Descarga la aplicación para disfrutar aún más
Vista previa del material en texto
I l l 17 223 pues o espantarás la pasión, o el erxtimema resultará dicho en vano, puesto que chocan los movimientos opuestos y a la ve î,y o se anulan ose debilitan. Tampoco cuando el dis- is curso sea de carácter se debe buscar el entimema, porque en la demostración no cabe ni carácter ni preferencia. S e n t e n c i a s . De sentencias ha de usarse tanto en la narración como en la argumentación, porque son cosas de carácter: «Tam bién yo se lo, di, aun sabiendo que no hay que fiarse». Y si es en tono patético: «Y no me arrepiento, aunque haya sido 20 a mi costa la injusticia, pues a éste le ha tocado el prove cho, mas a mi la justicia». N o t a s s o b r e c a d a g é n e r o . Hablar al pueblo es más difícil que ante la justicia, na turalmente, porque es sobre el futuro, mientras que lo otro es sobre algo que ha sucedido, lo cual es ya sabido hasta por los adivinos, como decía Epiménides de Greta (172), pues aquel personaje no profetizaba sobre el futuro, sino sobre 25 lo pasado que estuviera oculto. Y la ley es el asunto en la oratoria forense, y cuando se tiene un principio, es fácil hallar una demostración. No admite tampoco muchas di gresiones el género deliberativo, como en el judicial, por ejemplo, las hay contra la parte adversaria o sobre uno mismo, o cabe hablar patéticamente. La oratoria delibe rativa es la que entre todos los géneros menos admite, si no se quiere distraer al oyente. Es, pues, conveniente ha- 30 cer esto sólo cuando no haya otro remedio, como hacen los oradores atenienses e Isócrates, pues hasta en el género de liberativo acusa,como a los lacedemonios e n elPanegírico,y a Cares en el discurso sobre los aliados (173). En los demos trativos es preciso adornar el discurso con elogios episódi- I l l 17 224 cos, como hace Isocrates, que siempre introduce alguno. Y 85 lo que decía Gorgias de que nunca le faltaba materia para el discurso, es precisamente ésto, pues si habla de Aquiles, ensalza a Peleo, después a Eaco, después al dios. De modo semejante hace con el valor, que causa ésto y lo otro o que es tan grande. E l c a r á c t e r . Una vez que se tienen argumentos, hay que hablar con carácter y de jnodo que demuestre, pero si no se tienen enti- 髧 t, memas, mostrando el carácter moral, pues más conviene al que es bueno parecer bueno que de cuidado discurso. Lo s EN TIM EM A S. De los entimemas los que refutan son más estimados que los que demuestran, porque los que refutan se ve más claro que están formando razonamiento, ya que cuando se ponen juntos se conocen mejor los contrarios. R e s p u e s t a a l a p a r t e c o n t r a r i a . Lo que se dirige contra la parte adversaria no es de 5 especie diferente, sino que de la misma que los argumen tos que ora refutan mediante objeción ora mediante si logismo. Es preciso, lo mismo en la deliberación que en el foro, decir primero para comenzar los argumentos pro pios, y después salir al encuentro del adversario refutando y rebajando sus razones. Si la réplica fuera copiosa, hay io que poner primero los argumentos contrarios, como hizo ' Calístrato (174) en la asamblea de Mesenia, que después de responder a lo que dijeron, es cuando habló él. Guando se hable después, en primer lugar hay que ha blar contra el discurso del adversario, refutándolo y ha-
Compartir