuerzo lumbar y reposabrazos.
 
· Acostumbrarse al orden. Una mesa desordenada hace perder el tiempo buscando lo que se necesita en cada momento y además provoca distracciones innecesarias.
TÉCNICAS PARA CONSEGUIR UNA MAYOR CONCENTRACIÓN
Para ser más eficiente a la hora de ponerte a estudiar, conoce las siguientes pautas clave y ejercicios para mejorar tu concentración.
1. Planificación. Organizar previamente el temario a estudiar para después no consumir tiempo de estudio en hacerlo y planificar en qué horario y cuánto tiempo de estudio se va a dedicar a cada apartado, te permitirán no desperdiciar energías y mejorar la concentración. Por ejemplo, si estableces un horario de 4 a 5 de la tarde cada día, te resultará más sencillo rendir a partir de esa hora, ya que has reservado esa franja específicamente para estudiar.
2. Respiración. Antes de empezar a estudiar dedica cinco minutos a relajarte de la siguiente forma: siéntate en una posición cómoda y cierra los ojos, respira despacio y profundamente, fijándote en cómo se produce todo el proceso de introducción y expulsión de aire. Si en ese momento se presenta algún pensamiento, procura rechazarlo y vuelve a concentrarte en la respiración.
3. Lectura. Leer es una excelente forma de enseñar al cerebro a concentrarse. Durante 30 minutos antes de comenzar a estudiar, leer en silencio un texto ajeno a los apuntes, como, por ejemplo, una novela, contribuye a aislarnos de otras distracciones y facilita la transición hacia una actitud de estudio.
4. Fijación. Elige un objeto a tu alrededor y, durante dos minutos, concéntrate en analizarlo con todo detalle, incluidos colores y formas. También puedes fijarte en el movimiento del segundero del reloj durante el mismo tiempo. Es importante no dejar entrar en la mente ningún otro pensamiento. Este ejercicio es un buen entrenamiento para después aplicarlo, por periodos de más tiempo, a la propia materia de estudio en la que se trate de recordar los visualizado. 
5. Aislamiento. Si estás en una época en la que sufres preocupaciones que te impiden concentrarte, una técnica que ayuda es la de fijar un espacio y un horario concreto para ello. Además, puedes establecer una palabra o una frase que te permita volver a concentrarte cuando te perturbe alguna distracción. Puede ser una palabra como "concentrado" o "ahora no". También es importante evitar distracciones empleando tácticas como poner el móvil en silencio o escoger un lugar sin ruidos. Recuerda que la música puede ser un aliado para la motivación, pero es preferible estudiar en silencio. Si la necesitas, procura que sea relajante y no tenga letra. 
6. Pausas. Es preciso hacer descansos durante el estudio para aumentar la productividad. Algunos métodos de gestióndel tiempo, como la técnica Pomodoro, te permitirán incrementar la concentración al dividir el tiempo en intervalos de actividad y descanso. Durante los descansos puedes ofrecerte recompensas para recargar pilas y volver a la tarea. 
7. Última oportunidad. Imaginar que es la última ocasión que tenemos para estudiar el temario que tenemos delante puede ser una excelente ayuda para evitar las distracciones y poner todo nuestro esfuerzo en ello.
Practicar cada día estas técnicas de concentración mejorará el rendimiento a la hora de ponerse a estudiar. Hay que tener en cuenta que la concentración es una habilidad que se desarrolla con perseverancia y fuerza de voluntad.
¿Qué hacer antes de un examen?
Recomendaciones sobre cómo prepararte antes de hacer un examen y realizarlo con éxito
¿Qué hacer el día antes del examen?
El día antes de un examen es recomendable repasar, pero no concentrar todas las horas de estudio ese día. Esto último puede hacer que te satures y no alcances los resultados deseados. 
Si quieres conservar tus conocimientos especialmente a largo plazo, el día antes de una prueba debe ser un día para descansar y aprovechar para revisar algún contenido.
También puedes preparar todos los materiales que necesitarás para el día siguiente: bolígrafo, lápiz, herramientas de dibujo, calculadora o una botella de agua, por ejemplo.
Duerme las horas suficientes para estar descansado al día siguiente, eso hará que la presión y el esfuerzo mental que necesitas para pensar y contestarlo todo bien, lo tengas gracias a la energía que habrás acumulado.
¿Qué hacer el día del examen?
El día del examen, levántate temprano, desayuna bien y llega con tiempo al examen. Recuerda coger todos los materiales necesarios para poder hacer el examen, como la identificación personal y el material para escribir.
Antes de entrar al examen, hay personas que necesitan mirar los esquemas. Si este es tu caso, puedes hacerlo, pero es bueno que te reserves unos minutos para relajarte y prepararte mentalmente. Es decir, guardar los apuntes, respirar con tranquilidad, y sobre todo, trabajar tu confianza. Se trata de empezar a concentrarte para el examen.
¿Qué hacer durante el examen?
Una vez delante del examen, no te precipites en contestar. Es preferible que leas bien todas las preguntas, una detrás de otra, y pienses bien cuáles son las preguntas que tardarás más en contestar y en cuales necesitarás menos tiempo. Es importante que organices bien el tiempo para asegurarte de poder responder a todas las preguntas del examen.
Una vez identificadas aquellas más dudosas, distribuye el orden en que vas a contestar las preguntas. Antes de contestar cada una, es preferible que hagas un esquema previo de la respuesta, como los que se han hecho durante el estudio, con la finalidad de identificar todo lo que se puede decir sobre ese tema. Realizar el esquema previo no debe ocuparte más de 5 minutos, se trata de algo muy breve, simplemente para destacar ideas, relacionarlas, seguir un guion al escribir y no dejarte detalles.
Cada vez que vayas a contestar, haz el mismo procedimiento, primero haz un esquema sobre el tema a tratar y segundo empieza a responder por orden y con coherencia. Responde lo que te piden, el examen no será mejor evaluado porqué haya mucha información, sino que se evaluará positivamente cuando la respuesta conteste a la pregunta.
Si es necesario lee las preguntas varias veces para asegurarte que lo has entendido bien. Muchas veces se leen las preguntas de forma rápida y puede prestar a confusión, de modo que es bueno leerlas hasta que se entienda bien qué se pide en la pregunta y cuál sería la respuesta correcta. Si tienes dudas sobre algún enunciado, puedes preguntar al profesor o examinador para que te aclare qué es lo que se pregunta.
Además de contestar bien las preguntas, cuida la presentación, sé ordenado, claro y escribe sin faltas de ortografía. Ten en cuenta que aunque lo principal y más importante es que respondas bien a la pregunta, también se valoran los aspectos formales de presentación.
Estudiar en grupo
Apoyarte en el grupo para estudiar puede ser una técnica que te ayude en la consolidación del aprendizaje y la consecución de tus objetivos
¿Cómo estudiar en grupo?
El hecho de estudiar se asocia mayoritariamente a una tarea individual, en que se deben tener en cuenta algunos factores como diseñar un plan de estudios, estructurar y organizar el contenido, gestionar el tiempo y preparar las condiciones de trabajo.
Aun así, hay otras estrategias de carácter colaborativo que también pueden resultar útiles para lograr tus objetivos, concretamente, el estudio en grupo.
La interacción con otras personas puede ser muy enriquecedora. Aprender de y con otros compañeros contribuye al beneficio de todos. Ambos roles, ofrecer ayuda y recibirla, permiten consolidar y mejorar el aprendizaje. Por lo que la cooperación mejora tanto el propio aprendizaje como el del otro.
Esta opción puede ser muy positiva si la realizas teniendo en cuenta algunas pautas concretas:
 
· Tener un objetivo común. Compartir un mismo objetivo es una de las cosas que más contribuye a la hora de aprender y más sirve para avanzar en aquello que se quiere lograr. Para ello es importante que todos los miembros del grupo asuman este compromiso y se muestren dispuestos a conseguirlo.
· Juntarte con los compañeros adecuados. Debes buscar personas con las que sientas afinidad en este tipo de actividades. A veces los amigos pueden llegar a distraerte. El número de personas del grupo tampoco deberá ser muy grande, para poder ofrecer un espacio de concentración.
· Encuentra el lugar adecuado. Decidir dónde vas a estudiar también es importante y tiene un efecto directo en la calidad del trabajo. ¿En casa de un miembro del grupo? ¿En la biblioteca? ¿En el bar? Sea donde sea, este espacio deberá ser tranquilo, cómodo y espacioso. Puede que el espacio sea cada uno en su casa, y realicéis un estudio en grupo a distancia, utilizando las herramientas digitales que permiten una comunicación sincrónica de todo el grupo.
· Planifícate. Tener claro el contenido que quieres trabajar en un tiempo determinado, el material que vas a necesitar, los descansos que realizarás, el número de puestas en común, debates, presentaciones o espacios de trabajo individual que vais a realizar, es una garantía para aprovechar el tiempo disponible.
· Rotación de roles. Uno de los ejercicios básicos del estudio en grupo consiste en ofrecer y recibir ayuda. Por ejemplo, algunos miembros del grupo pueden realizar la presentación de una temática concreta; mientras que otros pueden elaborar preguntas sobre ese contenido. La ejecución de ambos roles puede ser muy beneficiosa, ya que te permite identificar tu nivel de conocimiento, dominio y entendimiento, así como tu capacidad de explicación y argumentación. Los debates son una excelente oportunidad para aprender.
· Considerarlo un complemento. Esta metodología no debería sustituir al trabajo individual, necesario e indispensable. El estudio en grupo ofrece un enriquecimiento de tu conocimiento y facilita la tarea, que para muchos puede resultar más aburrida si solamente se realiza de manera individual.  
Ventajas e inconvenientes de estudiar en grupo
Conocidas las características que garantizarían una ejecución muy completa de esta técnica, sabemos que no siempre es posible tener en cuenta todos estos factores. Por esta razón, en la siguiente tabla podrás conocer de manera más ajustada a la realidad las ventajas y desventajas de cada tipo de estudio. Tal y como podrás ver, estos aspectos quedan muy determinados por tu actitud y se podrían considerar como característica de las otras técnicas de estudio.
 VENTAJAS
Estudio Individual
· Trabajar a tu propio ritmo.
· Trabajar en función de tus objetivos y necesidades.
· Autorregulación del tiempo y estructuración de las tareas.
· Minimización de distracciones
Estudio en Grupo
· Compartir, discutir, complementar o encontrar nuevas explicaciones y visionesdel contenido.
· Aumento del material disponible en relación al contenido.
· Consolidar conocimientos, contrastarlos o reflexionar sobre ellos.
· Evaluación objetiva de tu grado de dominio del contenido por parte de tus compañeros.
· Eliminación de la sensación de soledad durante el período de estudio.
INCONVENIENTES
Estudio Individual
· Más dificultad resolver dudas que puedan surgir.
· Monotonía. 
· No hay una valoración objetiva y externa de tu grado de dominio del contenido.
Estudio en Grupo
· Dificultad para coordinar los distintos estilos de estudio y el tiempo que se le adjudica a cada dinámica.
· Distracción con los compañeros.
· Diversidad en los intereses y/o necesidades de los miembros que forman el grupo.
Conociendo mejor las características del estudio en grupo, deberás valorar, en función de tu situación y entorno, si el uso de esta técnica puede resultar beneficiosa para lograr tus objetivos académicos.
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