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AGO12011 5 consejos para una vida FELIZ – Parte I 5 consejos para una vida FELIZ – Parte I 1) Qué prefieres: ¿Ser feliz o tener razón? Imagino que has contestado “ser feliz”. Entonces permíteme una pregunta personal: Por qué sigues discutiendo hasta que el otro te de la razón? No es mejor “perder” una discusión y ganar la armonía en el hogar, en el trabajo, en la sinagoga? Te darás cuenta de que muchas veces el otro realmente tiene razón, o por lo menos una explicación lógica para sus argumentos. La próxima vez que te encuentres en una discusión, recuerda: Es mejor ser feliz que tener razón! Te vas a sorprender de la fuerza de esta actitud. 2) “Click” – Cambia tus canales mentales Puedes ahorrarte una gran cantidad de estrés emocional simplemente enfocándote en el beneficio espiritual en cada situación llena de tensión, en lugar de la tensión misma. El truco es no habitar en el dolor sino en lo que puedes ganar espiritualmente. Enfócate en lo que puedes hacer para mejorar en ese momento. La técnica consiste en preguntarnos, “¿Cómo puedo usar este incidente para perfeccionar mis midot (virtudes)?” Estime la oportunidad de demostrar valores. Esta serenidad y aceptación te dará más capacidad de pensar claramente. Te ayudarán a anular el deseo de controlar lo que está más allá de tu control, al tiempo que te estimularán a poner el máximo esfuerzo para cambiar aquello que puede ser cambiado en tu vida. La felicidad no consiste en tener todo lo que se quiere, sino en querer todo lo que se tiene. 3 – No te enojes El enojo es la fuerza más destructiva que existe, por eso, el tercer consejo es talvez el más dificil, pero al mismo tiempo el más poderoso de todos los consejos para una vida feliz. En general las situaciones en la cuales nos enojamos se dan con la gente que más queremos y que más nos quiere. Si la persona que en general me quiere me está gritando u ofendiendo, esto significa que ella siente un dolor que lo está exteriorizando de forma negativa. No escuches las ofensas, sino que intenta entender cual es la fuente del dolor. Baja la cabeza, cállate y humildemente escucha a la otra persona hasta que termine todo lo que tiene para decir. Cuando tomes la palabra, habla en un tono bajo y tranquilo. No mires a la persona a los ojos mientras escuchas o hablas, pues muchas veces la simple mirada funciona como un “transmisor” de enojo. No es fácil pero, una vez que se vuelva un hábito, tu vida estará llena de alegría, paz y amor. 4 – Ten ideales y lucha por ellos Dedica un fin de semana a contestar las preguntas fundamentales: Cuál es mi misión en este mundo? Debes mirar más allá de ti mismo y también mirar más arriba de ti mismo. ¿Cuál es el rol que debes asumir en el mundo? ¿Qué papel debes jugar en el drama histórico del pueblo judío? ¿Cómo puedes realizarte a ti mismo y vivir una vida que sea lo mas perfecta y significativa posible? No se trata de descubrir el sentido cósmico de la existencia humana, sino simplemente concienciarse de mi misión personal en esta vida presente. Tener ideales en la vida y actuar según ellos constituye la más honda expresión de ti mismo.Cuando empieces a vivir como parte de una realidad más grande y simultáneamente descubras tu individualidad en esta grandiosa realidad, entonces empezarás a caminar por el largo camino que conduce a la verdadera grandeza. El valor de la vida reside en los valores por los cuales se vive. 5 – Busca el crecimiento contínuo Tal como los músculos, un espíritu inactivo se atrofia. El que no crece, de hecho, decrece!Recuerda que tu crecimiento personal es directamente proporcional al esfuerzo que ejerces. Cuando haces interna una actitud positiva hacia el cambio, te sientes motivado a hacer mejoras en tu comportamiento y en tu carácter. Los niños se sienten muy felices cuando ven que están mejorando en un juego o en una habilidad que es importante para ellos. Hasta nosotros nos alegramos cuando logramos un nuevo record en un juego por Internet. Es una energía muy intensa que nos lleva en ocasiones a saltar o gritar de alegría! Pero es tan efímera como vana. Aprende a desarrollar la misma alegría cuando te superes en el desarrollo del carácter. ¿Qué mejoraste recientemente para que ahora puedas sentir alegría? Cuando te des cuenta de tus avances, de las acciones y actitudes positivas que incorporaste a tu vida, o de las cosas negativas que eliminaste de tu ser o hacer, inmediatamente te invade una satisfacción y paz interior que te llena de fuerzas para seguir creciendo. ¿Cómo eligir mi media naranja? – Parte I La elección de la pareja es la decisión más importante de toda la vida! Con el elegido compartirás todos los momentos de tu vida, los buenos y los mejores. Con él crearás a tus hijos, dando continuidad a tu ser. ¿En qué debes fijarte y en que no al elegir la pareja de tu vida? Cómo minimizar el riesgo de equivocaciones? A continuación veremos algunos consejos prácticos, basados fundamentalmente en la filosofía judía acerca del matrimonio y las relaciones personales. 1. No esperes que la pareja cambie después de haberte casado. El error clásico. Nunca te cases con el potencial, lo que vale es lo real! La regla de oro es: si no estás contento con la persona así como ella es ahora, no te cases. Respecto de la espiritualidad de la otra persona, su carácter, higiene, formas de comunicación, hábitos personales, debes estar seguro de que puedes vivir con ellos en el estado en que se encuentran ahora, pues estas características son muy difíciles de cambiar y funcionan como una “bomba de tiempo”. Lo que hoy parece “molesto pero aceptable” poco a poco se transforma en algo insoportable, eterna fuente de pleitos y discusiones. 2. ¿Tienes una conexión emocional profunda con esta persona? Para evaluar si tienes o no una conexión emocional profunda con la persona, pregúntate: ¿Me siento calmado, en paz y relajado con esta persona? ¿Puedo ser yo mismo y expresarme por completo con esta persona? ¿Me hace sentir bien sobre mi mismo? Asegúrate de que la persona con quien te cases te haga sentir de esta forma! ¿Tienes miedo de esta persona (de cualquier forma posible)? No debes sentir que tienes que monitorear lo que dices porque tienes miedo de cómo la otra persona lo verá o reaccionará. Si tienes miedo de expresar tus emociones y opiniones abiertamente, hay un problema en la relación. Otro aspecto de sentirte tranquilo es que no sientas que la otra persona está tratando de controlarte. Comportamientos que te controlan son signos de una persona abusiva. Hay una diferencia muy grande entre “controlarte” y “darte sugerencias”. Una sugerencia está hecha para beneficiarte; un comentario que te controla está hecho para el beneficio del otro. http://centrokehila.files.wordpress.com/2011/08/media-naranja2.jpg 3. Enfócate más en el carácter que en la química. La química enciende el fuego, pero el carácter lo mantiene quemando. Ten cuidado con el síndrome “estoy enamorado”. “Estoy enamorado” generalmente significa, “Tengo deseo”. La atracción esta ahí, pero ¿alguna vez has investigado cómo es el carácter de la otra persona? ¿Respetas y admiras a la persona? Esto no significa: “Estoy impresionado con esta persona”. Nos impresionamos con un Mercedes, pero no necesariamente admiramos a alguien porque es dueño de un Mercedes. Debes asegurarte que admiras sus cualidades, como su creatividad, lealtad, determinación, etc. Aquí están cuatro cualidades de carácter que definitivamente tienes que revisar: Humildad: ¿Esta persona reconoce sus errores? ¿Se siente “dueño” de la verdad? ¿Respeta las opiniones de otras personas? ¿Tiene suficiente paciencia, compasióny respeto con sus compañeros de trabajo, amigos e inclusive extraños? Bondad: ¿Esta persona disfruta de dar placer a otras personas? ¿Cómo trata a la gente con la que no tiene la obligación de demostrarle su bondad? ¿Hace algún trabajo voluntario? ¿Da caridad? Responsabilidad: ¿Confío en esta persona? ¿Puedo depender de esta persona? ¿Tiene establecidas metas a corto y a largo plazo? Felicidad: ¿Esta persona se quiere a si misma? ¿Disfruta de la vida? ¿Es emocionalmente estable? Pregúntate: ¿Me gustaría ser como esta persona? ¿Me gustaría que mis hijos se parezcan a ella? ¿Cómo encontrar mi media naranja – parte II? 4. ¿Puedes hablar abiertamente con esta persona? Cualquier cosa que te moleste sobre la relación debe ser hablada. Hablar sobre temas incómodos es la única forma de evaluar cómo los dos se comunican, negocian y trabajan unidos. A lo largo de la vida surgen dificultades inevitables. Tienes que saber algo antes de hacer un compromiso: ¿Puedes resolver tus diferencias y encontrar acuerdos que sirvan para los dos? Nunca tengas miedo de decirle a la otra persona lo que te molesta. Esta es también una forma de probar cuán vulnerable puedes ser con esta persona. Si no puedes ser vulnerable, no puedes tener confianza, y estas dos cosas van de la mano. 5. ¿Compartes objetivos y prioridades de vida semejantes? Debes asegurarte de que compartes el nivel más profundo de conexión que es el compartir objetivos de vida similares. Esta es la definición verdadera de “alma gemela”. Un alma gemela es un compañero de objetivos – dos personas que finalmente compartirán el mismo entendimiento del objetivo de la vida, y por lo tanto compartirán las mismas prioridades, valores y metas. Pregúntate: ¿Entendemos el sentido de la vida de forma similar? ¿Compartimos los mismos ideales y valores? ¿Tenemos los mismos sueños? ¿Me gustaría tener hijos con esta persona? 6. No te involucres sexualmente El hecho de involucrarse sexualmente antes del matrimonio puede ser un gran problema porque nubla la investigación honesta de los temas importantes. Las relaciones prematrimoniales tienden a nublar la mente, y en ese estado no se pueden tomar buenas decisiones. No es indispensable “probarlo” para darte cuenta de que una pareja es sexualmente compatible. Si haces tu tarea y te das cuenta de que son intelectual y emocionalmente compatibles, no tienes que preocuparte de la compatibilidad sexual. En todos los estudios hechos sobre el divorcio, la incompatibilidad sexual nunca ha sido citada como la razón por la cual la gente se divorcia. 4 – Ten ideales y lucha por ellos 5 – Busca el crecimiento contínuo 1. No esperes que la pareja cambie después de haberte casado. 2. ¿Tienes una conexión emocional profunda con esta persona? 3. Enfócate más en el carácter que en la química. ¿Cómo encontrar mi media naranja – parte II? 4. ¿Puedes hablar abiertamente con esta persona? 5. ¿Compartes objetivos y prioridades de vida semejantes? 6. No te involucres sexualmente