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HACIA UNA TEORIA UNIFICADA DE LA CREATIVIDAD 
 
Teodosio Enrique Rodríguez Sosa 
 
 
RESUMEN 
 
En este trabajo se plantea un nuevo modelo de explicación de la Creatividad: la teoría 
Cuántica Idealista de la Creatividad. En los últimos años, numerosos autores han 
esgrimidos modelos teóricos para explicar el fenómeno de la creatividad. En este trabajo 
se revisa tales modelos los cuales se agrupan en dos bloques: (a) tradicionales, con una 
fuerte dosis del influjo psicológico (Psicoanalítico, Asociacionismo, el de la Gestalt, 
Conductista, Cibernético, Humanista, Cognitivo y Transaccional); e (b) integrativos, donde 
sus caracterizaciones conducen a pensar que de alguna manera han tomado ideas de los 
modelos tradicionales (Interaccionista, Integrativo, Metacognitivo, Trifacético, Alternativo, 
del Cerebro Total y otros). Estos últimos modelos van a conservar los problemas 
principales de que adolecen los modelos tradicionales. Por un lado, se tendría la dualidad 
de concepciones filosóficas y, por otro lado se mantiene el choque entre la visión idealista 
y materialista de enfocar la creatividad. Lo ideal sería construir un modelo donde tengan 
cabida las explicaciones de los modelos anteriores y a la vez se pueda explicar el 
fenómeno de la creatividad bajo las actuales concepciones del mundo contemporáneo 
tales como la filosofía del Caos, la temática del mecanismo cerebral, entre otras. De allí la 
necesidad de buscar la integración coherente de los modelos dentro de un nuevo 
paradigma. En función de lo anterior y partiendo de los Principios de Física Cuántica, se 
muestra la congruencia que presentan todos los aspectos, analizados por separados en 
los modelos anteriores, dentro de una única concepción: la Teoría Cuántica Idealista. Este 
trabajo podría permitir una visión global – interactiva – integrativa a la hora del abordaje 
del estudio de la creatividad en su aspecto del Marco Teórico, pero quizás su mayor 
importancia descansaría en la profundización de las investigaciones del fenómeno de la 
creatividad, permitiendo un enfoque más amplio y global. 
 
 
 
HACIA UNA TEORÍA UNIFICADA DE LA CREATIVIDAD 
Este trabajo constituye una investigación de carácter documental, donde se presenta un 
conjunto de ideas en la conformación de una teoría integracionista de la Creatividad, 
denominada Teoría Idealista Cuántica de la Creatividad. Constituye parte de una 
investigación más amplia sobre la construcción de una modelo de instrucción basado en 
el paradigma Constructivista para el desarrollo de la Creatividad. 
Vista la dispersión y las contradicciones que han venido presentando las teorías que 
tratan de explicar la creatividad, se ha considerado de interés el planteamiento de esta 
nueva teoría de la Creatividad. 
Para el efecto de esta presentación se comenzará con la descripción de las teorías 
tradicionales para luego analizar las novedosas y mediante un análisis comparativo entre 
ambos conjuntos se planteará una nueva teoría de creatividad: teoría idealista cuántica de 
la creatividad. 
Se van a considerar, dentro de la categoría de teorías tradicionales, las siguientes: 
1. El Modelo Psicoanalítico. Dentro de este modelo se define la creatividad como el 
resultado de resolución del conflicto entre el inconsciente y la conciencia provocando la 
inspiración en la creación de obras útiles a la humanidad (Martínez, 1991). 
2. El Modelo Asociacionista, explica el comportamiento externo sobre la base de 
asociaciones mecánicas entre estímulos (E) y respuestas (R). El proceso general 
obedece a la presencia de un estímulo ante el cual se presentan muchas respuestas al 
azar y aquellas respuestas que comienzan a ser más persistentes comienzan a ascender 
en una jerarquía estructural de respuestas. Las respuestas más elevadas en la jerarquía 
son las que se presentan en forma automática y las respuestas inferiores en la jerarquía 
se presentan con poca frecuencia. Al considerarse la asociación un proceso mecánico se 
deduce que el individuo y el entorno tienen poca influencia. De tal forma que ello 
dificultad la explicación del pensamiento creativo. Esta explicación surge en el marco del 
neoasociacionismo donde se acepta que el individuo ejerce cierto papel activo, por 
ejemplo, evaluando la pertinencia de la asociación a la cuestión requerida. La 
reproducción de una experiencia previa se da cuando las respuestas adecuadas se 
encuentran en posiciones elevadas de las jerarquías, en tanto que la producción de nuevo 
contenido mental ocurre cuando las respuestas se encuentran en posiciones bajas 
(Martínez, 1991). 
3. La Gestalt propugna una postura antiatomista y antiasociacionista. Los elementos se 
combinan activamente unificándose en un todo armónico (Martínez, 1991). 
El pensamiento reproductivo, entendido como actualización del conocimiento, se 
caracteriza por formar una totalidad y sus partes constituyentes son determinantes en la 
relación establecida. El trabajo mental consiste en abstraer la observación que se había 
efectuado en otro contexto. 
4. El Modelo Conductista, proviene del asociacionismo, sosteniendo que la actividad 
mental puede ser controlada desde el exterior mediante la aplicación de reforzamiento 
(Martínez, 1991). Se define la creatividad como respuestas infrecuentes u originales que 
se producen por demanda, siguiendo la pauta E à R-> r. 
5. El Modelo Cibernético. Sus características son: (a) información novedosa, (b) 
elección libre de alternativas, (c) control optimizante del flujo informativo, (d) integración 
estructural-funcional en un sistema abierto, (e) originalidad y personalismo de la acción y 
de su resultado (Sanvisens, 1991). Un concepto importante dentro de este modelo lo 
constituye, el de impulso creativo que se refiere a la actividad consciente y a su sentido 
optimizante. El impulso creativo permite la creatividad, una de cuyas claves estaría, desde 
el punto de vista cibernético, en la optimización ascendente y evolutiva. 
6. El Modelo Humanista surge como reacción al conductismo al no tomar en cuenta la 
naturaleza humana. Para Maslow, la persona tiende al crecimiento debido a la 
satisfacción de una serie de necesidades que se hallan jerarquizadas. En la cumbre la 
jerarquía se encuentra las necesidades de autorrealización que consiste en la 
actualización de las potencialidades que posee la persona. El crecimiento de la persona 
se debate entre la satisfacción de las necesidades básicas (subsistencia y seguridad) y la 
de autorrealización. 
7. En el Modelo Cognitivo se considera la distinción entre un cognitivismo clásico 
estructural y otro moderno funcional. Ambos ven el individuo funcionando integralmente. 
(Martínez, 1991). La explicación del cognitivismo estructural atribuido a Piaget se 
considera una propuesta constructivista e interaccionista. Piaget elabora un modelo 
estructural e introduce el concepto de esquema que es un principio organizador esencial 
del comportamiento y el pensamiento, ya que contiene aspectos que permiten poner en 
relación experiencias diversas. Los esquemas son responsables de la transformación de 
la información según las expectativas y necesidades del individuo. Son flexibles lo que 
conlleva a su modificación en función de las experiencias. El cognitivismo estudia los 
procesos mentales requiriendo marcos flexibles para su interpretación. Esto último 
caracteriza el proceso creativo que desemboca en productos creativos. 
El cognitivismo funcional se corresponde al procesamiento de información. De acuerdo a 
este modelo el hombre es un mecanismo similar a una computadora con un software 
para resolver los problemas. Se insiste en la creación de modelos de actuación que 
describan pasos para la solución de un problema. Se considera que los problemas de 
inducción son los apropiados para desarrollar un proceso cognitivo creativo. 
8. El Modelo transaccional, explica la creatividad sobre la base de la interacción entre 
la persona y el medioambiente. La meta esencial del organismo es dar forma o 
configuración al entorno, más que ser conformado por él. Esta tendencia natural a 
configurar el medio puede ser bloqueada por las fuerzas sociales (o educativas) 
impositivas que adoptan maneras de condicionamiento e instrucción en la conformidad. 
Este modelo presenta un carácter integrador reflejado en la definición de creatividad de 
Taylor (citado en De la Torre, p. 153): “La creatividad es un proceso, facilitado por la 
estimulación ambiental, implicando a la persona motivada transaccionalmente para 
transformar problemas genéricos o básicos en resultados o productos generativos.” 
Feldhusen y Goh (1995) presentan grupos de teorías que se considera son 
combinaciones de los supuestos de las teorías anteriores. 
La reseña hecha por Feldhusen y Goh comprende: 
1. El modelo de Albert donde la creatividad se caracteriza por: (a) expresarse a través de 
decisiones y no de productos, (b) utilizar como medio el conocimiento de la personalidad y 
del mundo propio, (c) ser altamente intencional, (d) ser emergentes, y (e) ser un 
compromiso interno para cada individuo. Se observa en los postulados de Albert una 
proximidad al modelo transaccional con énfasis en la persona y su relación con el entorno. 
2. El modelo de Czikszentmihalyi. La creatividad es una interacción entre un dominio, una 
persona y un campo. El dominio es el conjunto de oportunidades y restricciones para la 
persona. La persona produce una nueva concepción. El Campo es el conjunto de 
especialistas que deciden si la concepción creativa cumple con los criterios establecidos 
por el dominio. La creatividad es un proceso, que en gran medida, ocurre fuera de la 
persona catalogada como creativa. 
3. El modelo de Amabile, donde se conceptualiza las señales externas como entrada de 
estímulos pero enfatiza que el ímpetu inicial proviene del interior de la persona. Señala 
varias etapas: (a) involucración mental (ímpetu inicial), (b) generación de respuestas 
(búsqueda información en el entorno), (c) evaluación, y (e) calidad del resultado. La 
motivación se encuentra a través de todo el proceso. Se asemeja este modelo al de 
Czikszentmihalyi que igualmente se pueden ubicar dentro del modelo transaccional 
tradicional, por la importancia que le otorgan al medio social. 
4. El modelo interaccionista atribuido a Woodman y Schoenfeldt donde se incorporan 
condiciones antecedentes, un conjunto de variables personales, influencia contextual y 
social, el proceso y comportamiento creativo y las consecuencias de la conducta. Se 
considera la conducta creativa, en consecuencia, una compleja interacción entre la 
situación y el organismo. Esta teoría también se puede ubicar dentro del modelo 
transaccional con ingredientes provenientes del modelo cibernético, cuando se hace 
mención de la existencia del flujo secuencial. 
5. El modelo alternativo, atribuido a Brown (1989), concibe la creatividad como: (a) 
conjunto de rasgos, (b) proceso inconsciente, (c) conjunto de conductas complejas tales 
como resolución de problemas, y (d) conductas asociadas. Obviamente en este modelo 
están incorporadas la mayoría de teorías tradicionales. 
6. Por último el modelo de Treffinger, Feldhusen e Isaksen donde se define la creatividad 
como un conjunto de procesos cognitivos que contribuyen al pensamiento productivo o 
resolución de problema. La base del pensamiento creativo está conformada por 
Información y destrezas, motivación y disposición, sistemas dirigidos y metacognitivos, 
habilidades de pensamiento divergente y herramientas de pensamiento crítico. La 
incorporación del medio ambiente como soporte para la motivación actúa 
psicológicamente a través de la creación individual. 
La reseña de Gardié (1995) abarca los siguientes modelos: 
1. El modelo metacognitivo de Pesut. La creatividad se considera un proceso dentro de un 
contexto múltiple e interactivo, con énfasis en el campo educacional e investigativo. 
2. El modelo trifacético integrado de Sternberg. La creatividad resulta de la interacción de 
tres atributos psicológicos: (a) inteligencia, (b) estilo cognitivo, y (c) personalidad-
motivación. 
3. El modelo de cerebro total de Hermann. La creatividad es un proceso que requiere la 
intervención integral de los cuatro cuadrantes del cerebro: (a) cerebral izquierdo, (b) 
cerebral derecho, (c) límbico izquierdo, y (d) límbico derecho. 
4. El modelo interaccionista multifactorial de Gardié. La creatividad es producto de la 
interacción dinámica de tres clases de factores: (a) cognitivos (b) psicosociales, y (c) de 
personalidad. 
En función de la revisión bibliográfica, se evidencia que las teorías consideran la 
creatividad de diferentes formas: 
1. Fenómeno que tiene el mismo origen que la neurosis. 
2. Invención de la maquinaria mental humana. Se explica sobre la base de un modelo 
mecanicista, continuo y determinado. 
3. Proceso que Involucra discontinuidad, intencionalidad y trascendencia. 
4. Un fenómeno en la cual la conciencia y la libertad juegan un papel importante. 
5. Fenómeno que nos permite explorar nuestra personalidad y desarrollar al máximo el 
potencial humano. 
La diversidad de visiones sobre la creatividad depende de la visión que se tenga del 
mundo. En consideración a ello, Goswami (1996) sostiene que las teorías de creatividad 
se pueden agrupar en tres bloques: (a) realistas-materialistas (mecanicistas), (b) 
orgánicas, e (c) idealistas. 
Para las teorías realistas-materialistas la mente se considera como una máquina clásica 
newtoniana, estrictamente vinculada a causas antecedentes. La creatividad se considera 
causal y continua. Se postula la existencia de una única realidad: materia en movimiento 
dentro del espacio-tiempo; por ello la trascendencia de la creatividad no se asume. La 
invención se define como una clase de innovación basada sobre ideas existentes. Por lo 
tanto, la creatividad se reduce a rasgos, genes o mecanismos algorítmicos semejantes al 
funcionamiento del software dentro de una computadora. 
Las teorías orgánicas sostienen que la creatividad debe involucrar algo más que 
mecanismo y explicación causal, debe involucrar propósito. Además del impulso de las 
causas antecedentes se requiere una causa final o propósito; así la creatividad es vista 
dentro de la filosofía teleológica. Se enfatiza la importancia de la sinfonía del todo 
(filosofía del holismo). La discontinuidad es permitida; se ve la creatividad como una 
emergencia repentina fuera de la interacción holística dentro del sistema de propósito y 
afectos aparte del sistema mecanicista. También enfatiza el devenir y el desarrollo. El 
devenir se ve como un despliegue de la intencionalidad del universo y del individuo. 
Las teorías idealistas sostienen que la creatividad es una fenómeno de la conciencia y no 
puede ser explicado simplemente por el mecanismo de la materia. Se postula que la 
conciencia es el fundamento de la existencia. Debido a la trascendencia de la conciencia, 
la creatividad es trascendente. Dentro del marco de estas teorías también se habla de 
motivación inconsciente para la creatividad, de la búsqueda de la autorrealización 
(modelos humanistas). En la transición del inconsciente a la conciencia se presenta la 
discontinuidad de la creatividad. La evolución del Universo a través de todas sus facetas 
se considera la manifestación del propósito creativo de la conciencia 
.Así las cosas, pareciera que cada concepción tiene su objeto propio: a la visión 
materialista le corresponde el mundo material y a la visión idealista, el mundo espiritual. 
Estas dos concepciones se presentan como concepciones antagónicas cuando afrontan 
el estudio de la creatividad. 
Lo ideal sería construir un modelo donde tenga cabida las explicaciones de las teorías 
anteriores y a la vez se pueda explicar el fenómeno de la creatividad bajo las actuales 
concepciones del mundo contemporáneo tal como la filosofía del caos. También debe 
considerarel tema del mecanismo cerebral. 
La descripción de la nueva teoría de la creatividad requiere aclarar como se va a concebir 
el término de creatividad en el cuerpo de la misma. En general, la creatividad se 
considera como la creación de algo nuevo. El problema sería ¿cómo se define algo 
nuevo? Se plantearán dos conceptos de creatividad: situacional y fundamental. 
La creatividad situacional se asocia con el invento; es decir, crear un nuevo producto o 
resolver un problema de tal manera que refleje un nuevo significado que no puede ser 
fácilmente anticipado; todo dentro de un contexto conocido. Representa un salto 
discontinuo de significado que conduce a un producto que no puede ser anticipado. La 
invención tecnológica pertenece a esta categoría. La resolución de problemas constituye 
el principal volumen de actos de creatividad situacional, pero la creatividad situacional 
requiere de una subjetiva exploración de significado y valoración. 
La creatividad fundamental se define como el descubrimiento de algo nuevo en un nuevo 
contexto (Goswami, 1990). Se pasa de la inmanencia a la verdad trascendente. Se 
descubre algo nuevo en el contexto de la verdad trascendente descubierta. El 
descubrimiento involucra discontinuidad que no es más que un salto cuántico no 
alcanzable por la vía de la continuidad o pensamiento algorítmico. 
La teoría idealista cuántica de creatividad tiene su inspiración en la Física Cuántica. 
Goswami (1993) apunta las siguientes primicias de la interpretación idealista de la física 
cuántica: 
1. Los objetos cuánticos permanecen como ideas formales, matemáticamente descritas 
como ondas de posibilidad (estados multifacéticos denominados funciones de ondas o 
superposiciones coherentes) en un domino de potencial trascendente hasta que la 
conciencia colapsa las ondas conduciendo a su apariencia, en el mundo de la 
manifestación, como partículas (transición desde posibilidades multifacéticas a una 
realidad unifacética). Esta es la base de la ontología idealista. 
2. Una conciencia única y trascendente colapsa continuamente, desde el espacio-tiempo 
exterior, a la superposición coherente cuántica; es decir, reduce sus variadas 
posibilidades de coexistencia a una única realidad manifestada. El colapso consiste en 
escoger y seleccionar conscientemente una faceta determinada. 
3. Una medida cuántica (una observación) se dice completa cuando la conciencia mental 
está presente autorreferencialmente en el colapso del evento. 
Otro ingrediente para integrar las teorías realistas-materialistas, orgánicas e idealistas lo 
constituye la adopción del modelo funcionalista del cerebro-mente semejante a una 
computadora (cerebro como estructura-hardware, mente como función-software) a la 
manera idealista cuántica de pensar. 
La estructura de la mente cerebral que permite las experiencias condicionadas y 
creativas responde a un funcionamiento cuántico. Además de su maquinaria neuronal 
clásica, se postula que el cerebro debe tener una maquinaria cuántica (Goswami, 1990, 
1993). ¿Qué significa maquinaria cuántica y clásica?. 
Se asume que todos los objetos obedecen las leyes de la mecánica cuántica. Sin 
embargo, bajo ciertos límites, casi siempre satisfechos por los sistemas macroscópicos, 
el mecanismo se aproxima al mecanismo clásico. Este es el principio de 
correspondencia. Bajo estos límites, la discontinuidad cuántica da la apariencia de 
continuidad clásica y se puede aproximar el comportamiento de los cuerpos al 
comportamiento clásico. En definitiva, cuando se habla de clásico se hace en el sentido 
del principio de correspondencia. 
Una de las manifestaciones más comunes de la creatividad aparece en la forma de 
pensamiento creativo. ¿El pensamiento se puede discutir en términos cuánticos?. Bohm 
(citado en Goswami, 1996) sostuvo que parece existir un principio de incertidumbre para 
el pensamiento. Cuando nos concentramos sobre el contenido del pensamiento se pierde 
su dirección y cuando nos concentramos en la dirección del pensamiento se pierde parte 
del contenido. El pensamiento tiene un aspecto trascendente. Su apariencia en el campo 
manifestado de la conciencia está asociada con dos variables conjugadas: rasgo 
(contenido instantáneo semejante a la variable posición dentro de los objetos físicos) y 
asociación (movimiento del pensamiento dentro de la conciencia semejante al momentum 
de los objetos físicos). Asumiendo lo anterior, el pensamiento exhibe complementaridad. 
A pesar de que siempre manifestará, en la conciencia, uno de los atributos 
complementarios (rasgo o asociación) se postula que entre ambas manifestaciones, el 
pensamiento existe como potencia trascendente. En otras palabras, el pensamiento existe 
como objeto cuántico bien como aspecto trascendente de muchas facetas (ondas) o como 
manifestación de una sola faceta (partícula). Lo que experimentamos como pensamiento 
es el aspecto de partícula de este objeto cuántico. Es esta naturaleza cuántica del 
fenómeno mental los que nos permite ser creativos en ciertas ocasiones. 
El funcionalismo cuántico postula que los estados mentales son estados cuánticos de la 
maquinaria cuántica del cerebro y los estados cerebrales, correspondientes a estos 
estados mentales, pertenecen a la maquinaria clásica. Esta maquinaria clásica del 
cerebro amplifica y ayuda a medir los estados mentales cuánticos. La conciencia es 
necesaria para construir una medida cuántica y es esta intervención de la conciencia la 
responsable de las experiencias subjetivas. 
La experiencia subjetiva que surge no es personal sino universal y se denominará 
autoexperiencia cuántica. En la experiencia primaria de la conciencia, el énfasis es sobre 
el acto de experimentar y no sobre el contenido de la experiencia. Esta es una cualidad 
principal de la experiencia creativa. Procesos secundarios de la conciencia, originados 
desde la memoria en respuesta a un estímulo, conducen a la intencionalidad y a la 
direccionalidad hacia objetos. El ego personal YO tiene su origen en este proceso de 
conciencia secundaria y en la tendencia del sistema autorreferencial cuántico de estar 
condicionado. 
Ahora bien, ¿cómo puede entenderse la personalidad bajo la teoría idealista cuántica de 
la creatividad? 
Un adulto es capaz de operar de dos maneras; el modo primario cuántico, en la cual la 
probabilidad y lo acasual domina y donde existen respuestas creativas que permanecen 
disponibles dentro del sistema cuántico cerebral. El otro modo corresponde al modo 
clásico del ego, referido a la conducta condicionada y el funcionamiento del cerebro-
mente puede ser descrito satisfactoriamente por el cognitivismo. En este modo somos 
capaces solamente de resolver problemas algorítmicamente (esto está muy de acuerdo 
con los modelos de creatividad construidos por la ciencia cognitiva). Sin embargo, la 
creatividad para la teoría idealista cuántica requiere de la personalidad cuántica. 
También se encuentra la cuestión del desarrollo del ego. En la presente teoría el 
descubrimiento de cada nuevo contexto es un salto cuántico de pensamiento y 
corresponde a un acto de creatividad fundamental. Entre episodios de creatividad 
fundamental, las condiciones homeoestáticas prevalecen. El aprendizaje continuo, a 
través del razonamiento y creatividad situacional, conduce a un profundo enriquecimiento 
del desarrollo del ego. Esta es esencialmente la misma descripción del desarrollo del ego 
dada por Piaget (1977). Claramente, entonces la actual teoría tiene la potencia de 
acomodar las teorías orgánicas de la creatividad que están basadas en las ideas de 
Piaget sobre el desarrollo de los niños. 
Ahora se verá en detalle la integración de las diversas teorías que dan origen a la teoría 
idealista cuántica. 
En el funcionalismo cuántico la creatividad es el resultado de la interacción de tres 
sistemas: (a) clásico de conocimiento aprendido, (b) cuántico da origen a lo nuevo, y (c) la 
conciencia que estableceel propósito. El afecto resulta de la identificación de la 
conciencia con cada uno de los dos sistemas: clásico y cuántico. Cuando la conciencia se 
identifica con la modalidad cuántica, existe ansiedad en efectuar un salto creativo. 
Cuando el ego conscientemente se identifica con la modalidad cuántica, como en la 
experiencia de “aha”, se produce éxtasis. Existe un patrón de intencionalidad en los actos 
creativos; sin embargo, el propósito final no es fijo, sino contingente al proceso. 
Por otro lado ¿cómo explicar el papel del inconsciente como director psicológico, en el 
marco del modelo que se plantea? 
En el modelo idealista cuántico somos capaces de actuar bajo dos modalidades. Bajo el 
ego, denominado modalidad clásica, esta es la modalidad condicionada que refleja 
nuestro carácter y patrón habitual. La otra modalidad de actuación es la que se denominó 
cuántica, manifestada en el acto de la creatividad. 
Se supone que todas nuestras acciones, conscientes e inconscientes, son guiadas por 
una o ambas de las dos modalidades. Sin embargo, no se escoge conscientemente la 
modalidad invocada en una acción particular. Somos orientados inconscientemente hacia 
ciertos actos que requieren una de las dos o ambas de las modalidades explicadas 
anteriormente. Por lo general, no somos conscientes de nuestro condicionamiento o 
facilidad creativa. 
La contribución de la naturaleza a nuestro ser, es lo manifestado como conducción 
psicológica de la libido. 
La conducción inconsciente debido al condicionamiento ambiental es lo que se denomina 
contribución de la educación a nuestro comportamiento y acción. 
De acuerdo a lo anterior, lo que denominamos modalidad clásica y lo se expresa 
inconscientemente puede ser pensado como las dos conducciones psicológicas 
inconsciente del ambiente condicionado y la líbido. En contraste la modalidad cuántica y 
la creatividad se refieren a lo que Jung (citado en Gaswomi, 1996) denominó el 
inconsciente colectivo. 
Cualquier ser humano, de acuerdo a la descripción cuántica es potencialmente capaz de 
manifestar todos los estados mentales de todos los seres humanos, independientemente 
de las limitaciones espacio-tiempo. Esto es consecuencia de que todos disponemos del 
mismo mecanismo cerebral. En el proceso de condicionamiento, existe preferencia por 
estados localmente experimentados y los estados transpersonales no localizados se ven 
reprimidos. La creatividad llega a ser una conducción inconsciente porque el 
condicionamiento conduce a la represión de lo nuevo en preferencia al viejo estado 
aprendido. Jung agregó un tercer componente, al debate del desarrollo humano centrado 
en la confrontación de la naturaleza versus educación. Este tercer componente se 
denominó creatividad, denominada sattwa, en la India Oriental. Por lo tanto, existen tres 
conductores que guían nuestras acciones: (a) conducta condicionada (educación), (b) la 
líbido (naturaleza), y (c) sattwa (creatividad). 
La teoría idealista cuántica explica también las etapas del proceso creativo. El proceso 
creativo, según Wallas, (1926) involucra las siguientes etapas: (a) preparación, (b) 
incubación, (c) insight o iluminación, y (d) manifestación. 
En la etapa de preparación, la modalidad clásica domina. La modalidad clásica de la 
personalidad trata con la recolección y análisis de la información. Es una cadena en 
espiral entre la información y la comunicación. Se necesita un fuerte ego para manejar la 
destructuración de lo viejo para dar lugar a lo nuevo. Rogers (1959) manifiesta que esta 
etapa debe finalizar con la manifestación de una menta abierta. 
La etapa de incubación corresponde al procesamiento inconsciente de información. 
Koestler (1964) describe un tipo de asociación de opuestos que denominó bisociación, y 
que considera útil en la explicación del proceso creativo. Cuando confrontamos por 
bisociación el estado cuántico mental llega a ser una superposición coherente, una onda 
de posibilidades contradictorias que no se puede resolver por la vía consciente. ¿Es esto 
correcto? ¿Es esto equivocado? Estas interrogantes no pueden ser resueltas por la 
mente consciente. Cuando la duda crece y las asociaciones ambiguas son permitidas, 
entonces aumenta los eventos sin resolución y las superposiciones coherentes no 
resueltas, originando otras asociaciones. Todo, sin embargo, permanece como 
superposiciones coherente no resueltas hasta que la conciencia esta lista para entrar en 
acción. 
En la iluminación creativa se produce la comunicación interna y germinación de ideas 
creativas. Se da un encuentro entre la transpiración (modalidad clásica) y la inspiración 
(modalidad cuántica). 
Existe transpiración porque las superposiciones coherentes del cerebro, que nuestro 
proceso inconsciente genera, están aún dominadas por nuestro contexto aprendido con 
un gran peso probabilístico. El peso probabilístico de lo nuevo es pequeño. La 
persistencia es importante para aumentar el número de colapso del estado cuántico 
mental relativo a la misma cuestión, así se aumenta la posibilidad de ejecutar una nueva 
repuesta. 
¿Por qué la inspiración es la esencia fundamental de la creatividad? 
Cuando finalmente, con el juego alternativo de querer y entrega, persistencia y relajación, 
proceso inconsciente y consciente, vemos en nuestra modalidad cuántica primaria, la 
gestalt, el patrón de la pequeña luz que juntos construyen el nuevo progreso y 
conscientemente colapsa todas las superposiciones coherentes no colapsadas que se ha 
acumulado durante el viaje creativo, entonces tenemos una experiencia primaria de la 
modalidad cuántica; es decir, el placer de la creatividad. 
La etapa de manifestación ocurre cuando se produce un encuentro entre la idea y la 
forma. La personalidad de la modalidad clásica tiene que desarrollarle una forma a la 
idea creativa. Es una síntesis que organiza los elementos de la idea y verifica si la idea 
funciona, aunque existe mucho ir y venir entre la idea y la forma. Es una cadena en 
espiral entre la idea y la forma. 
En definitiva, el proceso creativo, en el marco de la teoría idealista cuántica, es una 
cadena en espiral de encuentros de las modalidades clásica y cuántica de la 
personalidad: (a) información-comunicación, (b) transpiración-inspiración, y (c) forma-idea 
 
¿Qué papel juega la teoría del Caos dentro de la teoría idealista cuántica de la 
creatividad? 
¿Qué mecanismo utiliza la memoria clásica para ajustarse determinísticamente a lo 
nuevo? Esto debe involucrar, un cambio drástico del aparato de la memoria clásica para 
adaptarse a la nueva luz creadora de un nuevo patrón de proceso secundario. Es en esta 
adaptación a la nueva trayectoria que la dinámica del Caos puede jugar un papel. 
Supongamos que tengamos sistemas de memorias que son realmente sistemas caóticos 
pero están en una fase de inactividad correspondiente a una situación de equilibrio. La 
respuesta del sistema de memoria a un pensamiento no creativo está ahora condicionado 
y predecible a un grado porque tal pensamiento no encontró al sistema fuera de su 
equilibrio. Se propone que un pensamiento creativo cuántico, actúa como una moneda 
torciéndose para un cambio, como un provocador que orienta al sistema caótico del 
cerebro que sostiene el viejo orden, fuera de su base de equilibrio. 
Al final de la etapa de preparación, debemos vaciar nuestra mente y romper las viejas 
conexiones para anticipar lo nuevo. No debemos permitir que nuestras respuestas 
secundarias sean confundidas por los contextos viejos, condicionados aprendido; esta 
una precondición para la etapa del insight, pero, ¿Cómo ocurre esto, en realidad? El 
proceso completo involucra una destructuración de la memoria condicionada y es aquí, 
donde la dinámica del caos juega su primer rol crucial. En respuesta a nuestro deseo de 
crear, para realmente percibir el proceso primario de pensamiento, el sistema caótico del 
cerebro desestructura su patrón condicionadode conexiones. Nuestro deseo intenso de 
crear y la respuesta cuántica a la misma permite que entre en acción del principio de 
incertidumbre. Esta incerteza cuántica debe ser lo suficiente para cambiar las condiciones 
iniciales y así el caos dinámico desestructura el viejo orden. El sistema caótico ahora 
vegeta bajo el encanto de un nuevo atractor. Según Boles (citado en Gaswomi, 1996), se 
cruza el umbral desde el deseo de crear hasta la creación misma. Tenemos la mente 
necesariamente vacía de prejuicios previos. Tal como Picasso sostuvo “todo acto de 
creación es primero que todo un acto de destrucción”. 
Se propone al pensamiento creativo cuántico o al acto de insight como un incitador para 
que el atractor caótico clásico del cerebro cambie. En respuesta al pensamiento creativo, 
el sistema caótico efectúa un salto del estado vegetativo del atractor existente a una 
cuenca de un nuevo atractor. El nuevo atractor conduce a nuevas conexiones de la 
estructura neuronal en correspondencia con los nuevos descubrimientos dentro del nuevo 
contexto. 
En repercusión del insight creativo, el sistema clásico de memoria del cerebro, se 
comporta caóticamente y puede sufrir una serie de reestructuraciones transitando a un 
eventual nuevo orden dinámico que satisfactoriamente manifiesta el aha creativo. Así, la 
etapa de manifestación consiste en repetidos encuentros de las ideas cuántica y clásica. 
En esta descripción integrada de creación dinámica, las características son los siguientes: 
(a) destructuración caótica, (b) proliferación inconsciente de superposiciones coherentes, 
(c) saltos cuánticos de insight, y (d) reestructuración caótica. 
 Actividades que se pueden llevar a cabo para desarrollar la creatividad. 
 
1. Minimizar el efecto negativo del condicionamiento de la mente sobre la creatividad 
manteniendo conscientemente una mente abierta y en forma determinante diciendo no a 
las respuestas condicionada (función de la primera etapa de la creatividad). El caso 
dinámico del cerebro es nuestro socio en este momento. 
2. Aumentar la desigualdad de manifestación de una baja probabilidad de la idea creativa 
siendo persistente. La persistencia es importante porque ella incrementa el número de 
colapso del estado cuántico de la mente relativo a la misma cuestión, así se incrementan 
los cambios de generación de nuevas respuestas. 
3. Confrontar con estímulos no aprendidos. El leer sobre nuevas ideas impulsa un cambio 
de contexto en nuestro propio pensamiento, aún sobre asuntos no relacionados. 
Importantes son los estímulos no aprendidos que son ambiguos. 
4. Trabajar y hablar con otras personas tal como en una lluvia de ideas. 
 
REFERENCIAS 
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M Ed. Teodosio Rodríguez 
Instituto Pedagógico Miranda. Universidad Pedagógica Experimental Libertador 
 
Artículo presentado en el Primer Encuentro Internacional de Creatividad y Educación celebrado en 
Barquisimeto, Venezuela, en 1999 y organizado por la Asociación Venezolana de Creatividad y 
Educación (Avecred).

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